miércoles, 30 de julio de 2008

"Doomsday: El Día del Juicio", la "2035: Rescate en Glasgow" de nuestra era.

"1997: Rescate en Nueva York"/"2013 Rescate en L.A." + "Mad Max" + "Aliens" = "Doomsday: El Día del Juicio". Un conglomerado cojonudo.

Si eres de los que se queja de que ya no hacen películas de Serie-B/acción como antaño ya no tienes excusa para no ir al cine, "Doomsday: El Día del Juicio" es tu película, todo un homenaje al cine de los 70'/80'. ¿Cómo es posible que una película que no es más que un mejunje de otras exitosas películas resulte tan fresca? Pues porque estamos en 2008 y hace más de 20 años que no tenemos en cartelera una película de este tipo, que resuma y condense el espíritu del cine post-apocalíptico, de acción, ciencia ficción, gamberrismo y violencia gratuita de la década de los ochenta, de manos de maestros como John Carpenter o George Miller por nombrar las mayores influencias del film. Inmediatamente se evidencian muchas películas utilizadas como inspiración —también puede llamarse plagio o copia pero en este caso se ha hecho desde el respeto así que dejémoslo en homenaje— comenzando por supuesto la gran obra de John Carpenter y Kurt Russell "1997: Rescate en Nueva York" y su posterior remake/secuela "2013 Rescate en L.A.", además de cada una de las películas de la trilogía de George Miller y Mel Gibson "Mad Max. Salvajes de la Autopista", "Mad Max II. El Guerrero de la Carretera", "Mad Max III. Más Allá de la Cúpula del Trueno". Estas son las más evidentes, pero si se presta más atención se puede encontrar la evidente influencia de películas como "Aliens", algo de "The Warriors" y de "28 Días Después"/"28 Semanas Después" (aunque supongo que estas dos últimas por el escenario inglés de la película más que nada) y "Excalibur" por lo evidente. Y si le buscamos los tres pies al gato hasta se le pueden encontrar semejanzas con "El Ejército de las Tinieblas" en este último aspecto.

¿Tal amasijo de influencias qué tipo de producto puede tener como resultado? Pues precisamente eso, una película difícilmente clasificable y bastante bizarra, que mezcla con gracia todos los elementos con los que se forjaron una fama dichas películas en su tiempo y que hoy en día resulta una propuesta atractiva, quizá algo ambiciosa y sobre todo muy atrevida. El artífice de esta aventura es Neil Marshall, que realiza su cuarta película que tras "Dog Soldiers" y "The Descent" parece reafirmarse como un director al que tener en cuenta. No he visto estas dos películas citadas, pero las buenas lenguas hablan de ellas como películas a tener en cuenta, interesantes propuestas que han revivido el género de terror en los últimos años y que parecen haber confirmado que Neil Marshall va en serio con esto del cine de género. Como digo no he comprobado este hecho y pienso hacerlo en breve, pero "Doomsday" no puede haber sido obra de alguien que no ama este tipo de cine que homenajea constantemente y que es evidente que tiene talento. Quizá el punto negativo que le doy a la cinta es su dirección, por eso, pero solo en los combates. No llega a ser tan mareante como en "Hancock", pero hay mucha pérdida de acción en los distintos combates que tienen lugar en el film, pero es perdonable ya que al final te da un respiro para ver con perspectiva lo que ha pasado. Digamos que es una mala dirección de combates "a medias" o "a veces". El resto chapó, la secuencia final de la persecución es una maravilla toda ella y está rodada con gran pulso, y en general no se pierde detalle de lo que sucede en pantalla.

El argumento de la película es tan familiar como atractivo, en 2008 un virus mortal y sin vacuna llamado Segador asola Escocia y el país se ve afectado por el caos, la anarquía y la desesperación. Con tal de evitar la pandemia Inglaterra levanta un muro y pone en cuarentena el país entero, exiliándolo del resto del mundo, lo que causa un rechazo de los demás países y sume en el caos también a Inglaterra. Casi 30 años después de cerrar las fronteras surge un nuevo brote del virus Segador —el cual ya creían extinto— en la ciudad de Londres lo que provoca el pánico en el país y la necesidad imperativa de volver a atravesar las fronteras hacia Escocia para hallar una cura, pues en los últimos años se han dado indicios de vida en la zona aislada. Añade algo de conspiración política y ya tienes el coctel completo. "¿Y dónde está 'Serpiente' Plissken?" me diréis; pues la escogida para dicha misión es Eden Sinclair, una policía experta, dura e implacable que consiguió escapar de Escocia siendo niña y que solo encuentra paz en la búsqueda de sus raíces. El homenaje a Plissken es tan evidente que hasta Eden lleva un parche en el ojo en algunas secuencias, y aunque no es tan dura como él («Voy a daros una oportunidad gilipollas. ¿Qué tal si jugamos según las reglas de Bangkok?») es un personaje con carácter y sobre todo presencia. Rhona Mitra ("Shooter. El Tirador", "El Hombre sin Sombra") es la actriz que interpreta a Eden, lo hace de forma seria, implacable, profesional y con una preparación física envidiable. Como curiosidad, en el escuadrón que acompaña a Eden a la zona cero van dos soldados cuyos nombres son Carpenter y Miller, menuda casualidad, eh. De hecho la gran mayoría del reparto es de la mejor calidad, Bob Hoskins ("¿Quién engañó a Roger Rabbit?", "Hollywoodland") tiene una breve aparición durante el film siendo el enlace de Eden en Inglaterra, Craig Conway ("Dog Soldiers", "The Descent", un clásico en las películas del director) es Sol, el tirano-punk que comanda a los caníbales de Glasgow, Alexander Siddig ("Syriana", y la serie "24") es el Primer Ministro de Inglaterra y el gran Malcolm McDowell ("La Naranja Mecánica", "Halloween: El Origen") es quien interpreta a Kane, el paranoico Rey-científico, que para los que no lo hayáis reconocido es el mismísimo Alex DeLarge de "La Naranja Mecánica" con unos cuantos años más pero desbordando el mismo talento de siempre, un actor que pese a no haber dejado de trabajar desde la película que le hizo famoso está teniendo una segunda época dorada gracias a las películas mentadas y a sus papeles en las series "Heroes" y "Masters of Science Fiction". De hecho he de confesar que una de las cosas que hizo que prestara atención al proyecto de "Doomsday" fue verlo a él en un póster promocional.

La película inglesa está rodada en gran parte en Sud África y en Escocia y ha contado con el mayor presupuesto de las películas del director, triplicando el de sus dos anteriores cintas juntas. Rodada con efectos especiales típicos de la época que homenajea no repara en espectacularidades, tiene escenas realmente memorables sobre todo en las persecuciones y momentos de acción. Destacaría, además de la ya citada carrera final, el primer encuentro con los caníbales en el hospital y la frenética persecución hasta la estación de tren con las motos y el autobús (ahí es donde me recordó plenamente a "The Warriors") escenas donde se palpa la tensión y el disparo de adrenalina. Personalmente tengo debilidad por las escenas de ciudades desoladas al más puro estilo "El Último Hombre Vivo" o "28 Días Después" y aquí también hay lugar para ello, cosa que me agrada en sobremanera y hace mis delicias, y como parte más interesante subrayaría toda la de los caníbales-ciberpunks y su tremendo salvajismo (aquí me recordó cierta escena a "Silent Hill"). La mezcla de "Doomsday" llega a extremos surrealistas hasta el punto de llegar al episodio medieval. De la noche a la mañana nos situamos en un escenario medieval más propio de una película de leyendas artúricas que de un film post-apocalíptico, está bien pensado, tiene su lógica y en él tenemos el placer de ver a McDowell, pero me parece un pelín forzado o no demasiado bien llevado. Las únicas reminiscencias de una era pasada son un par de carteles de "Salida de Emergencia" y "Tienda de Regalos", y creo que debería haber estado más presente la influencia de la era de la tecnología anterior aunque hayan pasado más de 25 años para reafirmar que estamos en el futuro más que nada. En este episodio hay una secuencia a lo circo romano bastante bien llevada (esta sí que lo está) y tiempo para plantearse cosas acerca de la sociedad actual, aunque realmente no se hace real hincapié en ello ya que el motivo de la película queda lejos de querer darnos una moralina o un mensaje.

Una cosa a destacar que le da a la película el empuje definitivo es su poca convencionalidad y su nula intención de mostrarse políticamente correcta. Me reí bastante en el cine viéndola con escenas brutas y gratuitas, como ver convertirse en carne picada a un conejo por la patilla o a un sadomasoquista volar por los aires en mil pedazos tras la frase «¿Te gusta el dolor? ¡Pues disfruta con esto!» o algo por el estilo. Gente quemada viva para ser comida posteriormente, cercenamientos, sangre a tutiplén, etc. No es que sea una película gore toda ella pero cuando tiene que tirar de efectos escatológicos no repara en ello. Muy gamberra en ese aspecto, muy cercana al espectador friki y desde luego una clara señal de a qué público está enfocada la película. Son esos pequeños detalles que, como comentaba antes, la diferencian de una copia/plagio y la convierten en homenaje, cuando el espectador capta el guiño y se hace cómplice de la película, cuando realmente disfrutas viéndola porque sabes que tiene todo lo que a ti te gusta y está hecha para ti. Definitivamente es una película atrevida. Fui a verla un lunes a las 16:00h y solo éramos cuatro personas en la sala, pero igualmente creo que la película encuentra un punto de equilibrio que puede abarcar un espectro más amplio de público del que puede parecer en un principio, aunque también es verdad que la serie de episodios mezclados con surrealismo puede desorientar a cualquiera que no esté acostumbrado a estos géneros.

