Mostrando entradas con la etiqueta Adaptaciones de cómic. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Adaptaciones de cómic. Mostrar todas las entradas

jueves, 9 de julio de 2009

"Transformers: La Venganza de los Caídos", esta vez no cuela.

Decepcionante segunda parte de la particular adaptación de Michael 'Fireworks' Bay de los robots cambiantes.

Reconozco que cuando vi la primera película de "Transformers" en 2007 mis expectativas eran muy bajas y la esperanza de poder ver un espectáculo digno y que dicha película llegar a interesarme realmente era más bien reducida. Pero una vez la vi no pude más que tragarme mis prejuicios y, dejando de lado todo aspecto concerniente a términos de adaptación, pude disfrutar con el espectáculo visual y sonoro que nos ofreció el Rey de la Pólvora, Michael Bay. Aquella cinta era fácil de disfrutar, solo había que desconectar el espíritu crítico y sobre todo olvidarse de que lo que estábamos viendo realmente era una adaptación de una de las series de dibujos más famosa de los 80' (o de los juguetes) dejando de lado los análisis en profundidad e intentar no darle muchas vueltas al argumento, el cual era (a conciencia) una mera excusa para enseñarnos a robots gigantes partiéndose la cara y llevándose por delante a media ciudad en el camino. Aquella vez la propuesta para mí resultó ser un acierto, no pedía más que persecuciones espectaculares, combates a muerte llenos de destrucción y fuego y robots carismáticos que luciesen los mejores efectos especiales del año, y eso es lo que recibí, un espectáculo vacío pero entretenido, todo un ejemplo de blockbuster clásico. Aquella historia fue presentada y sazonada con personajes humanos que le daban un aspecto mucho más comercial aún, y se trazó una trama excesivamente infantiloide pero aceptable bajo una especie de acuerdo o pacto no escrito en el que yo, como espectador, me prometí a mí mismo no buscarle las cosquillas a la película ni los tres pies al gato; si Bay me ofrecía fuegos de artificio yo los disfrutaría y no me pararía a preguntar por qué Megatrón tenía ese caótico aspecto o porque el camión de Optimus Prime tenía morro o ni siquiera cómo es que la trama era tan simple y ridícula en muchos aspectos, no, prometí no hacer cosas como esa y disfruté mucho de "Transformers". Pero eso fue hace casi dos años, y hoy, tras haber visto en estos días la secuela "Transformers: La Venganza de los Caídos" me veo obligado a decirme a mí mismo: ya no voy a aceptar ese acuerdo, ya no voy a ser tan benévolo; Bay, esta vez no puedo perdonarte que repitas la misma fórmula y empeores lo que no debía empeorarse.

El problema de "Transformers: La Venganza de los Caídos" reside en querer repetir exactamente la misma fórmula que ya funcionó en la primera película, el asunto es que, como es normal, se pierde el factor sorpresa, además si la historia daba poco de sí en "Transformers" ahora ya es rizar el rizo e ir a por un imposible como es querer dar sentido a la historia, y finalmente también como suele pasar habitualmente con las secuelas se ha querido aumentar un grado más todo lo visto y finalmente se ha exagerado en demasía el conjunto. Esta secuela peca de muchas cosas pero para mí la más grave es la forma de rodar las peleas y combates entre Transformers... ¡no se ve nada de nada! Eso es absolutamente imperdonable, lo que no puede ser es que se empeore el aspecto que necesitaba mejoría urgente en "Transformers". En la trilogía de Bourne pasó lo contrario; en la primera película las peleas cuerpo a cuerpo estaban rodadas con demasiado tembleque de cámara, demasiado caos, "El Mito de Bourne" pecó de lo mismo aunque mejoró mínimamente ese elemento, y en "El Ultimátum de Bourne" Paul Greengrass acabó mejorando algo más este aspecto aunque seguía siendo poco. Más evidente fue en la nueva saga del hombre murciélago; Christopher Nolan pecó en "Batman Begins" de rodar combates demasiado frenéticos con una cámara inquieta que no dejaba ver nada, en cambio en su secuela de "El Caballero Oscuro" este aspecto mejoró mucho, por lo que la película no solo ganó enteros sino que demostró la capacidad del director para solventar errores. El problema de "Transformers: La Venganza de los Caídos" es que el factor que más debe destacar es donde más falla, las peleas y combates que deberían ser el mayor elemento de disfrute (y, qué coño, el único prácticamente tal y como está planteada la saga) acaban siendo definitivamente secuencias no aptas para epilépticos que deja el frenetismo de "28 Semanas Después" a la altura de los slow-motions de "Matrix".

Exageraciones a parte, es pecado capital lo hecho por Bay; durante los muchísimos combates de los que están llenos los excesivos 150 minutos de cinta uno no es capaz de diferenciar ya no solo quien es el bueno y quien el malo sino qué es lo que estamos viendo en pantalla. ¿Es un puñetazo? ¿Una patada? Todo se reduce a una amorfa masa de metales grises con algún color puntual moviéndose y retorciéndose en pantalla sin ningún sentido ni armonía. ¿Es que me estoy haciendo tan viejo que he perdido los reflejos? No solo no se veía quien estaba luchando o cómo, sino tampoco tenía ni la más remota idea de qué robots participaban en esta película y cuáles no. Exceptuando Optimus Prime (el único con rojo y azul) y Bumblebee (por el amarillo) el resto no fueron ni presentados ni re-presentados, tan solo los Autobots gemelos Mudflap y Skids tienen un protagonismo y presentación más notables, pero su estupidez impide disfrutar de ellos del todo, o Jet Fire y The Fallen también son presentados debidamente, pero son la excepción que requería la trama. En "Transformers" se tomaron sus segundos para presentar a los Autobots, Ratchet (¿no se suponía en la anterior película que era el cachondo?), Ironhide, etc. pero en esta secuela van apareciendo Transformers de la nada, sobre todo Decepticons, sin presentación ni importancia. Daba lo mismo que fuese Scorponok el que apareciese que Rampage, no solo pierden toda similitud con su original 'juguetil' sino que acaba dando lo mismo lo que hiciesen, solo pasan por pantalla con la excusa de destruir alguna casa o morir a manos de algún Autobot. Y eso no es lo que nos ofreció "Transformers". El caos domina esta segunda película y es lo que no me ha gustado nada; la primera película pecó de ello, pero es que en esta secuela el caos se ha incrementado, así que no, no puedo aceptar el trato con Bay esta vez. La única escena que me ha parecido realmente destacable y de hecho es lo mejor de la película con diferencia es la secuencia de acción en el bosque que enfrenta a Optimus Prime con Megatrón y Starscream (creo), que aunque tampoco es que se vea con una claridad máxima sí que por lo menos es algo más nítida que el resto y desde luego anda sobrada de espectacularidad e incluso emotividad. Es la secuencia que debería servir de ejemplo al resto de batallas y escenas de acción, pero desafortunadamente es la única que tiene un nivel de calidad alto.

