martes, 26 de agosto de 2008

"Los Pájaros", la amenaza viene de arriba.

El inquietante y mítico thriller de Hitchcock que hizo temer los cielos.

La carrera de Alfred Hitchcock es larga y provechosa y en su filmografía se encuentran títulos que son considerados obras maestras de la historia del cine, películas que han soportado el peso de los años de forma estoica y a las que el tiempo no ha conseguido arrebatar su genialidad. El llamado maestro del suspense tiene en su haber leyendas del celuloide como "Psicosis", "Con la Muerte en los Talones", "39 Escalones", "La Ventana Indiscreta" o "Vértigo" entre muchos otros prodigios de las más de 50 películas que realizó. Hitchcock otorgaba a sus películas un estilo único que resultaba fácil de identificar y que lo alzaba como un director diferente dotado de una particular visión del cine y, a pesar de formar parte de la gran industria de Hollywood, con cierta independencia.

Tras finalizar su etapa dedicada a proyectos televisivos como "Alfred Hitchcock Presenta" volvió a la gran pantalla en su última etapa cinematográfica con "Los Pájaros" (1963) realizando la que sería recordada como su última gran película, una de las más famosas y populares de su filmografía rodada tras la aclamada "Psicosis" y antes de "Marnie, la Ladrona", donde el director volvería a rodar con Tippi Hedren, la protagonista de este film. La carrera de Hitchcock había ascendido imparable hasta aquel momento y tras tres años sin estrenar película (algo insólito en él, que rodó una película al año durante el grueso de su filmografía) decidió adaptar un relato corto de Daphne du Maurier, quién adaptó años antes en "Rebeca" (1940) de la novela homónima, un relato con tintes apocalípticos y con cierta moralina acerca de la falta de escrúpulos de los humanos a la hora de lidiar con la naturaleza, y la toma de venganza por parte de ésta. Vamos, que cuando se dice que M. Night Shyamalan está muy influenciado por Alfred Hitchcock se dice con razón, ahí está la reciente "El Incidente" con temática similar y estilo parecido; un digno discípulo (aunque no tan prolífico). "Los Pájaros" es una historia sencilla narrada con el estilo inconfundible de Hitchcock, que es capaz de imprimir al film el tono necesario para convertirlo en una película legendaria gracias a sus poderosas imágenes y a su estremecedor desenlace; un relato desesperanzador y estremecedor que crece progresivamente y que además de alertar al espectador le hace pasar un 'agradable' mal rato, objetivo sin duda de la película, cuya frase promocional «Pudiera muy bien ser la película más terrorífica que he hecho...» hace gala de la intención del director.

La película comienza con el sello personal de Hitchcock, el conocido MacGuffin que no es más que una excusa argumental para que la película evolucione hacia donde requiera la historia. En una pajarería de San Francisco, Melanie Daniels, una acomodada joven bella, descarada y consentida, se topa con Mitch Brenner, un maduro y atractivo soltero quien busca unos periquitos que comprar a su hermana por su cumpleaños. Guiada por un capricho (el MacGuffin del film), Melanie sigue a Mitch hasta Bahía Bodega con la intención de sorprenderle regalándole los periquitos, dado el interés que consigue despertar en ella. Una vez allí comienza a darse cuenta del extraño comportamiento de las aves del lugar, que se muestran alarmantemente agresivas. Durante la primera mitad de película la trama está centrada en el propio MacGuffin, en la construcción de los personajes y de un ambiente propicio donde desatar el pánico debido a una amenaza insólita. En esta parte de la película se comienza a introducir de forma aislada el desorden de los pájaros con algunos episodios espectaculares y con cierto escepticismo/desorientación por parte de los protagonistas. Uno de los aspectos fuertes de la cinta, muy presente sobre todo durante la primera mitad de ésta, es la completa construcción de los personajes, una cuidada elaboración de unos personajes profundos y ligeramente redondos que sufren una notable evolución durante las dos horas de proyección del film. La mayoría de los personajes tienen un trasfondo estudiado y explicado para dar cierta profundidad al relato y así poder empatizar más con los protagonistas, comenzado por el personaje que sufre una evolución más significativa y notable, la de Melanie, una chica impulsiva, acostumbrada a tener a todo el mundo a merced de sus caprichos y bromas, una niña malcriada que se ve forzada a tomar las riendas de la situación cuando las cosas se tuercen, se sirve de su carácter para sobreponerse al caos y consigue convertirse en una líder hasta que el trauma es lo suficiente grande como para derrotar su moral y conseguir que se dé por vencida. No falta la pizca de romance en el film, y aunque todo lo que rodea al ataque de los pájaros sobre Bahía Bodega es un mero complemento, este romance tiene su importancia en la historia y es uno de los factores que la convierten en una película comercial de los 60's. Melanie se siente atraída por Mitch, un personaje que aporta madurez y solidez y que se atreve a replicar los caprichos de ella, algo a lo que no parece estar acostumbrada y que le resulta atractivo. Mitch es un hombre encantador y soltero que vive con su madre y su hermana menor, se siente atraído también por Melanie pero no puede evitar que su sobreprotectora madre, Lydia, lo vea como un capricho o desgracia para él debido a carácter de ella. Mitch se muestra protector y receptivo con Melanie con respecto a la repentina ira de las aves, lo que crea un lazo gracias al ataque que afecta a Bahía Bodega y que prevé una relación amorosa al finalizar el suceso. Lydia, la madre de Mitch, no consiente la relación de su hijo con Melanie, una chica que acostumbra a salir en los periódicos protagonizando escándalos y cuya influencia para su hijo no desea. Sobreprotectora, con carácter y chapada a la antigua, tolera que su hijo haga lo que él quiera por la confianza que ésta le tiene y por su devoción hacia él, con la esperanza de que nunca le abandone y no quedarse sola, hecho que más teme tras la muerte de su marido pocos años atrás y que le provoca una falta de valentía absoluta. Su evolución es más que notable, hasta el punto de acabar gustándole Melanie; y pasa de la más serena actitud a un desesperado nerviosismo infundado por los traumáticos sucesos del día. Annie Hayworth es la profesora de Bahía Bodega, una ex-novia de Mitch que se muestra algo celosa ante la actitud de Melanie hacia su antigua pareja, y que finalmente acaba simpatizando con ella y aceptándola igual que Lydia, pues la situación en Bahía Bodega les fuerza a reafirmar sus posturas.

