jueves, 15 de mayo de 2008

"El Diario de los Muertos", vuelve Romero, vuelven los zombies.

George A. Romero fusiona sus zombies de toda la vida con las nuevas tecnologías para ofrecernos su enésimo homenaje a este género.

El cine de zombies tiene un padre con nombres y apellidos: George Andrew Romero. Con un presupuesto reducido y medios escasos realizó en 1968 una de las películas de terror más míticas y recordadas del cine: "La Noche de los Muertos vivientes". La película convertida en un clásico absoluto trajo consigo varias "secuelas" propias de tanta o más calidad que solo tenían un punto en común a simple vista: los zombies. Hasta el momento que Romero no metió mano en el género los zombies en el cine se reducían a científicos locos que experimentaban con cadáveres, extraterrestres que hipnotizaban a humanos y extraños ritos satánicos; el Maestro del Terror George A. Romero dio con su "La Noche de los Muertos Vivientes" un golpe de efecto que impulsó incluso la creación de un sub-género para él mismo y que recolectó inmediatamente una legión de seguidores de este estupendo cine de Serie B. No es que el primer zombie lo creara Romero, pero el concepto de Apocalipsis Zombie sí que fue suyo. Romero se basó en la genial novela de Richard Matheson "Soy Leyenda" (que recientemente ha tenido su tercera adaptación al cine, protagonizada por Will Smith) centrándose en el concepto del sitio a una casa por seres monstruosos —vampiros en la novela, muertos que caminan en la cinta de Romero— y en las interrelaciones de los personajes en una situación extrema. Aquella "La Noche de los Muertos Vivientes" tuvo muchas cualidades pero destacó entre todas ellas el hecho de mostrar que el peligro verdadero no eran los zombies ni una amenaza externa, sino el propio ser humano. El miedo a la muerte se veía claramente reflejado en una brillante metáfora, ya que los que acechaban a los vivos eran al fin y al cabo los muertos, no había mejor manera de representar nuestras fobias, y la mezquindad del ser humano, su egoísmo y estupidez quedaron patentes en las reacciones de las víctimas.

Una constante en la filmografía de George A. Romero es su forma de adaptar sus películas de zombies a la época en que transcurren. En el caso de "La Noche de los Muertos Vivientes" la Guerra de Vietnam era algo que influía significativamente en el cine contemporáneo, y en cierta manera varios valores representativos de los horrores de la Guerra quedaban reflejados en la película, además de otras denuncias subliminales como el racismo —es una de las primeras películas donde el protagonista es de raza negra— o la diferencia entre clases. Romero siempre mantiene una serie de características que se repiten a lo largo de sus películas, como que nunca se sabe qué origen tiene la resurrección de los muertos, los zombies pueden infectar a seres vivos y convertirlos en muertos vivientes en poco tiempo, éstos siempre son lentos y capaces de hacer mucho daño en grupo, los protagonistas siempre se ven atrapados/acorralados por los zombies pese a ser más rápidos, inteligentes y fuertes, lo que muestra la estupidez humana, normalmente no hay solución o vía de escape para los vivos, y se suele hacer una crítica subliminal o explícita de la sociedad contemporánea.

A "La Noche de los Muertos Vivientes" le siguió "Zombi" (desafortunado título de "Dawn of the Dead" en España, que vendría a ser "El Amanecer de los Muertos") en 1978, una segunda parte de nuevo dirigida por George A. Romero donde la "infección" en este caso se extendía mucho más, reduciendo el número de supervivientes a un número escaso que intentan acuartelarse en unas grandes superficies. La película era una crítica cubierta al consumismo norteamericano de los 70' ya que los zombies rodeaban el centro comercial por pura inercia, siguiendo los instintos de su vida pasada. A pesar de contar con un presupuesto algo mayor que su anterior película pero igualmente reducido, consiguió crear otra maravilla con toques gore y con una clara evolución desde su anterior film. Ciertamente el maquillaje de sus zombies dejaba mucho que desear, pero esta carencia se vio suplida por una película con alma que transmitía sin duda esa desazón y soledad en un mundo que veía reducidas sus esperanzas con cada zombie que "nacía". De nuevo los zombies volvían a ser instrumento de crítica para Romero, que editó la película según las preferencias de los países o regiones donde se estrenase para adaptarse a sus gustos, y el éxito a nivel comercial y de crítica fue arrollador. La mezquindad del ser humano queda de nuevo patente y vuelve a demostrar que en casos extremos el ser humano actúa egoístamente en vez de en solidaridad.

