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jueves, 24 de diciembre de 2009

"Avatar", la mayor experiencia cinematográfica de mi vida.

Un antes y un después en la historia del cine. La mejor forma de acabar la década.

Señores, Señoras, estamos ante un punto de inflexión en la historia del cine. James Cameron lo ha vuelto a lograr, como ya hizo con "Abyss", con "Terminator 2: El Juicio Final" y con "Titanic", ha cambiado la forma de ver películas; el cine es hoy en día lo que es en parte gracias a James Cameron, y con "Avatar" ha marcado una fecha en el calendario: diciembre de 2009 se alza como una fecha en la que el cine de pronto se abrió a nuevas dimensiones que explorar. Literalmente. Esta misma semana he ido a ver "Avatar" y la experiencia ha sido única, ha sido como si volviese a ir al cine por primera vez, una experiencia que me mantuvo casi 3 horas pegado a la pantalla sin pestañear ni mover la cabeza un segundo, boquiabierto (literalmente), estremeciéndome ante lo que tenía delante, poniéndome la carne de gallina decenas de veces (creo que ninguna película hasta la fecha ha logrado ponerme la carne de gallina tantas veces y en tantas ocasiones distintas como esta), con la lagrimilla asomando en varias ocasiones (suerte de las gafas 3D, nadie me vio) y no porque lo que estuviera viendo fuera triste sino por lo bonito de lo que estaba presenciando, por lo emocionante, por lo abrumador. "Avatar" ha supuesto una experiencia cinematográfica única, una que recordaré toda la vida.

Las expectativas no podían ser más altas, James Cameron, aquel director que en cada película que hizo se decidió a impulsar la industria cinematográfica, llevaba 12 años sin estrenar ninguna película desde la destroza-records "Titanic", invadido por los encantos del mundo oceanográfico hizo varios documentales, "Una Expedición de JamesCameron: Bismark", "Misterios del Titanic" y "Misterios Del Océano", y hace unos años el público se empezó a frotar las manos cuando planteó una cinta con la que tenía intención de dar el salto (una vez más) y cambiar la concepción del cine, no solo para el espectador sino para la industria cinematográfica (ya que con "Avatar" se han elaborado técnicas de filmación absolutamente innovadoras las cuales permiten ver el resultado final de una escena con CGI integrados in situ). Las expectativas de una película del director de "Aliens" y "Terminator" no podían ser más altas, ya que prometió con ella una experiencia única; he de reconocer que nunca dudé de él, y es por eso que no vi ningún tráiler, imagen promocional ni clip de "Avatar" para no reventarme el efecto sorpresa, porque sabía perfectamente que Cameron iba a cumplir con su palabra. Y vaya si lo ha hecho.

El no haber visto nada acerca de la película hasta el mismo día que me planté en la sala ha sido uno de los movimientos más sabios que he realizado en mucho tiempo, pues el efecto sorpresa se multiplicó por 100. No quise contaminarme ni condicionarme viendo tráileres y opiniones y el resultado no ha podido ser más óptimo. El universo planteado en "Avatar" me fascinó por completo, y toda la maquinaria metálica y biológica del mundo de Pandora me deslumbró hasta el punto de sentirme dentro de la película, ayudado además por el efecto del 3D, un sistema que considero imprescindible para disfrutar como se debe esta maravilla del séptimo arte pues le da otra magnitud a la película. Textualmente eres un personaje más en la cinta, y no es por repetir el tópico, pero es que es así. Hasta ahora la única película que había visto en 3D era "Monstruos contra Alienígenas" y aunque la experiencia fuese curiosa no me produjo ninguna sensación concreta ni ganas de repetir, pues aquella cinta era más bien del montón. Con "Avatar" ha pasado lo que Cameron nos prometió que pasaría, pasamos a formar parte de la película, la vemos con otros ojos, vivimos la película de otra forma. Mientras veía la película no dejaba de oír cómo la gente se sentía fascinada y sorprendida, incluso yo mismo no podía cerrar la boca, y es que el efecto 3D está tan logrado que "Avatar" no se convierte en una simple película, sino en una experiencia visual y sonora. Si todas las películas que han de venir en 3D logran los resultados de "Avatar", bienvenidas sean. Y lo dice uno que en principio estaba "en contra" de este sistema...