Otro aspecto importante es la música, que corre a cargo de Tyler Bates, autor de Bandas Sonoras de películas como "300" y "Amanecer de los Muertos" (2004) de Zack Snyder, "Los Renegados del Diablo" y "Halloween: El Origen" (2007) de Rob Zombie, "Slither. La Plaga", etc. e incluso la serie "Californication"; como se puede comprobar un compositor en alza, con calidad, amante de la serie B y el encargado de musicalizar la película que espero con más ansia para el año que viene, "Watchmen" de Zack Snyder. Y forma estupendos tándem con Snyder y Rob Zombie, qué más se puede pedir. En "Doomsday" hace un trabajo a la altura, una BSO con tonos épicos, muy adecuada a los ritmos frenéticos y completamente amoldables a cada ambiente en el que se mueve el film. Acertadísima la elección de temas como "Good Thing" del grupo Fine Young Cannibals (¡qué casualidad de nombre!) o "Two Tribes" de Frankie Goes to Hollywood.

En definitiva es una película altamente recomendable para todos aquellos nostálgicos que añoráis películas con el espíritu ochentero a flor de piel, el cine de aquella época no era simplemente cine contemporáneo, era una forma de hacer cine que se ha ido perdiendo y que ha quedado obsoleta (aunque sigue y seguirá haciendo las delicias de los más frikis por mucho tiempo) y que de vez en cuando haya una películas que nos transporte de nuevo a la esencia de aquel cine es una bendición. Neil Marshall tiene recursos para ello y con "Doomsday" se marca su propio homenaje que nos sirve a todos de vía de escape al cine de acción de nuestros días para poder rememorar todas aquellas buenas sensaciones que nos causaron películas como "1997: Rescate en Nueva York" y "Mad Max", y poder sentir que el cine de género tiene mucho por contar aún. Una película atrevida, divertida, altamente entretenida y con su justo toque de comercialidad. Desde aquí en Videa Bien... recomiendo a todos a los que os suenen las películas comentadas en este artículo que le deis un vistazo, no os arrepentiréis.

Mi puntuación: 7/10.

sábado, 26 de julio de 2008

"Dexter", el Oscuro Defensor.

Al asesino en serie favorito de América le sobra moral y le faltan sentimientos. La dualidad del Oscuro Pasajero.

¿Cual es la mejor serie del año pasado? me he preguntado últimamente. Y no dudo en responder: "Dexter". Vale que la serie comenzó en 2006 pero yo vi las dos mini-temporadas el año pasado, la primera en verano cuando la descubrí, la segunda la seguí al mismo tiempo que la emitían en EEUU (de Septiembre a Diciembre). Mirad que el año pasado estuvo repleto de buenas series: la segunda mitad de la 3ª temporada de "Perdidos" y de "House", la de la 2ª de "Prison Break", el final de la 1ª temporada y toda la 2ª de "Heroes", el final de "Masters of Horror", joyas como "The IT Crowd" o la comentada "The Flight of the Conchords", etc. y como digo no tengo dudas al respecto, "Dexter" las supera, es una maravilla del... ¿Séptimo Arte y Medio...? ¿Décimo Arte...? Una maravilla de esta rama cinematográfica en que se han convertido la nueva hornada de series de TV de lo que llevamos de década, vamos.

Basada en el personaje protagonista de las novelas de Jeff Lindsay y cuya primera temporada resume el libro "El Oscuro Pasajero" (aún quedan otras dos novelas sin adaptar, "Querido Dexter" y "Dexter in the Dark", ya que la segunda temporada es un guión original que no se basa en ninguna novela) la serie relata las vivencias de Dexter Morgan, un asesino en serie con un particular código: sólo mata a asesinos y delincuentes como excusa para canalizar su irrefrenable e insaciable instinto asesino. Con Miami como escenario Dexter se muestra como un ser ajeno a los sentimientos de cualquier persona normal, no entiende las formalidades y normas sociales pero las acata gracias a un estricto código que le resulta imprescindible para pasar desapercibido y mantenerse alejado de la silla eléctrica; toda su vida es una máscara que le ayuda a integrarse y formar una imagen absolutamente antónima a su verdadera personalidad. ¡Ah!, y casi se me olvida, es forense especializado en sangre en el Departamento de Policía de Miami. Así que cara al exterior Dexter es una persona amable, divertida, buena, afable, educada, inofensiva, etc. todas las características que querría para su hija una suegra. Lo que pasa es que de noche aflora en Dexter su auténtico yo psicópata, el imperturbable y frío asesino que imparte justicia en los bajos fondos para saciar su sed de sangre e intentar llenar su vacía alma. No creo entonces que ninguna suegra lo adoptase de buena gana...

La serie, emitida en la excelente cadena norteamericana Showtime, ha tenido hasta ahora dos temporadas de 12 episodios de una hora de duración, una extensión de temporada y de episodio poco común en la actual parrilla donde las series tienen veintipico episodios (exceptuando lo ocurrido este año con la huelga de guionistas, que por suerte no afectó a "Dexter") y duran 43 minutos. Es una serie fresca, diferente, alejada de los tópicos, cercana al público, sin concesiones a la comercialidad y que no se vende, fiel a sí misma y con un estilo muy literario. No me he leído ninguna de sus novelas y desconozco la fidelidad de la adaptación, pero se ha de reconocer que los recursos de la voz en off y otros aspectos narrativos están muy bien llevados a televisión y le dan el toque a la serie que la hace especial, algo diferente a lo que estamos acostumbrados con el resto de series; por momentos parece que esté leyendo un libro. Ese es uno de los grandes aciertos de la serie, los pensamientos y filosofadas en voz alta establecen voluntariamente un nexo con el espectador (no algo tan descarado como "Funny Games") que trasladan a TV una de las cualidades literarias más ventajosas respecto al formato del cine/TV: la profundidad y capacidad de construcción en los personajes. Dexter es uno de los personajes más interesantes del panorama televisivo y cinematográfico, con un carácter propio, definido y con vida, una evolución y una complicidad con el espectador propia de la mejor narración descriptiva. Conocemos sus secretos, sabemos sus problemas y conflictos pero aún así nos sorprende con nuevos puntos de vista acerca de su vida, es un personaje vivo y cercano pese a ser una criatura despreciable en principio (al fin y al cabo es un asesino en serie) e incluso podemos llegar a sentir empatía, algo muy complicado de lograr teniendo en cuenta la personalidad agresiva del protagonista. Todo su mundo gira entorno una mentira que nosotros conocemos, y eso crea un vínculo con el espectador que no tiene prácticamente con ningún otro personaje en la serie, es decir, nos convierte en un personaje más dentro de su psicología.

Los demás personajes forman los complementos para Dexter que necesita para crearse una máscara, su hermana Deb, una malhablada chica con un fuerte espíritu de trabajo y cubierta por la sombra de su padre, tiene como reto personal convertirse en una agente y demostrarse a sí misma y a todos que es capaz de forjarse su futuro con carácter y perseverancia. En muchos aspectos es lo contrario que Dexter, desordenada, malhablada, impulsiva... y para Dexter es de las únicas personas que merecen su atención o "cariño" de la forma que él entiende esa palabra. Rita es su novia, una mujer que recibió abusos de su anterior marido y rechaza todo tipo de contacto sexual debido al trauma. Dexter está con ella para evitar eso mismo, ya que su incapacidad emocional le impide mantener relaciones con alguna persona ya que tiene miedo de mostrarse abiertamente a alguien tal y como es. Rita y sus dos hijos son otras de las personas por las que Dex sería capaz de mover un dedo, aunque eso sí, todo forma parte de su máscara. De todos modos estos conceptos van evolucionando a lo largo de la serie, sobre todo en la segunda temporada que es donde el personaje sufre más cambios y más radicales acerca de su filosofía. Además de éstos, el padre de Dexter, Harry, es un personaje clave en la historia. Harry murió años atrás y fue la única persona que vio realmente cómo era Dexter, le crió de forma que pudiera canalizar su instinto y saber administrarlo para que nunca fuese cogido. El "Código de Harry" es La Biblia de Dexter y en la serie no son pocas las veces que se recurre al flashback para recordar la instrucción que recibió de su padre y la forma que tenía de quererlo, una prueba de amor que nada tiene que envidiar a las demás relaciones padre-hijo.

A nivel profesional los personajes que pueblan la comisaría del Departamento de Policía de Miami son variopintos, destacando por encima de todos al genial Masuka, un forense asiático compañero de Dexter cuyas apariciones se comen la pantalla por estar repletas de chistes verdes y referencias sexuales. Doakes es otro de los imprescindibles, un agente ex-soldado de élite que no está dos frases sin decir palabrotas y que tiene los ojos fijados en Dex desde el principio. La teniente Laguerta, tiene como ojito derecho a Dexter y amargada a su hermana Deb, y es un personaje cuya profundidad también podemos ver a lo largo de toda la serie. Hay más personajes interesantes como el Agente Especial Lundy, Batista, el cubano-americano del que más palabras en español oiremos en la serie, la inquietante Lila, etc. personajes que aportaran mucho a la serie y le darán esa dimensión que tan bien se complementa con la historia de Dexter. Cada personaje ver reflejadas sus inquietudes y problemas, sus caracteres están muy bien definidos y hay muchos que tienen una clara evolución e importancia en la trama.

