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lunes, 8 de febrero de 2010

"Star Trek" (2009), surcando el universo de nuevo por primera vez.

Espectacular reinicio de la franquicia estelar de culto.

J.J. Abrams se ha propuesto renovar el cine y la televisión. Este productor, guionista, director y compositor neoyorquino es famoso por haber revolucionado la pequeña pantalla con series como "Alias", "Felicity", recientemente "Fringe" y sobre todo "Perdidos", su buque insignia. Abrams no se limita a producir sus series sino que también participa activamente en los guiones, ha dirigido algunos episodios e incluso ha compuesto algunos de los temas principales, así que su implicación con cada proyecto es máxima. J.J. Abrams no solo se ha dedicado a la televisión, desde principios de los 90 ha escrito guiones de todo tipo de cintas como "A Propósito de Henry" y "Armageddon" y producido otras tantas ("Monstruoso" es uno de sus últimos méritos en esta área), así que una vez afianzado en televisión y gracias al éxito de todas sus series Abrams ha decidido dar el salto definitivo a la gran pantalla produciendo, escribiendo y dirigiendo películas con sello propio —aún siendo secuelas de conocidas franquicias— aportando un tono tan fresco que parecen diseñadas por él mismo: la primera en 2006, concediendo a Ethan Hunt una tercera aventura en "Misión Imposible 3", y la segunda y más reciente en 2009, la undécima película de la popular saga "Star Trek", a la cual le ha hecho un lavado de cara íntegro que le ha sentado de perlas.

Desde que en 1966 empezara la serie original se han realizado ocho series y once películas de "Star Trek" a lo largo de las últimas cinco décadas, las cuales han logrado cosechar una legión de fieles seguidores (los llamados trekkies) que incluso llegan a competir en número y afición con otra famosa saga espacial mucho más derivada hacia el cine de aventuras como es "Star Wars". Para esta última película de "Star Trek" J.J. Abrams ha optado por un reboot o reinicio, es decir, una nueva forma de plantear la saga con unos personajes similares en algunos aspectos pero cambiando radicalmente el tono que la franquicia ha tenido hasta el momento. Nunca hasta el ahora había visto ninguna otra película de la saga ni serie y nunca había despertado en mí ningún interés especial, y por eso creo que esta "restauración"/"reinvención" de la serie está orientada al público que, como yo, no está familiarizado con "Star Trek". Quizá por eso no haya hecho especial gracia a los auténticos trekkies de toda la vida, pero personalmente a mí me ha encantado que hayan decidido modernizar una saga como esta para hacerla más accesible a toda clase de público y disfrutable en distintos aspectos. Las series y películas originales seguirán estando ahí, es importante destacar el hecho de que esta undécima película de "Star Trek" no acaba con toda la mitología antes creada, solo se deriva hacia otros derroteros.

"Star Trek" sigue entonces la tónica que ha adoptado ahora Hollywood de "reiniciar" o "reinventar" sagas míticas, como "Viernes 13" (2009), "Halloween: El Origen" o hasta "Batman Begins" entre muchas otras. Estas "reinvenciones" no dejan de sonar un poco a cuento chino para camuflar el hecho real de que dichas cintas no son más que remakes o secuelas —o ambas cosas simultáneamente— disfrazadas de "nuevos comienzos" (es un concepto muy de moda que atrae mucho al público), pero al fin y al cabo es otra forma de venderse. No me parece mal, secuelas y remakes siempre habrá y cuanto antes se asuma este hecho antes se podrá seguir disfrutando del cine actual; en el caso de "Star Trek" la saga deriva hacia derroteros mucho más dinámicos, con la Sci-Fi de telón de fondo para una película llena de acción, aventuras y espectáculo. Puro entretenimiento, una cinta perfecta para J.J. Abrams.