Todos los componentes de "Avatar" están tratados con sumo cariño, su ambientación supera a lo visto en todo tipo de producciones fantásticas, gracias al universo creado por Cameron y su gente, un planeta llamado Pandora que se convierte en el personaje clave de la cinta, el absoluto protagonista de la película. Pandora es un lugar mágico, fantástico, místico, que recuerda a aquellos parajes de los relatos más elaborados de fantasía de nuestra niñez y que destila complejidad y VIDA, una vida diseñada con imaginación y meticulosidad, llena de seres extraños, gigantescos, minúsculos, voladores, anfibios, etc. La riqueza biológica de la película es sencillamente colosal, e incluso la botánica es majestuosa. En algunos aspectos me llegó a recordar a los mundos creados por Hayao Miyazaki en alguna de sus películas, como por ejemplo "Nausicaä del Valle del Viento" o "La Princesa Mononoke", lugares llenos de fantasía que derrochan imaginación, pero esta vez con la ventaja de poder sumergirte de lleno en ese mundo. También en algunos pequeños componentes me recordó a "El Señor de los Anillos" por la majestuosa forma de explotar la flora y la fauna (sobre todo la primera), y sobre todo por la manera de sacar partido al escenario de una forma brillante. Definitivamente, como digo, la verdadera protagonista de "Avatar" es Pandora. Un lugar inolvidable en el que hemos estado gracias a la película.

Los personajes pueden pecar de una cierta sensación de déjà vu ya que se corresponden con algunos clásicos tópicos del cine, así como la propia historia, asociada por muchos a "Bailando con Lobos" o "El Último Samurái", películas con componentes comunes pero que lejos de ser una copia realmente se corresponde con la clásica historia de introducción de un personaje en un mundo ajeno e incluso contrario en algunos aspectos (el amor por la naturaleza en este caso). Jake Sully (un extraordinario Sam Worthington que a este paso apunta a convertirse en un actor de culto de películas de género fantástico tras su papel en "Terminator Salvation" y ver lo bien que pinta el remake de "Furia de Titanes") es el componente ajeno, y su avatar (una especie de cuerpo que se usa como contenedor de la mente) quien descubre el mundo de Pandora al mismo tiempo que nosotros. El guión de Cameron, como siempre cuidado al milímetro, es sencillo y de corte clásico, enfrentando el mal contra el bien una vez más y logrando una intensidad emocional como pocas películas tienen. Como he comentado no han sido pocas las veces que me ha emocionado la película en varios aspectos, me ha entristecido, alegrado, fascinado... El ataque a ÁrbolMadre, la épica batalla final (carne de gallina), el entrenamiento de Jake Sully, el descubrimiento de Pandora... todos son momentos épicos en la cinta. James Cameron hace gala una vez más de los tres elementos que mejor domina y que ya expuse en la reseña de "Mentiras Arriesgadas": en primer lugar el extraordinario montaje que hace de los 160 minutos de película un chasquido de dedos, una película que a pesar de durar casi 3 horas podría haber durado otras 3, porque jamás aburre ni adolece de estiramientos innecesarios, tiene un ritmo prodigioso; en segundo lugar la suprema planificación de las secuencias de acción, desde las persecuciones de los tremendos animales del planeta hasta las batallas aéreas entre Na'vi y humanos, así como muchas otras poseedoras de una agilidad y visión privilegiada, y por último los efectos especiales... hasta ahora no abarco dudas en decir que es lo más grande que han visto estos ojos en una sala de cine. "Distrito 9" tiene unos efectos brutales, "Terminator Salvation" y "Watchmen" también (en general este año ha gozado de cintas con unos efectos visuales tremendos), pero lo que sucede en "Avatar" no tiene nombre, es algo realmente sobrenatural. Lo juro por Eywa, los mismos Na'vi y los seres animales y vegetales de la película superan todo lo visto hasta el momento, parecen reales y su semejanza con los actores reales que les dan vida es algo casi inconcebible. Sabes que el avatar de Jake Sully es igualito que Worthington, que el de Grace es exactamente igual que la grandiosa Sigourney Weaver (casi parece haber rejuvenecido unos cuantos años), así como la Na'vi de Zoë Saldaña, que hace un extraordinario papel. Es importante resaltar los papeles de los actores a pesar de estar creados digitalmente (apostaría algo a que en un futuro se considerarán las interpretaciones de personajes digitales o digitalizados para los premios como los Oscar) hacen unas interpretaciones creíbles y muy complejas. Mención especial para un enorme (figurada y literalmente) Stephen Lang como malo malísimo, desprendiendo una mala leche considerable, y una siempre agradable de ver Sigourney Weaver, mito andante.

