Mostrando entradas con la etiqueta Fantasía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fantasía. Mostrar todas las entradas

jueves, 24 de diciembre de 2009

"Avatar", la mayor experiencia cinematográfica de mi vida.

Un antes y un después en la historia del cine. La mejor forma de acabar la década.

Señores, Señoras, estamos ante un punto de inflexión en la historia del cine. James Cameron lo ha vuelto a lograr, como ya hizo con "Abyss", con "Terminator 2: El Juicio Final" y con "Titanic", ha cambiado la forma de ver películas; el cine es hoy en día lo que es en parte gracias a James Cameron, y con "Avatar" ha marcado una fecha en el calendario: diciembre de 2009 se alza como una fecha en la que el cine de pronto se abrió a nuevas dimensiones que explorar. Literalmente. Esta misma semana he ido a ver "Avatar" y la experiencia ha sido única, ha sido como si volviese a ir al cine por primera vez, una experiencia que me mantuvo casi 3 horas pegado a la pantalla sin pestañear ni mover la cabeza un segundo, boquiabierto (literalmente), estremeciéndome ante lo que tenía delante, poniéndome la carne de gallina decenas de veces (creo que ninguna película hasta la fecha ha logrado ponerme la carne de gallina tantas veces y en tantas ocasiones distintas como esta), con la lagrimilla asomando en varias ocasiones (suerte de las gafas 3D, nadie me vio) y no porque lo que estuviera viendo fuera triste sino por lo bonito de lo que estaba presenciando, por lo emocionante, por lo abrumador. "Avatar" ha supuesto una experiencia cinematográfica única, una que recordaré toda la vida.

Las expectativas no podían ser más altas, James Cameron, aquel director que en cada película que hizo se decidió a impulsar la industria cinematográfica, llevaba 12 años sin estrenar ninguna película desde la destroza-records "Titanic", invadido por los encantos del mundo oceanográfico hizo varios documentales, "Una Expedición de JamesCameron: Bismark", "Misterios del Titanic" y "Misterios Del Océano", y hace unos años el público se empezó a frotar las manos cuando planteó una cinta con la que tenía intención de dar el salto (una vez más) y cambiar la concepción del cine, no solo para el espectador sino para la industria cinematográfica (ya que con "Avatar" se han elaborado técnicas de filmación absolutamente innovadoras las cuales permiten ver el resultado final de una escena con CGI integrados in situ). Las expectativas de una película del director de "Aliens" y "Terminator" no podían ser más altas, ya que prometió con ella una experiencia única; he de reconocer que nunca dudé de él, y es por eso que no vi ningún tráiler, imagen promocional ni clip de "Avatar" para no reventarme el efecto sorpresa, porque sabía perfectamente que Cameron iba a cumplir con su palabra. Y vaya si lo ha hecho.

El no haber visto nada acerca de la película hasta el mismo día que me planté en la sala ha sido uno de los movimientos más sabios que he realizado en mucho tiempo, pues el efecto sorpresa se multiplicó por 100. No quise contaminarme ni condicionarme viendo tráileres y opiniones y el resultado no ha podido ser más óptimo. El universo planteado en "Avatar" me fascinó por completo, y toda la maquinaria metálica y biológica del mundo de Pandora me deslumbró hasta el punto de sentirme dentro de la película, ayudado además por el efecto del 3D, un sistema que considero imprescindible para disfrutar como se debe esta maravilla del séptimo arte pues le da otra magnitud a la película. Textualmente eres un personaje más en la cinta, y no es por repetir el tópico, pero es que es así. Hasta ahora la única película que había visto en 3D era "Monstruos contra Alienígenas" y aunque la experiencia fuese curiosa no me produjo ninguna sensación concreta ni ganas de repetir, pues aquella cinta era más bien del montón. Con "Avatar" ha pasado lo que Cameron nos prometió que pasaría, pasamos a formar parte de la película, la vemos con otros ojos, vivimos la película de otra forma. Mientras veía la película no dejaba de oír cómo la gente se sentía fascinada y sorprendida, incluso yo mismo no podía cerrar la boca, y es que el efecto 3D está tan logrado que "Avatar" no se convierte en una simple película, sino en una experiencia visual y sonora. Si todas las películas que han de venir en 3D logran los resultados de "Avatar", bienvenidas sean. Y lo dice uno que en principio estaba "en contra" de este sistema...

