¿Qué pasaría si de un día para otro tu vida desapareciese?
El hogar nos aporta confort y seguridad, nos proporciona protección y bienestar. Nuestra morada es un santuario donde los males que acechan el mundo exterior quedan olvidados o relegados a un segundo plano, un lugar donde descartar de la mente las atrocidades de la sociedad. ¿Pero qué pasa si de pronto ni tu propia casa es capaz de ser un lugar donde poder bajar la guardia? ¿Qué ocurre si tu domicilio se convierte en un infierno de la noche a la mañana? Como he comentado varias veces el cine es un arma perfecta para proyectar nuestras inquietudes, actitudes y miedos, es una herramienta especializada en sacar a relucir nuestros pensamientos más profundos; el cine de terror en concreto se sirve de nuestras mayores fobias para entretenernos haciéndonos pasar malos ratos, y cuanto más realista sea la historia y el contexto más conseguirá atemorizarnos. "Ellos" es una película que no solo aborda el concepto del hogar como lugar vulnerable, sino que juega la horrorosa baza del poder perderlo todo en tu vida en un solo instante, sin justificación aparente ni posibilidad de restitución. Y eso es realmente pavoroso.
En este artículo me referiré a "Ellos" como a la película francesa ("Ils") de 2006, dirigida y escrita por David Moreau y Xavier Palud, no a la norteamericana ("They") de 2002 dirigida por Robert Harmon que nada tiene que ver con ésta. Esta producción francesa (y rumana) está presuntamente basada en hechos reales, hechos que podrían o han podido inspirar muchos otros relatos como "Los Extraños" o "Funny Games" (1997), de la que parece beber ligeramente. Desde luego tiene muchos puntos en común con ésta última, como el escenario o algunos otros puntos que no conviene desvelar, y de hecho creo que "Ellos" está claro que ha servido de inspiración para varias películas a la vez que se ha inspirado en otras tantas de temática similar. Por ejemplo la extraordinaria cinta británica "Eden Lake" comparte muchos factores con "Ellos", o "À l'Intérieur", sin olvidarnos de la primera mitad de "Martyrs". Precisamente "Ellos" puede considerarse, junto a "Alta Tensión" y "Calvaire", una de las películas que dieron pie a la nueva ola de cine de terror galo que tanto impacto ha tenido en el género del cine de terror en esta década y de la que he hablado varias veces en este blog. Además, el inicio me ha recordado a películas como "Eden Lake", "Dead Snow" y "Evil Dead", películas que empiezan con una muestra de lo lejos de la civilización que está el lugar donde transcurre la acción, para hacer mella en lo aislado y solitario que es el emplazamiento en el que se verán atrapados los protagonistas.
Es curioso cómo a pesar de ser "Ellos" la película que originalmente introdujera un estilo o un tipo de cinta con ciertos elementos sea la que ahora me parezca menos original. No es justo que sea así, pero es que en verdad lo curioso es que ha sido después de ver películas como "Eden Lake" o "À l'Intérieur" cuando he visto "Ellos", y por eso mismo veo repetidos muchos elementos que se parecen demasiado. Eso no hace más que materializar la influencia que ha tenido la película de Moreau y Palud, una cinta de escaso presupuesto y reducido metraje (apenas 70 minutos), aunque puede evidenciarse que ambos realizadores provienen del mundo de los cortometrajes pues ese abreviado metraje da la sensación de haber sido estirado convenientemente para alcanzar el tiempo mínimo exigido para una película; no es que se haga larga, pero para lo corta que es tarda quizá bastante en arrancar (media hora, sin contar la tensa escena inicial), aunque luego transcurra con fluidez y sea capaz de crear una gran tensión.
El hipersencillo argumento transcurre generando un gigantesco suspense, no acaba de enseñar nada durante todo el metraje sino que se esfuerza en hacernos vivir el miedo y la tensión de los dos protagonistas, Clémentine y Lucas, una pareja francesa que vive en Rumanía y que de pronto se ve metida en un juego macabro del que presumiblemente no saldrán bien parados. A pesar de solo sugerir en vez de enseñar explícitamente consigue atrapar al espectador y hacerle partícipe del horror, esperando constantemente un ruido aquí y allá, temiendo ser sorprendido en la próxima esquina o sombra sin estar convenientemente preparado, todo gracias a una tensión sin fin que una vez empieza no da pausas. Precisamente para lograr crear una sensación de realismo más intensa parece evidente que los realizadores decidieron utilizar un tratamiento de la imagen semejante al de las cámaras digitales caseras, a pesar de que tiene un tono completamente cinematográfico, lo cual hace de "Ellos" una película terrorífica por el hecho de ser tan realista y por tener por eje argumental una situación tan creíble y factible.
"Ellos" es una de las pocas películas pertenecientes a esta corriente de terror francés que han tenido la suerte de haber sido estrenadas en España, junto a "Alta Tensión", quizá debido a que es una película mucho menos sangrienta y bestia que "Martyrs", "À l'Intérieur" o "Frontière(s)", las cuales no están siquiera dobladas (que yo sepa). En el film no hay lugar para escenas que se recreen en la violencia, aunque desde luego es un elemento importante en la trama, ya que fundamentalmente es una película que explota la tensión y el suspense más que la violencia en sí, como las películas comentadas. René-Marc Bini sabe darle buen uso a la música: a veces la utiliza para crear tensión, y otras veces desaparece para crear desasosiego. En silencio cualquier sonido se convierte en una alerta, y esos sonidos traidores que acompañan a la quietud son los que consiguen ponernos más nerviosos.
"Ellos" no es una película original ni especialmente novedosa, pero es capaz de crear una tensión acojonante. No aporta nada nuevo, pero su influencia en subsiguientes cintas de terror la hacen merecedora de figurar entre las obras más influyentes de terror de nuestro país vecino, una corriente que nos ha regalado y sigue regalando cintas de un horror brutal y visceral como hacía tiempo que no había. "Ellos" maneja muy bien su escaso presupuesto y logra una película sencilla, humilde y efectiva, que consigue cumplir su objetivo de tensar los nervios del espectador y hacer pasar un mal rato, a pesar de que después de esta se hayan hecho películas similares que han mejorado el resultado de la película francesa. Y ahora, antes de ir a dormir, cerrad bien la puerta, poned la cadena y guardad el bate de béisbol bajo la almohada...
Mi puntuación: 6/10.