Es una película comercial, un blockbuster de libro, vale, eso no tiene por qué ser malo, de hecho la anterior película también lo era y fue puro entretenimiento, lo que pasa es que cuando uno cae en la cuenta de que están abusando de ciertos recursos es cuando descubre que la película va cayendo en picado progresivamente. Sabemos que Megan Fox es uno de los atractivos principales de la cinta (a pesar de la nula importancia de su personaje y su poco demostrada capacidad interpretativa) pero no por ello deben realizarse consecutivos planos de su perfecto maquillaje ni sus curvas apoyada en una Harley Davidson al más puro estilo de anuncio de cigarrillos. Sostener un personaje así simplemente por aumentar el "caché" o popularidad del film es un burdo truco, y más cuando nos percatamos que el personaje de Mikaela no aporta nada de nada a la cinta. Tampoco recuperar personajes de la anterior entrega porque en su día hicieron gracia ha sido una buena idea; el gran John Turturro me pareció de lo más destacable de "Transformers" pero en esta secuela el Agente Simmons no solo sufre una terrible y forzadísima aparición sino que pierde el magnetismo que tenía. Simmons hacía gracia en un contexto y con un entorno concreto, era un recurso humorístico muy acertado, pero en "Transformers: La Venganza de los Caídos" simplemente se pasea por la pantalla como una especie de cliché de compañero bufón del héroe aventurero. Sé que este tipo de películas requieren a un personaje de esta clase, pero teniendo al personaje de Leo no hacía falta ningún Agente Simmons, no hacía falta forzar la trama aún más de lo que estaba para que hiciese acto de presencia de nuevo.

He hablado de lo desacertado de la presencia de Mikaela y del Agente Simmons, y no puedo olvidarme de la vacía participación del Mayor Lennox, el Sargento Epps y en general los soldados norteamericanos que ya tuvieron una aparición forzada en la anterior película y que aquí repiten otra vez sin nada realmente interesante que aportar a la trama. Su papel en la cinta vuelve a ser inane, ¿cuál es entonces el objetivo real de esos soldados? Conociendo a Bay, patriota consagrado, supongo que será una más de sus reivindicaciones de la supremacía bélica de los EEUU, pero dentro del absurdo tolerado del film hay límites que no se pueden aceptar tan bien, como es que los humanos tengan una especie de grupo de élite (NEST) junto a los Autobots para cazar a los Decepticons... ¡como si ellos solos no se bastasen! ¿Es que algún humano tiene posibilidades cuntra cualquier Transformer?

Los escenarios es otro de los factores que me ha defraudado. En "Transformers" había un clímax final en medio de Los Angeles que quitaba el hipo, decenas de edificios destrozados, coches masacrados, multidestrucción a gogó, etc., una escena realmente brillante. En "Transformers: La Venganza de los Caídos" todo se reduce a peleas y tiroteos en el desierto... Es como si no quisieran herir las sensibilidades de nadie por haber matado a cientos de civiles inocentes en medio de la ciudad (eso sí, no tienen reparos en destruir un pequeño poblado egipcio con sus habitantes) y al final la destrucción se reduce muchísimo. Es más, creo que en esta película se da lugar a uno de los desperdicios más grandes de la saga cuando el coloso Devastator se pone a pelear... ¡en un descampado! Con el juego que podría haber dado en medio de una ciudad. Para contrastar más ese detalle la película comienza con otra de las grandes secuencias que demuestran lo que podría haber dado de sí el film; la persecución del grandioso Decepticon Demolishor destrozando puentes y carreteras es realmente satisfactoria, pero desafortunadamente también es la última muestra de Transformers en terreno urbanizado.

No todo el cine tiene que ser serio, en eso estoy de acuerdo, pero una cosa es tener que dejarse el cerebro en casa —lo cual puedo aceptar y de hecho agradezco muchas veces— y otra muy distinta es dejarse también la dignidad como espectador. Uno no debe tragarse TODO lo que ve en pantalla cuando comienza a dejar de disfrutar con ello. Ridículos como el numerito de la madre de Sam comiendo pastelitos de marihuana (lo peor de toda la cinta), lo de que de repente el gobierno esté en contra de los Autobots, lo de la chica Decepticon/Terminatrix que de repente rompe radicalmente con la filosofía del film ya que no solo se transforman en coches sino también en humanos (ya puestos que la saga sea una extensión de "Terminator", o haga un crossover con ésta) o lo del robot formado por bolitas entrando a una sala de ultra-seguridad (con una rejilla de ventilación que da directamente al exterior...) acaban desfigurando por completo el blockbuster, y personalmente me he acabado aburriendo de tanto despropósito; he intentado ir pasando fallos uno tras otro, pero cuando te das cuenta de la acumulación que llevas ya acabas por entrar en razón: "Transformers: La Venganza de los Caídos" es un cúmulo de despropósitos. Lo peor de todo, a pesar de que lo que he comentado es suficientemente malo, no es solamente eso, sino que cuando llevas 90 minutos te descubres a ti mismo mirando el reloj... y es que 150 minutos es algo desproporcionado para una película de este tipo; le sobra una hora para no hacerse tan pesada.

Pero no todo es tan terrible, llevo unos cuantos párrafos poniéndola a parir pero no es tan tan atroz como eso. En esta secuela hay un acercamiento al género de aventuras que no supe detectar en la primera o que quizá se ha incrementado en esta cinta, y resulta interesante ver cómo una película puramente enfocada a la acción también alberga lugar para la aventura, el género más amable y que tiene mayor capacidad de seducción. A pesar de que todo lo concerniente a la Matriz Del Liderazgo, Fallen (con la traducción al español del título de la película se ha perdido inevitablemente un interesante juego de palabras) y Sam como el nuevo Cubo/Chispa Vital (por cierto, casi me da algo con la surrealista escena final con los gigantescos Prime...) sea algo bastante irrisorio puede aceptarse en el contexto del film. Escenas buenas tiene bastantes, como la comentada del bosque, la persecución de Demolishor, la de la destrucción de la casa de los Witwicky con los electrodomésticos con vida, o la de Devastator, que a pesar de estar desaprovechada tiene una gran presencia y está muy bien hecho (aunque solo se distinguiese con claridad la cabeza del Transformer). Positivamente también puedo destacar a este chico que apunta maneras desde el año pasado, Shia LaBeouf, que vuelve a estar muy correcto en la piel de Sam Witwicky y demuestra su facilidad tanto para realizar papeles de acción como sobre todo de comedia. En el fondo también sigue la tónica de "Transformers" y como dije entonces es una alegría que en ningún momento se tome en serio a sí misma, que sea consciente de lo que es y mezcle humor y acción (y aventura) a partes iguales; la débil historia solo es un contexto para ver a robots peleándose y por eso no debe dársele importancia a nada más, no olvidarse de que el cine muchas veces está hecho para disfrutar de las imágenes y sonido sin buscar nada más, pero en este caso creo que el espíritu crítico debe hacer acto de presencia para no caer en lo fácil y ser tratado con algo más de respeto.

"Transformers: La Venganza de los Caídos" ha tardado tan solo una semana y media en ser la película más taquillera del año, por encima de "Ángeles y Demonios", alcanzando actualmente la impresionante cifra de los $600M en un tiempo récord. La aceptación del público ha sido generalmente buena, los que disfrutaron con la primera película parece que también lo han hecho con esta secuela (exceptuándome a mí, claro), y es que Michael Bay es un nombre asociado al éxito, y viendo lo cerca que está la secuela de alcanzar a "Transformers" en taquilla podemos augurar que pronto tendremos una tercera película de la mano del creador de "Armageddon", "Pearl Harbor", "La Roca" y la saga de "Dos Policías Rebeldes" entre otras.