La tercera película de lo que parecía que iba a ser una trilogía de zombies llegó en 1985 con "El Día de los Muertos", para muchos (yo me incluyo) la mejor película de zombies de la historia. En ella la humanidad estaba completamente invadida por los zombies, y los humanos debían esconderse en lugares seguros, como bases militares o en minas fuertemente protegidas. Es el caso de un grupo de militares y científicos que viven encerrados en un complejo subterráneo donde de nuevo el mayor enemigo no son los zombies, sino los mismos humanos. Con un presupuesto algo mayor (pero aún bajo) la película criticaba una vez más que la falta de cooperación entre los humanos es la causante de su caída, los zombies eran mayores en número que en las anteriores sagas pero eso no influye en el concepto de que la estupidez de los hombres es la que los lleva a la perdición. Entre todos los zombis de la historia hay uno a destacar, Bub, un zombie con el que experimentan en la base para tratar de domesticarlo. Es el primer zombie con el que Romero introdujo el concepto de que puedan aprender a actuar como antes en vida, y mostrar así el evidente parecido de los zombies y los humanos.

La película de zombies que ha contado con más presupuesto en la filmografía de George A. Romero es "La Tierra de los Muertos Vivientes" en 2005, la esperada vuelta tras 20 años sin el padre de los zombies y la cuarta de la particular saga. La película fue rodada en un mes y medio y cuenta con actores conocidos y con cierto caché, de la talla de Dennis Hopper, John Leguizamo, Simon Baker y Asia Argento (hija de Darío Argento, el prestigioso director italiano) y se sitúa en un mundo post-apocalíptico, completamente infestado de zombies que superan a los humanos en una proporción de 400.000:1, lo que ha llevado a recluirse en ghettos fortificados, crear nuevas organizaciones sociales y metrópolis y patrullas de exterminio de zombies. La crítica de esta película es clara, una fuerte sátira a la diferencia de clases y una evidente metáfora del estado de miedo que se vive en EEUU, fruto de la paranoia generalizada post-11/S. El personaje iniciado por Bub en la película anterior tiene su desarrollo en Big Daddy, un zombie que actúa como líder de otros, los organiza y es capaz de realizar alguna tareas complejas como empuñar un arma o nadar. La película no estuvo al nivel de las otras tres pero en mi opinión es una buena película de zombies, que sigue el estilo clásico de Romero y que ofrece un buen espectáculo de sangre y vísceras.