El diseño de los Na'vi es espectacular, homínidos de aspecto felino de 3 metros de altura de una gran agilidad y gran expresividad facial. Me ha encantado encontrarme con una gran cantidad de Na'vi, todos distintos entre ellos y no un simple copy/paste; detalles como este demuestran el cuidado con el que se ha trabajado en "Avatar", una película cuyo proceso de pre-producción ha sido largo y arduo. Cameron ha demostrado con esta película que es uno de los directores más grandes e importantes de la historia del cine, le pese a quien le pese. En "Avatar" también nos topamos con un James Horner inconmensurable, componiendo una BSO con la que se supera a sí mismo. El realizador de los scores de "Aliens" y "Titanic" (por la que ganó dos Oscar) es capaz de apoderarse de la película y convertir el elemento sonoro en protagonista de muchas escenas, como el vuelo de Jake Sully o el segundo nacimiento del mismo, con sonidos tribales, exóticos y salvajes que casan muy bien con el tono de Pandora. Una BSO realmente apabullante.

Definitivamente "Avatar" es una obra maestra. Tiene todos los componentes para gustar y triunfar; de hecho me extrañaría mucho que no se forrase a Oscars y que no consiguiese unas cifras estratosféricas en taquilla, y es una película de aquellas que enamora. Esta vez tendréis que disculpar mi tono, sé que estoy siendo más subjetivo que nunca, más de lo que ya suelo ser, pero es que "Avatar" es una película lo suficientemente especial como para permitirme ese lujo; realmente me es imposible resultar parcial al hablar de esta cinta... Me ha dejado anonadado. Cameron era el director ideal para dar este paso e influir en el formato del cine de esta manera, y lo ha logrado con creces. Hasta el momento "Moon" era mi opción de mejor película del año, pero tras ver "Avatar" no puedo hacer más que sentirlo por la joya de Duncan Jones y escoger ésta como la mejor película de 2009 a nivel personal. No solo por su calidad, no solo por su avance tecnológico, sino por las múltiples sensaciones que ha despertado en mí, por haberme penetrado de tal forma que días después sigo sin poder sacármela de la cabeza. James Cameron ha comenzado con "Avatar" una nueva era en la historia del cine.

«Te veo.»

Mi puntuación: 10/10.

sábado, 19 de diciembre de 2009

"El Bueno, el Malo y el Raro", eastern colosal.

De occidente a oriente y tiro porque me toca; el spaghetti-western da paso al sukiyaki-western.

En 2007 el excéntrico cineasta nipón Takashi Miike estrenó "Sukiyaki Western Django", una película que con su mismo nombre ya dejaba claras sus intenciones; con esta cinta quiso homenajear el mítico spaghetti western de 1966 realizado por Sergio Corbucci, "Django", que a su misma vez bebía estilísticamente de la japonesa "Yojimbo" ("Mercenario") de Akira Kurosawa, un jidaigeki (drama épico) que tuvo su adaptación occidental en "Por un Puñado de Dólares", la primera en la Trilogía del Dólar de Sergio Leone; mientras, "Los Siete Magníficos" hacía las veces de adaptación yankee de "Los Siete Samuráis", etc. Es así como oriente y occidente se han estado intercambiando cromos continuamente en el género del western, principalmente en el spaghetti western, un término acuñado por el auge del género de las películas del oeste en Italia sobre todo durante los años 60', que después metamorfoseó en el llamado sukiyaki western (permutando platos nacionales a modo de alegoría) que sería el equivalente a las estridencias itálicas en países orientales como Japón o Corea del Sur. Esta retroalimentación ha dado muy buenos resultados en ambos bandos, y como digo en estos últimos años el género ha tenido una revaloración con cintas como la de Miike o "El Bueno, el Malo y el Raro" ("Joheunnom Nabbeunnom Isanghannom" / "The Good, the Bad, the Weird"), película surcoreana de 2008 que podría considerarse un eastern (al fin y al cabo estamos en el Este en esta cinta y en el resto de sukiyaki western) en toda regla, y además, un peliculón de aventuras totalmente épico.