La Banda Sonora vuelve a ser acertada con un tema de Linkin Park que le viene al dedillo al film y un score de Steve Jablonsky que ya hizo lo propio en el primer film, de tonos frenéticos y mucha presencia. El montaje algo atropellado podría haberse acortado muchos minutos (pero muchos) y la cámara debía haberse estado más quieta, por lo que este aspecto es muy flojo en la película, en cambio la fotografía del inexperto Ben Seresin es muy nítida y de colores vivos, recoge el testigo del habitual del director, Mitchell Amundsen, y realiza un trabajo muy aceptable y dinámico. De nuevo el elemento más destacable vuelve a ser el de los efectos visuales, categoría por la que seguramente optará al Oscar en la próxima ceremonia, y es que la fusión de lo virtual con lo real en esta película vuelve a ser algo espectacular, de lo mejor visto hasta la fecha. El sonido tampoco se queda atrás (a pesar de que en este aspecto "Terminator Salvation" sea la auténtica maravilla del año), y es que este film es un espectáculo que debería ser disfrutado en un cine propiamente acondicionado, a pesar de su baja calidad como película.

En resumen, personalmente "Transformers: La Venganza de los Caídos" ha sido una decepción, en mi opinión no ha sido una digna secuela de la divertida "Transformers" y ha pecado de incrementar el caos que ésta debió mejorar. Un error se puede perdonar una vez pero repetirlo tan descaradamente no debe tolerarse, y la confusión que hay en todos los combates y batallas de este film no pueden admitirse si se pretende mejorar la saga. Lo que en principio era una película que prometía robots con personalidad definida peleándose en pantalla ha acabado siendo un desfile de masas metálicas sin orden ni destino que confunden al más avezado. Lo ridículo de algunas escenas (vuelvo a remitirme a la alargada secuencia de la madre drogada, destinada claramente a un público no infantil) y lo absurdo del argumento no pueden pasarse por alto esta vez, y a pesar de que la película entretenga a ratos cuando hay disparos y peleas el resto del tiempo se hace tediosa y pesada, algo que un blockbuster jamás debería permitirse. Bay ha querido multiplicarlo todo por dos en "Transformers: La Venganza de los Caídos", y al final ha logrado saturarnos. Esta vez no te lo puedo pasar por alto Michael, si caminas por el borde es posible que te deslices, y en esta película has resbalado totalmente. Te aviso que en la tercera entrega te la vas a jugar a todo o nada conmigo.

Mi puntuación: 3/10.

lunes, 4 de mayo de 2009

"X-Men Orígenes: Lobezno", es hora de sacar las garras.

Los superhéroes de Marvel siguen la estela de Bryan Singer. Los re-nacimientos están de moda.

En el año 2000 Bryan Singer ("Sospechosos Habituales", "Valkiria") cambió el cine de superhéroes para bien o para mal con la primera entrega de lo que sería una de las sagas que más beneficios ha aportado a los estudios 20th Century Fox en la última década, "X-Men". Aquel film reinventó, repito para bien o para mal, uno de los universos más famosos y prolíficos de la editorial Marvel Comics como es el de La Patrulla-X (los X-Men), tomando tan solo conceptos y argumentos de la misma sin intención de reproducir fielmente nada de lo ocurrido a lo largo de los años en los cómics y tomándose muchas libertades con respecto a la historia e incluso el aspecto y mítico vestuario de los héroes. Desde los años 40 los superhéroes de Marvel se han adaptado al cine con mayor o menor fidelidad, hubo varias intentonas sobre todo durante los 70' y los 90' y también en los 80'con películas de bajo presupuesto y dudosa calidad teniendo como principales víctimas al Capitán América, El Castigador, Los Cuatro Fantásticos y Nick Furia entre otros, pero no fue hasta que Bryan Singer estrenó su "X-Men" y Marvel creó su propia productora cinematográfica que la fiebre por los superhéroes se disparó en los 00' que es cuando hemos sido inundados por películas basadas en los personajes de esta editorial como Spider-Man, Blade, Daredevil, Hulk, Elektra y de nuevo Los Cuatro Fantásticos y El Castigador, entre otros, además de las dos siguientes partes de la saga de La Patrulla X, "X-Men 2" y "X-Men 3: La Decisión Final". Podemos decir que estamos en la década de los superhéroes en el cine, y por supuesto la eterna rival DC Comics también se ha subido al carro de las adaptaciones como toda buena competencia con una de cal y una de arena en las adaptaciones de sus personajes como Superman, Batman, Catwoman, The Spirit y La Cosa del Pantano a lo largo de varias décadas con especial intensidad en esta última.

En la saga de La Patrulla X Singer apostó claramente por despojar del tono colorista que ridiculizaba a los héroes en la gran pantalla consciente de que en el medio cinematográfico no funcionaban los mismos estándares que en los cómics, y dio un giro inesperado vistiendo de cuero y quitándole misticismo a la figura del mutante. En los cómics, además, los personajes habían sido forjados a lo largo de los años y las historias construyendo su personalidad de una forma que una película nunca podría igualar por lo que decidió contar solo parcialmente algunas de las historias de los personajes que aparecían en el film, repartiendo el protagonismo entre unos pocos para no saturar su película. El resultado fue el esperado y el film fue un éxito a pesar de las críticas de los fans más acérrimos del cómic, que vieron como los personajes habían sufrido unos cambios radicales e inesperados, sobre todo algunos como Cíclope que se vio despojado de su liderazgo en La Patrulla X u otros que no captaban la esencia de su personaje, pero en líneas generales se aceptó la mutación (nunca mejor dicho) en pos de un mayor espectáculo y para poder captar un espectro de público más amplio. En 2003 con la siguiente película, "X-Men 2", Singer ratificó su postura, pudo añadir más personajes a su cóctel y (para algunos) superar la anterior entrega con la que definitivamente consolidó su estilo y estableció unas pautas a seguir en la saga que tres años después retomaría Brett Ratner con "X-Men 3: La Decisión Final" y cuyo éxito en taquilla permitió dar paso este mismo año a la cuarta y última película de la saga, "X-Men Orígenes: Lobezno", la primera de las cuales intentarán centrarse individualmente en los personajes del universo Marvel y que de momento tienen como objetivo repasar las historias de Magneto, Tormenta y Cíclope en los próximos años.

Lobezno, personaje que siempre ha tenido un importante protagonismo en los cómics, ha sido el personaje más beneficiado en su salto a la gran pantalla y quien ha logrado obtener un mayor protagonismo de entre todos los superhéroes de los filmes de "X-Men". Ya sea por el carisma del actor que lo ha estado interpretando cuatro veces durante 9 años o por la garra del personaje (y lo digo sin intención de buscar recursos lingüísticos fáciles) Lobezno se ha ganado las simpatías de todo el público y una forma de premiar recíprocamente a espectadores y actor ha sido realizar una película centrada completamente en la figura de Logan, en su origen e historia para regocijo del público ávido de acción y aventuras mutantes. Me siento afortunado, porque creo que definitivamente les he cogido el punto a las películas de esta saga; como adaptación de los cómics que durante nuestra infancia nos hicieron vivir aventuras increíbles no son disfrutables al 100%, pero como excusa para pasar un rato de cine de acción entretenido son perfectas. Cinematográficamente las películas de la saga "X-Men" son superiores a la media de películas del mismo género, y en cuanto a entretenimiento también, pero no son ni mucho menos una exquisitez del séptimo arte como personalmente creo que lo son las adaptaciones de "Sin City", "Watchmen" o "300". Aún así cumplen su cometido de distraer y hacernos saltar del asiento con sus mil y un excesos, y es que no todo el cine debe hacerse para ganar premios en festivales.