A diferencia de "Misión Imposible 3" Abrams no firma el guión de "Star Trek", y los cambios introducidos en la historia y personajes (por lo visto) son importantes. Los protagonistas son jóvenes cadetes, en su mayoría, que por primera vez tripulan el U.S.S. Enterprise, así que es un comienzo en toda regla. El famoso capitán Kirk es interpretado por una joven estrella en alza (gracias, fundamentalmente, a este papel) Chris Pine, que en 2009 también ha protagonizado "Infectados (Carriers)". Pine destaca bastante y convence con un personaje intrépido, soberbio, lujurioso y que no gusta de seguir las normas, además de tener un punto cómico que le da un mayor aire comercial a la cinta. La verdad es que se convierte en el protagonista absoluto de la película, solo rivalizando con Spock, interpretado por Zachary Quinto, actor de televisión conocido sobre todo por interpretar a Sylar en "Heroes". Su inexpresivo, comedido y neutral Spock es el opuesto de Kirk en todos los aspectos y resulta un contrapunto excelente, un personaje que a pesar de su excesivo formalismo cae bien y tiene una interesante disputa interior que lo forma un poco como personaje. Los protagonistas de "Star Trek" no están excesivamente formados, pero igualmente la poca información que tenemos de ellos es más que suficiente para que la película funcione. A destacar la presencia de Leonard Nimoy, el actor que interpretó al Mr. Spock original durante años, y la participación de otros actores en alza como la bellísima Zoe Saldaña (menudo 2009 ha tenido esta chica con "Star Trek" y "Avatar") como Uhura, Karl Urban muy bien como 'Bones' (por fin acierta una película este hombre), John Cho ("FlashForward") como Hikaru Sulu, Anton Yelchin como el ruso Chekov y Eric Bana como el villano de la función, algo desaprovechado pero con gran presencia. Impagable Simon Pegg con ese acento escocés (o eso creo) en la piel de Scotty.

Sea o no sea fiel a la serie original "Star Trek" es una gran película de acción y Sci-Fi, con algunas referencias al material original (las cuales no he pillado, evidentemente) pero con la clara intención de lavarse la cara, dirigirse a un público más joven (la reducción en la edad de los protagonistas es una evidencia) y ofrecer un producto nuevo con caras conocidas al gran público. La calidad de los efectos especiales y de las escenas de acción avala a esta película como una perfecta opción para el entretenimiento en sala grande y disfrutar de ella en una sala adecuadamente acondicionada. Empieza rápido, los diez primeros minutos son realmente tremendos no solo a nivel de acción y calidad de efectos visuales y sonoros sino en cuanto a carga emotiva ya nos tiene en el bolsillo solamente empezar. J.J. Abrams se luce tras la cámara y demuestra que cuando este tipo tiene dinero hace maravillas, "Misión Imposible 3" también es un portento en el apartado de dirección y técnico, y es que comparte virtudes con "Star Trek" como tener un gran ritmo y un sentido de la estética extraordinario. Un aspecto destacable y distinguible del cine de Abrams (muy utilizado en "Fringe") es el de incluir destellos de luz que le dan gran dinamismo y una estética especial a la película, aunque a veces no estén siquiera justificados; como para ratificar de forma subconsciente que somos espectadores viendo una película a través de una lente Abrams aplica este efecto, que nos hace conscientes de estar viendo una exageración de la realidad y permite relajar al espectador y que éste sea más permisivo con las fantasmadas y exageraciones, posibilitando que el espectáculo sea mucho más plausible, aceptable y, valga la redundancia, espectacular. Un efecto similar provoca el uso de los encuadres "torcidos" y dinámicos, el objetivo es tener vía libre para desarrollar la fanfarria más potente sin despertar comentarios incrédulos.

El aspecto técnico impoluto, el soberbio despliegue de efectos visuales y sonoros, así como la estupenda dirección artística, la BSO de Michael Giacchino de un acentuado tono a lo "Perdidos", obviamente, la fusión de la Sci-Fi más clásica de viajes en el tiempo y batallas interestelares con la acción más fastuosa y la labor de J.J. Abrams tras la cámara avalan esta película que ha logrado convencer y mucho, y ha ampliado el espectro de público de la franquicia de una tacada. Los resultados en taquilla han sido extraordinarios, casi $390M, siendo la 11ª película más taquillera de 2009, e incluso ya se habla de que Abrams podría dirigir la XII película de la saga. "Star Trek" es un blockbuster de calidad, con todos los componentes que hacen de ella una película ampliamente disfrutable en el cine y para pasar un rato entretenida, y por eso mismo, porque cumple perfectamente su cometido, es una película muy recomendable. Por un largo periodo de tiempo no volveré a dudar de J.J. Abrams, cuya promoción de "Monstruoso" me decepcionó un tanto, y es que cuando se pone detrás de las cámaras pone de manifiesto su talento y capacidad para entretener al gran público.

