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miércoles, 5 de agosto de 2009

"Up", hacia lo más alto.

¡Hasta Sudamérica y más allá!

Uno ya pierde la cuenta de las veces que Pixar le ha dejado boquiabierto. El año pasado con "WALL•E" me robaron el corazón por enésima vez, y prácticamente doce meses después lo han vuelto a hacer con una nueva hazaña creativa: "Up". La décima película de Pixar Animation Studios, distribuida por Disney de nuevo, vuelve a partir de una idea original, de un concepto nuevo, rechazando ser una repetición de algo que ya funcionara en el pasado; ni es secuela, ni es "remake" (curioso, ahora que lo pienso, que de películas animadas no se hagan remakes actualmente tal y como está la industria) y eso es algo que siempre ha definido a Pixar, continuamente intentando subirse el listón, nunca poniéndoselo fácil, exigiéndose el máximo. Es una filosofía de hacer cine lo que sostienen estos habilidosos hacedores de fantasía, especialistas en potenciar y hacer brotar los sentimientos más profundos y agradables del alma humana.

Desde 2006 Pixar nos lleva regalando una de sus películas cada verano, una preciosa costumbre la de no faltar a la cita anual desde hace ya unos cuatro años, aunque también es verdad que la mayor pausa entre películas fueron los tres años que separaron a "Toy Story" de "Bichos", desde entonces no han dejado pasar más de dos años entre películas, y desde "Cars" la visita anual de los magos de Pixar ha sido inquebrantable. Este prolífico ritmo no merma la calidad de las cintas del estudio, todo lo contrario, parece que con cada nuevo proyecto que afrontan la calidad sube un peldaño en algún aspecto, y tampoco cesa la originalidad, bandera de Pixar. Solamente cuentan con una secuela en su haber, "Toy Story 2" (lo cual provocó desacuerdos entre Disney y Pixar), y curiosamente la próxima película del estudio será "Toy Story 3" para el año que viene, la única secuela en preparación junto a "Cars 2", prevista para 2011. Es raro que Pixar se permita hacer secuelas sus películas, pero la presión (e influencia) de Disney es grande y Pixar ha acabado cediendo, no de muy buena gana. De todos modos es innegable que la tónica general de Pixar es la de la originalidad, haya secuelas o no, y "Up" vuelve a ser una vez más un clarísimo ejemplo de ello.

La sinopsis de "Up" sorprende mucho, no solo es increíblemente genuina (no hay ninguna película que ni se le parezca en argumento, que yo sepa) sino que es tan estrambótica como curiosa; a priori: un septuagenario decide lanzarse a la aventura atando miles de globos con helio a su casa para transportarla por el cielo hasta las exóticas tierras de Sudamérica y rendir homenaje a su difunta esposa. Y punto (a grandes rasgos, claro). Y solo con eso los chicos de Pixar se marcan una de las aventuras más bonitas, profundas y maravillosas que recuerdo haber visto. Desde buen comienzo uno se hace a la idea de que no solo será comedia lo que veremos, con un prólogo-express completamente sobrecogedor conocemos a grandes rasgos los antecedentes del protagonista, el entrañable y cascarrabias Carl Fredricksen, un protagonista que rompiendo con los esquemas del cine de Hollywood no es ni joven ni guapo, es un cansado y malhumorado abuelo de 78 años que vive en una pequeña casa cuyo derrumbamiento es cuestión de tiempo; ya rompemos con el primer tópico del cine en general. Luego tenemos el dato de que "Up" es la segunda película de Pixar protagonizada exclusivamente por seres humanos (la primera sería "Los Increíbles", a pesar de que sean superhéroes), y aunque en "Monstruos S.A.", "Toy Story", "Ratatouille" o "WALL•E" los humanos tuvieran un papel importante no eran los verdaderos protagonistas de la cinta. Es decir, no diré que no tenemos a animales parlanchines (lo de los perros es uno de los puntazos más épicos que recuerdo haber visto en una película) pero desde luego no es otra película más con animalitos como protagonistas como parodiaba aquel mítico tráiler de la película de "Los Simpson".

La última vez los chicos de Pixar se pasaron a la Sci-Fi (y al género post-apocalíptico también) con "WALL•E", esta vez vuelven a rendir tributo a los géneros de aventura y fantasía, aunque hay géneros que siempre están presentes en las películas del estudio: la comedia, el drama y la aventura (con algo de acción) nunca faltan, y son como el colchón o los cimientos para el resto de géneros añadidos, en este caso la fantasía, aunque "Up" no es 100% fantástica sino que tiene elementos fantásticos sobre un universo aparentemente real (estamos hablando de una casa que vuela con globos, vale, pero en general casi todo es bastante verosímil). No solo son originales en cuanto a planteamientos y argumentos sino que también son brillantes a la hora de cambiar de tercio.