Y llegó 2007, el año que George A. Romero decidió seguir con su saga con "El Diario de los Muertos", la quinta película de zombies del Maestro, pero esta vez desde un punto de vista diferente al que había estado utilizando hasta ahora; siguiendo la moda de películas estrenadas el mismo año como la española "[REC]" o "Monstruoso" ("Cloverfield") de rodar cámara en mano simulando el falso documental, Romero va un poco más allá que estas películas y realiza un montaje con varias cámaras aprovechando hasta dos cámaras al hombro, una cámara de móvil y varias cámaras de seguridad. Este especie de género iniciado en 1980 por "Holocausto Caníbal" tuvo mucho éxito gracias al morbo que producía el hecho de que lo que se veía en la película pudiese llegar a ser algo real, y atrajo a muchos espectadores del mismo modo que en 1999 "El Proyecto de la Bruja de Blair", a raíz de una campaña de publicidad a través de internet que aseguraba que los hechos transcurridos en el film eran reales, movilizó a la gente a ir a verla al cine y generó un movimiento social con respecto a este tipo de películas. Recientemente hemos vuelto a vivir algo parecido con "Monstruoso", una mediocre cinta que tuvo el talón de Aquiles precisamente en su promoción, que prometía mucho y ofreció poco... inconvenientes de la publicidad viral. De este tipo ha habido films con mayor o menor éxito, como las nombradas "[REC]", "Monstruoso", "Holocausto Caníbal", "El Proyecto de la Bruja de Blair", "Alien Abduction: Incident in Lake County", etc., de las cuales me quedaba hasta el momento sin duda con "[REC]", que precisamente comparte género con la película que nos ocupa "El Diario de los Muertos", los zombies. En el caso de la película de Paco Plaza y Jaume Balagueró los zombies siguen el estilo de la corriente generada a partir de la genial "28 Días Después", es decir zombies rápidos, fuertes y ágiles, todo lo contrario de las pautas marcadas por Romero, y consigue una excelente ambientación en un portal de la Rambla de Barcelona infestado de zombies hambrientos y furiosos, con un final absolutamente espeluznante y esa "cercanía" que tiene por el hecho de ser española. Respecto a "Monstruoso" y "El Proyecto de la Bruja de Blair" me parecen dos películas más bien mediocres que si bien tienen algo destacable, como por ejemplo el tramo final de la segunda película o alguna escena concreta de la primera, en general son películas muy flojas cuyo único soporte es la campaña publicitaria que tuvieron, cosa que hace desmerecer el producto final de manera que el espectador que ha seguido la campaña se siente desilusionado con un producto final que no cumple las expectativas generadas. Además, un factor muy importante en este tipo de películas es el hecho de la coherencia en cuanto al "seguir grabando"; es muy importante dar credibilidad al hecho de seguir filmando aún cuando tu vida está en peligro, y se debe tener una razón de peso para hacerlo. En ese aspecto tanto "[REC]" como "El Diario de los Muertos" tienen absoluta coherencia en ambos casos por la necesidad de contar lo que está sucediendo, para denunciar la situación, e incluso en la primera por necesidad (a la hora de utilizar el foco de la cámara para poder ver en la oscuridad), en cambio películas como "Monstruoso" rozan el ridículo en varias ocasiones en las que ni el más pintao seguiría filmando un segundo más antes de dejar la cámara a su suerte y marcharse corriendo. "El Diario de los Muertos" no sufre ninguna de las dos dolencias comentadas anteriormente, su campaña publicitaria ha sido más bien nula, de hecho George A. Romero se tomó la producción de la película como algo humilde y sencillo, que solo le llevó 23 días de rodaje y costó 2 millones de dólares, y que en principio estaba destinado al mercado del DVD. De hecho dudo bastante que podamos verla estrenada en la mayoría de cines (tiene prevista la fecha de estreno el 27 de Junio). Por otro lado es perfectamente comprensible el hecho de filmar todo lo que ocurre, Jason, el protagonista y cámara de la película, está en todo momento obsesionado con filmar la película hasta el punto de no ayudar a víctimas de los ataques zombies y se siente con el deber o misión de dar un testimonio que deje constancia de lo que pasó (además de que en la película se encarga de dejarnos claros sus motivos). Al principio podemos creer que Jason es un capullo, pero más tarde entendemos que es perfectamente consciente de lo que hace y de porqué lo hace, y acaba teniendo cierto sentido. Otro aspecto a agradecer es que ni en un solo momento la cámara marea al espectador por sus movimientos, al contrario de películas como "El Proyecto de la Bruja de Blair" y "Monstruoso", e incluye un concepto diferente que es que la grabación que vemos no es una cinta recuperada del lugar de los hechos como en el resto de películas de este tipo, sino que es un montaje editado por uno de los supervivientes que mezcla todas las imágenes captadas por varias cámaras, dos de ellas de hombro y varias de grabaciones de cámaras de seguridad y otros soportes como móviles o cámaras de mano. Este simple detalle dota de una mayor profundidad al film, mezclándola además con la voz en off de la persona que ha hecho el montaje y aportando otros puntos de vista a la historia, hecho que sin duda enriquece la película. En ese aspecto es más película que documental, al contrario que el resto de películas comentadas.