El actor que da vida a Dexter Morgan es Michael C. Hall, y es sin duda el papel que cualquier actor querría para sí. Es el protagonista absoluto de la serie y C. Hall da rienda suelta a su portentoso talento ofreciendo un inquietante perfil al asesino que hace suyo inmediatamente desde su primera aparición en el ya mítico discurso inicial «Tonight is the night And it's going to happen again and again... Has to happen». Cada expresión personifica el estado de ánimo de Dexter y nos transmite todo lo que debe. Sin duda es una de las mejores interpretaciones televisivas que he visto en mi vida, si "Dexter" fuera una película estaría nominado al Oscar seguro. El resto de actores viven a la sombra de Michael C. Hall, pero todos sobresalen por su inmersión en sus papeles, destacando particularmente en mi opinión a Jennifer Carpenter que interpreta a Debra Morgan y Erik King que es el Sargento James Doakes. Mención especial para C.S. Lee (Vince Masuka).

El telón de fondo de Miami resulta excepcional, no he visto en versión original "CSI Miami" (que evidentemente también transcurre ahí) pero creo que en "Dexter" es la máxima representación de la perfecta fusión de la cultura cubana con la americana en ese crisol de culturas que es la ciudad, y resulta agradable ver unos EEUU apartados de conceptos de ciudades como Nueva York o Los Ángeles, espíritu americano al 100%. En Miami, ciudad que adora Dex, se habla inglés, español y spanglish, y siempre resulta simpático escuchar a protagonistas hablar nuestro idioma, con más o menos dificultad. Por cierto, aquí quiero hacer un inciso importante, resulta imprescindible (si es posible) ver la serie en VOSE (Versión Original Subtitulada en Español) o en inglés sin subtitular si hay nivel de inglés en el oyente, ya que no solo en versión original se aprecian todos los acentos auténticos (y no los odiosos acentos cubanos forzados del doblaje) sino que las voces de los protagonistas en versión original son buenísimas —en concreto las de Dex, Deb y Doakes, por ejemplo— nada que ver con el doblaje en español que no es malo del todo (no estamos ante un crimen de guerra como en "The IT Crowd" aka "Los Informáticos") pero desde luego no es de primera fila como en otras serie, véase "Perdidos" o "House". Podríamos decir que es de segunda división, como el de "Prison Break", no es que sea terrible pero hay voces que no cuadrarán jamás y parecen hechas sin demasiado ímpetu. Además siempre se podrán apreciar mejor las brillantes interpretaciones de todo el plantel, sobre todo de Michael C. Hall. Es un consejo de todo corazón, aunque no estéis acostumbrados a ver series en VOSE nunca es tarde para empezar y siempre costará menos que hacerlo al revés.

Hay apartados en las series que son imprescindibles una vez les sacas todo el partido posible. Ya he comentado el excelente escenario de Miami, y hay otro aspecto importantísimo en "Dexter", la música. Mientras escribo ese artículo estoy escuchando la BSO de la serie y me resulta una de las mejores que he escuchado en una serie en mi vida. La música en las series tiene una importancia relativa, sin ella una serie puede tener mucha calidad igualmente, pero una vez exprimido el efecto que puede tener se hace imprescindible como complemento y elemento que soporta la narración; es un elemento de gran importancia pero de difícil percepción de su influencia. Como ejemplo de serie donde la música tiene una importancia vital y suma muchos puntos a la serie tenemos la excelente "Cowboy Bebop", una serie que mezcla gran cantidad de tipos de música y le da una nueva dimensión. La música se convierte inmediatamente en un complemento fundamental para contar la historia. Como ejemplos de película hay muchos, un par de ejemplos son "El Último Mohicano" o "La Misión". En "Dexter" la música de Daniel Licht se torna un personaje más, cada melodía va asociado a un estado de ánimo de Dexter y a un tipo de situación concreta; consigue evocar cada sentimiento que busca de forma brillante y eso sin contar el fabuloso contraste que resulta con la música cubana, la salsa y el folklore cubano que complementan la excelente composición musical de la serie y te transportan a la cuba que inspira la ciudad. A destacar la secuencia de créditos que abre de la serie con el tema de Rolfe Kent ("Gracias por Fumar", "Entre Copas", "A Propósito de Schmidt", y un largo etcétera), algo tan original que incluso ganó un Globo de Oro, fascinante, repugnante y de una composición bellísima al mismo tiempo.

Respecto a la violencia el tratamiento que tiene es ejemplar, ni se recrea en ella ni la esconde, no porque quieran censurarse sino porque no necesitan utilizarla como recurso, no necesitan mostrarla gratuitamente para crear un atractivo extra con el que atraer a un espectro más amplio de espectadores. "Dexter" no es una serie que se tenga que ver obligada a recurrir a artificios ni parafernalias, no utiliza la violencia como motor argumental sino como herramienta para reforzar el lado oscuro de Dex. Además no muestra, sugiere. Al fin y al cabo no es una película gore, es una serie que aunque sea de un canal de pago (es decir, tiene libertad para mostrar todo tipo de atrocidades) no tiene la intención de estremecer vía directa por las acciones del asesino en serie, ya que el simple hecho de que sucedan ya resulta turbador sin necesidad de recrearse. Todo lo demás sería excesivo, quizá. En ese aspecto la serie encuentra el punto exacto donde situarse.

Las dos temporadas que ha tenido la serie han sido realmente espectaculares por igual. No voy a ponerme a destriparlas ahora, pero es magnífica la forma de estructurarlas para que respecto a un hilo principal se vayan sumando y alternando subtramas con los secundarios o con el mismo Dexter que suele tener más de un conflicto, además del interno que siempre tiene. En la primera temporada la trama del Ice Truck Killer (el Asesino del Camión Refrigerador) se complementa con el conflicto de Dexter y su reto personal. Todo el caso del asesino en serie ayuda al espectador a formarse una perfecta descripción de Dexter ya que progresivamente vamos conociendo más detalles hasta el soberbio final de temporada, en ese inolvidable episodio final que es el clímax de la temporada. En la segunda temporada el caso del Bay Harbour Butcher (el Carnicero de la Bahía), la aparición de Lila y la atenta vigilancia de Doakes propician que sea una temporada donde Dexter sufre una evolución muy notable, el personaje va de un lado a otro planteándose su vida e intentando conocerse su verdadera identidad (como dice en la promo de la segunda temporada, «Am I good, or am I just... really good?»). Lo complicado de esta temporada era que tenía una doble dificultad, primero igualar como mínimo la primera temporada, algo harto difícil y que creo que consigue con creces, personalmente pienso que ambas temporadas tienen el mismo nivelazo. Segundo, conseguir que el espectador se mantuviese fiel al personaje y a la serie (al fin y al cabo la serie ES el personaje) aún con todos los cambios que sufre a lo largo de la temporada. Y también creo que sale victorioso.

Resumiendo, es una serie imprescindible a todos los efectos, por la brillantez en todos sus componentes, desde las soberbias interpretaciones, la música, el concepto de serie, la dirección, la profundidad de los personajes, el tono literario, su frescura, etc. No deja a nadie indiferente. Si tuviera que compararla a otra serie no podría, pero hay un concepto que es extensible en otra serie, "Death Note", una de las mejores series animadas que he visto en mi vida y que mezcla muchos elementos fantásticos. La serie gira en torno al personaje de Yagami Light, un estudiante superdotado que encuentra una libreta que tiene el poder de matar con solo escribir el nombre y pensar en el rostro de quien quieres que muera. Otro día ya la comentaré con profundidad, pero lo que quiero destacar es la semejanza del concepto, un protagonista que es malo, un asesino, nada de el típico buenorro ni siquiera un antihéroe, es un completo asesino que cree defender unos valores pese a tener que pisotearlos él mismo. Ambos protagonistas, Light y Dexter, creen que se debe sobrepasar la línea de lo moral para trascender la vida y la muerte y convertirse en jueces, aunque la verdadera obsesión de Light es ser un Dios y la de Dexter canalizar y dar rienda suelta a su instinto asesino. El conflicto moral está servido, podemos identificarnos con Dexter o no, la cuestión es ¿debemos sacar a relucir el Oscuro Defensor que todos llevamos dentro o reprimirnos y ser moralmente correctos?

martes, 22 de julio de 2008

"Hancock", una vuelta de tuerca al superhéroe de cómic.

Vuelve el concepto del clásico antihéroe con toques de humor y acción. Y esta vez borracho y hastiado del todo.