Hitchcock (que no olvida su cameo) descubrió a la actriz Tippi Hedren, la protagonista que interpreta a Melanie Daniels, tras ver un anuncio de TV en el que aparecía e inmediatamente se convirtió en una nueva musa gracias a su belleza y presencia en pantalla. La actriz sufriría un gran estrés en el rodaje de "Los Pájaros" y alguna que otra herida debido a la utilización de pájaros reales en las secuencias de los ataques, lo que crearía una tremenda dificultad a la actriz y una realística reacción frente a la cámara. Además de recibir una nominación al Oscar Mejores Efectos Especiales para la película —que acabó ganando "Cleopatra"Tippi Hedren ganó el Globo de Oro a la Actriz Más Prometedora de 1964, premio que compartió con Ursula Andress ("Dr. No") y Elke Sommer ("El Premio"). Más tarde Hitchcock rodaría con ella "Marnie, la Ladrona", donde el director haría gala de su actitud posesiva con la actriz en la que sería su segunda y última colaboración.

Uno de los aspectos más memorables de "Los Pájaros" es el uso de los efectos especiales. Hitchcock decidió utilizar animales auténticos en vez de mecánicos para la mayoría de secuencias donde éstos no fueran añadidos en post-producción. Además, la mayoría de pájaros de la película están añadidos una vez rodada por lo que los actores debían actuar imaginándoselos (incluso hay por internet algunas escenas de "Los Pájaros" sin los pájaros, lo que resulta bastante divertido) con las dificultades que ello suponía, y más teniendo en cuenta que Hitchcock no sabía cómo iba a solucionar el hecho de incluir los pájaros. Gracias a los efectos de post-producción y al uso de pájaros reales la película tuvo un acabado fabuloso donde cada episodio con los pájaros resulta real, efectista y agobiante, hasta el punto de recibir la nominación al Oscar que ya he comentado. También hay que destacar un aspecto que resultó inédito hasta la fecha en la filmografía del realizador, que es la ausencia total de música. Un instrumento tan (y tan bien) usado por Hitchcock para ayudarse a crear atmósferas de suspense y escenas de tensión no es usado en "Los Pájaros", y precisamente esa falta de banda sonora hace que la tensión sea mayor, un acercamiento a los acontecimientos que ayuda a la integración del espectador en la trama. En ningún momento se echa de menos en esta película ni es necesaria para acrecentar la tensión, Hitchcock se esmeró en crear un ambiente tenso para que los pájaros lo rompieran como un punzón el hielo, es un ambiente opresivo pese a transcurrir la historia en un tranquilo y abierto pueblo pesquero, la ausencia total de música ayuda a estar alerta esperando el momento del ataque y con los nervios a punto.