Otro aspecto en el que "Up" en concreto es un ejemplo a seguir (intentaré centrarme ahora en "Up" y solo en "Up") es en su vertiente de comedia, pocas películas me han hecho reír como esta, y es que está llena de constantes puntazos humorísticos; la actitud de los perros es directamente épica, aunque hablen gracias a un dispositivo electrónico no dejan de ser simples "estúpidos" perros, Kevin es otro de los grandes logros de la cinta con algunos momentos de pura gloria como el primer encuentro entre el pájaro y Carl (cuando se pone a imitar al abuelo casi me descoyunto de la risa), también el repelente Russell al final acaba ofreciendo grandes dosis de humor, y por supuesto el gran Carl Fredricksen que sin quererlo es el personaje más gracioso de la cinta y el más entrañable. Con Carl conocemos la risa y el llanto, y es que como he explicado antes el prólogo es realmente conmovedor, una corta secuencia donde la figura de Carl queda reflejada a la perfección, solamente con ese pequeño tramo conocemos lo suficiente del personaje para entender su mal humor y su pasión y encariñarnos con él para el resto de la cinta. El guión está diseñado para que igualmente el pequeño explorador/cartero, Russell, nos resulte en primer lugar repelente y más tarde simpático, ya que su personaje, al igual que Carl, sufre una interesante (y tópica, admitámoslo) evolución. Estos son los dos protagonistas principales aunque se tendría que destacar también a la esposa de Carl, Ellie, que sin aparecer en la cinta —exceptuando el prólogo— resulta ser un personaje clave. También el villano de la función es digno de mención, Charles Muntz, el explorador desaparecido que por una vez es un villano con ambiciones menos insanas de lo que pueda parecer, aunque sus métodos son ciertamente malignos. Un personaje la mar de interesante, sobre todo porque es un villano con el que empatizar y sentir pena, aunque en ningún instante el mismo Muntz quiera provocar ese sentimiento sino que es su historia la que lo hace. El reparto canino es de lo más alegre, destacando al gran Dug y el trío de perros al servicio de Muntz, unos personajes muy frescos y divertidos. Cabe destacar el doblaje de la cinta al español, un trabajo de la máxima categoría como siempre; la voz de Carl Fredricksen (en versión original el prolífico Edward Asner) la pone el gran Luis Varela, extraordinario actor no solo expresivamente sino también vocalmente, una voz flexible, experimentada, que es capaz de despertar toda clase de sentimientos y dotar de personalidad al protagonista. La voz de Muntz (voz original del mítico Christopher Plummer) es del también famoso vocalmente Claudio Rodríguez (voz habitual de Charlton Heston) es una interpretación vocal excelente. El resto del reparto principal de voces lo cierran Juan Amador Pulido como Alfa, el Doberman (Bob Peterson en V.O.), Julián Mora como Russell (en la V.O. Jordan Nagai en su primer papel como doblador), Fernando Cabrera como Dug (también Bob Peterson en V.O.), Luis BajoBrian Griffin en "Padre de Familia"!) como Beta, el Rottweiler (Delroy Lindo en V.O.) y José Escobosa como Gamma, el Bulldog (Jerome Ranft en V.O.). Por supuesto tampoco falta en la versión original John Ratzenberger, actor que ha puesto su voz al servicio de todas y cada una de las películas de Pixar, en este caso para uno de los trabajadores de la construcción. Todos soberbios, la verdad. Hay veces que nos quejamos del doblaje español en algunas cintas y este es momento para reivindicarlo; sí que es verdad que la Versión Original debería ser la que se viera en el cine pero dadas las dificultades con el idioma debemos reconocer la enorme calidad del doblaje que se hace en España, "Up" es buena prueba de ello. ¡Y atención al 'cameo' de Matías Prats!

La animación de la cinta vuelve a ser una vez más suprema, el máximo nivel imaginado en el cine actual. "WALL•E" ya definió donde debería estar el listón en el género animado y "Up" sigue la estela de aquella, con unos personajes dibujados con trazos exagerados, mezclando formas redondeadas con rectilíneas, muy caricaturizados pero realísticos a la vez, y gozando de un paisajismo extraordinario. Como ejemplo de la atención que se ha prestado a los detalles se podría destacar cómo crece la barba de Carl mientras está en la selva, un detalle casi imperceptible pero presente. Además la fotografía es maravillosa (no sé si se puede considerar propiamente "fotografía"), con unos escenarios maravillosos que te dejan embobado, sobre todo los del paraje perdido de Las Cataratas Paraíso, un paisaje basado en el viaje que el director Peter Docter y otros miembros de Pixar hicieron a Venezuela años atrás y en el que tomaron fotografías y bocetos tras quedarse prendados del lugar. Técnicamente la película no tiene réplica, el nivel de perfeccionamiento de Pixar parece insuperable en cada nueva cinta y "Up" goza de unas animaciones supremas, sobre todo en algunos efectos en concreto como las texturas de la ropa y tejidos, es decir, los dobleces en los pantalones al andar, el pelo de los perros (diferente en cada una de las razas de perro que aparecen en la cinta), el cuero de la chaqueta de Muntz, el pelo de Carl, etc. y también hay escenas que son de lo mejorcito en cuanto a secuencias de acción en el año: todas las persecuciones de Kevin por parte de los perros son increíbles, en concreto la que hace acompañado de Carl y Russell, tanto técnicamente como artísticamente, están planeadas al milímetro y dan una sensación de frenesí espectacular; también la secuencia final en el dirigible es de vértigo, tanto la parte que transcurre en la misma nave Spirit of Adventur como el ataque con las avionetas (esos huesos de juguete/gatillos), una maravilla en todos los aspectos rodadas con mucho sentido del gusto y talento. Y no me puedo olvidar de otra de las secuencias estrella de la cinta, aquella en la que vemos por fin como la casa de Carl se eleva hacia los cielos impulsada por los globos de helio, un momento que pone la carne de gallina.