La película comienza, igual que "Watchmen", con otra de los mejores secuencias de créditos iniciales del año donde vemos, tras el primer arranque de ira del pequeño James, una serie de imágenes que le involucran en todas las grandes guerras del mundo junto a su hermano, la de Secesión, la Primera y Segunda Guerra Mundial y Vietnam donde se nos deleita con exquisito gusto en las múltiples peripecias de ambos en terreno bélico, disfrutando de su invulnerabilidad y forjando su carácter salvaje y letal. Unas secuencias a cámara lenta tremendas, de grandísima calidad y de lo mejor del film, sin duda. El argumento de la cinta viene a reinventar el origen de Lobezno, que a pesar de ser una aproximación al origen que se le dio en el cómic no es excesivamente fiel y se toman libertades importantes como el hecho de ser hermano de Dientes de Sable, con el que siempre ha tenido una gran rivalidad en la historia del personaje. Por cierto, si no queréis saber ni ver más de la cuenta os aconsejo que no veáis los tráileres porque realmente destripan la gran mayoría de escenas de acción de la que está lleno el film, fastidiando el efecto sorpresa que tanto bien hace al film.

"X-Men Orígenes: Lobezno" se sostiene principalmente sobre tres pilares, el primero es por supuesto Hugh Jackman, que ha conseguido hacerse suyo el personaje de Lobezno como ningún otro actor ha podido hacer con el suyo en toda la saga, sino es Patrick Stewart como Charles Xavier o Ian McKellen como Magneto, el segundo pilar es un impresionante Liev Schreiber como Victor Creed/Dientes de Sable, y el tercero es por supuesto la espectacularidad de la puesta en escena en los momentos de acción, un gozo para el amante del frenesí y la desproporción. Hugh Jackman dijo hace poco que casi todo en su carrera se lo debe a su papel de Lobezno en la primera "X-Men", ya que en aquel papel se dio a conocer y poco después pudo ir destacando con papeles como el de "Operación Swordfish" y "Van Hellsing" mientras se reafirmaba como Logan en el resto de películas de la saga, por lo que además el personaje siempre ha estado físicamente relacionado con el actor, y es que como él mismo cantó en la gala de los Oscar: «¡Yo soy Lobezno!». Prueba del aprecio que le tiene Jackman a Lobezno es que en este film es la cuarta vez que lo interpreta y si ya en las anteriores tenía una alta cuota de protagonismo (por no decir toda) ahora es directamente el eje vertebral del film sobre el cual gira todo el argumento. En las anteriores entregas descubrir el enigmático pasado de Logan era uno de los leitmotiv principales en torno al personaje y de hecho ya se exploró en forma de flashbacks, pero ahora somos testigos de todo lo sucedido con Lobezno en el pasado desde su nacimiento hasta el momento en el que pierde la memoria, incluyendo su operación de trasplante de adamiantum que ya vimos anteriormente de soslayo.

Jackman está grandioso, se ve cómodo en la piel de Lobezno y eso se nota, fruto del eterno agradecimiento que dice tener al personaje vemos como el actor australiano se convierte en una bestia de músculos y brutalidad que encaja a la perfección con el Lobezno que él diseñó para esta saga, que si bien no es fiel al 100% al espíritu del original (por ejemplo el Lobezno original es más bien bajito mientras que Jackman llega al 1'90) sí que toma los conceptos más importantes de él y consigue crear su propio Lobezno, al que todos identificamos ya con Jackman y no somos capaces de ver en otro actor a estas alturas, nueve años después de la primera vez. Toda la película gira en torno a él y su cuota de pantalla es máxima, la película no engaña en ese aspecto y no nos distraemos con otros personajes secundarios más de lo necesario, sobre todo si no tienen que ver directamente con él. En ese aspecto quizá la película flojea un poco, no por centrarse solamente en Lobezno sino por la aparición de algunos personajes que da la sensación que lo hacen solo para figurar en los créditos ya que su rol lo podría haber desempeñado cualquiera, como por ejemplo La Mole (Kevin Durand, actor de "Perdidos") que protagoniza una escena curiosa y entretenida pero bastante inútil al fin y al cabo. Otro ejemplo de personaje desaprovechado o cuya aparición es fortuita y forzada es Gambito, protagonista de una de las escenas más impactantes de la película en el casino (los efectos de las cartas explosivas es impresionante) y en el callejón, aunque vacía al fin y al cabo de sentido. Realmente el papel de Gambito, por muy espectacular que fuese su aparición, me resultó algo ridículo en cuanto a contexto (desconozco si la adaptación es fiel pero hay algo en el guión o el montaje que no me resulta fluido ni lógico).

En cambio el que tiene una importancia clave y le da una réplica sensacional a Lobezno es Dientes de Sable, el alias de Victor Creed, hermano de Logan en esta adaptación cinematográfica al que da vida el actor Liev Schreiber en un extraordinario papel. Dientes de Sable es otra bestia como Lobezno solo que del bando de los malos y la participación de este personaje es mucho más trascendental que la que le dio Singer en "X-Men", al cual le dio vida entonces Tyler Mane (Mike Myers en el remake de Rob Zombie de "Halloween"). Schreiber se come la pantalla y consigue algo harto complejo como es igualar en carisma a Jackman en pantalla, y es que sus gestos, sus miradas y su agresividad desprenden maldad por los cuatro costados lo que le convierte en un rival de nivel para Lobezno. Las escenas de acción protagonizadas entre ambos son lo más potente del film, aunque hay un factor que me ha disgustado mucho que es la falta absoluta y total de sangre en toda la película. Con tantos navajazos, zarpazos y golpes clama al cielo que no se vea una gota de hemoglobina en ninguna de las batallas y desde luego es un fallo muy gordo que es evidente que ha sido hecho con intención para recibir una calificación poco restrictiva para permitir que todo tipo de público (y por lo tanto más taquilla) pueda verla, ya que realmente no contiene violencia explícita en ningún momento si obviamos los golpes que se dan, que en ningún momento han sido ideados para recrearse en la sangre. Personalmente me ha disgustado esa decisión aunque la entiendo, yo hubiera preferido una violencia más descarnada como la que pudimos ver sin tapujos en "Watchmen", pero aquel era otro tipo de film completamente distinto, no tan enfocado en la acción y sí en la violencia de las que debían estar cargadas las imágenes para darle sentido a la obra en su trasfondo.