El sobrenombre de 'maestro del suspense' no le viene por casualidad a Alfred Hitchcock, sabe en todo momento hacer que el espectador esté agarrado a la butaca/silla/sofá aguardando cada ataque de los pájaros, la forma en que éstos siembran el pánico y la incapacidad de defenderse ante tan sobrenatural agresión destila genio. Cualquier ejemplo de las múltiples escenas del film sirve como muestra, el simple hecho de unos cuervos posándose sobre unos columpios en el silencio del día es suficiente como para crear un malestar al espectador que prevé la desgracia, igual que la espectacular escena del ataque al pueblo con la gasolinera y el caos o la asombrosa escena final en la casa. Todo ello dirigido con la maestría del director, que dota a la película de su mejor baza, la poderosa e impactante fotografía que es un recurso básico para transmitir la desazón del relato, la pasividad con la que ocurren los hechos, gracias a un montaje lento y estudiado, sustentado por una serie de secuencias pensadas para pasar a la historia del cine e impactar al atemorizado espectador. Como imagen me quedo con la final, con ese pueblo infestado al milímetro de aves y el coche saliendo sin hacer ruido de la casa, una escena que vale un mundo. El director tampoco olvida sus pequeños toques de humor en escenas aisladas, como una de las más interesantes en el bar donde se intercambian conversaciones con la intención de clarificar los hechos; algunos se muestran incrédulos, otros atemorizados, otros pragmáticos y mientras unos quieren dar una explicación a los sucesos, otros buscan justificaciones y otros más pruebas de lo sucedido. Al final el único al que no se le puede reprochar su planteamiento es al loco: la posibilidad del castigo divino está tan argumentada como el resto. Otra brillantez que tuvo Hitchcock fue algo inusual para la época, y es no explicar ni dejar entrever siquiera el motivo de la locura de los pájaros, dejarlo en el aire para demostrar que eso es lo menos importante, lo más valioso es salvar la vida en un episodio así, y lo peor/mejor de todo: podría pasarnos cualquier día. El hecho de que no haya ningún cartel de FIN al acabar la proyección es la muestra de ello.

Teniendo en cuenta que la adaptación del relato de Daphne du Maurier estaba prevista para un episodio de la serie "Alfred Hitchcock Presenta" y que se acabó alargando para realizar un film que se ha convertido en leyenda, hay que reconocer el oficio de Hitchcock, ya que era un realizador capaz de convertir en arte cualquier tipo de historia con un mínimo de sustancia. Personalmente no me parece que "Los Pájaros" sea una obra maestra, pero sí un peliculón. "La Soga", "Psicosis" y "La Ventana Indiscreta" me parecen mucho mejores y merecedoras de la etiqueta de obras legendarias, y aunque "Los Pájaros" es una película cargada con poderosas imágenes y una tensión muy lograda en mi opinión no logra ser una obra redonda por el quizá demasiado alargado MacGuffin y por el ligeramente irregular ritmo. De todos modos es una gran película con la que disfrutar de un paisaje apocalíptico y de la mano de Alfred Hitchcock, el director que nos obligó a cerrar las ventanas y reforzar las puertas, pues la amenaza está a la vuelta de la esquina... o mejor dicho, sobre nuestras cabezas, arriba en el cielo.

Mi puntuación: 8/10.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues para mí, amigo Monkey, esta película es más que redonda. Es de esas obras que, por una serie de razones desconocidas, una vez vistas he sentido algo muy visceral, dentro de mí, que decía "acabas de ver algo grande". Lo he sentido con muchas películas que incluso no me han llegado a convencer 100%, pero me han dejado esa sensación, y tras verlas de nuevo una y otra vez han ido ganando puntos. Algunas veces, por conocerlas y entenderlas mejor; pero otras tantas, simplemente, por las mismas razones desconocidas que me hicieron sentir las tripas a flor de piel. Me parece increíble la atmósfera de la película, lo bien que evoluciona, desde una aparente comedia hacia el horror más terrible, es decir, aquél que nos enfrenta a algo cotidiano, pero absolutamente fuera de contexto. El plano final, que has colocado sabiamente como rúbrica de tu crítica, es tan sobrecogedor y sugerente por sí mismo que hace innecesaria cualquier explicación, para mí esa es la grandeza de este tipo de películas, que arriesgan bastante pero consiguen un efecto, como he dicho, visceral, irracional e inexplicablemente efectivo.
Qué grande era este hombre, y qué lecciones más simples nos ha dejado. Si quieres acojonar al espectador, no hace falta que le expliques porqué tiene que tener miedo: es más, cuanto menos sepa, más miedo sentirá. Cuanto menos señales la inminencia del desastre con la música, más tensión acumulará. Y cuanto major diseñados estén los personajes, mejor los entienda el espectador, y mejor se identifique con ellos, más le importará lo que les suceda. Da igual que sean buenos tipos, malos tipos, héroes inquebrantables o cobardes miserables: si son comprendidos, si están vivos por dentro, querremos que sobrevivan a sus dificultades, lloraremos cuando parezca que no lo van a conseguir, y respiraremos aliviados cuando tengan éxito.
¡Oh cineastas modernos, autodenominados maestros del terror y la intriga! ¡Mirad una y otra vez las películas del maestro, y mamad sus trucos! ¡Hacednos pasar miedo, angustia y disfrute!

Bueno que se me va la olla. Un saludo, y a seguir revisando los clásicos de Alfredo, que dan para muchos posts.

Santi dijo...

¡Benditos los ojos Litos! Yo estoy de acuerdo que es una gran película como he dicho, pero la diferencia entre nosotros es que a mí me faltó ese "qué", esa sensación visceral que sí por ejemplo tuve tras ver "La Ventana Indiscreta" o "La Soga".

Eso sí, es indiscutible el manejo de la cinematografía que tiene el bueno de Hitchcock; es capaz de sacar petróleo de cualquier historia y exprimirla al máximo. Está claro que voy a seguir revisando toda su filmografía pues más de una, dos, tres y diez joyas voy a encontrarme.

Un saludo campeón y gracias por leer y por los comentarios.

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