El universo de los superhéroes está viviendo una época álgida, los cómics están tomando nuevas sendas y nuevos puntos de partida, las películas de éste género están comenzando a ser tratadas de forma digna e incluso en televisión hay series como "Héroes" que están volviendo a aplicar el concepto de súperpoderes a gente anónima, resucitando la chispa de la ilusión con la que aparecieron hace más de sesenta años. He comentado ya un par de veces el buen hacer que está teniendo Marvel con su productora, el próximo mes está por venir una de las películas más esperadas del año, "El Caballero Oscuro" de Christopher Nolan, para el año que viene se espera "Watchmen" dirigida por Zack Snyder y basada en la elogiada novela gráfica homónima y que visto el tráiler pinta muy bien; está claro que es un género de moda y que cubre un amplio espectro de público, me explico, se pueden hacer versiones fáciles para los más pequeños como "Los Increíbles" o "Los 4 Fantásticos", más serias y enfocadas a los aficionados al cómic de toda la vida como "Batman Begins" o "Iron Man", homenajes y revitalizaciones como "Superman Returns" y otro tipo de cine que puede intentar atrapar a los consumidores rápidos de cine y del cual puede ponerse en duda su calidad la mayoría de las veces (véase "Daredevil", "Elektra", etc.). Personalmente creo que el grupo que más difícil lo tiene para convencerme es éste último, películas que intentan tomarse en serio pero evidentemente no ponen ímpetu real en ello, y es por ello que cuando una película de este corte consigue no aburrirme ya me doy con un canto en los dientes. "Hancock" no pertenece puramente a este último grupo por el hecho de que, aunque es una película comercial para (casi) todos los públicos, no adapta ningún superhéroe conocido/existente (iba a decir "real"...) y que intencionadamente parte del concepto de comedia fundida con película de acción, lo que convierte la película en una propuesta simpática a primera vista.

Hancock es un superhéroe atípico, o mejor dicho es un antihéroe típico pero elevado prácticamente a la máxima potencia (sin llegar a ser el Lance Blastoff de Frank Miller o Lobo) es decir alcohólico, desganado, incorrecto, detestado, odiado y odioso, irreverente, etc. y a mi es un concepto que siempre me ha interesado mucho más que el del héroe apuesto y fuerte que lucha contra el mal. La propuesta del film es invertir lo visto en otros productos que tanto éxito tienen como la franquicia de "Spiderman". El conflicto interno siempre dota de más profundidad al personaje y aunque no se haga demasiada mella en el personaje de Hancock sí que queda perfectamente definido en el mismo instante en el que aparece en pantalla, esto es algo importante para presentar una película con un personaje nuevo y con carácter. La historia es en principio simple, Hancock es odiado por los ciudadanos de Los Angeles por causar más daños que beneficios en sus descuidadas apariciones, pero al salvar a un publicista de morir atropellado por un tren éste se ofrece a hacerle un lavado de cara y mejorar su imagen para que le respeten y requieran. El punto de partida es este, pero lo interesante de la película es que a mitad de cinta da un giro y sigue por otros derroteros que mejor no desvelo para mantener la intriga, aunque se pueda deducir muy tempranamente parte del desarrollo.

El principal interés de la primera mitad de película reside en ver lo desastroso que es Hancock, lo mal que hace las cosas y lo divertido que es ver como mete la pata y desprecia todo a su alrededor. Hay que admitir que tiene sus puntos de humor, pese a que el dichoso tráiler —siguiendo con la maldita tónica del 90% de las películas de Hollywood de hoy en día— desvela gran parte de las bromas y chascarrillos del film, cosa que mina en gran parte el efecto que tienen mientras ves la película, y en general el tono de la cinta es acertado excepto en algunos puntos en los que ilógicamente decide acercarse más a una película de Disney que a la película que estaba siendo. Los momentos a los que me refiero son aquellos en los que aparece el malo del garfio, por ejemplo, un enemigo más propio de una película de domingo en A3 que de algo con el tono de "Hancock", además de muchas reacciones incoherentes, como las de los personajes de C. Theron y J. Bateman cuando la trama se va desvelando... algo así como un «Ah, vale» nada convincente, además de varios 'Deux Ex Machina' forzados y fuera de lugar. Por no mencionar el papel secundario que adoptan de repente el publicista y su hijo en la segunda mitad de la cinta.

El costoso plantel de actores cumple muy bien, destacando por ejemplo a Will Smith en su papel de Hancock, como he comentado un borracho y perezoso superhéroe, con el problema que tienen Los Inmortales de no poder tener raíces ni nada con lo que identificarse (exceptuando las águilas) y su desentendimiento con la gente a la que en el fondo desea caer bien. Smith me parece uno de los actores con mejor progresión en el cine, y tras sorprender con su nominación al Oscar en 2007 por "En Busca de la Felicidad" (sorprender porque nadie lo esperaba, no porque hiciera una mala interpretación) y hacer un papelón en "Soy Leyenda" le surgió la oportunidad de volver a la comedia, el género que lo vio nacer en TV gracias a "El Príncipe de Bel-Air" (parece mentira que haya conseguido despegarse de aquel papel a estas alturas) y que se le da tan bien como el drama o la acción (de hecho la película tiene algo de acción también). A pesar de su gran proyección Will Smith está correcto sin grandes lucimientos a destacar, un personaje que evoluciona pero en mi opinión lo hace de manera forzada en algunas ocasiones concretas, pero que le ofrece un buen abanico de sentimientos que mostrar al actor y que resuelve el rol con solvencia. En un principio se planeaba contar con Smith para la película antes que "Soy Leyenda", pero tras varias postergaciones fue para él el papel protagonista de esta película que pasó por manos de directores de la talla de Tony Scott, Michael Mann (que tiene un cameo) y Jonathan Mostow antes que por las de Peter Berg. Pero antes de hablar del director me gustaría destacar el papel correcto de Jason Bateman, el publicista optimista e ingenuo que quiere mejorar el mundo, a pesar de la comentada y sorprendente pérdida de protagonismo conforme avanza la cinta, y el de Charlize Theron, que vale, es guapísima, pero en ocasiones se ha forzado su lucimiento un pelín, en mi opinión. Está correcta y cumple con solvencia, igual que el resto.

Respecto al director siento un grandísimo cabreo. Tras rodar de forma magistral una de las películas más interesantes del año pasado, el thriller de acción "La Sombra del Reino", el actor y director Peter Berg ("Very Bad Things") se olvida de su pulso y rueda las escenas de acción de forma que nadie sea capaz de ver nada en pantalla; cuando Hancock vuela dan ganas a uno de tomarse una biodramina y cuando pelea sólo da tiempo de ver trozos de paredes, metal y cristal volar por los aires. Con diferencia me ha parecido lo peor de la cinta, es imperdonable que en una película de acción no se vean las peleas (que aprendan del "300" de Zack Snyder) e incluso Marvel ha tomado nota de un hecho tan crítico en sus dos películas películas de Hulk e Iron Man. Paul Greengrass también abusó del recurso en sus dos películas de Jason Bourne e incluso a Juan Carlos Fresnadillo en "28 Semanas Después" se le fue la mano, pero al fin y al cabo la dirección se acababa equilibrando tarde o temprano y se podía ver algo. En el caso de "Hancock" no se ve nada y acaba por despegar al espectador de lo que acontece en pantalla.

Hay varias curiosidades en la cinta, como algún homenaje a Superman (que quizá solo lo detecta mi ingenua y ávida-de-detalles mente), homenaje que ya ocurrió en "Superman Returns" con la misma imágen que coincidía con la portada del primer número de la revista "Action Comics", la primera aparición de Superman y de un superhéroe en el cómic; la fugaz visión durante una pelea de un cartel de la gran serie "Dexter" y la curiosa aparición de Daeg Faerch, el inquietante niño que interpreta al pequeño Michael Myers en el excelente remake de Rob Zombie "Halloween", en el papel de matón-repelente-franchuti.

En definitiva el cine de superhéroes está cambiando, se están comenzando a atrever con nueva propuestas, se está probando sobrepasar la línea de la adaptación y comenzar con la creación de personajes con súperpoderes claramente identificados como "superhéroes", una etiqueta que llama la atención de todo el mundo en cuanto a producto cinematográfico y que es un seguro de marketing. "Hancock" es una película que funde dos géneros como son la comedia y la acción a partes iguales, y aunque está equilibrado creo que es un producto algo descafeinado y de rápida consumición; se puede ver, puedes alucinar con alguna escena y reírte con varias otras, pero ni te arrancará una carcajada de muerte ni te dejará boquiabierto. Una película recomendable en caso de que la cartelera sea tan pobre como la actual, y que desde luego no entra en la categoría de imprescindibles aunque para pasar una tarde de domingo sea bastante válida.

Mi puntuación: 6/10.

viernes, 18 de julio de 2008

"Afro Samurai", espadachines del Bronx en el Japón feudal.

Una miniserie animada americana que parece japonesa y que mezcla tantos géneros y estilos como entrañas y metal.

A lo largo del mes de enero del año pasado se emitió en EEUU "Afro Samurai", una miniserie de cinco episodios que contaba la historia de un samurái negro con el pelo a lo afro que buscaba venganza por la muerte de su padre. Un tema tan trillado y sencillo como la venganza ultra sangrienta no parece que pueda ser suficientemente interesante para una miniserie, pero el mimo con el que se realizaron todos los apartados de dicho proyecto le dota de una calidad extra que ha colocado la miniserie en boca de todos. Como apunte: cada episodio dura poco más de 25 minutos (como la mayoría de las series de anime) y también se ha lanzado en forma de película juntando los cinco episodios, con una duración total aproximada de dos horas.