El director de esta cinta es Pete Docter (en IMDB aparece como co-director Bob Peterson, guionista de esta "Up", "Ratatouille" y "Buscando a Nemo" y voz de Alpha y Dug), director de la suprema "Monstruos S.A." y el corto que la acompañaba, que ocho años después ha sido el encargado de volver a dirigir otro ambicioso proyecto tras varios años de preparación. Además de animar algunos de los cortos más famosos de la factoría Docter fue una de las cabezas pensantes que parieron las historias de "Toy Story", "Toy Story 2", "Monstruos S.A." y "WALL•E" junto a los otros cerebros de Pixar como John Lasseter, Andrew Stanton, Joe Ranft, etc. Lo bueno que tiene Pixar es que son como una familia, todos están involucrados de una forma u otra en las distintas películas del estudio, ya sea escribiendo el guión o dando la idea original, doblando voces, animando, dirigiendo o cualquier otra cosa, en Pixar no se destacan a los directores sino a la propia Compañía y eso dice mucho del buen hacer de esta polifacética gente y de la filosofía antes comentada. En este caso concreto Peter Docter no solo dirige "Up" sino que también realiza su primer guión para un largometraje de la compañía, siendo además uno de los promotores de la idea principal junto a Bob Peterson, el otro guionista y cabeza pensante de la cinta. El actor y guionista Thomas McCarthy ("The Wire", "Michael Clayton") es otro de los cerebros que plantaron la semilla para el guión de la cinta, un guión lleno de ternura, divertido, tremendamente emotivo... una cinta que no solo distrae y divierte sino que promulga una serie de valores que aunque estén algo ajados no se hacen nada artificiosos ni forzados, y visto con perspectiva incluso son un bien para la sociedad teniendo en cuenta el público infantil que acudirá a las salas (no quiero yo tampoco pecar de catastrofista con el mensaje del cine actual). Lo bueno que tiene es que lo que motiva al personaje es diferente a otras películas de Pixar, no busca mantener su status quo como Woody en "Toy Story", ni rescatar a alguien querido como Marlin en "Buscando a Nemo", tampoco romper las normas en pos del bien como Sully en "Monstruos S.A.", ni proteger a los suyos como Flik en "Bichos", ni siquiera demostrar su valía como Mr. Increíble en "Los Increíbles" o conocer el amor como WALL•E, lo que quiere Carl Fredricksen, igual que Remy en "Ratatouille", es cumplir un sueño, pero esta vez el sueño no le pertenece solo a él sino que también es el de su amada y difunta esposa, un sueño que en vida nunca pudieron realizar por culpa de los avatares de la vida pero que ahora, de la forma más bonita imaginable, quiere cumplir rindiéndole tributo y eterno amor. "Up" no solo va de cumplir los sueños, también trata sobre el profundo y auténtico amor.

El aspecto visual es inapelable, pero donde destaca la película tremendamente también es en el apartado sonoro. Los efectos de sonido en el cine son de una calidad extraordinaria, nada estridentes y muy poderosos a la vez, dan una potencia extra a las secuencias de acción y desde luego complementan perfectamente el excelente diseño gráfico, su diseño sonoro es extraordinario. La BSO merece mención aparte, Michael Giacchino realiza una de las mejores Bandas Sonoras Originales del año (año en el que hemos tenido extraordinarias BSO como las de "Slumdog Millionaire", "El Curioso Caso de Benjamin Button" o "Ponyo en el Acantilado"), musicaliza con pistas cortas pero intensas, muy fáciles de recordar y que seguramente tararearemos a la salida de la sala, algo que dice mucho acerca de la calidad y lo contagiosa de la BSO. La música está omnipresente, afortunadamente, durante todo el metraje y Michael Giacchino vuelve a hacer gala una vez más de su camaleónico estilo; el compositor es autor de bandas sonoras como las de "Misión Imposible III", "Ratatouille", "Speed Racer", la reciente "Star Trek" y series como "Fringe" y "Perdidos", casi siempre de la mano de JJ Abrams, y siempre mostrando una capacidad de adaptación sorprendente. Si en "Ratatouille" las melodías tenían fundamentalmente un estilo afrancesado, muy europeo, en este caso acompaña la película con una melódica partitura, una música flotante que invita a sostenerse en los cielos y que no baja, se mantiene suave y delicada, excepto en los momentos de tensión donde saca toda la potencia de su orquestra para crear tensión y la necesaria sensación de frenesí. La BSO tiene un tema principal al que recurre constantemente y eso le da carácter y personalidad, y es esa la razón por la que la partitura de Giacchino acaba haciéndose tan familiar y agradable. A destacar las pistas "Memories can wigh you down", "Carl goes up" y por supuesto los fabulosos créditos finales, de nuevo maravillosos y fundamentales para saber cómo continúa la historia tras el final de la cinta.

Merece especial atención el corto con el que Pixar acompaña esta vez al largometraje, titulado "Parcialmente Nublado" y de seis minutos de duración. Personalmente creo que es uno de los mejores, sino el mejor, de los cortos de Pixar, y eso que los he visto todos; de corte mucho más intenso que la mayoría "Parcialmente Nublado" contiene un poco drama, un poco de comedia y un poco de emoción, todo lo que un corto debe tener, todo un ejemplo de síntesis en un cortometraje. La historia es sencilla y muy original, una pequeña nube quiere hacer lo mismo que sus habilidosas hermanas y crear pequeños bebés de las diversas criaturas de la Tierra para dársela a la cigüeña para que ésta se la lleve a sus padres. El problema es que los bebés que crea son de feroces y peligrosos animales que lastiman constantemente a la pobre cigüeña. Peter Sohn (animador y dibujante de varias cintas de Pixar) dirige esta corta perla en la que se condensa tolerancia, llanto, risas, ira y ternura, una pequeña píldora de fantasía que prepara el terreno para lo que vendrá y le deja a uno con los sentimientos a flor de piel y boquiabierto, algo que sumado al tremendo inicio de la película le hace rendirse a los creadores.