Sobre el resto de personajes también hay una irregularidad en general, por ejemplo Wade Wilson, más conocido en el mundo de los cómics como Masacre (o Deadpool fuera de España) cuando está en su forma inicial como humano-mutante es bastante espectacular (aunque físicamente nulo en cuanto a parecido), pero una vez sufrido el experimento se convierte en un ser que a pesar de tener más que ver con el auténtico Masacre que el primero es algo más surrealista. De Masacre, uno de mis personajes de cómic favoritos se ha respetado su verborrea y la habilidad en combate pero poco más. El cerrarle la boca es un punto de humor bastante gracioso pero como adaptación un puñetazo en la barriga; teniendo en cuenta lo que he comentado antes de que he cogido el punto a la película soy capaz de aceptarlo, considerando que el personaje es una versión paralela al mítico de siempre. También hay personajes con un nulo parecido con el original como Bolt (Dominic Monaghan, actor de "Perdidos" y "El Señor de los Anillos") que crea y controla la energía eléctrica y tiene una aparición prácticamente anecdótica, el Agente Zero que tiene algo más de protagonismo aunque una semejanza nula con el original y luego otros como John Wraith (interpretado por el cantante Will i Am), Emma Frost, Zorra Plateada o Scott Summers como joven Cíclope, un personaje que no tiene ninguna importancia clave en el film pero cuyas dos apariciones son brillantes, dando espectacularidad al film. A destacar la aparición final del Profesor X que recluta a Cíclope para formar La Patrulla X y lo artificial de su rostro. Aparecen muchos personajes y algunas dan la sensación de aparecer solo para rellenar. A destacar también a nivel interpretativo Danny Huston como William Stryker, el villano de la función, un actor que llevamos viendo últimamente bastante y que está excelente desde el principio de la cinta hasta el final, recuperando el clásico villano megalómano.

Gavin Hood ha demostrado solvencia dirigiendo una película de acción, cosa curiosa viniendo de un realizador que ganó un Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa con "Tsotsi", un drama sobre los suburbios sudafricanos que nada tiene que ver con el corte de "X-Men Orígenes: Lobezno". La dirección en general es buena, pero no hablaría de algo excepcional sino más bien de irregular. En ocasiones lograba obtener unos planos y secuencias de vértigo frenéticas mientras que en otras marear con la cámara epiléptica, iba intercalando secuencias muy bien pensadas y montadas con planos absurdos o forzados, además de tener una especial predilección por los planos contrapicados, no los conté pero la cantidad de movimientos de ese tipo que se encuentran en el film es algo excesivo. También peca en algunos instantes de un montaje forzado y abrupto, sobre todo desde que Lobezno conoce a Gambito, un montaje atropellado que mina un poco el resultado hacia el final, aunque todo el metraje en sí es algo abrupto. El final acaba sosteniéndose gracias a las magníficas secuencias de acción destacando por encima de todas la de la torre de refrigeración que es un derroche de efectos y espectacularidad, el broche de oro que cualquier película de acción necesitaría. Los efectos especiales son de alta gama, pero hay momentos en los que de verdad daban mucho el cante, concretamente la escena en la que Lobezno saca sus garras de adamiantum frente al espejo del lavabo me sorprendió muchísimo para mal, ni en "La Momia: La Tumba del Emperador Dragón" había visto efectos digitales tan malos. Esa es la única pega que puedo ponerle a los efectos especiales de la película, las garras de Lobezno, que tan solo es un detalle pero es un detalle importante (las garras son el icono del film). La secuencia de la persecución en moto es muy espectacular, lo dan todo en ella, y los combates en los callejones de Las Vegas y el final, como he comentado, apabullantes. El film no decepciona en cuanto a espectacularidad, uno paga la entrada sabiendo qué es lo que va a ver y no engaña, acción y exageraciones máximas, y de hecho el metraje está lleno de posturitas y flipadas para diversión del personal. El defecto que tiene la película entonces es que cuando hay acción es bastante buena como distracción, pero cuando no la hay y no pasa nada se hace algo aburrida, ya que el guión de por sí no es suficientemente potente como para conseguir atrapar al espectador. De acuerdo, es el origen de Lobezno, pero hay incongruencias e historias un poco forzadas que no vienen muy al caso.

Resumiendo, una buena película de acción y una adaptación mediocre pero al fin y al cabo lo que importa es entretener y el objetivo principal de "X-Men Orígenes: Lobezno" es ese, distraer y ofrecer un espectáculo digno de un domingo en el cine con palomitas en mano. Sigue la línea de las anteriores películas de la saga "X-Men" que Bryan Singer definió con las dos primeras entregas y no decepciona en cuanto acción aunque a la hora de hacer balance cinematográficamente hablando queda coja. Se han puesto de moda de nuevo ver los orígenes, ya vimos el de "Iron Man" y a modo de flashbacks el de "El Increíble Hulk" y ahora es el turno del Glotón (literalmente el animal del que Wolverine toma nombre), en una película que no decepciona pero quizá podría haber dado algo más de sí. La próxima cita con Marvel la tenemos el año próximo con "Iron Man II", y es que de superhéroes nunca vamos a estar faltos.

Mi puntuación: 6/10.

lunes, 23 de marzo de 2009

"Watchmen", ¿quién vigila a los vigilantes?

Era posible, y tanto que lo era.

Cuando hace cosa de tres años surgió la noticia de que la aclamada novela gráfica de Alan Moore y Dave Gibbons "Watchmen" iba a ser adaptada para el cine fuimos muchos los que nos llevamos las manos a la cabeza. No eran pocos los retos que debía superar dicha adaptación cinematográfica: la fidelidad del relato parecía fácil de comprometer, las licencias a la comercialidad podrían hacer de la película una cinta ridícula que desvirtuase el mensaje del cómic, el tono serio podría no ser entendido por el espectador, la profundidad de la novela gráfica suponía un desafío abismal y el propio medio constituía una dificultad colosal a la hora de trasladar el espíritu tan magistralmente difundido en papel; no en vano "Watchmen" es uno de los cómics/novelas gráficas más importantes, aclamados e imprescindibles de la historia, en su día supuso un cambio de rumbo en el mundo de los cómics, hoy en día aún sigue vigente su mensaje y su maestría permanece intacta. ¿Qué hizo que aquel cómic pasara a la historia? El hecho de afrontar el universo de los superhéroes en un mundo ucrónico/alternativo donde la sociedad entera había cambiado debido a la influencia de los superhombres resultó un punto de vista sumamente interesante; no es que por primera vez se estudiase al superhéroe desde un punto de vista social, psicológico y filosófico sino que se ponía de manifiesto que el superhéroe o el héroe es solo un concepto que está detrás de la persona, la cual tiene problemas tan humanos como el menos heroico de la humanidad; todo ello dotado de un acertado realismo alternativo y de un universo propio de gran profundidad hicieron que "Watchmen" se alzara como obra maestra indiscutible en la que el tiempo no ha hecho mella, aún pasados casi 25 años.