Lo interesante de la serie es su estilo y mezcla de géneros e influencias. Es difícil darle una categoría ya que la acción transcurre en la época del Japón feudal con mucho de cine western que a su vez es sabido que tiene mucho de cine de samuráis, mezclándose en esta serie a la perfección: 50% de western 50% de samurái. Hay mucho de tecnología punta, móviles de última generación, armas sofisticadas y terminators (sí, he dicho terminators, habéis leído bien) a la vez que armas antiguas y tradicionales como espadas, ballestas y lanzas e incluso rifles antiguos y pistolas al más puro viejo oeste. Parece que los creadores de la serie quisieron volcar un barullo de ideas al proyecto sin ninguna intención de respetar lo establecido hasta la fecha, y en mi opinión la cosa les salió muy bien. No solo la tecnología y complementos destacan por su mezcla con lo tradicional, es curioso ver como los personajes se comportan como 'negratas' del Bronx pese a tener aspecto de monjes, samuráis nipones (y su respetuosa fama), hay efectos sobrenaturales, personajes carismáticos e incluso personajes ridículos y espectaculares. La mezcla de conceptos alcanza hasta el último detalle en la serie.

La historia como digo es tan fácil como típica, en plena época feudal en Japón los guerreros luchan por conseguir ser el Número 1 entre todos, y para ello deben conseguir la Cinta del Número 1. La condición para poder retar al Número 1 es portar la Cinta del Número 2 e ir a desafiarlo al monte donde espera a su contrincante, y el inconveniente de tener este 'privilegiado' puesto es que cualquiera puede retar al Número 2 para conseguir su cinta, lo que lleva al Número 2 a tener que estar continuamente luchando por defender su posición ante los ataques de las decenas de guerreros que quieren arrebatarle la cinta para obtener el derecho de enfrentarse al Número 1. Afro es un samurái cuyo padre, Rokutaro, fue portador de la Cinta Número 1 y que fue asesinado por Justice, un extravagante cowboy que aguarda la vuelta de Afro para enfrentarse a él y confirmar su supremacía. Siendo un niño Afro quedó huérfano y creció con la obsesión de llegar a conseguir la Cinta del Número 1 para vengar a su padre y convertirse en el mejor guerrero del mundo. Por supuesto no se lo pondrán fácil, pese a ser un maquinote de cuidado. Además durante la serie se concatenan trazos del pasado de los personajes de forma magistral, ayudan a formarnos una idea de la personalidad de éstos y complementan la historia central muy bien.

Una de las mayores virtudes de la serie es por supuesto su personaje principal, Afro, un samurái experto, lacónico (no dirá más de 3 o 4 frases en toda la miniserie), sobrio y sobre todo una máquina de matar precisa e imparable. Su habilidad con la katana es extrema y es capaz de enfrentarse a legiones de enemigos a la vez y masacrarlos a todos sin excepción. Lo que se suele decir un máquina de cuidado. Ese factor sumado al hecho de que porta la Cinta del Número 2 y todos le buscan, que un grupo de hermanos monjes van tras él, que todo el mundo le pisa los talones y que la animación y los combates de la serie están recreados con exquisitez hacen de los combates un espectáculo visual absolutamente impresionante. Además de Afro tenemos a su acompañante, el Ninja Ninja, su alter ego en todos los aspectos, locuaz (no calla ni un segundo en todas sus apariciones), malhablado, lujurioso, descarado y pesado, representa todo lo que no es Afro. Además tenemos variados personajes como el Maestro de la Espada, Otsuru, el impresionante Kuma (uno de mis personajes favoritos sin duda) y el ya comentado vaquero gótico Justice, además del Clan de Los Siete Vacíos, un grupo de seis monjes que disponen de una tecnología ultravanzada y que quieren conseguir la Cinta del Número 2 por cualquier medio.

Como digo, la animación a cargo del estudio GONZO es del más alto nivel, algo realmente sorprendente de ver y quizá es su mejor baza junto a la espectacularidad de los combates, cuya duración media es más bien corta debido al alto nivel de los contrincantes. Pese a la corta duración de los combates éstos son intensos y espectaculares, repletos de detalles y muy bien pensados para hacerlos lo más distraídos y épicos, y es que nos pasamos toda la miniserie deseando que Afro empuñe su katana a cada escena para poder gozar con las sangrientas escenas de cercenamientos y muerte de las que está repleta. Porque otra cosa que tiene es el nivel de gore, lo que la diferencia quizá de otros productos más light que a priori puedan parecer semejantes, y es que su violento estilo es más próximo a "Ninja Scroll" o "El Puño de la Estrella del Norte" (salvando las distancias por supuesto) que a "Bleach" (dónde va a parar) siendo algo más del estilo Seinen que del Shonen. Los chorretones exagerados de sangre y miembros mutilados inundan la pantalla en todo momento, e incluso hay algún momento de sexo, así que la serie tiene un público claramente determinado. El dibujo de la serie es en su mayoría de tonos grisáceos y sepias, dominando la oscuridad para los escenarios y jugando con la fluidez de los movimientos en todo momento, escogiendo siempre la mejor "cámara" o posición para mostrar la acción y acertando siempre en la forma de "rodar" los combates. La miniserie se merece un gran aplauso en este aspecto.

Otro aspecto destacable de la serie es la banda sonora que corre a cargo de RZA, el grupo de rap norteamericano del rapero Wu-Tang Clan, que se inspira en gran parte en las películas de artes marciales de los años 70' y teniendo una destacable participación en la sonorización de films como "Kill Bill" de Quentin Tarantino. El hip hop aplicado a la serie le viene como anillo al dedo para integrar más aún el personaje de Afro en los escenarios nipones, dándole una base donde apoyarse y para que el espectador pueda identificarlo mejor. No solo la BSO corre a cargo de una banda famosa, otro de los encantos de la serie es su doblaje original, con Samuel L. Jackson a la cabeza del proyecto poniendo voz a Afro y al Ninja Ninja y coproduciendo la cinta, e incluso Ron Perlman le pone voz a Justice. Resulta curioso ver un episodio de una serie animada como si fuera un anime de Japón y escuchar a los personajes hablar inglés en vez de japonés, para alguien que está acostumbrado a ver series y películas asiáticas (sobre todo animadas) en su idioma original subconscientemente le cuesta enlazar las voces con la animación, como si fuera algo que no corresponde, pero no hay que olvidar que la serie es una coproducción estadounidense y japonesa aunque tenga (casi) todas las características para ser tan solo lo segundo.

El resultado de una serie cuyo coste por episodio es de un millón de dólares tiene que ser como mínimo bueno, y en este caso "Afro Samurai" tiene todos los elementos para triunfar. Una miniserie trepidante, épica incluso en algunos tramos y tremendamente espectacular, que es lo que se busca en estos casos. Se dice que para este año se prepara una segunda temporada donde Afro se desata del todo, pero por el momento no hay nada en el horizonte. Ojalá Afro vuelva con la misma fuerza a deleitarnos con el desmiembre de medio Japón feudal y con esa mezcla de géneros, tópicos y estilos que tan bien a funcionado en este caso. Una miniserie corta, de fácil digestión y muy recomendable.

Mi puntuación: 7/10.

lunes, 14 de julio de 2008

"Un Hombre Lobo Americano en Londres". Cuidado con la Luna.

La leyenda del hombre lobo moderno tiene tintes ochenteros.

En 1970 John Landis escribía un borrador de una película acerca de un americano que era atacado por un hombre lobo en Londres para luego transformarse él mismo en uno, basándose en una idea que le surgió cuando trabajaba en Yugoslavia y se encontró con unos gitanos que realizaban ritos para evitar que los muertos resucitasen. Ante el concepto de la confrontación a un ser mitológico en terreno desconocido le surgió la idea de la película, cuyo borrador de guión fue rechazado por ser demasiado cómico para una película de terror y demasiado terrorífico para una comedia. Con el dinero que consiguió de sus películas posteriores, incluida "Granujas a Todo Ritmo" ("The Blues Brothers"), consiguió el presupuesto necesario ($10M) para financiarse en 1981 una de las películas de terror mejor consideradas en la historia del cine y un film de culto instantáneo: "Un Hombre Lobo Americano en Londres".

La película, que fue rodada en Londres y Gales, representa perfectamente el estilo de Landis, un director amante del cine de Serie B, de Terror y la comedia como por ejemplo ha demostrado en la serie "Masters of Horror" con los episodios "Deer Woman" y "Family" en los que no se puede distinguir bien a cuál de los dos géneros pertenecen (de su episodio "In Sickness and in Health" de "Fear Itself" mejor no hablo, que menudo pedazo de mierda) y siempre ha sabido mezclarlos con maestría. En "Un Hombre Lobo Americano en Londres" no falta la autoparodia, el sentido del humor hilarante y las situaciones absurdas, pero también hay lugar para los momentos terroríficos, no de aquellos de pasarlo mal pero sí de los que dejan marca por su espectacularidad e impacto. Es una película sencilla, que cuenta lo que podría ser parte de una historia mayor, la parte que corresponde al protagonista David que de viaje por Europa con su colega Jack se topa con un ser demoníaco que los ataca y maldice, y su posterior estancia en Londres donde sufrirá las consecuencias de sobrevivir al ataque de un hombre lobo. La película está exquisitamente estructurada, comienza progresivamente mostrándonos el temor que envuelve la mitología del hombre lobo en un pequeño pueblo inglés y la intimidad de su gente en ese reducto de 'La oveja degollada' donde la leyenda está tan implantada que no aceptan que los extranjeros anden husmeando por su tierra, y sigue extendiendo su miedo el resto del film mediante perlas en forma de alucinaciones, sueños y apariciones. Las apariciones del Jack-zombie son brillantes en cuanto a maquillaje y también en cuanto a situación de comedia (la conversación con las víctimas en el cine porno es absolutamente hilarante e imprescindible), y hay escenas realmente memorables como la de esa especie de monstruos vestidos como soldados que masacran a la familia ante la mirada de David en el bizarro sueño. En esa escena Rick Baker (el artesano de los efectos de maquillaje) y John Landis se muestran completamente desatados y consiguen una escena tan divertida como sobrecogedora y turbante, y es que la sensación general de la película es muy semejante a la de esa escena en concreto.