No voy a decir que "Up" supera a "WALL•E" pero desde luego logra un nivel similar y de 10, un nivel supremo que solo pocos son capaces de alcanzar, como Pixar y Ghibli, y es que "Up" tiene todo lo que debe de tener una buena película, ofrece todo lo que debe ofrecer el buen cine: diversión, fascinación, capacidad de ahondar en los sentimientos del espectador y hacer aflorar sentimientos, etc. Es una película emotiva y tierna, muy divertida y maravillosa a nivel técnico. Y parece ser que la crítica se ha volcado con la cinta reconociéndole esas mismas virtudes, tras abrir el último Festival de Cannes —el primer film animado en la historia del festival que lo hacía— y recabar excelentes críticas la cinta ha sido alabada allí por donde ha pasado consiguiendo figurar (a día de hoy) en el ranking #25 del TOP-250 IMDB y logrando la cifra de $340M a nivel mundial en taquilla, colocándola entre las 12 películas que más dinero han recaudado en el mundo y la segunda película que más dinero ha logrado en EEUU, tras "Transformers: La Venganza de los Caídos".

Personalmente considero a "Up" una de las mejores películas del 2009 junto a "Ponyo en el Acantilado" y "Watchmen", de lo mejor del año sin duda. Una película sin un solo defecto plausible y serio, que te transporta a un universo de fantasía, una particular visión del mundo realizada por gente con talento y con cariño a su profesión, cine animado para adultos y niños que puede recibir varias lecturas diferentes para cada tipo de público. Con "Up" Pixar ha tocado el cielo, literalmente, una vez más y para no variar nos ha dejado con un excelente sabor de boca, privilegio solo reservado a las grandes películas de la historia del cine, y es que es precisamente lo que estos chicos están haciendo: historia. Pixar sigue siendo el haz de luz que brilla al fondo del oscuro túnel de escasez de ideas general en el que está sumido Hollywood, una "meca del cine" que le ha cogido el gusto a repetir fórmulas, copiar y re-hacer y no se esfuerza en inventar nuevos conceptos. Pixar ha demostrado valentía en cada paso que ha dado, ha demostrado que no todo es negocio en el cine de EEUU y que si las cosas se hacen bien, con originalidad y mimo, respetando al espectador, cuidándolo, el público responderá. Hay luz al final del túnel, y esa luz se llama Pixar; quizá su mascota no sea una lámpara por casualidad...

«¡Ardilla!»

Mi puntuación: 10/10.

miércoles, 17 de junio de 2009

"Los Mundos de Coraline", no existe el mundo ideal.

Fantasía elevada al máximo exponente; no te fíes de las apariencias.

De las diversas técnicas de animación para el cine hay algunas que son más "entrañables" por su misma concepción. Ligeramente desvirtuado el potente campo del cine de animación generado por ordenador por culpa del ingente volumen de productos de calidad dudosa es interesante centrarse en otras técnicas, como por ejemplo la animación tradicional (que paradójicamente ahora resulta ser algo prácticamente novedoso o cuanto menos sorprendente) o una menos prolífera pero tan o más preciosista si cabe: la del stop-motion. La técnica del stop-motion, es decir aquella que se basa en fotografiar cuadro por cuadro elementos estáticos para luego reproducirlos dando sensación de movimiento, tiene una particular e inigualable característica, algo que las demás técnicas no pueden igualar: lo que vemos en pantalla es literalmente lo que sucede en la realidad. No se filma sobre dos dimensiones, sino sobre tres; la animación de los personajes es realmente fruto de la "interpretación" manual de los habilidosos animadores. Y eso da una riqueza a las películas que las dotan del mencionado elemento "entrañable", "cercano". Ya sea con muñecos de plastilina como en la excelente "Wallace y Gromit: La Maldición de las Verduras" y sus otros cuatro cortos o con muñecos de silicona y látex como en "La Novia Cadáver" el resultado, bien realizado, puede ser épico, y aún hoy en día tras muchos años aplicándose esta costosa técnica sigue siendo tan sorprendente como el primer día, o más.

Rodar una película mediante la técnica del stop-motion no es fácil ni en tiempo ni en esfuerzo, es un proceso lento y pesado que requiere pensar a cámara lenta, necesita un cuidado especial y extremo, una visión prodigiosa, una paciencia titánica y un minucioso y preciso control del tiempo, la luz y el movimiento. Solo un experto en todas las materias puede dirigir un proyecto como este, alguien capaz de dotar de vida a unos muñecos con estructura metálica recubiertos de resina y látex y ser capaz de transmitir sensación de realidad. Y Henry Selick es un curtido especialista en esta quirúrgica tarea.

Basándose en una idea propia Tim Burton seleccionó en 1993 a Selick especialmente para dirigir la que considero una de las mayores obras maestras del cine animado y musical, "Pesadilla antes de Navidad", idea que el director (que por aquel entonces aún no había dirigido ningún largometraje) supo entender a la perfección. Aquella tétrica historia puso de manifiesto que animación e inocencia no tenían por qué ir siempre de la mano, y aunque generalmente se asocie "Pesadilla antes de Navidad" con Tim Burton aquel solo actuó como productor y creador de parte del guión, por lo que se puede atribuir a Henry Selick el mérito de dotar a la película de esa tenebrosa y acertada ambientación que se convirtió en un icono popular. La película marcó un hito en cuanto a calidad y la animación destacó por encima de muchos factores, y gracias al notable trabajo del director pudo realizar otro musical animado mediante stop-motion tan solo tres años después, "James y el Melocotón Gigante", que contaba la aventura de un niño que surcó los cielos en un melocotón agigantado acompañado de unos simpáticos insectos. Personalmente creo que el nivel bajó bastante, aunque seguía siendo una película muy entrañable y divertida que gozaba de una excepcional animación, pero sobre todo la ausencia de Danny Elfman y de la mano de Burton hicieron de esta una cinta menos memorable. Trece años después y tras casi cuatro años desde que empezará la fase de pre-producción llega la esperada última película animada de Selick, "Los Mundos de Coraline", una absoluta maravilla que fascinará a los mayores (y no tanto a los más pequeños) con un mundo de fantasía, sueños, pesadillas, color y sombras.