Este género nutrido de exageraciones, ambientes sórdidos y personajes muy estereotipados es un territorio perfecto para el cine surcoreano, especialista en acentuar al máximo la expresividad de los actores y caricaturizar los personajes, además de intensificar la espectacularidad y humor de las situaciones. A pesar del título no es un remake coreano de la película de Sergio Leone "El Bueno, el Feo y el Malo" (aunque se inspira evidentemente en este), teniendo en común la búsqueda múltiple de un tesoro por parte de tres antagonistas y conteniendo planos y secuencias manifiestamente inspiradas en la trilogía de Leone, incluidas "Por un Puñado de Dólares" y "La Muerte Tenía un Precio" (como la secuencia del sombrero cosido a balazos). "El Bueno, el Malo y el Raro" tiene todas las virtudes de "El Bueno, el Feo y el Malo", solo que es más moderna y tiene un tono más humorístico, logrando un entretenimiento como pocas veces se ha visto en mucho tiempo; sin duda es una de las películas más amenas, divertidas y espectaculares realizadas en años.

"El Bueno, el Malo y el Raro" son más de dos horas de pura diversión, secreción de adrenalina y risas; con Manchuria como escenario desértico los tres protagonistas se movilizan hacia un mismo objetivo con distintas motivaciones; el Bueno, Park Do-won, quien tiene intención de destruir el botín para evitar que el Ejército Imperial Japonés se lo lleve, además de querer capturar al bandido Park Chang-yi, el Malo, el cual solo busca vengarse de Yoon Tae-goo, el Raro, un ladrón de poca monta que está interesado exclusivamente por el tesoro. Los tres actores están supremos en sus papeles; Jung Woo-sung es el Bueno, un cazarecompensas letal, impasible, solitario, duro y valiente, armado con su rifle Winchester y ansioso por hincarle el diente a Chang-yi. Jung Woo-sung ha dado el campanazo con este papel y se ha alzado como un actor a tener en cuenta, aunque tenga casi dos decenas de cintas a sus espaldas. Lee Byung-hun da vida al Malo, un villano a la altura que resulta totalmente despreciable, siendo no solo un psicópata realmente letal sino también un desalmado hijo de perra sin escrúpulos. Lee Byung-hun, que ya trabajó con el director en la más que notable historia de gangsters "A Bittersweet Life" ("Dalkomhan Insaeng") —que recomiendo fervientemente— y también ha aparecido recientemente en "GI Joe", lleva a cabo una interpretación caricaturizada, con una estética muy manga, peinado incluido, una silueta negra armada con una Colt y siempre serio y atormentado; su papel es realmente extraordinario. Pero la palma se la lleva el actor de moda en Corea del Sur y por el que siento profunda devoción, Song Kang-ho, como el Raro, un personaje excéntrico y alocado armado con dos Luger y que viste un curioso atuendo que es un caramelo para cualquier intérprete y que solo un actor de la talla de Song Kang-ho podría llevar a cabo exitosamente. El actor, que se está forjando una filmografía espectacular con peliculones como "The Host", "Thirst", "Crónica de un Asesino en Serie", "Sympathy for Lady Vengeance" y "JSA: Joint Security Area", se ha hecho un hueco en el panorama interpretativo coreano y ha aprendido a cambiar de registro con una facilidad pasmosa. Él interpreta al personaje con más presencia y carisma en la cinta (aunque el carisma en este film es elevadísimo), y se come la pantalla cada vez que aparece, mezclando humor, habilidad y suerte por partes iguales. El Raro es un personaje que siempre consigue salir ileso de las situaciones más imposibles ayudado por una dosis sobrenatural de suerte, una gran habilidad y muy pocos miramientos. El resto del reparto está excelente de principio a fin, un casting eminentemente masculino lleno de tipos duros, asesinos y gente de mala alcurnia.