Esta quinta película introduce un concepto importante en las películas de zombies de Romero, el cómo afecta internet y las nuevas tecnologías al mundo. La expansión por la red de una grabación del primer ataque causa el pánico en el mundo entero y como he dicho la obsesión de uno de los protagonistas de la película es ofrecer una visión filmada de sus vivencias mediante internet. Además conocen otros casos de infecciones y se dan cuenta de que la plaga zombie se extiende mundialmente. Con "El Diario de los Muertos" George A. Romero rompe una de sus tradiciones, la de tener cierta continuidad entre películas. Si bien nunca ha repetido actores o situaciones, siempre ha mantenido una línea secuencial en cuanto a expansión de la infección zombie; de unos casos aislados a la gran mayoría de la población, cada película ponía en una situación más difícil a los supervivientes. En esta película la infección comienza el primer día de rodaje de una película de estudiantes y durante dos días se puede observar como la infección se va extendiendo a un ritmo frenético. No faltan los parajes clásicos de este tipo de cine como los hospitales desérticos, las caravanas, las mansiones abandonadas y caserones en el campo. De hecho creo que Romero se auto homenajea un par de veces, en la escena final de los cazadores y en alguna escena en casa del amish. Además defiende sus zombies lentos «Eres un cadáver, tienes que moverte lento. Si corres tus tobillos se partirán.», le dice el director de la película a uno de los chavales que interpreta a una momia, «Una amenaza latente siempre funciona.», en clara alusión a la moda del cine actual con los zombies rápidos que actualmente está cogiendo el relevo a los clásicos y lentos. Romero defiende lo suyo. También el motivo de la infección es desconocido, y los personajes clásicos de su cine se vuelven a ver reflejados en pantalla.

La película va mejorando conforme avanza llegando a ser su tramo final el más interesante, el de la parte del asedio a la mansión. Se masca la tragedia tan solo llegar a la casa de Ridley y el desenlace de la situación me parece acertadísimo. Durante los 90 minutos de cinta mantiene un ritmo muy adecuado intercalando escenas de telediarios, radios y otros medios que nos ponen en situación respecto al resto del mundo de la misma forma que lo hacen para los protagonistas. Todo comienza con una noticia en la radio y pronto los protagonistas irán a buscar a amigos y familiares para mantenerse a salvo. En el camino irán descubriendo el infierno en el que se ha convertido el mundo e irán perdiendo a miembros conforme descubren nuevas zonas; en ningún momento falta la tensión en las escenas de edificios abandonados y es que se nota que el director tiene mucha mano ya en este tipo de secuencias. Vemos muertes bastante gores y conseguidas —aunque a veces se note el CGI— como la del payaso de la cinta del cumpleaños o la muerte del zombie con ácido clorhídrico, maquillaje excelente, nada exagerado, y no falta el humor en algunas de las muertes. Como muestra la mejor aparición de la película, la del Amish, desde su presentación «I'm Samuel, Hello» hasta la última escena en la que aparece. Incluso Romero se marca un cameo como jefe de policía bastante curioso. Los personajes de la cinta van desde la heroína, que es costumbre del director que sea la más fuerte (con excepción de su primera película, donde la chica resultaba paralizada por los nervios) que en este caso se muestra la líder del grupo, el tipo duro e incrédulo que lo único que quiere es sobrevivir, el veterano desgastado y cansado que vive por inercia, etc. Es curioso ver como la banda de negratas que se montan un ghetto resultan ser los más solidarios cuando llegan problemas. A pesar de mostrarse violentos y reservados son capaces de prestar ayuda, todo lo contrario de la Guardia Nacional que solo busca sacar provecho de la situación. Tremenda ironía nos muestra George A. Romero, quizá también sea una crítica a lo que significa tener un ejército detrás cuya responsabilidad inicial es proteger y servir pero que al final lo único que busca es defender sus propios intereses.