Coraline es una niña de 11 años que se ha mudado con sus padres a una nueva casa en el campo, una antigua mansión imbuida de un misterioso halo. Coraline es ignorada constantemente por sus padres, muy inmersos en su trabajo, y se distrae explorando su nueva casa, intentando evadirse de la aburrida realidad y soledad que sufre. Es en ese momento cuando descubre una pequeña puerta que le llevará a un mundo de fantasía donde la comida es mejor, sus padres más amables, sus amigos menos pesados y en definitiva un lugar mucho más agradable. ¿El único inconveniente? Si quiere quedarse tendrá que sacrificar algo... y es que quien algo quiere algo le cuesta. El mundo diseñado por el escritor de la novela original "Coraline", Neil Gaiman (también creador de otra novela adaptada al cine, "Stardust", que ha sido una de las sorpresas más gratas en el cine fantástico de los últimos años), está provisto de una constante dualidad, de un oscuro y tétrico trasfondo sobre una coraza colorida y aparentemente feliz que deja claro que no te puedes fiar de las apariencias, y es que como ya se puede prever la verdad es mucho menos atractiva que lo que realmente se le muestra a la niña protagonista. En este aspecto es imposible no acordarse de dos grandes historias llevadas al cine con temática similar: "Alicia en el País de las Maravillas" y "El Viaje de Chihiro", donde una niña debía luchar para volver a su hogar y encontrarse con sus padres, mostrando la forma que tienen los niños de enfrentarse a problemas adultos sin la protección de sus padres en un mundo desconocido, una especie de representación de la madurez (o así lo veo yo) donde de repente uno se da cuenta de que debe depender de sí mismo para tirar adelante, sacando lo mejor de uno en el intento.

"Los Mundos de Coraline" propone un juego perverso; en primer lugar lo que vemos es un mundo de fantasía, no mucho más diferente del real pero fantástico al fin y al cabo, donde todo es maravilloso y al cual Coraline arde en deseos de volver cada noche atravesando la mágica puerta, pero progresivamente el juego se va tornando cada vez más retorcido y oscuro hasta que realmente cruza la línea y alcanza un nivel de tenebrosidad digno de pesadilla, y es ahí donde los más pequeños deberían saber que sus padres se han equivocado llevándolos al cine a ver esa película. Porque creo que es importante apuntar que si bien "Los Mundos de Coraline" no es que sea una película adulta mucho menos puede considerarse una película infantil a la que llevar tus hijos pequeños (no si quieres evitar traumatizarlos, claro). Lo que empieza casi como un cuento de hadas finalmente alcanza la categoría de pesadilla, y uno puede presenciar como los personajes acaban deformándose (psicológica y físicamente) hasta alcanzar apariencias monstruosas que producen múltiples sensaciones de angustia. Es por eso que se debe vigilar con quien ir a ver esta película; este es otro de aquellos claros casos donde se ha vendido mal la película con intención atraer a un mayor espectro de público (como "Watchmen", vendida como un "Spider-Man" cualquiera, o "Encantada", que juzgando el tráiler parecía una sátira de lo que acabó precisamente siendo), una argucia muy despreciable por parte de distribuidores/productores que sacrifican la opinión que les merezca la película a los espectadores a cambio de una entrada de cine asegurada. Para vender una película hay que ser honestos, y hacer modificaciones en los carteles (atención al detalle a la izquierda del cartel americano —a la derecha—, que se ha eliminado en el español —a la izquierda—) de la forma que lo han hecho no es precisamente una forma honrada de demostrar el corte del film.

Estrategias de venta a parte "Los Mundos de Coraline" supone un ejercicio de imaginación extraordinario, el director ha sabido crear un universo mágico de una calidad extraordinaria y una imaginativa prodigiosa que invita al espectador a dejarse llevar y regresar a la infancia, estado en el que será capaz de disfrutar más de las aventuras que vive Coraline, sentir el miedo a lo desconocido, el desasosiego de su soledad y la fascinación de ver cosas nunca vistas con anterioridad. El mundo de la película es rico en detalles y escenarios, como el divertido y curioso circo de ratones del Señor Bobinsky, el teatro de las Señoras Spink y Forcible o la interesantísima (y familiar) estética de Wybie, personaje que por cierto me ha hecho soñar con una futura adaptación del clásico de los videojuegos "Grim Fandango", una obra maestra que ojalá Burton y/o Selick decidiesen adaptar al cine mediante la técnica animada del stop-motion. Su estética (y queda demostrado en este film) es perfecta para estos dos monstruos del cine animado.

Una muestra del titánico esfuerzo invertido en la película son los casi 150 decorados repartidos en 50 platós, y los 28 muñecos diferentes que se usaron tan solo para recrear al personaje de Coraline, y es que tras más de tres años de trabajo intenso y un presupuesto de $60M Selick ha recibido una estupenda respuesta por parte de la crítica y el público a modo de retribución por su arriesgada apuesta, recaudando por el momento más de 100 millones en todo el mundo, unas cifras más que aceptables teniendo en cuenta el corte del film y la forma en la que se ha realizado. La estética del libro no siguió las pautas marcadas en las ilustraciones de la novela de Gaiman, sino que tomó un estilo clásico de los años 50-60 por parte del ilustrador Tadahiro Uesugi, y es que Gaiman dio libertad y depositó su plena confianza en Henry Selick ya que fue a él a quien envió la novela aún antes de ser publicada con la intención de que el realizador fuese quien llevase al cine una adaptación de su obra; habiendo visto los precedentes del director, Neil Gaiman confió en que sería capaz de trasladar el espíritu del libro a la pantalla de una forma única, aprovechando el exclusivo abanico de posibilidades que ofrece el mundo de la animación stop-motion, y es que no hay otra forma de imaginarse esta película que no sea como film animado. El mundo de fantasía que se desarrolla en "Los Mundos de Coraline" necesitaba un soporte de este tipo, donde la fantasía no tuviera límites, y gracias a la sublime animación del film es capaz de resultar tan creíble que uno se olvida de que puede estar viendo muñecos en pantalla. El género animado no conoce límites.