Es una lástima que por ser coreana no vaya a ver estreno en España (y muchos países occidentales), porque si la gente no tuviera prejuicios con el cine oriental (y/o con los subtítulos) podría disfrutar de una de las mejores películas de aventuras de los últimos años. "El Bueno, el Malo y el Raro" tiene muchas virtudes, pero hay un par que destacan poderosamente sobre gran parte del panorama cinematográfico actual: unos efectos especiales de vicio y una dirección majestuosa. Precisamente por estos apartados la película ganó dos premios en Sitges'08. Kim Ji-woon ("A Bittersweet Life", "Dos Hermanas") realiza un trabajo tras la cámara digno de estudio, una realización fresca, moderna, original y con un sentido de la espectacularidad privilegiado. Podría decir ahora mismo sin miedo que es una de las mejores direcciones que he visto nunca, el director demuestra talento y perspectiva y sabe dar a la película un estilo personal, dinámico y maravilloso, con movimientos de cámara que dan una gran agilidad y que a veces son casi imperceptibles, como sacudir la pantalla cuando hay un disparo, zooms y travelling realizados de una forma que no consigo explicarme (ríete tú de los planos-secuencia de "Hijos de los Hombres"), como el tiroteo en el mercado o la sobresaliente secuencia inicial del tren, sin olvidarse de recursos clásicos como cambios de escena a lo Kurosawa o planos exagerados copiados de Leone. Dado el trabajo en este film Kim Ji-woon ha demostrado ser uno de los directores más en forma del panorama mundial. Los efectos especiales son otro de los puntos en los que "El Bueno, el Malo y el Raro" rompe moldes, unos efectos que no abusan prácticamente nada del CGI (y si está presente yo ni me he enterado) con efectos tradicionales, explosiones, extras a tutiplén, caballos, coches explotando, tiroteos brutales, barrios saltando por los aires y todo tipo de piruetas en unas coreografías de tiroteos que son de lo mejor visto en mucho tiempo, exageraciones alejadas del estilo sobrio de Michael Mann que son doblemente divertidas por lo surrealista en ocasiones y seco en otras. Nunca había visto algo que pareciese tan real y bien coreografiado.

La música es otro elemento a tener en cuenta, consciente de lo importante de ésta en un western Dalparan y Jang Yeong-gyu (los dos compositores habituales del realizador) le dan bastante protagonismo y mezclan occidente y oriente en una BSO extraordinaria llena de trompetas, silbidos, palmas y tambores que no se olvida de su origen oriental que está presente subliminalmente, una BSO espectacular que se adapta a la perfección al tono de cada escena y colabora intensamente en la dinámica de la película. Especial atención a la versión del tema "Don't let me be misunderstood" (que pudimos escuchar en el inicio del combate entre la Novia y O-Ren en "Kill Bill: Vol.1") y a la escena que transcurre al son de ésta, una de las persecuciones más brutales y espectaculares que se han podido ver nunca en el cine de acción y aventuras. De lo mejor visto en años. La estética, muy manga y muy del viejo oeste, es otro factor importante. No deja de ser un western pero en la película la influencia oriental se palpa sobre todo en los personajes, como los bárbaros manchúes; es un western con algún tinte moderno ya que transcurre a principios del s.XX, y casi como en la miniserie "Afro Samurai" gusta de combinar elementos que contrastan como caballos y motos con sidecar o cuchillos, hachas y martillos con armas automáticas sofisticadas. El lejano oeste (este) queda reflejado de una forma peculiar y sumamente interesante, logrando un universo propio muy convincente y completo.

A pesar de ser una película para un público variado (ha estado calificada para mayores de 15-16 años en la mayoría de países en los que se ha estrenado) no se corta un pelo; sin ser ni mucho menos gore ni recrearse en lo sangriento no escatima en muertes secas ni innecesarias, en ese aspecto es muy atrevida y no se contiene con lo que serían ridículas restricciones. Tanto el Malo como el Raro son de gatillo fácil y matan por doquier (sobre todo el Malo, que dispara y mata hasta a los heridos), pero es que ni siquiera el Bueno se lo piensa dos veces antes de matar. De hecho todos los personajes que pasan por esta película desconocen el significado de la palabra misericordia, y vuelve a haber tiempo para un argumento recurrente en la filmografía asiática como es la invasión del Ejército Imperial Japonés de China.