Mi puntuación: 8/10.

lunes, 1 de febrero de 2010

"En Tierra Hostil", ¡BOOOOM!

Nervios tensos como el acero en un extraordinario drama bélico.

El cine bélico es un género delicado. Las películas que se desarrollan contextualizadas en conflictos bélicos reales suelen meter el dedo en la llaga y recrear guerras recientes puede resultar algo difícil de encajar para el público (sobre todo el norteamericano, metido en todos los fregaos). Es por eso que normalmente suele haber un espacio de tiempo prudencial para que comiencen a aparecer películas cuyo eje argumental sea una guerra contemporánea; ahí quedan "Apocalypse Now", "Platoon", "La Chaqueta Metálica" o "El Cazador" entre otras muchas surgidas en la década posterior al fin de la Guerra de Vietnam, mientras películas como "Tres Reyes" o "Jarhead: El Infierno Espera" indagaron en la Guerra del Golfo Pérsico y sus consecuencias. Cada vez cuesta menos esfuerzos referirse a guerras actuales, sobre todo por lo largas que se están haciendo; de la presente Guerra de Irak (o Invasión de Irak), que comenzó en 2003 y aún sigue vigente, no han tardado en aparecer todo tipo de cintas, igual que de la Guerra de Afganistán (desde 2001 también vigente), la mayoría de ellas muy críticas como "Redacted" de Brian de Palma o "Leones por Corderos" de Robert Redford, otras basadas vagamente en este conflicto aprovechando el escenario y más enfocadas al espectáculo como "La Sombra del Reino" o "Red de Mentiras", e incluso ha habido miniseries como "Generation Kill" centradas en una disputa que parece que dará mucho que hablar mientras dure y una vez haya terminado. "En Tierra Hostil" ("The Hurt Locker") no se decanta por una visión explícitamente crítica ni mucho menos grandilocuente de la Guerra de Irak, pero muestra los peligros y presión psicológica a los que está sometido un grupo de zapadores de élite cuya misión consiste en jugarse la vida diariamente desactivando bombas y neutralizando artefactos explosivos en terreno iraquí.

"En Tierra Hostil" es una visión cruda, realista y nada poética de la guerra que se está disputando en Oriente Medio; Kathryn Bigelow se decide por una visión poco dramática, casi posicionándose como un espectador al pie del cañón que acompaña a los desactivadores de bombas, cuyo trabajo consiste en eso y solamente en eso. En cierto modo la película tiene un aire a lo "La Sombra del Reino", excelente película de Peter Berg donde un grupo del FBI investiga un atentado terrorista en el suelo americano de Arabia Saudí, solo que en el caso de "En Tierra Hostil la película está desprovista de ese halo de acción y thriller, aunque contenga sus dosis de suspense (¡altísimas!) y su escasa y excelentemente rodada acción. De hecho la BSO es prácticamente anecdótica, ambiental, presente en pocas ocasiones para acentuar el tono realista de la cinta.

En la película nos topamos con francotiradores que fallan, bombas que explotan y matan a inocentes, complejo de superioridad del ejército estadounidense con el pueblo iraquí, incluso se puede ver de soslayo una crítica a las maneras del ejército que se toma la justicia por su mano aprovechando el contexto de la guerra (en la breve, carismática y excelente aparición de David Morse como el Coronel Reed). El realismo impera. En algún aspecto me recordó a la crudeza de la segunda mitad de "La Chaqueta Metálica", y es que la cinta no se recrea en aspectos vistosos o teatrales, de hecho siquiera tiene una línea argumental principal, solamente se deja llevar a lo largo de los días en que la tropa de zapadores desactiva una bomba tras otra. Eso sí, la cuota de tensión que tiene es enorme y durante las dos horas de duración estamos con los nervios tensos como el acero ante cada nuevo reto explosivo que se le plantea a los protagonistas, una tensión que se masca y se sufre, desde el minuto uno.