Todos los componentes de "Avatar" están tratados con sumo cariño, su ambientación supera a lo visto en todo tipo de producciones fantásticas, gracias al universo creado por Cameron y su gente, un planeta llamado Pandora que se convierte en el personaje clave de la cinta, el absoluto protagonista de la película. Pandora es un lugar mágico, fantástico, místico, que recuerda a aquellos parajes de los relatos más elaborados de fantasía de nuestra niñez y que destila complejidad y VIDA, una vida diseñada con imaginación y meticulosidad, llena de seres extraños, gigantescos, minúsculos, voladores, anfibios, etc. La riqueza biológica de la película es sencillamente colosal, e incluso la botánica es majestuosa. En algunos aspectos me llegó a recordar a los mundos creados por Hayao Miyazaki en alguna de sus películas, como por ejemplo "Nausicaä del Valle del Viento" o "La Princesa Mononoke", lugares llenos de fantasía que derrochan imaginación, pero esta vez con la ventaja de poder sumergirte de lleno en ese mundo. También en algunos pequeños componentes me recordó a "El Señor de los Anillos" por la majestuosa forma de explotar la flora y la fauna (sobre todo la primera), y sobre todo por la manera de sacar partido al escenario de una forma brillante. Definitivamente, como digo, la verdadera protagonista de "Avatar" es Pandora. Un lugar inolvidable en el que hemos estado gracias a la película.

Los personajes pueden pecar de una cierta sensación de déjà vu ya que se corresponden con algunos clásicos tópicos del cine, así como la propia historia, asociada por muchos a "Bailando con Lobos" o "El Último Samurái", películas con componentes comunes pero que lejos de ser una copia realmente se corresponde con la clásica historia de introducción de un personaje en un mundo ajeno e incluso contrario en algunos aspectos (el amor por la naturaleza en este caso). Jake Sully (un extraordinario Sam Worthington que a este paso apunta a convertirse en un actor de culto de películas de género fantástico tras su papel en "Terminator Salvation" y ver lo bien que pinta el remake de "Furia de Titanes") es el componente ajeno, y su avatar (una especie de cuerpo que se usa como contenedor de la mente) quien descubre el mundo de Pandora al mismo tiempo que nosotros. El guión de Cameron, como siempre cuidado al milímetro, es sencillo y de corte clásico, enfrentando el mal contra el bien una vez más y logrando una intensidad emocional como pocas películas tienen. Como he comentado no han sido pocas las veces que me ha emocionado la película en varios aspectos, me ha entristecido, alegrado, fascinado... El ataque a ÁrbolMadre, la épica batalla final (carne de gallina), el entrenamiento de Jake Sully, el descubrimiento de Pandora... todos son momentos épicos en la cinta. James Cameron hace gala una vez más de los tres elementos que mejor domina y que ya expuse en la reseña de "Mentiras Arriesgadas": en primer lugar el extraordinario montaje que hace de los 160 minutos de película un chasquido de dedos, una película que a pesar de durar casi 3 horas podría haber durado otras 3, porque jamás aburre ni adolece de estiramientos innecesarios, tiene un ritmo prodigioso; en segundo lugar la suprema planificación de las secuencias de acción, desde las persecuciones de los tremendos animales del planeta hasta las batallas aéreas entre Na'vi y humanos, así como muchas otras poseedoras de una agilidad y visión privilegiada, y por último los efectos especiales... hasta ahora no abarco dudas en decir que es lo más grande que han visto estos ojos en una sala de cine. "Distrito 9" tiene unos efectos brutales, "Terminator Salvation" y "Watchmen" también (en general este año ha gozado de cintas con unos efectos visuales tremendos), pero lo que sucede en "Avatar" no tiene nombre, es algo realmente sobrenatural. Lo juro por Eywa, los mismos Na'vi y los seres animales y vegetales de la película superan todo lo visto hasta el momento, parecen reales y su semejanza con los actores reales que les dan vida es algo casi inconcebible. Sabes que el avatar de Jake Sully es igualito que Worthington, que el de Grace es exactamente igual que la grandiosa Sigourney Weaver (casi parece haber rejuvenecido unos cuantos años), así como la Na'vi de Zoë Saldaña, que hace un extraordinario papel. Es importante resaltar los papeles de los actores a pesar de estar creados digitalmente (apostaría algo a que en un futuro se considerarán las interpretaciones de personajes digitales o digitalizados para los premios como los Oscar) hacen unas interpretaciones creíbles y muy complejas. Mención especial para un enorme (figurada y literalmente) Stephen Lang como malo malísimo, desprendiendo una mala leche considerable, y una siempre agradable de ver Sigourney Weaver, mito andante.