"El Bueno, el Malo y el Raro" es un eastern colosal, una película de aventuras, una comedia, una película de acción que tiene todos los elementos para hacer pasar un rato estupendo riendo y alucinando con una historia intensa, divertidísima y emocionante. Los tres protagonistas están inmensos y el trabajo tras la cámara es apabullante, además de lograr unos efectos visuales y sonoros sublimes, de primera clase. Esta película hablada en coreano, japonés y mandarín fue estrenada en su país de origen a mediados de 2008, y países como Japón y Taiwán y Reino Unido, Alemania, Francia y otros vecinos europeos han hecho lo mismo durante este 2009, aunque en España seguramente jamás la veamos a pesar de ser una cinta de aventuras imprescindible. Dado el retorno de las cintas con el salvaje oeste como escenario ("El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford", "El Tren de las 3:10", "Appaloosa", etc.) es incomprensible que no se apueste por "El Bueno, el Malo y el Raro", ya que tiene todo lo que debe tener una película: calidad, diversión, además de la facultad de calar hondo en el espectador. Suerte que el cine oriental sigue estando a nuestro alcance por otros medios, porque sería imperdonable perderse esta maravilla surcoreana impregnada de buen hacer y talento.

Mi puntuación: 10/10.

martes, 17 de noviembre de 2009

"Moon", soledad compartida.

He visto cosas en la cara oculta de la Luna que vosotros no podríais creer...

De sorpresas en el área del cine de Ciencia Ficción este 2009 no podemos quejarnos. Quien siga diciendo que de este género "ya no se hacen buenas películas" debería ir más al cine y comprobar que con películas como "Distrito 9" o "Moon" el género sigue creciendo y ofreciendo maravillas del séptimo arte que seguramente pasarán a la historia del cine con todos los honores. En el caso de "Moon" la sorpresa ha sido mayúscula, una película que prácticamente ha pasado desapercibida en los circuitos comerciales (ha tenido una distribución deplorable) pero que desde su primer tráiler y cartel ya apuntaba maneras... y no ha decepcionado lo más mínimo. Duncan Jones, conocido en principio por ser el hijo del músico (y actor) David Bowie —y que seguro en breve logrará hacerse conocer por méritos propios si sigue esta línea—, se estrena como director de una propuesta que bebe indiscutiblemente de tres grandes clásicos de la Sci-Fi como son "Blade Runner", "Solaris" y "2001: Una Odisea del Espacio" y que consigue crear una mezcla de una calidad insuperable, que aunque no es 100% original ni rompe esquemas sí que consigue llevarse al espectador a su terreno y sobrecogerle con una historia tremenda y absorbente.

No se puede hablar de "Moon" con profundidad sin dar detalles de su trama, por eso he decidido no hablar sobre su argumento más allá de su sinopsis: en un futuro cercano los problemas energéticos de la Tierra se han visto solventados en buena parte gracias al combustible limpio Helio-3, extraído por la compañía Lunar Industries Ltd. a partir de la energía solar acumulada en cara oculta de la Luna. Para esas tareas de extracción es necesario un único operario que vive en la base minera lunar con un contrato de tres años, durante los cuales vive aislado del planeta con la excepción de los mensajes que cada cierto tiempo recibe de la empresa y de su familia. A Sam Bell le quedan solo dos semanas para acabar el contrato y volver a la Tierra, los tres años de aislamiento han hecho mella en él y desea con ansia volver con su familia, pero de pronto comenzará a darse cuenta que cosas extrañas pasan a su alrededor, lo que le hará a dudar de su propio estado mental. Y hasta aquí puedo contar. Lo interesante de "Moon" es ir descubriendo progresivamente de que va, dejarte llevar y formar parte del juego en el que nos sumerge por completo el perfecto y ligeramente previsible —aunque sinceramente eso no resulta un inconveniente— guión de Nathan Parker, basado en la idea del mismo Duncan Jones. Un guión, por cierto, que es capaz de generar tensión, suspense, un poquito de acción y unos golpes de efecto brutales, todo pensado al milímetro y perfectamente resuelto para que al final de la cinta no quede ningún punto por resolver más allá de las diversas cuestiones morales que plantea, así que también es una cinta que hace pensar y no lo da todo mascado, confiando en la inteligencia del espectador pero sin pretender que sea Stephen Hawking.