Al final queda la voz en off diciéndonos «¿Estamos salvando el mundo? Decídmelo vosotros.» claramente como un mensaje con intención de alertarnos. ¿Nos damos cuenta en el mundo que vivimos? La película como todas las de Romero es alarmista y pesimista en cuanto a la humanidad, y realmente hay un mensaje detrás que es importante no perder: controlemos la situación o se nos irá de las manos. La metáfora de los zombies como invasión lenta pero constante vuelve a ser una vez más una metáfora perfecta.

Definitivamente "El Diario de los Muertos" es una buena película de zombies que va in crescendo con un final que personalmente me ha gustado mucho. En su desarrollo tiene un ritmo ideal y en general para ser una película inicialmente destinada al mercado de DVD (por lo tanto se le debía exigir menos) y un producto humilde y claramente de homenaje a sus fans creo que aprueba con nota, es merecedora de formar parte de la brillante filmografía del director. Yo me lo he pasado bien, vamos.

Mi puntuación: 7/10.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Santi, me has chafado el tema que tenia preparado para mi blog este fin de semana... Y me alegro, que pedazo de análisis nos has dado.

Tu entrada es una impresionante vivisección de la película; has usado un instrumental extremadamente agudo, reflejo del profundo conocimiento que tienes del cine de terror, subgénero "muertos vivientes" (vease el foro de www.cineactual.net)

Romero sigue contando mas o menos la misma historia, aquella de que el hombre contiene la propia semilla de su destruccion, pero cada vez afina y atina mejor.

Asi, hemos ido viendo las diferentes caras de nuestra perdicion: el egoismo en la primera pelicula, el consumismo en la segunda, la necesidad de demostrar nuestro poder en la 3ª, la avaricia de las empresas en la 4ª y, por fin, la necesidad de dejar un testimonio en esta última.

Cada una de estas facetas, que siempre terminan siendo el autentico "malo" de la pelicula, estaban en plena eclosion en el estreno de cada pelicula. Sin embargo, siguen sin perder vigencia, tanto las películas como las situaciones.

En "El diario...", en particular, el lema viene a resumirse en la frase "Cuantas mas voces alzamos, mas mentiras existen", aunque la sociedad (y los protagonistas) se empeñan en vivir y palmar justo por la idea contraria.

Romero, perro viejo, es un pesimista y no da tregua ni finales edulcorados al espectador (con, tal vez, la excepcion de "El dia..."). "El diario..." no es una excepcion. De hecho, no creo reventar mucho si digo que el final es el mas desesperanzador de la serie.

Sin recurrir al terror visceral y básico de [REC] (que seria una especie de montaña rusa), ni al estilismo y refinamiento de "28 ... después" o de "El amanecer..." (version 2003), tenemos una pelicula de zombis cruda en su planteamiento, en su aspecto visual, en su desarrollo y en su final. A su modo, perfecta.

Aunque yo no opino que "Cloverfield" era tan chunga, ni mucho menos, si que creo que "El diario..." gana por goleada en el terreno del documental-ficcion.

Por eso, entre otras cosas, esta es una de las mejores peliculas del año. Un 9/10.

Santi dijo...

Genial tu comentario querido Asprogen, y siento haberme adelantado con el tema, ¡quién lo iba a decir!

Romero es un maestro y como tal da lecciones y esta no es una excepción. Es muy interesante indagar más en el aspecto crítico del film, sin duda "la verdad absoluta" que se toma de cualquier dato en internet es muy dañina y el director lo muestra en varias ocasiones donde la información se ve claramente manipulada (precisamente en el cameo del propio George A. Romero, que "casualidad") o es la propia información la que causa un gran daño (con la emisión del primer vídeo). En definitiva el transfondo queda muy claro: la cantidad de información no tiene por qué significar calidad de información. Hay que vigilar hacia donde nos dirigimos en este aspecto. Y más peligroso es si lo enlazamos con el genial artículo en tu blog "¿Nos ha hecho Internet menos curiosos?", viendo como las nuevas generaciones cada vez están más expuestas a información defectuosa y se esfuerzan menos en contrastarla.

Romero vuelve a poner el punto a la i, a dejar las cosas en su sitio, a dar un toque de atención.

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