El superhombre existe, es americano, y se llama... Zack Snyder. Cuando nos llevamos las manos a la cabeza al saber que se adaptaría "Watchmen" varios de nosotros las bajamos un poco al saber que Snyder sería el hombre escogido para dirigir el film. Zack Snyder podría considerarse actualmente un director de culto con tan solo tres películas realizadas, pero es que las tres se han convertido en clásicos instantáneos en el mismo momento que vieron su estreno, y eso que dichos proyectos partían de unas expectativas altísimas debido a su naturaleza: primero llegó "Amanecer de los Muertos" en 2004, el remake de el clasicazo de George A. Romero "Zombi", segunda parte de su trilogía de zombies, y que sorprendió al mundo entero con un producto de muchísima calidad y con una media hora inicial de absoluta genialidad que supone un consenso absoluto para todo el mundo de la crítica y los fans. Aquella cinta revisionó la obra de Romero de forma completamente libre, y de hecho tan solo tenía en común unos pocos elementos, por no decir solamente que la acción transcurre en un centro comercial; es a este film es junto a "28 Días Después" de Danny Boyle a quien le debemos la resurrección del género en esta década de los 00', ya que ambas fueron las películas que dieron el empujón definitivo no solo al género de zombies (¡rápidos!) sino también a una especie de segunda era dorada del terror que está empezando a aflorar. Zack Snyder salió airoso de su primer reto cinematográfico, el que sería director de videoclips logró que los fans se rindiesen a sus pies aunque precavidos aún por el temor de que hubiera tenido un simple golpe de suerte. Esa idea se esfumó cuando estrenó su segundo film cuyo contexto se pareció sorprendentemente al de la película que nos ocupa este artículo; se volvió a hablar de una adaptación para echarse las manos a la cabeza, la joya de Frank Miller basada en la batalla de las Termópilas "300" iba a tener su propia adaptación tras confirmar el éxito de Robert Rodríguez y el propio Miller con "Sin City" (de la que por cierto vendría siendo hora de que de una vez por todas pusieran en marcha la segunda parte). En este caso la preocupación no estaba en el miedo a no retratar toda la complejidad de la novela gráfica sino en hacer de "300" una película interesante y no un subproducto corto y aburrido sin mucha cosa que contar... cuan equivocados estábamos cuando finalmente vimos que Snyder elaboró una obra maestra del cine épico y de acción adaptando de forma fidedigna y sublime el pequeño cómic de Frank Miller con una espectacularidad y una calidad visual que pocos podíamos esperar, y cuyo tráiler inicial aún tengo tan grabado en la mente que aún hoy en día me eriza el bello cuando lo vuelvo a ver. No sólo acabó siendo una gran película sino que la adaptación era fiel al milímetro, haciendo del film un cómic en movimiento respetando las pautas del material original y añadiendo tan solo ligeros y aceptables cambios para adaptar la obra al medio, en resumen haciendo honor a esa gran novela gráfica de Frank Miller. Zack Snyder tenía dos triunfos de dos posibles en su haber, y es por eso que cuando su nombre surgió como director del proyecto de "Watchmen" muchos nos tranquilizamos pensando sobre todo en "300", aunque la suma complejidad de la obra de Moore y Gibbons era un desafío aún mayor. Cuando el material promocional del film comenzó a ver la luz ya muchos nos empezamos a convencer que el milagro era posible; estéticamente el film parecía cumplir con creces, las vibraciones eran más buenas aún que las que podría tener el más optimista, y es por eso que tras ver el film aún cabe resaltar más el mérito del director que con 3 obras imprescindibles se ha creado para sí una fama de director visionario que le viene como anillo al dedo.

Parece que Snyder es consciente de algo: si sabe que los cómics que adaptada son obras maestras en su medio lo único que le hace falta son dos cosas, primero respetar lo máximo que pueda el material original para conseguir trasladar en la mayor medida su espíritu, y segundo saber cómo y qué variar para que la obra consiga amoldarse perfectamente a los cánones cinematográficos y tener éxito en dicho medio. Y no creo que ambas cosas, sobre todo la segunda, sean fáciles de obtener; estoy seguro que para ello se debe tener un don, y en eso Snyder ha triunfado como pocos lo han hecho. En el caso de "Watchmen" no lo podía tener más difícil, los fans del cómic iban a mirar con lupa cada cosa que hiciera y obviando pequeños y necesarios cambios (no quiero destriparlos pero considero que el final es un cambio razonable para los tiempos que corren) creo que "Watchmen" como adaptación es casi casi un 10, no debería alcanzar el 10 por que realmente hay cosas que se deja en el tintero (como la subtrama de Hollis Mason, la de los Relatos del Navío Negro o la historia completa de Ozymandias), pero teniendo en cuenta el esfuerzo titánico del director lo justo sería darle un completo 10 en este aspecto como adaptación, así que personalmente creo que es la nota que merece, una adaptación que ni en las mejores suposiciones habría tenido lugar.

Se ha puesto toda la carne en el asador, la Warner y Paramount Pictures financiaron el film con 150 millones de dólares ("300" costó $65M) para que Snyder diera rienda suelta a su libertad creativa y potencial y desde el inicio se centró en encontrar un casting de actores desconocidos o semidesconocidos, para que el actor no destacara por encima del personaje. De hecho hay pocos actores abiertamente famosos en el reparto, como mucho Billy Crudup, Jackie Earle Haley (nominado al Oscar hace dos años por "Juegos Secretos (Little Children)"), Jeffrey Dean Morgan, Carla Gugino o Patrick Wilson, aunque ningún miembro del reparto era un novato en esto de la interpretación, el casting está repleto de talento y eso queda patente en toda la cinta, la cual está repleta de personajes secundarios que independientemente de lo corto o largo de su papel cumplen con espléndida soltura.

Físicamente y estéticamente los protagonistas asombran por la fidelidad con la que han sido adaptados, con excepción quizá de Ozymandias y el traje de Búho Nocturno, ambos sufriendo de un pequeño sobrecargo en sus trajes, nada grave, pero el máximo nivel de semejanza llega en Rorschach el cual tiene detalles que dan una muestra de lo fino que se ha hilado con su personaje, solo hace falta ver una de las hombreras de la gabardina del personaje para ver que tiene un botón roto, ¡igual que en el cómic! El Rorschach de la película es quizá el mejor personaje de la película, el mejor y el que ha sido adaptado con más fidelidad junto a El Comediante en ambas facetas, tanto físicamente como en el carácter, motivaciones y comportamiento del personaje («¡No soy yo el que está encerrado con vosotros, sois vosotros los que estáis encerrados conmigo!»). Rorschach es despiadado, contundente, está loco, es tremendamente conservador y su lucha contra el crimen persiste a pesar de la Ley Keene, aquella que en 1977 estableció la prohibición de los héroes enmascarados; Rorschach no está sujeto a las tendencias del gobierno y cree que debe seguir con su tarea en la purificación de la ciudad, una Nueva York podrida y consumida en su corrupción y en la que él se ha convertido en un justiciero adecuado para los tiempos que corren. Rorschach es tremendamente oscuro y psicópata, lo cual queda reflejado a la perfección en el último tercio del film donde, al igual que en la novela, se explora su personaje desde los inicios y queda patente su perturbado estado mental. Jackie Earle Haley sorprende y mucho en su papel, un actor que físicamente se encontraba lejos del aspecto del personaje pero que ayudado por las maravillas del maquillaje consigue ser un calco del Walter Kovacs original, y es capaz de meterse en su rol absolutamente y reflejar esa locura en miradas perdidas, sin duda Haley es el mejor de la cinta y el que más se luce; también sabe mostrase contundente y duro cuando debe, y aunque no lo he podido escuchar en versión original estoy seguro que su trabajo vocal es excelente, como lo es el del extraordinario doblaje en español que cambia la voz cuando lleva la máscara y cuando no, igual que se supone que pasa en el cómic por la forma de los bocadillos. Hablando del doblaje español debo señalar que es magnífico, soy igualmente defensor de la versión original que del doblaje en España (considero que lo primero y mejor siempre es la versión original, pero si no se puede en España se hace un trabajo de doblaje insuperable en la mayoría de ocasiones), y en esta película todo el esfuerzo hecho por los dobladores es de la máxima categoría, sobre todo en detalles como los comentados de Rorschach cuya voz es fundamental como hilo narrativo en el film. Y como remate final al personaje está la sublime recreación de la máscara cambiante, es espectacular la forma que han tenido de realizarla, realmente es tal y como describe el cómic; los efectos visuales en este apartado no tienen réplica, son inapreciables, sin olvidarse que cada test de Rorschach que se representa en la película corresponde al que Alan Moore y Dave Gibbons representaron en cada estado de ánimo y momento del personaje en la novela gráfica, manteniendo su significado y dando testigo del respeto de la película para con la obra.