Como digo, la progresión del film es formidable mostrando poco a poco el empeoramiento de la situación (visible también en el deterioro físico de Jack en sus consecuentes apariciones) llegando al clímax de la película en la sublime transformación de David en hombre lobo la noche de luna llena, una escena que pasará a los anales de la historia del cine. Los efectos de maquillaje de esa escena aún hoy en día causan un tremendo impacto y demuestran que los efectos por ordenador aún distan mucho de ser tan preciosos y precisos como los tradicionales con látex y animatrónica, y es que cada detalle de la transformación de David es una exquisitez, desde los pelos saliéndole de los poros hasta la deformación de las extremidades, una composición realmente perfecta. Además se ve todo perfectamente y a plena luz, lo que no deja lugar a suposiciones y hace que podamos contemplar con horror el sufrimiento de David y su espantosa metamorfosis. Ver esta escena de crío puede ser algo auténticamente impresionante.

Lo interesante de esta película es que establece un nuevo estándar en las películas de hombres lobo, pese a que en esta en concreto la bestia en la que se transforma David es un lobo diabólico y monstruoso más que en un lobo humanoide; el chico que es atacado por un hombre lobo y sufre la maldición de transformarse él también con la luna llena. Las balas de plata y otros tópicos son dejados de lado y añade la necesidad de suicidarse para liberar a las víctimas del hombre lobo, que pierde el juicio cuando se transforma y se ve impulsado por una sed de sangre insaciable. En este caso las escenas con el lobo son increíbles, es preciosa esa forma de mostrar al hombre lobo, se deduce más que se ve, se intuye y se muestra a trozos excepto al final. Landis reconoce hoy en día que aún tendría que haberlo mostrarlo menos, como por ejemplo hizo Ridley Scott en "Alien. El Octavo Pasajero", para dar más pié a la imaginación que siempre puede resultar más terrorífica que lo que se enseña en realidad. Hay una escena en concreto que en mi opinión es de lo mejor de la cinta, y es el ataque al hombre del metro en la escalera mecánica donde se puede observar al lobo aparecer borrosamente por la parte superior de la pantalla ante el horrorizado rostro de la futura víctima. Quizá en los minutos finales se muestra demasiado la bestia, pero es que el final de la película es tan apoteósico que se perdona todo. Porque el final de la película es de lo mejor que he visto nunca, ese lobo deambulando por Picadilly Circus desatando el pánico y el caos total, gente atropellada y masacrada, cabezas y miembros rodando y Landis demostrando que estaba disfrutando con esa película. Maravilloso final para el magnífico film.

La preciosa Jenny Agutter que interpreta a la enfermera Alex hace un gran papel que le valió la nominación al premio Saturno, y destacó por encima del resto de protagonistas, con excepción por supuesto de David Kessler que carga el peso de la cinta sobre sus hombros de forma brillante. Su toque ingenuo da a la cinta un aire 'creíble' que ayuda mucho a meterse en situación y actúa de forma natural tal y como lo haría cualquiera.

Un apartado digno de mención es el de la música por la recopilación de diversos temas populares que incluyen en su totalidad la palabra luna (moon) en sus letras, las versiones de "Blue Moon", "Moondance", "Bad Moon Rising", etc. pese a que se mantiene bastante al margen y apagada el resto de cinta cuando no suena alguna melodía famosa. Como curiosidad Landis utilizó los efectos sonoros de la película para su espectacular videoclip de "Thriller" de Michael Jackson.

El film ganó dos premios Saturno a la Mejor Película de Terror y al Mejor Maquillaje en los premios de la Academia de Películas de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror de América, además de estar nominada a dos categorías más, la de Mejor Actriz (Jenny Agutter) y Mejor Guión, ambos premios ganados por "Indiana Jones en Busca del Arca Perdida", e inauguró la categoría de Mejor Maquillaje en los Oscar. La Academia quedo tan fascinada con los efectos animatrónicos y de maquillaje del film que decidió premiarlo con el galardón y establecer la categoría como una de las fijas a partir de entonces, convirtiéndola en la primera y justa vencedora tras otros dos premios entregados esporádicamente en un par de ceremonias anteriores en los 60'. Inmediatamente se convirtió en una cinta de culto y a día de hoy sigue siendo una referencia, una película imprescindible para los amantes de la Serie B y el género del terror fundido a la comedia que tan bien se le da a John Landis. Una película redonda que tiene escenas memorables y momentos espectaculares, digna de formar parte de las mejores sesiones de los aficionados al cine. Imprescindible.

Mi puntuación: 9/10.

domingo, 6 de julio de 2008

"Senderos de Gloria": Stanley Kubrick, una visión única (IV).

La primera obra maestra de Kubrick. GUERRA y CINE.

Una de los primeras películas polémicas de Kubrick fue "Senderos de Gloria" (1957). Kirk Douglas se encargaría de producir una película en la que las productoras no tenían demasiada fe y cuya colaboración fue clave para tirar adelante el proyecto. Douglas acababa de crear su propio sello en 1955, Bryna, y andaba en busca de nuevos talentos que reclutar. Después de ver una proyección previa al estreno de "Atraco Perfecto" quedó impresionado del talento de Kubrick y se puso en contacto con él. Kubrick y Harris habían pensado en Kirk Douglas para que interpretara al protagonista, el Coronel Dax (otras opciones fueron Richard Burton, James Mason y Gregory Peck), pero éste tenía ya otros compromisos para otro papel a pesar de su interés por la película. Gracias a que ése proyecto acabó retrasándose Kubrick pudo contar con Douglas que se involucró de pleno en el film.

Kubrick escribió el guión de "Senderos de Gloria" junto con Calder Willingham y Jim Thompson (que ya le ayudó en anteriores guiones) basándose en la novela homónima de Humphrey Cobb de 1935, que Kubrick leyó cuando tenía tan solo 14 años. El guión mostraba una clara tendencia antibelicista que no estaba bien vista por aquella época, y es que no se querían arriesgar con un producto así. Pero fue Douglas el que se atrevió a tirar del carro y fue la pieza clave para que la United Artists acabara produciendo la película, aunque contara con un bajo presupuesto. La producción conjunta de Harris-Kubrick y la de Kirk Douglas significó un paso importante en la carrera de Kubrick, que comenzó a verse como un director potencial y un buen partido para las productoras sin perder su independencia como artista.

La novela de Cobb (que ya tuvo una adaptación en Broadway) está basada en una historia real que ocurrió realmente en el ejército Francés durante la IGM, cuando cinco soldados fueron ejecutados injustamente por amotinarse. Años más tarde las familias de los ejecutados denunciaron al ejército y pese a ganar el juicio las compensaciones fueron paupérrimas. Kubrick se hizo con los derechos de la obra de Cobb una vez que murió (Harris-Kubrick pagó $10.000 por los derechos), y quiso mostrar la esencia de esa absurda reacción con una historia muy similar que reflejaba claramente la poca coherencia que tiene la guerra en sí misma, y a la vez hacer una especie de llamamiento o denuncia sobre la situación en el campo de batalla. Por cierto, el título de "Senderos de Gloria" viene de un poema de Thomas Gray, titulado "Elegía en el Cementerio de una Aldea", cuya línea reza: «Los senderos de gloria conducen al cementerio». A pesar de ese aspecto, Stanley Kubrick nunca se refirió al film como una clara interpretación anti-belicista, sino más bien como una apología anti-ignorancia autoritaria. "Senderos de Gloria" es una de las películas más humanistas y sentimentalistas del director, mostrando las penurias de los condenados y el sufrimiento y la impotencia a través del Coronel Dax que solo puede asistir como espectador al crimen de guerra que sucede impune ante sus ojos. El argumento nos sitúa en la Francia de 1916, cuando se ordena un ataque suicida del ejército francés contra las posiciones alemanas en Agnoc, un punto estratégico de vital importancia para el desarrollo de la Primera Guerra Mundial que tiene todas las papeletas para convertirse en un fracaso estrepitoso. El General Mireau, uno de los principales responsables del ataque, deberá aplicar a las tropas un castigo ejemplar con tal de escarmentarlas y dar ejemplo.

Por su temática el film tuvo que rodarse en Alemania, en los Estudios Geiselgasteig cerca de Munich; a pesar de que la historia transcurría en Francia no pudieron rodar en ese país ni en los Estados Unidos. Debido al reducido presupuesto de la cinta y al alto porcentaje del beneficio que se iba a llevar Douglas hubo poco dinero a destinar en otros aspectos. Es por eso que para la fotografía se tuvo que contratar a un veterano director de fotografía alemán no muy conocido, Georg Krause, que trabajó toda su carrera en su Alemania natal. Una de las secuencias más cuidadas y famosas de "Senderos de Gloria" es la de las trincheras en primer plano/primera persona o los travelling laterales a lo largo de ellas en plena batalla cámara en mano para dar esa sensación de estar en el campo de batalla que luego por ejemplo explotaría Steven Spielberg en la mítica secuencia del desembarco de Normandía en "Salvar al Soldado Ryan". La fotografía del film no tiene desperdicio, de corte clásico y con una sobre-saturación en las escenas nocturnas, pero era lo que había por la época. No faltan los encuadres vistosos y la exquisita fotografía que caracterizó al director a lo largo de toda su carrera.