Todos los elementos en "Moon" destilan cariño, talento y calidad. La película, aunque no lo parezca, es una propuesta sencilla, humilde, de apenas $5M de presupuesto, lo cual hoy en día no es mucho precisamente, y más teniendo en cuenta las aspiraciones de la película y el tremendo trabajo en el diseño de producción y dirección artística. Los escenarios y diseño de la nave y base lunar así como diseño de los trajes espaciales recuerdan a muchas películas que sentaron precedentes como "Alien. El Octavo Pasajero" y "2001: Una Odisea del Espacio", como es evidente pues estas cintas cambiaron la historia del cine, o a más recientes como "Sunshine" y "Horizonte Final" que bebieron de las mismas, y aún sí no se hace para nada repetitiva sino todo lo contrario, muy moderna, creíble, lujosa y a la vez casera y destartalada, ya que como es normal Sam lleva viviendo 3 años en ella y la tiene ordenada hasta cierto punto. No solo el vestuario y decorados es una genialidad, sino que los escenarios externos y los efectos especiales son de una calidad notable, más que excelente, y aunque no lleguen al nivel de otras vistas este año como "Distrito 9", por ejemplo, tienen un mérito extra visto el presupuesto y los medios disponibles. Eso sí, los efectos "caseros" o "manuales" son otro de los elementos que predominan y dan valor añadido a la película, pues prácticamente no abusa nada de CGI, algo a tener en cuenta hoy en día visto el panorama cinematográfico de Sci-Fi.

Duncan Jones ha sorprendido con esta ópera prima de Sci-Fi, una perla dirigida con pulso y tino, gozando de una fotografía de Gary Shaw excepcional, muy nítida y con pocos contrastes, diseñada a base de una gran saturación de blancos, y una BSO absolutamente magistral obra de Clint Mansell que de nuevo se alza como uno de los compositores más en forma del panorama cinematográfico; el habitual de Darren Aronofsky, autor de las partituras de "Pi, Fe en el Caos", "Réquiem por un Sueño", "El Luchador" y "La Fuente de la Vida" —ésta última posiblemente una de las mejores BSO que he tenido el placer de degustar en mi vida— adopta para "Moon" una dinámica claramente contemplativa, de melodías suaves y con la conciencia de ser un complemento a las duras escenas y largos silencios que vivimos en la película, pero igualmente siempre presente. La de "Moon" no alcanza quizá el sublime nivel de la cinta protagonizada por Hugh Jackman y Rachel Weisz, pero es definitivamente una de las BSO más potentes del año, con tonos y melodías que se graban a fuego en la mente (el tema final "We're Going Home" es sin lugar a dudas la pista estrella de la BSO) y que permanecen aún días después de haber visto la película.