Es importante avisar que sobre todo por parte del personaje de Rorschach y El Comediante hay cantidad de escenas por las que un niño no debería ver "Watchmen". La calificación del film es de +18 (otra prueba más del valor de Snyder en este film y en toda su filmografía entera), la cual está muy justificada porque no faltan los recreamientos en huesos y articulaciones partidas, hachazos en la cabeza, mutilaciones y demás exquisiteces además de escenas de sexo. "Watchmen" NO es una película de superhéroes al uso, quizá al espectador que vaya al cine sin saber qué va a encontrarse puedan confundirle creyendo que verá otra "X-Men", pero nada más lejos de la verdad, realmente la película está basada en un cómic de renombre en el cual no escatiman en barbaridades (y del cual cualquiera se puede informar para saber que no es un cómic para niños); en "Watchmen" no hay superhéroes guapos que luchan contra la injusticia, esta película está basada en una sociedad decadente y unos héroes sombríos que no tienen nada de "súper", son personas con el único poder de dar guantazos como panes y una gran voluntad pero que ni vuelan ni tienen ultrafuerza —con la excepción de uno que es el núcleo entero de la sociedad y del film— por lo que de "Spider-Man" tiene bien poco. Este aviso es importante: no es una película para niños, hay violencia dura para un crío, sexo y bastantes barbaridades, así que todo el mundo debería informarse antes de plantarse con sus dos hijos a ver este film (como vi en la sala el día que fui).

El Comediante es otro de los personajes que han sido recreados a la perfección, tanto físicamente como psicológicamente, gracias a la interpretación de Jeffrey Dean Morgan que encaja a las mil maravillas en el perfil del tipo duro, sin escrúpulos, repulsivo y agudo, recreando las escenas en las que destaca en el cómic de forma perfecta. El protagonismo de El Comediante es aislado, pero sus pocas apariciones son de una importancia clave en la trama y por eso es importante encajar bien en el papel, y Morgan expresa muy bien toda esa ironía y mala leche del (anti)héroe; es bueno ver que al igual que Rorschach sus escenas tampoco han visto censura y excepto por un par de frases algo descolocadas (que tienen que ver con el cambio del final) su personaje mantiene la esencia del cómic. Para él todo es una broma, en principio parece ser que es el personaje que menos apego le tiene a la vida pero finalmente descubrimos que desde el principio supo ver la realidad en el mundo, y por eso se reía, sabía que todo se reducía a una broma pesada. Todos los personajes están representados con fidelidad, los mejores son como he dicho son Rorschach y El Comediante sin duda, pero hasta el personaje principal que está "peor" retratado, Ozymandias, está fabuloso. Adrian Veidt (Ozymandias) es quizá el personaje que mayor cambio sufre respecto a su original del papel, por la vestimenta (que por cierto he leído que es una especie de parodia/broma de lo hecho por Michael Schumacher en "Batman y Robin") y por la juventud del actor elegido para el papel, Matthew Goode, pero igualmente a pesar de perder fuerza respecto al de la novela gráfica mantiene sus motivaciones y personalidad en gran parte, es soberbio y calmado y el que está en mejor forma e incluso hay lugar para que en una escena muestra su intelecto (que presuntamente es el mayor del mundo), pero han dejado atrás la que para mí acaba perfilando una de las mejores historias del cómic, la de la vida de Ozymandias desde que mueren sus padres siendo niño, y finalmente una de las mejores escenas que he leido jamás en un cómic. Igualmente no hay reproche ni para el personaje ni para el actor que realiza un estupendo trabajo mostrando su superioridad.

El segundo Búho Nocturno, Dan Dreiberg, tiene otra de las caras algo conocidas del cartel interpretándolo, Patrick Wilson, que encaja de forma impecable como el ajado Dreiberg, un panoli venido a menos que se intenta autoconvencer que ha dejado atrás sus días héroe aunque en lo más profundo de su alma añore esa gloriosa sensación. Intenta no seguir aferrándose al juego de críos en el que se vio inmerso pero no puede evitar sentirse desgraciado por haber tenido que dejar el traje atrás. «Les diste la espalda» le dice Rorschach cuando pregunta qué pasó con aquellos tiempos; Dreiberg vive frustrado y Wilson consigue trasmitir esa soledad muy bien, me ha sorprendido sobre todo porque inicialmente no me daba el perfil, lo veía demasiado joven para el papel pero finalmente me ha parecido que es uno de los mejores de la cinta. Los alardes interpretativos de todo el reparto no es que sean soberbios pero desde luego cumplen todos con su cometido de sobras. La segunda Espectro de Seda es Malin Akerman, una preciosa y desconocida actriz con cierto parecido físico a Kate Hudson (aunque en este film sale morena, claro) que también realiza un papel más que correcto, en este caso Laurie Jupiter tiene un carácter ligeramente distinto al de la novela gráfica, quizá algo menos intensa, algo más ruda. Sus escenas con Dreiberg tienen la tensión sexual necesaria, pero en cambio con el Dr. Manhattan la cosa pierde algo de entusiasmo; igualmente la forma que tiene de repartir galletas es increíble, y físicamente Akerman es insuperable.

Finalmente otro de los méritos del film es el Dr. Manhattan. Realizar un personaje que desprende una especie de luz/calor azul, es capaz de teletransportarse, crecer, multiplicarse y tiene una presencia casi etérea hubiera sido casi imposible de no disponer de la tecnología actual, y habría sumamente ridículo. Pero hoy, en 2009, es todo un éxito prácticamente al 100% creíble físicamente, reproduciendo de forma bastante semejante el espíritu que refleja el personaje, esa especie de Dios de proporciones perfectas. A ver, realmente es una versión del Dr. Manhattan, ya que la profundidad del personaje del cómic era casi imposible de llevar a cabo a la película, y teniendo en cuenta las limitaciones (de tiempo también, aunque la película dure 160 minutos) el resultado es inmejorable. Hasta se ha llegado a incluir un tema tan complejo como es la percepción del tiempo por parte de Jon Osterman, en ese sublime episodio del cómic que transcurre en Marte donde presente, pasado y futuro son simultáneos; en el film reconozco que está bastante bien llevado. Quizá el Dr. Manhattan es el personaje más importante de la historia (que no el más protagonista) ya que él solo cambia el mundo y la percepción de la sociedad de cosas que hasta el momento eran inalcanzables. Para demostrar una vez más la valentía de Snyder con la adaptación solo hay que ver lo poco que censuran en el film el miembro viril del Dr. Manhattan, son ejemplos tontos pero demuestran buen hacer y valentía, como el lesbianismo de Silueta, el episodio de los perros de Rorschach o el sueño nuclear de Dreiberg. También hay lugar para el guiño en los soberbios títulos de crédito del film, un disfrute máximo donde acompañados por la música de Bob Dylan y su "The Times They Are A-Changin'" vemos los inicios de los Minutemen, el grupo originario de héroes que dio pie a los Watchmen. En esa intro podemos ver el destino de cada personaje, Polilla siendo llevado al manicomio, Dollar Bill acribillado a balazos por el episodio de la capa, Silueta muriendo con su amante en la cama en un episodio de homofobia, la primera Espectro de Seda protagonizando escándalos, etc., de los mejores créditos iniciales que recuerdo haber visto en un film. Carla Gugino interpreta a la primera Espectro de Seda aunque tiene tan poco protagonismo como Stephen McHattie en la piel de Hollis Mason, el primer Búho Nocturno, aunque éste último reduce aún más la cuota de aparición con respecto a la novela gráfica. Los episodios de los Minutemen están reflejados con extrema fidelidad, incluso el acento de Justicia Encapuchada, por citar un detalle minúsculo, puede deducirse como ruso o alemán en la única frase que tiene en todo el film, igual que se deja ver en el cómic.