Y es que Selick se ha superado ampliamente desde su último largometraje animado "James y el Melocotón Gigante", en la cual mezcló bastante imagen real y animada, ya que es capaz de igualar la que para mí era hasta el momento la máxima expresión del cine stop-motion, "La Novia Cadáver", añadiendo color al grisáceo aspecto de la película de Burton (con la cual no tuvo nada que ver) y realizando una serie de efectos realmente increíbles, de una calidad artística supernatural. El hecho de que uno pueda olvidarse que está viendo una película animada por maquetas es un logro monumental, tan solo en algunos momentos me pareció que sufría de una cierta ralentización en los movimientos (o esa sensación me dio a mí) pero obviando eso la fluidez en los movimientos es sublime (maravillosa coreografía de los ratones en el circo o las acrobacias del Sr. Bobinsky), y los escenarios son directamente una delicia que merece la pena disfrutar en el cine, porque invita a degustar cada fotograma pacientemente.

Como curiosidad cabe destacar que "Los Mundos de Coraline" es la primera película animada mediante la técnica del stop-motion concebida y fotografiada para ser proyectada en 3D (yo no la vi en tal formato, como dije en "Monstruos contra Alienígenas" no puedo ir gastándome 10€ cada dos por tres en el cine), y sí que se nota que por momentos está rodada con tal idea, como por ejemplo en la soberbia escena de créditos inicial, donde vemos una tétrica y genial escena en la que presenciamos cómo es fabricada la muñeca de Coraline, unos créditos que me parecieron sencillamente maravillosos. No se repara en detalles durante todo el metraje tanto en animación como en inventiva, y cada personaje, aunque planos la mayoría de ellos, aporta su dosis de fantasía al relato, ya sea en el mundo real o de ficción de Coraline; las Sras. Spink y Forcible y sus perros son tan entrañables como lamentables, y hasta añaden su porción macabra con el tema de los perros disecados, igualmente el Sr. Bobinsky tiene un par de cortas y brillantes apariciones (la del mundo real me encanta) y sin duda la escena del jardín es una de las más bonitas de toda la cinta, una preciosa y fascinante serie de imágenes. De hecho queda más que claro que si algo destila la película es imaginación a raudales, y sin duda ese es su mayor triunfo. En ese aspecto la película es una joya.

El problema que tiene la película es que no es nada sorprendente a nivel argumental, su poderío visual es más que evidente pero su historia está bastante trillada y no ofrece nada nuevo al panorama. "Pesadilla antes de Navidad" supuso una novedad en cuanto a concepción, estilo y argumento y "James y el Melocotón Gigante" un poco menos de todo pero por lo menos era algo relativamente original, en este caso el guión se vuelve previsible conforme avanza desde bien temprano, y no se desvía de la línea que parece va a seguir durante todo su metraje. Además en "Los Mundos de Coraline" Henry Selick ha abandonado el género musical que prevaleció en sus otras das cintas animadas, por lo que el registro se ve ligeramente alterado. Pese a no ser un musical la película goza de una Banda Sonora Original muy notable obra del francés Bruno Coulais, compositor con una dilatada experiencia pero desconocido para el público no francés, una partitura llena de temas intercalados tensos y suaves con un tema principal muy presente, con carácter y duradero, que resulta ser el colchón perfecto para la imaginería de Selick. Respecto al apartado sonoro también me gustaría destacar el doblaje; no he escuchado la película ni en su versión original (con Dakota Fanning poniendo voz a Coraline) ni en castellano ya que la versión que pude ver en el cine era la catalana, y como siempre el doblaje es de la máxima categoría como nos tienen acostumbrados los actores de doblaje de por aquí, un trabajo excelente.

En resumen, "Los Mundos de Coraline" es una excelente película que derrocha imaginación en abundancia y recoge el testigo de las películas clásicas de nuestra infancia aunque no sea precisamente una película agradable de ver para los más pequeños ya que puede resultar incluso terrorífica, sin estar dedicada específicamente a un público adulto es de corte lúgubre y combina estupendamente oscuridad y colorido con un sentido del ritmo y del montaje prodigioso; el film hace un recorrido de lo alegre a lo siniestro en 100 minutos. Selick deja patente su talento y genialidad y realiza su tercera maravilla animada por stop-motion, elevando al máximo exponente la fantasía para ofrecernos un mundo perfecto que no es tal, volviendo a materializar la magia del cine hecha a mano, y aunque la película esté carente de originalidad en su argumento es un film que merece la pena ver en el cine. Y habrá que darse prisa, yo fui entre semana al cine y solo habían tres personas sin contarme a mí por lo que es posible que sea una cinta que no vaya a aguantar demasiado en cartelera, y es una lástima porque visualmente es una delicia. Quizá el hecho de que haya sido rodada en 3D le dará más tirón (de hecho en España ha tenido buenos números en su estreno), así que os animo a ver esta pequeña y agradable película acerca del valor y la confianza y sobre todo de las apariencias, donde paradójicamente no siempre las personas más atentas son las que te prestan más atención. No es una película perfecta, pero es sencillamente entrañable. Recordad: no existe un mundo ideal, así que nos fiéis de quien tenga botones por ojos.

Mi puntuación: 7/10.

lunes, 25 de mayo de 2009

"Monstruos contra Alienígenas", animación contra guión.

Dreamworks apuesta por el poderío visual en detrimento de una buena historia a contar.