En "En Tierra Hostil" los personajes parecen personas reales y no personajes propiamente, no están excesivamente estereotipados; quizá el único es el protagonista, el Sargento Will James, un desactivador de bombas, líder del grupo, demasiado temerario e insolente a la vez que experto y confiado. A Will lo interpreta espléndidamente Jeremy Renner ("28 Semanas Después", "El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford"), prácticamente se adueña de la película y es el personaje principal a pesar de no estar excesivamente construido. Sabemos de su actitud en el campo de batalla pero no sus motivaciones, quizá al final de la cinta de forma subliminal queda claro el porqué de su forma de actuar, y su curioso perfil es el que hace más interesante la película. El resto de personajes corresponden a algunos clásicos del género, como el joven soldado traumatizado, Eldridge, un extraordinario Brian Geraghty que refleja una de las facciones más problemáticas de la guerra, también el hombre sin nada que perder ni ganar, Sanborn, interpretado por Anthony Mackie que lleva a cabo un estupendo trabajo. Es sorprendente el extraordinario reparto de estrellas en papeles secundarios y fugaces: Guy Pearce, Ralph Fiennes, David Morse, Evangeline Lilly (Kate en "Perdidos"), Christian Camargo (brillante en "Dexter", aquí como el clásico psicólogo sentado tras una mesa en un despacho); es extraño que actores de tanto prestigio hagan papeles tan efímeros con tanta naturalidad y humildad. El cine en general debería parecerse más en este aspecto a "En Tierra Hostil", sin abusar de ciertos actores constantemente, dando prioridad a los personajes y no a los actores, sin llegar al extremo del Dogma 95.

Creo que de todos los aspectos positivos de la película hay uno que quizá destaque más que el resto, que es la extraordinaria labor tras la cámara de Kathryn Bigelow, la directora de películas como "Días Extraños" y "Le Llaman Bodhi". Bigelow lleva a cabo una suprema dirección, apoyándose en la visón de cámara al hombro, zooms rápidos y primerísimos planos, una dirección muy moderna y dinámica, con ausencia prácticamente total de planos fijos y uso en ocasiones de la visión en primera persona. El manejo de la cámara, la variedad de recursos (la primera explosión es una gozada a nivel visual), el manejo del ritmo y sobre todo la capacidad de crear una enorme tensión constante son algunos de los méritos de Kathryn Bigelow en la película, así como la naturalidad y realismo de los sucesos y la acción dosificada y excelentemente rodada. Es curioso, además, que no veamos prácticamente nada desde el punto de vista del enemigo, de los iraquíes (como en las dos películas de Clint Eastwood acerca de la batalla de Iwo Jima, "Banderas de Nuestros Padres" y "Cartas desde Iwo Jima"), todo lo que hacemos es seguir las misiones del grupo de EOD (Explosive Ordnance Disposal - Desactivación de Artillería Explosiva) y el paso de los días, con algunas pinceladas acerca de la personalidad del trío protagonista y el cómo les afecta la guerra.

La película es muy neutral, no toma partido explícito salvo en ocasiones contadas ni hace demasiados balances filosóficos. Psiquiátricos sí, pues ahonda en las motivaciones de los soldados norteamericanos en la guerra y en concreto las del grupo de zapadores que se juegan la vida a diario con uno de los métodos más peligrosos y usados en Irak como son los atentados bomba. Esa visión más o menos objetiva, esa grandísima calidad técnica con unos efectos visuales y sonoros magníficos, la exquisita fotografía y las estupendas interpretaciones, además de la soberbia dirección de Bigelow, han hecho de "En Tierra Hostil" una de las películas más aclamadas por la crítica en 2009/2010, siendo la mejor película y dirección del año según muchas asociaciones de críticos de toda Norteamérica, lo que la sitúa como una importante candidata a ganar el Oscar y el Globo de Oro y la favorita de los círculos especializados junto a "Up in the Air" de Jason Reitman. "En Tierra Hostil" es una película magnífica, de una calidad cinematográfica suprema y de un contenido emotivo correcto, que tiene en el tratamiento de la tensión y su dirección sus mayores virtudes y cuenta con un reparto de altura. Es una película plenamente disfrutable, una joyita que merece la pena degustar.