La música Gerald Fried es de corte clásico y militar, muy adecuado al film, y a pesar de no ser omnipresente a lo largo de todo el metraje se hace protagonista de la acción en momentos clave como la incursión nocturna de los tres hombres en campo enemigo, la ejecución de los condenados o la cantinela del mítico final.

Douglas realiza una interpretación magnífica del Coronel Dax, un militar que se preocupa por sus soldados y no cree en que el sacrificio de vidas en vano sirva para llevar a la gloria a sus generales. Se muestra en contra del ataque a la Colina de las Hormigas desde el principio pero se ve obligado a ceder ante las presiones, chantajes y amenazas de sus superiores. Es un Coronel estricto, pero justo y preocupado por sus tropas, y no duda en hacerse partícipe de la batalla por muy descabellada que la encuentre. Cuando se culpa a su batallón de cobardía no cesa en su empeño en defenderlos de forma acérrima, pero la política se impone y el Coronel solo puede tratar de negociar un mal menor. Ese es el destino de la guerra, la frustración y condescendencia, el ser humano se arrastra al vacio a sí mismo en una batalla contra un enemigo que no es sino su propia representación.

Cuidado con los Spoilers porque hablaré de la película con detalle. La película comienza con la conversación entre los dos altos mandos que ordenan la toma de la Colina, y en ella se puede ver como "comercian" con la vida de los soldados como si de carnaza se tratara. De hecho para ellos, que ven la batalla tranquilamente sentados en sus balcones, el ejército no es más que eso, una simple herramienta que usar para sus fines particulares aunque sean tan viles como un ascenso en la escala social. La Primera Guerra Mundial le vino muy bien a Kubrick para representar ese aspecto en concreto, ya que en una guerra de trincheras como esa las bajas se contaban a miles por cada pequeño acercamiento que se realizaba. El valor de la vida humana se limitaba a unas cifras al final de la campaña, y parece ser que los generales ya tenían asumida esa pérdida como algo necesario para un bien mayor.

El General Paul Mireau interpretado excelentemente por George Macready utiliza la toma de la Colina como escusa para conseguir un glorioso ascenso bajo las seductoras ofertas del General George Broulard (Adolphe Menjou), pese a que él mismo reconociese que no tiene hombres suficientes para dicha misión. Pero su ambición, su avaricia y su soberbia se imponen a la lógica y decide presionar al Coronel Dax para que el ataque tenga lugar en un periodo de tiempo muy limitado y con unos medios más limitados si cabe.

Con el Coronel Dax no pueden funcionar las mismas técnicas de persuasión que con el General Mireau, y por eso este último lo motiva con lo que cree que puede convencerle, con patriotismos. A pesar de ellos el Coronel tiene las ideas claras y se da lugar a una de las mejores frases del film: «La patria es el último refugio de los canallas.» ("cobardes" en versión original). Finalmente consigue que Dax acceda amenazándolo de un permiso obligatorio, y éste acepta tomar la Colina de las Hormigas con sus hombres antes que abandonar a su regimiento.

Otra escena curiosa es la del General Paul Mireau paseando por las trincheras para dar ánimos a los soldados. «¿Qué tal soldado? ¿Dispuesto a matar alemanes?». Cuando ve que uno de los soldados se encuentra aturdido y confuso rehúsa completamente que éste se encuentre mal por la guerra, pues un soldado francés no se doblega ante un bombardeo. A pesar de la poca fe que tiene en su ejército el General se muestra prepotente y orgulloso con su regimiento (quizás para auto convencerse a sí mismo), y no concibe que se hallen sentimientos de cobardía o inseguridad entre ellos, confunde el instinto de supervivencia humano con la cobardía. Mireau defiende hacer la guerra en el campo de batalla y no en los despachos, pero aún así acepta que su regimiento se lance a una misión suicida mientras él se queda observando los acontecimientos a una distancia segura bebiendo coñac. Resulta muy cínico que quién critique constantemente a los que hacen la guerra sentados en butacas sea el primero en hacerlo. Creo que la palabra que define al personaje del General Paul Mireau es el cinismo puro, que a su vez representa una imagen de los que hacen la guerra, no los pobres soldados que se dejan la vida y las esperanzas en el campo de batalla, sino los que crean y destruyen a placer desde poderosos puestos. Además cuando las órdenes de atacar son rehusadas por los hombres en el campo de batalla ordena que se les dispare en un berrinche que no puede controlar, hasta el punto de pedir el consejo de guerra que condenaría a 100 hombres del regimiento 701. Otra forma de mostrar la hipocresía de la guerra es cuando el Capitán Rosseau, que se niega a atacar a sus propias tropas, se presenta ante el General Mireau por orden expresa de éste y el General se hace el loco para no mostrar su tiranismo frente al General Broulard.

Una conversación muy interesante entre dos soldados la noche antes del ataque refleja muy bien la otra cara de la moneda, la que no ven los altos mandos: la del miedo a la muerte. Los soldados eran personas de a pié que por las circunstancias de la vida habían acabado en una trinchera, y eso acrecentaba el hecho de que tenían tanto miedo a morir como poco valor para los generales. En dicha conversación los soldados muestran sus preferencias ante una muerte rápida y mostraban el miedo que les causan las bombas, bayonetas o el gas. Es como quien asume que va a morir y habla de ello para obtener el valor de afrontarlo, y mediante ese punto de vista Kubrick muestra el lado humano de la guerra, no aparece un solo alemán en la cinta pero nos imaginamos que su miedo debe ser parecido al de los franceses. Tengo la sensación de que Clint Eastwood se basó en este film para realizar su particular visión de la batalla de Iwo Jima en "Banderas de Nuestros Padres" y sobre todo "Cartas desde Iwo Jima".

Más cosas que se ven al inicio del film es la cara oscura de la que no se tuvo constancia en los libros de historia: la de las traiciones y negligencias de los soldados que podrían convertirse en una especie de "Señores de la Guerra" en miniatura al poder jugar con la vida de sus propios soldados a placer. Ese es el ejemplo del Teniente Roget (Wayne Morris) que inicia una exploración nocturna del terreno con dos soldados más después de haberse bebido una botella de alcohol, lo que provoca que se pierda la vida de uno de ellos por su culpa. Este hecho provoca la ira del Cabo Philippe Paris (interpretado por Ralph Meeker) que al querer denunciar la acción del teniente acaba siendo uno de los tres "seleccionados" para el fusilamiento que debe dar ejemplo al resto de tropas. No solo el Teniente queda impune, sino que se demuestra la moraleja de que en el ejército, y más en concreto en una guerra, todo vale y el que quiera seguir las normas morales será excluido y/o eliminado.

Una vez fallido el ataque, el Coronel Dax llega incluso a ofrecerse como "cabeza de turco" para expiar la frustración del General Mireau poniendo su vida en manos del consejo de guerra, pero los generales rehúsan y después de la negociación lo dejan en tres hombres, uno por cada compañía, como si estuvieran siendo benévolos y comprensibles. Una vez más la vida de los soldados es una simple cifra con la que negociar, aunque cínicamente quieran mostrar lo contrario. Para demostrar que todo en el General Mireau son apariencias, cuando no está el General Broulard éste amenaza a Dax para que se olvide de la defensa de los tres hombres o se encargará de arruinar su carrera y su vida. Pero eso da más fuerza si cabe al Coronel, símbolo de la pureza y la humanidad en el ejército, y emprende con más vigor su tarea de defender a los tres seleccionados para la ejecución.

Los tres pobres desgraciados que tienen que enfrentarse al juicio son el Cabo Philippe Paris (Ralph Meeker), el soldado Pierre Arnaud (Joe Turkel) y el soldado Maurice Ferol (Timothy Carey). Los métodos para seleccionar al cabeza de turco de cada compañía son diferentes, el caso del Cabo Paris como he comentado le viene muy bien al Teniente Roget ya que así se libra de un testigo de su negligencia, a Arnaud lo eligen a suertes, y a Ferol lo escogen por "ser un indeseable social". La razón por la que fueron elegidos es indiferente, la cuestión es que tenía que ser alguien y a estos tres pobres desgraciados les toca servir de dudoso ejemplo para mostrar que la cobardía se paga con la vida, y no que la valentía se colma con la gloria.

Como es de prever el juicio es una pantomima, las preguntas del fiscal son completamente absurdas y el jurado rehúsa una y otra vez los argumentos del coronel Dax. «Caballeros miembros del tribunal, hay ocasiones en que siento vergüenza de pertenecer a la raza humana, y esta es una de ellas.» espeta en su alegación final, y es que el amaño es tan claro que no queda otra que dar un grito desesperado. Hasta en la supuesta aplicación de la ley hay cinismo y mezquindad dentro del ejército.