Que Dreamworks le va a la zaga a Pixar es un hecho. Por eso esta vez la empresa del ogro malhumorado apuesta por nuevos sistemas técnicos para intentar superarla en vez de optar por alguna otra forma más lógica (en vez de intentar aplicarse al máximo en buscar una historia entrañable y original y en los personajes, clave absoluta de Pixar). Porque no nos engañemos, "Monstruos contra Alienígenas" está teniendo a taquilla que está teniendo —ahora mismo está entre las 5 películas más taquilleras del año en España— por un solo motivo: el uso de las tecnologías 3D en los cines. Yo mismo he ido a ver esta película por una sola razón: ver mi primera película en 3D digital en un cine. Técnicamente no es la primera que veo, hace años pude ver en Imax Barcelona un documental pero aquello fue hace tiempo y era una chapucilla. La cuestión es que el único atractivo que le vi al film es poder experimentar lo que es ver una película en 3D, ponerse las gafas y descubrir el misterio de ver a personajes y decorados adquiriendo una dimensión extra, y sinceramente fue una extraña sensación la que me dejó. Por un lado sorpresa, es muy curioso ver cine de esa forma, por un lado me gustó pero por otro la experiencia no me convenció del todo ya que tiene algunos inconvenientes. La parafernalia de la película gira en torno al 3D y está ideada para ser vista en 3D, con los típicos efectos de "ah, que me da la pelota" o "ah, que me saca un ojo con el palo" tan clásicos (que antes no hubiera visto una película en 3D no significa que en mi casa no hubiese visto películas diseñadas para 3D, como "Viernes 13: Parte III", por Dios que cutrez), que resultan un pelín previsibles y sobados, pero igualmente me resultó muy curioso; ahora por ahora no cambiaba yo una película tradicional por el 3D por los muchos inconvenientes que tiene el llevar las pesadas gafas que acaban fastidiando las orejas y la nariz a los noventa minutos de proyección, la visión no era tan nítida como la visión estándar, además de que al final me acabó mareando un poco (yo es que me quedaba bizco) y me saturé de tanta luz y color bailando frente a mis ojos, por no mentar algunos inconvenientes como ¿qué pasa si llevas gafas de vista? Las gafas de 3D que tenían en el cine donde fui pesaban mucho y eran muy gordas, no cabían otras debajo. Fue una experiencia que había que probar, y quitando eso la película se queda en más bien poca cosa, así que descaradamente el principal atractivo que tiene "Monstruos contra Alienígenas" es ver la película con tecnología 3D digital y punto.

Reconozco que cuando comencé a ver sinopsis y tráileres la película me interesó, parecía que Dreamworks iba a apostar por hacer un homenaje al cine de Ciencia Ficción y clásico fantástico de los 50 y dejar de una vez por todas a los animales parlantes, que salvo honrosas excepciones como "Shrek" o "Wallace y Gromit: La Maldición de las Verduras" protagonizan la mayoría de películas del estudio contribuyendo a la saturación del mercado en este aspecto. Pero el homenaje ha resultado ser de soslayo, sí que sus personajes monstruosos están basados en seres clásicos de la Sci-Fi como Bob que está basado claramente en la masa gelatinosa de "The Blob", el Eslabón Perdido es como la Criatura del Lago de "La Mujer y el Monstruo", Ginórmica es como "La Mujer de 50 Pies", el Insectosaurio es una especie de Mothra y el Dr. Cucaracha es el mismo concepto que el científico de "La Mosca", pero los homenajes se acaban ahí, el resto de película no está carente de todos los tópicos que tienen las películas de animación infantil de aventuras; eso sí, lo que me pareció más mágico del film es precisamente ese poco homenaje a la Serie B en la presentación de los monstruos sobre todo, aunque me esperara más de ellos en el resto del film. Porque la película no solo está abiertamente enfocada hacia los más pequeños sino que resulta ser infantiloide. El espectador adulto no puede disfrutar tanto de una película de este corte como de otras de Pixar que están diseñadas para gustar a adultos y niños de distinta forma, o las películas de Miyazaki que tienen como objetivo divertir a niños y transportar a la niñez a los adultos (si es del corte de "Ponyo en el Acantilado" o "Mi Vecino Totoro"), en la película que nos ocupa predomina el humor blando e infantil, con chorradas varias como la canción del presidente con el organillo (otro homenaje, esta vez a "Superdetective en Hollywood") o los botones del café y el apocalipsis, que sinceramente me parecieron bochornosos. Hay varios homenajes más a parte del cine de Sci-Fi y Serie B como es la adoración a Steven Spielberg en un par de ocasiones (guiños que solo cogerán los espectadores que no sean niños, claro) como son los simpáticos homenajes a "E.T." y "Encuentros en la Tercera Fase", pero en general a uno se le queda el mal sabor de boca de haber recibido algo contrario a lo que esperaba tras ver los pósters e imágenes promocionales.