Entre todas las virtudes de "Moon" hay una que destaca especialmente, y es la extraordinaria interpretación de Sam Rockwell, que solito carga con el peso de la película enteramente. Una de las cosas que atrajo mi atención hacia "Moon" fue precisamente ver que Rockwell era el protagonista, pues desde que lo vi en la curiosísima "Confesiones de una Mente Peligrosa" de George Clooney se ha convertido en uno de mis intérpretes favoritos. Del mismo modo que comenté en la reseña de la soberbia miniserie "John Adams" con respecto a Paul Giamatti, Sam Rockwell se ratifica definitivamente en "Moon" como uno de los mejores intérpretes de su generación, un actor con una solvencia brutal, ya sea como el malnacido desagradable de "La Milla Verde", el excéntrico espía/presentador de "Confesiones de una Mente Peligrosa", el forajido de la imprescindible "El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford" o el estafador empedernido de "Los Impostores", destacando en papeles tanto secundarios como protagonistas, experimentando no solo cambios radicales de registro sino también a nivel físico. Nadie descubrirá por primera vez en "Moon" que Rockwell es verdaderamente un actor sobresaliente, pero de forma definitiva materializa su talento en la que probablemente sea la interpretación más jugosa y fabulosa de toda su carrera. El papel no podía ser más suculento para un actor con dotes, pues ofrece un abanico de posibilidades y situaciones que lo convierten en el papel que todo actor querría para sí. Como he dicho no quiero contar detalles de la trama, pero es sorprendente la forma que el actor tiene de dotar de personalidades distintas a su personaje y la forma de hacerlo evolucionar a todos los efectos (¡uf! lo complicado que se me hace no hablar más de la cuenta), superándose a cada momento sin estridencias y consiguiendo emocionar en múltiples ocasiones a lo largo de los poco más de 90 minutos de cinta. Rockwell se hizo merecidamente con el premio al Mejor Actor en la última edición del festival de Sitges (es el tercer premio que se lleva el actor en el certamen, tras sus roles en "El Hijo del Mal" e "Inocencia Rebelde") y su interpretación está siendo desde luego muy reconocida. Yo desde aquí lo reivindico: ¡Oscar para Sam Rockwell, ya!

La película tiene en su reparto otro nombre bien conocido, el ganador de dos Oscars Kevin Spacey, poniendo voz a una suerte de HAL9000 de "2001: Una Odisea del Espacio" llamada GERTY, tan entrañable como curiosa, pues esta Inteligencia Artificial no solo expresa sus emociones vía emoticonos (¡sí, como el Messenger!) sino que se convierte en un personaje fundamental para Sam y para la película. La interpretación vocal de Spacey como GERTY es más que correcta, y además el "personaje" es protagonista de varios "no-giros" de lo más inesperados en la película, siendo sus reacciones ante las acciones de Sam Bell del todo inesperadas, homenajeando a su vez a HAL9000 de una forma que no sospecharíamos, poco habitual. Dentro de la previsibilidad del film éste está lleno de sorpresones. "Moon" no se llevó solamente el galardón a la Mejor Interpretación Masculina en Sitges, también se alzó con los mayores premios como el de la Mejor Película, Mejor Guión y Mejor Diseño de Producción, lo que la define claramente como una propuesta casi independiente que a pesar de no haber corrido por los circuitos más comerciales es claramente una de las películas más interesantes del año, y personalmente, posiblemente la mejor película de 2009.

"Moon" es una película suprema en todos los ámbitos, como película de género es una joya y gana en los pequeños detalles que van tomando sentido conforme avanza la cinta. Diminutos gestos o situaciones que no acabamos de comprender al inicio de la cinta se van destapando progresivamente, y durante la primera media hora todo se centra en la presentación del entorno y el personaje para luego despegar en una ascensión sin fin que toca una gran cantidad de palos, desde el thriller psicológico hasta el suspense, sumiendo al espectador en la total ignorancia del mismo modo que lo está el protagonista, sin entender nada con claridad hasta que todo se va viendo claro rápidamente. La trama en sí es muy inteligente y no excesivamente original, pero aún así la forma que tiene de transcurrir la convierte en una película muy sorprendente ya que se reserva escenas de gran sentimiento y sobre todo de una gran carga emocional que consiguen cautivar. En concreto hacia el final de la cinta hay una serie de escenas que son tan potentes a todos los efectos (técnicamente, emocionalmente, a nivel artístico y de intensidad) que no te queda más remedio que aplaudir rabiosamente ante tal dosis de genialidad. "Moon" es una película que he esperado con ansia, desde el primer tráiler me enamoró su aura y finalmente no me ha decepcionado lo más mínimo. Sus influencias son claras y no las esconde, dándose el lujo incluso de homenajear a las míticas cintas de Sci-Fi mencionadas, y finalmente el conglomerado ha dado como resultado una de las películas de Ciencia Ficción más atractivas de los últimos años junto a la también reciente "Distrito 9", y siendo para mí, como he comentado, simple y llanamente la mejor película del año por todas las sublimes virtudes que rebosa. Una joya imprescindible.

Mi puntuación: 10/10.