La desesperación se apodera de los soldados cuando se les declara culpables y es entonces cuando el soldado Arnaud (Joe Turkel, que también aparecía en "Atraco Perfecto", además de ser Eldon Tyrell en "Blade Runner" y el camarero de "El Resplandor") abre otro de los debates del film, el papel de Dios. Arnaud pierde los papeles con el padre Dupree cuando éste viene a confesar sus pecados antes de la ejecución, pone en tela de juicio que sea Dios el que deje que pasen estas injusticias pues Kubrick quiere mostrar que no es cosa divina que el comportamiento humano sea tan vil. Un enfrentamiento entre el escéptico Arnaud, el padre Dupree y el cabo Paris acaba con una fractura de cráneo para el primero, lo que le deja en un estado comatoso y moribundo que no le salva de la pena de muerte. Hay que destacar el uso de tempo que hace Kubrick para ayudar a crear esa atmósfera de tensión y suspense acerca de la vida de los acusados, en todo momento tenemos la esperanza que se salven por una trampa legal, por una negociación o simplemente una fuga, pero el final y se acerca y no tienen esperanzas. Hasta que las balas no atraviesan sus cuerpos no caemos en la desesperanza, el director sabe cómo hacernos sufrir.

Dax no consigue hacer que se haga justicia con los reos pero sí que consigue dos cosas, primero hacer que el Teniente Roget sea el encargado de ejecutar a los tres soldados ya que está enterado de su negligencia en la incursión nocturna y sabe que eligió a Paris para librarse de su testimonio, por lo que obliga al Teniente a llevar a cabo tan pesada tarea. Roget no quiere hacer de ejecutor pero Dax se muestra firme, no piensa permitir que el Teniente se vaya a dormir tranquilamente a su casa el día de la ejecución, su forma de pagar por lo que hizo será mantener el recuerdo de la imagen de la ejecución por el resto de su vida. La segunda cosa que consigue es gracias a una afortunada visita del Capitán Rosseau, que le cuenta la orden que recibió del General Mireau de disparar a sus tropas (conversación que no se ve, se intuye para agilizar la cinta). Esta información la utiliza luego cuando habla con el General Broulard para evitar la muerte de los condenados, pero éste se muestra reacio a ello. El General George Broulard no es tan tirano como el General Mireau, pero también tiene sus presiones políticas y de la prensa, lo que lo condiciona a tomar decisiones como la de la ejecución. Durante la conversación Broulard acepta que el ataque "quizá" fue un error y le echa tierra encima, pero acepta el revulsivo de la ejecución, se cree un disciplinador y motivador. De nuevo vemos como el método de motivación en la guerra no es premiar a los buenos, sino castigar a los "malos", mano dura, además de ver cómo aún reconociendo la inutilidad del ataque no se preocupa excesivamente por el fracaso y la vida de los soldados. Pero en el último momento Dax negocia con Broulard a partir de la información acerca de la orden de Mireau, pero ya no de la forma que lo haría normalmente, sino utilizando el chantaje con lo que más importa a Broulard, la opinión pública, política y periodística. Un guión previo al rodaje tenía un final alternativo en el que finalmente esa negociación salvaba la vida de los soldados, pero Douglas convenció a Kubrick de que un final feliz minaría el mensaje pacifista de la cinta. Dax no consigue su objetivo pero consigue que se abra una investigación al General Mireau, lo que da un mínimo de esperanza en el film de que se haga justicia. El cinismo de Mireau dura hasta el último momento: «Me conviertes en cabeza de turco, a mí, el único inocente de todo el asunto... El hombre al que apuñalas es un soldado.». No solo el cinismo del Gral. Mireau queda patente al final de la cinta, sino también la ignorancia del Gral. Broulard, la estupidez de los hombres al mando, ya que una vez que se ha deshecho de Mireau le ofrece su puesto a Dax, como si éste solo hubiera hecho todo eso para ascender, sin entender que el motivo real era salvar la vida de unos valientes soldados. Por enésima vez vuelve a quedar claro que el valor de la vida de un soldado es nulo para un general.

El final de la película es uno de los más recordados de la historia del cine, no por su espectacularidad sino por su efectismo y emotividad. Tras haber perdido sus hombres el Coronel Dax observa como una joven chica alemana es abucheada y humillada en un bar por decenas de soldados franceses. Cuando ésta comienza a cantar y maravilla a todos con su preciosa voz y su profunda tristeza todos los soldados avergonzados por su comportamiento se callan y entre lágrimas comienzan a tararear la canción junto a ella, mientras vemos las caras de los emocionados soldados. Este bonito y triste final da lugar a una reflexión que nos pone en el lugar de la pobre chica que por el simple hecho de ser alemana sufre una humillación de la que rápidamente se arrepienten los soldados franceses al ponerse en su lugar y entenderla. Como curiosidad, la chica que interpreta a la alemana que canta es Susanne Christian, que acabó convirtiéndose tras ese film en la esposa de Kubrick hasta el fin de sus días. «Lo mejor del film —según dijo el propio Kubrick, es que al final fui yo el que me acabé llevando a la chica». Después de "Senderos de Gloria" Kubrick se trasladó a Los Angeles y tuvo dos hijas más con Susanne, Vivian y Anya y definitivamente se situaba más cerca de la meca del cine.

Su estreno en EEUU transcurrió sin dificultades, pero cuando el film fue estrenado en Europa provocó una serie de reacciones contrarias al film que culminarían en su prohibición en países como Suiza, España o por supuesto Francia. Su proyección en Bruselas provocó incluso incidentes por la mala imagen que se le daba al ejército Francés, y es que debemos recordar que por aquellos años existían asociaciones de veteranos franceses y belgas de ex-combatientes la IGM que demonizaron el film. Gracias a las presiones del gobierno francés la película se prohibió en todo el país pero a su vez provocó una llamada a las protestas antimilitaristas que enfrentó a ambos bandos en Francia. United Artists no se atrevió a presentar la película en Francia hasta 1972, pero no consiguieron proyectarla en ese país hasta 1975 bajo una serie de cláusulas que incluían añadidos como una nota explicativa y la inclusión de la Marsellesa al principio de la proyección. En España hubo que esperar hasta 1986 para que el film se estrenara sin presiones.

Definitivamente Stanley Kubrick comenzaba a dar que hablar, ya era un director a tener en cuenta y aunque "Senderos de Gloria" no fue la película que le proporcionó el éxito definitivo representó su primer paso importante para figurar entre los grandes de Hollywood. La censura que se le aplicó a "Senderos de Gloria" la mitificó aún más y aunque no recibiera ningún Oscar con el paso del tiempo ganó adeptos y acabó figurando en la lista de los clásicos del cine de la historia. Y eso tan solo con 28 años. Directores históricos como Orson Welles tuvieron palabras sobre él después del estreno de "Senderos de Gloria: «De los directores de la nueva generación, Kubrick es el único al que yo consideraría como gigante.» Un prometedor futuro albergaban estas palabras, y desde luego Welles no se equivocó. «Una convincente obra maestra del director y escritor de categoría mundial Stanley Kubrick y guionistas Calder Willingham y Jim Thompson, "Senderos de Gloria" es una crítica aplastante sobre la política militar y "una experiencia cinematográfica inolvidable".» decía el diario "Newsweek".

En palabras de Kubrick, a pesar de que Hollywood no fuera lo mismo que sus primeros años y carecer de esa ostentación que tenía, existía la necesidad de hacer mejores películas, más sinceras y estimulantes. Kubrick era un artista y un creador antes que un empresario. Sobre él primaba el deseo de crear historias mediante imágenes y sonido. Según Spielberg, Stanley Kubrick era un director atípico ya que a diferencia de otros trazaba a grandes rasgos su película, para luego ir depurándola y quedarse solo con lo interesante. En una analogía con un pintor dijo que frente a un papel blanco un artista comienza con pequeños y suaves trazos para ir definiendo su obra, pero Kubrick en primer lugar da unos grandes brochazos que definen lo que será su film, para luego ir borrando y quitando lo que no es necesario y obtener el producto final que necesita a partir de su idea principal.

Martin Scorsese, que también tiene palabras para Kubrick, dijo que "Senderos de Gloria" es ante todo un film honesto. A partir de los travelling en las trincheras y el uso de la cámara lo que el director pretendía mostrarnos es que bajo un punto de vista objetivo, como el que se encuentra en las trincheras, la acción que puede ver el espectador es lo que ocurre, y luego cada uno debe juzgar por sí mismo para ver el cinismo de la guerra. Además el final del film refleja claramente un sentimiento, y no algo tan fácil de caer como el sentimentalismo.

"Senderos de Gloria" tuvo un reducido impacto en la cultura popular a pesar de su éxito. Una influencia importante de la serie "L'escurçó Negre" ("The Black Adder"/"Víbora Negra", 1983) es por supuesto la obra de Kubrick. En la serie, en la parte que transcurre en las trincheras inglesas en la IGM, el General Melchett está claramente empapado del carácter de desprecio y cinismo del General Mireau. Juegos de rol y canciones se han basado en este relato que Kubrick llevó al cine, y sin duda marcó un hito en cuanto a sinceridad con el espectador.

Personalmente considero esta película la primera gran obra maestra del director americano, el conjunto de su belleza plástica, su perfil clásico, su excelente fotografía, el candente mensaje y las soberbias interpretaciones elevan al film al nivel de obra imprescindible, que es básica para entender la carrera de Stanley Kubrick.

«No podemos dejar que los soldados decidan si una orden es posible o no. Si una orden no es posible, la única prueba válida son sus cadáveres en las trincheras.»

Mi puntuación para "Senderos de Gloria": 10/10.