Mi puntuación: 8/10.

miércoles, 20 de enero de 2010

"Sherlock Holmes", elemental querido Ritchie.

Holmes como excusa para un sanísimo y divertidísimo entretenimiento.

Seguramente si Sir Arthur Conan Doyle levantara la cabeza le daría un síncope al saber lo que han hecho con su personaje, pero la verdad es que este Sherlock Holmes que han reconstruido Guy Ritchie y Robert Downey Jr. para la última película del afamado detective británico es de lo más apropiado para lograr elaborar una cinta altamente comercial, entretenida, divertida, emocionante y explosiva a la misma vez que mínimamente inteligente, lo suficiente como para poder considerar "Sherlock Holmes" un thriller con una historia y desarrollo dignos que contiene grandes dosis de acción, espectáculo y pirotecnia, todo aderezado con un sano sentido del humor y una puesta en escena tan atractiva que es imposible resistirse al cóctel. No cabía esperar menos de Guy Ritchie, director de "RocknRolla" (que el año pasado se estrenó por estas fechas), "Snatch: Cerdos y Diamantes" y "Lock and Stock" entre otras, y es que no podía concebirse una película convencional siendo Ritchie un cineasta que aporta tanto dinamismo a sus cintas.

Este Sherlock Holmes es una revolución, no solo una reinvención —concepto tan de moda en los tiempos cinematográficos actuales— sino un cambio radical en el universo de las historias de Holmes, por lo menos teniendo en cuenta el tono sobrio de (la mayoría de) las más de 200 películas que ha protagonizado el detective consultor londinense. Desconozco la verdadera dimensión del personaje pues hasta la fecha no había leído ningún relato ni visto ninguna película protagonizada por Sherlock Holmes pero lo que está claro es que en esta "Sherlock Holmes" se ha apostado por hacerlo un personaje más alejado de la concepción popular que se tiene de él, algo así como un detective lupa en mano que analiza cada pista sin involucrarse físicamente, y se ha convertido en un personaje mucho más accesible. El Holmes de esta película, así como el original, es un experto boxeador y espadachín, por lo que su faceta de acción no debe sorprender tanto como parece, y sus vicios y defectos tampoco deberían suponer un atrevimiento tan grave, ya que aún no se han visto sus peores imperfecciones. Por cierto, es curioso que dos personajes de ficción interpretados por Robert Downey Jr. como son Tony Stark ("Iron Man") y Sherlock Holmes no hayan mostrado en sus películas (aún) sus particulares adicciones que en muchos aspectos les caracterizan, al alcohol el primero y al opio el segundo.