Los personajes tienen un diseño excelente, pero a cambio adolecen de un desarrollo muy pobre durante la historia. Como he dicho las presentaciones de los personajes es muy buena, me refiero a la secuencia en la que el General G.R. Provoker presenta su equipo al presidente, y cada uno de los monstruos tiene su personalidad definida, pero son personajes sin ninguna evolución, planos y tópicos. Bob está planteado para ser el más divertido y lo es, pero el amo de la función es sin duda alguna el Insectosaurio, y eso que no media palabra en toda la cinta. El diseño del Insectosaurio es carismático, sencillo y muy entrañable, y algunos de los mejores gags vienen de su mano, a pesar de ello es un personaje claramente terciario cuyo protagonismo ocurre en pocas ocasiones, aunque la espectacularidad de sus apariciones hacen tenerle cariño al bicho. Bob, como digo, es el bufón del film y la gran mayoría de momentos humorísticos le tienen como protagonista, su estupidez le precede y su diseño me ha parecido de los más acertados de la película, han sabido transmitir muy bien esa sensación gelatinosa de su cuerpo y le han sacado partido. Hay que destacar que en la versión original es Seth Rogen ("Un Lío Embarazoso", "Horton", "Kung Fu Panda") el que le pone voz a Bob, y es que el reparto entero de voces está lleno de estrellas, destacando a Keifer Sutherland ("24", "Dark City", "Reflejos") como el General G.R. Provoker (su voz ronca seguro que es perfecta para el papel), Hugh Laurie ("House", "Dueños de la Calle", "Valiant") como el Doctor Cucaracha, y es que la voz del Doctor House (todo queda entre doctores) es tan versátil como camaleónica (hablo por lo oído en los tráileres, claro). Hay una gran parte de actores de televisión como Sutherland, Laurie y Rainn Wilson ("The Office") que pone voz al villano Gallaxhar, aunque también hay estrellas de cine como Rogen y Reese Witherspoon ("En la Cuerda Floja"), que interpreta vocalmente a Genórmica. En la versión española es Carolina Cerezuela ("Camera Café") la que presta su voz a la gigantesca protagonista, y debo confesar que aunque al avanzar la cinta mi oído se pudo ir acostumbrando el doblaje de la actriz española chirría muchísimo, y es que siempre he opinado que el que no es actor de doblaje debería alejarse de las descaradas llamadas a la comercialidad de este tipo (Florentino Fernández, Santiago Segura, va por vosotros).

Siguiendo con el repaso a los personajes nos topamos con el ligón/salido que es el Eslabón Perdido, el clásico monstruo de los lagos en las películas clásicas de Serie B y que en este caso es un simpático vacilón que se dedica a rememorar viejos logros, y finalizando el cuarteto de monstruos tenemos al Dr. Cucaracha, un personaje que exceptuando su presentación poco podemos destacar también, sino es por algún gag concreto en el que utiliza la ciencia como broma recurrente. Como digo todos son personajes no han sido estudiados con la suficiente profundidad como para darle ninguna trascendencia y su paso por la pantalla es meramente de lucimiento para un par de gags graciosos. La protagonista, Genórmica, es quizá el (único) personaje que sufre una evolución durante los 90 minutos de metraje y es que pasa de ser una mujer pasiva que no quiere o sabe ver los desdenes de su futuro marido a ser una mujer decidida y segura de sí misma, desengañada y convencida de tirar hacia adelante. Es una evolución discreta, pero al fin y al cabo hay que hacer hincapié en la única que se observa en toda la cinta. Además de esta pequeña característica de la protagonista poco más se puede destacar de los personajes de la película, si no es el odioso presidente de los EEUU, que sinceramente, lejos de parecerme lo más gracioso de la cinta —cuya evidente intención es esa— me pareció ignominioso, o el General Provoker que sí me resultó algo más simpático. Finalmente está el villano Gallaxhar, un villano de opereta incuestionable y sin ningún tipo de trasfondo más allá el clásico que motiva a los malos de cómic.

El diseño de todos los personajes sigue un estilo parecido al de "Los Increíbles", y el dibujo en general es de una notable calidad. De hecho toda la película sigue un poco la estela de la obra de Pixar "Los Increíbles", cambiando superhéroes por monstruos y cediendo en cuanto a calidad un abismo, y por eso el interés principal (y para mí único sustento del film) está en las secuencias de acción. Las escenas de acción son monumentales, espectaculares como poco se ha visto últimamente sobre todo en la escena del primer ataque del robot-alienígena y al final en la nave, unas secuencias que gozan de una notable dirección, utilizando "movimientos de cámara" (si es que pueden determinarse así en el cine animado) muy dinámicos y evidentemente empapados del estilo del cine de acción actual, emulando la experiencia de "cámara al hombro" en algunos momentos ofreciendo trepidantes persecuciones y secuencias de tensión que le dan el toque de mayor espectacularidad al film. De hecho, durante todo el film el poderío visual es la mayor baza de la película, en detrimento de un buen guión que contar Rob Letterman y Conrad Vernon han optado por ofrecer un espectáculo de luz y sonido que hay que reconocer que han realizado con éxito, pero el tópico y típico guión resta muchos tercios al film que se convierte en un vacío espectáculo del que ni siquiera sus excelentes escenas de acción son capaces de salvarle.

Definitivamente "Monstruos contra Alienígenas" es una película muy justa, renuncia deliberadamente a construir unos personajes y una historia con más dimensiones que la enfocada directamente a los niños más pequeños para destacar y sustentarse tan solo en la espectacularidad de sus escenas, el notable dibujo, la buena dirección y sobre todo en las nuevas tecnologías que involucran al 3D digital como una nueva forma de hacer cine (que todo sea dicho de paso a mí aún no me convence del todo). A Dreamworks le urge espabilarse y tomar un cambio de rumbo en sus películas, pues si bien "Kung Fu Panda" era muy aceptable deberían intentar buscar nuevas fórmulas en cada nueva película, y no encasillarse con los mismos temas o (sobre todo) repetir conceptos que en su día ya triunfaron, como las secuelas de "Shrek" o esta "Monstruos contra Alienígenas" que a grandes rasgos no hace más que repetir lo visto en "Los Increíbles" de Pixar. Si lo llego a saber me espero una semana y me veo en 3D "Pesadilla Antes de Navidad 3D" que fue estrenada en los cines de mi ciudad tan solo con una semana de diferencia; aquella sí que la habría disfrutado, uno de mis musicales favoritos y un obra maestra absoluta de Tim Burton (bueno, de Henry Selick). Ahí sí que hubiera invertido los 9'50€ con gusto.

Mi puntuación: 5/10.