La ambientación ochentera es un logro en el film, consigue recrear a la perfección los escenarios más típicos de la novela gráfica, ¡incluso aparece el quiosco! —que por cierto fue una de las primeras imágenes de la película que vi y fue entonces cuando supe que "Watchmen" sería grande— y es capaz de hallar un punto medio entre el tono cómic y el carácter serio, sin alejarse ni un poco del material original. La fotografía de Larry Fong, que trabajó con Snyder en "300" y también en la serie "Perdidos", está acostumbrada a sacar partido de las imágenes digitales de las que imperceptiblemente está lleno el film, porque si algo también tiene Snyder es un excepcional sentido de la estética y del gusto a la hora de utilizar los efectos especiales y visuales. Los escenarios de Marte y el palacio de cristal son otra prueba más de la calidad del film y lo bien invertidos que están los 150 millones de presupuesto. El compositor de la música es nada más y nada menos que Tyler Bates, que ha musicalizado todas las películas del director y también el remake de Rob Zombie de "Halloween", "Slither: La Plaga", "Doomsday: El Día del Juicio" y muchos otros productos de culto y serie B que demuestra la pasión del compositor por el tipo de films en los que se involucra. La música de "Watchmen" es cuanto menos peculiar, no solo por la excelente Banda Sonora Original que sirve de fondo sino por la elección de los temas, muchos de los cuales estaban indicados en la misma novela gráfica como la inclusión de Bob Dylan, aunque también los hay de curiosos como La Cabalgata de las Valkirias o Hallelujah de Leonard Cohen. Los temas de Philip Glass me parecen de lo más acertado, igual que el "Sound of Silence" de Simon y Garfunkel para el funeral y el "Desolation Row" de los títulos de crédito interpretada por My Chemical Romance (hay que ver como se parecen a los Sex Pistols), sinceramente la elección tanto de la banda sonora como de los temas para el film me parecen de lo más acertado, todo un triunfo.

Hay algo en lo que la película supera ampliamente al cómic, los combates entre héroes enmascarados. Las coreografías de peleas son brutalísimas, en todos los sentidos, no solo tienen una fuerza descomunal (algo había que incluir para hacer que las peleas fueran más espectaculares) sino que están rodadas con una maestría que solo Zack Snyder podía llevar a cabo. Ya en "300" nos dejó a todos boquiabiertos con un uso de la cámara lenta (también llamada tiempo bala/bullet time) y aquí repite este efecto al que parece haberse acomodado, y pese a utilizarlo constantemente el realizador tiene el don de saber cuándo utilizarlo y cuando no, y los combates se ven beneficiados por ese oportunismo. Esta inteligencia en la dirección de las peleas hacen que en este aspecto sean insuperables, no nos podemos perder detalle como por ejemplo podía pasar en "El Caballero Oscuro" (pese a mejorar este matiz desde "Batman Begins") o cualquier película de la trilogía de Jason Bourne, y como pasaba en las batallas entre espartanos y persas en la anterior película del director disfrutamos como locos de cada envite de los héroes donde la sangre y los huesos rotos invaden la pantalla.

El montaje del film de William Hoy al final tuvo que acabar reduciendo la cinta a una duración de 2 horas y 45 minutos, mucho para un film pero poco para "Watchmen", yo me quedé con ganas de un poco más y eso que la película es larga, pero no se hace larga. Uno de los fragmentos que quedaron fuera fue el destino de Hollis Mason, igual que los Relatos del Navío Negro que teóricamente Snyder quería realizar con un estilo parecido al de "300", lo que hubiera disparado el presupuesto; finalmente este relato saldrá al mercado en forma de producción animada en DVD, y el protagonista tendrá la voz de Gerard Butler, el protagonista de su anterior film, Leónidas. Darren Aronofsky estuvo a punto de dirigir el guión de David Hayter y Alex Tse, los dos noveles guionistas, y más tarde Paul Greengrass estuvo ligado al proyecto tras el abandono del primero para realizar esa maravilla llamada "La Fuente de la Vida", pero finalmente el proyecto cayó en manos de Snyder quien aceptó de buen grado la fidelidad del guión, que incluso da lugar a repeticiones de frases textuales de la novela gráfica y escenificaciones literales. Todo se ha tenido en cuenta para adaptar este film, incluso constantemente el espectador más atento puede identificar anuncios en TV o por las calles de detalles como Nostalgia (la colonia de Veidt), Pyramid u otros utensilios de Ozymandias, o pequeños guiños como la Biblia de Tijuana de Sally Jupiter, ediciones del libro "Bajo la Máscara" de Hollis Manson sobre una mesita de su taller o la escena final donde aparece el quiosco, el psicólogo y otros elementos comunes del cómic. Y como reamte final hay que prestar atención a los pósters de cada personaje que se realizaron para la promoción, exactamente iguales que los que se hicieron para el cómic, todo un detalle para los aficionados.

Definitivamente "Watchmen" es un éxito a todos los efectos, como adaptación es un 10, como película es otro 10, y dado el esfuerzo que ello tiene que haber requerido, el nivel de detalle, la minuciosidad en la adaptación y la dificultad extrema del proyecto (creo que no hay muchas obras que tengan más dificultades que esta a la hora de ser adaptadas a cine) creo que se puede decir con la boca llena que es una obra maestra, así que a partir de ahora cuando oigamos que Zack Snyder está tras un proyecto ya podremos relajar los músculos, porque este director tiene tres cosas que son imprescindibles para hacer películas/adaptaciones redondas: talento, respeto y un par de huevos bien puestos. El espíritu del film es bastante parecido al de la novela gráfica de Moore (que como siempre se ha desentendido de cualquier adaptación de su obra literaria al celuloide) y Gibbons, y las cosas dejadas en el tintero son mínimas, lo realmente importante es saber que la película ha sido realizada con amor y valentía, y por lo tanto con mucha fidelidad y respeto, y eso se ha notado en una película en la que los fans se han volcado y la crítica no ha podido echársele encima. Podemos decirlo en voz alta: sí, era posible, y tanto que lo era.

Mi puntuación: 10/10.