En la particular restauración de este Sherlock Holmes se me antoja una curiosa paradoja, ya que le he visto varias semejanzas con un personaje que ha marcado estilo en TV en los últimos años, el Doctor Gregory House de la serie "House". Todo el mundo sabe que House está notoriamente basado en el personaje de Arthur Conan Doyle, ambos son perspicaces, sus facultades deductivas no tienen parangón, los dos son adictos a una droga, son irritantes y egocéntricos, de vez en cuando utilizan la música para inspirar sus razonamientos, los dos viven en una calle con el mismo nombre, no sienten el más mínimo interés por los pacientes/clientes más allá de lo que puedan aportarles a la resolución del caso/diagnóstico, tienen como amigo y compañero a un personaje no tan audaz como ellos pero fiel y complementario (Wilson y Watson), por no mencionar la evidente analogía entre iniciales de las dos parejas de personajes, entre muchas otras. Es curioso entonces que el nuevo Holmes de esta película se parezca a su vez, tanto físicamente (con esa barba de tres días y cabello despeinado) como en su forma de actuar (soberbio, altivo y desaliñado), al mismo House, así que queda patente la retroalimentación que han tenido ambos personajes, un caso que me recuerda a lo sucedido entre James Bond y Jason Bourne de las sagas de espionaje y acción homónimas, ya que Bourne recibió una clara influencia del 007 y éste a su vez adoptó su estilo en las últimas películas de la saga, fruto del éxito de la fórmula de las películas de Bourne. Dos casos exactamente iguales y que, personalmente, creo que han hecho mucho bien a todas las películas (y series) implicadas. A destacar, cómo no, Robert Downey Jr. (ganador del Globo de Oro por este papel) y su forma de llevar a cabo el papel de Holmes, una interpretación extraordinaria conduciendo el personaje a su terreno y cautivando al espectador en su constante presencia en pantalla, y es que no se puede decir que el actor no sea el total protagonista de la película. Jude Law no se queda atrás como Watson y le da una estupenda réplica; me atrevería a decir que la relación entre Watson y Holmes es quizá lo mejor de la cinta, entre los dos actores hay química. Todo el reparto está estupendo pero como siempre se debe destacar a Mark Strong como Lord Blackwood, y es que aunque su personaje no participe excesivamente en la cinta su presencia es más que suficiente para tenerle un gran respeto al villano de la función.

Por primera vez en su filmografía Guy Ritchie no está implicado en el guión de una de sus películas, que ha sido escrito por Michael Robert Johnson, Anthony Peckham (guionista de la última cinta de Clint Eastwood, "Invictus") y Simon Kinberg, guionista habitual de películas de acción puramente hollywoodenses; tal y como pasaba en "RocknRolla" de nuevo se vuelve a respetar al espectador y se le toma como alguien quien puede seguir una trama compleja (que no difícil de entender) y atender a diálogos/monólogos extensos sin considerar que pueda aburrirse o perder el hilo, y es algo encomiable esa consideración en los blockbusters actuales. Además de una trama de lo más clásica, con personajes que no son lo que parecen, dobles intenciones, traiciones, hermandades secretas, personajes malvados y en la sombra, pistas y femmes fatales que recuerdan a los mejores relatos de misterio de la literatura de aventuras y suspense, también hay tiempo para las secuencias más desmadradas de acción, en las cuales Guy Ritchie se desenvuelve con una soltura única. A destacar los retazos de genialidad que desprenden algunas secuencias como el combate de boxeo o el arranque de la película, donde la cámara lenta y la excepcional música de Hans Zimmer son los aliados perfectos de Ritchie que deja al espectador boquiabierto. Las reconstrucciones de los hechos desde distintos puntos de vista es otro de los sellos de Ritchie y en esta ocasión vuelve a ser un recurso ideal para entender todo lo que sucede en pantalla y fuera de ella. Lástima que en ocasiones se le vaya la mano a la hora de mover la cámara y añadir más planos por segundo de los necesarios en las peleas cuerpo a cuerpo, pero igualmente el dinamismo que dota a las secuencias es único y hace que tengan una carga de suspense y agilidad mucho mayor.

"Sherlock Holmes" es entretenimiento puro y duro, un blockbuster de manual, divertido, espectacular y emocionante, y hay que tener en cuenta que le personaje del detective británico es solo una excusa para contextualizar la historia. Si eres fan incondicional del personaje quizá esta película pueda sentarte como una patada en la barriga, pero sí en cambio decides abrir la mente y aceptar la propuesta de Guy Ritchie tienes todas las papeletas para disfrutar de esta emocionante película que pone toda la carne en el asador a la hora de desplegar toda la pirotécnica y agudeza en su concepción, porque además de ser entretenida tiene el valor añadido de estar realmente bien hecha en todos los aspectos técnicos como la dirección artística y vestuario, trasladándote al Londres de finales del s.XIX de una forma extraordinaria. Merece la pena disfrutar de "Sherlock Holmes" siendo consciente de qué clase de película es, desvinculándola de todo lo hecho hasta ahora acerca del personaje.

Mi puntuación: 7/10.