El diseño de los Na'vi es espectacular, homínidos de aspecto felino de 3 metros de altura de una gran agilidad y gran expresividad facial. Me ha encantado encontrarme con una gran cantidad de Na'vi, todos distintos entre ellos y no un simple copy/paste; detalles como este demuestran el cuidado con el que se ha trabajado en "Avatar", una película cuyo proceso de pre-producción ha sido largo y arduo. Cameron ha demostrado con esta película que es uno de los directores más grandes e importantes de la historia del cine, le pese a quien le pese. En "Avatar" también nos topamos con un James Horner inconmensurable, componiendo una BSO con la que se supera a sí mismo. El realizador de los scores de "Aliens" y "Titanic" (por la que ganó dos Oscar) es capaz de apoderarse de la película y convertir el elemento sonoro en protagonista de muchas escenas, como el vuelo de Jake Sully o el segundo nacimiento del mismo, con sonidos tribales, exóticos y salvajes que casan muy bien con el tono de Pandora. Una BSO realmente apabullante.

Definitivamente "Avatar" es una obra maestra. Tiene todos los componentes para gustar y triunfar; de hecho me extrañaría mucho que no se forrase a Oscars y que no consiguiese unas cifras estratosféricas en taquilla, y es una película de aquellas que enamora. Esta vez tendréis que disculpar mi tono, sé que estoy siendo más subjetivo que nunca, más de lo que ya suelo ser, pero es que "Avatar" es una película lo suficientemente especial como para permitirme ese lujo; realmente me es imposible resultar parcial al hablar de esta cinta... Me ha dejado anonadado. Cameron era el director ideal para dar este paso e influir en el formato del cine de esta manera, y lo ha logrado con creces. Hasta el momento "Moon" era mi opción de mejor película del año, pero tras ver "Avatar" no puedo hacer más que sentirlo por la joya de Duncan Jones y escoger ésta como la mejor película de 2009 a nivel personal. No solo por su calidad, no solo por su avance tecnológico, sino por las múltiples sensaciones que ha despertado en mí, por haberme penetrado de tal forma que días después sigo sin poder sacármela de la cabeza. James Cameron ha comenzado con "Avatar" una nueva era en la historia del cine.

«Te veo.»

Mi puntuación: 10/10.

miércoles, 5 de agosto de 2009

"Up", hacia lo más alto.

¡Hasta Sudamérica y más allá!

Uno ya pierde la cuenta de las veces que Pixar le ha dejado boquiabierto. El año pasado con "WALL•E" me robaron el corazón por enésima vez, y prácticamente doce meses después lo han vuelto a hacer con una nueva hazaña creativa: "Up". La décima película de Pixar Animation Studios, distribuida por Disney de nuevo, vuelve a partir de una idea original, de un concepto nuevo, rechazando ser una repetición de algo que ya funcionara en el pasado; ni es secuela, ni es "remake" (curioso, ahora que lo pienso, que de películas animadas no se hagan remakes actualmente tal y como está la industria) y eso es algo que siempre ha definido a Pixar, continuamente intentando subirse el listón, nunca poniéndoselo fácil, exigiéndose el máximo. Es una filosofía de hacer cine lo que sostienen estos habilidosos hacedores de fantasía, especialistas en potenciar y hacer brotar los sentimientos más profundos y agradables del alma humana.

Desde 2006 Pixar nos lleva regalando una de sus películas cada verano, una preciosa costumbre la de no faltar a la cita anual desde hace ya unos cuatro años, aunque también es verdad que la mayor pausa entre películas fueron los tres años que separaron a "Toy Story" de "Bichos", desde entonces no han dejado pasar más de dos años entre películas, y desde "Cars" la visita anual de los magos de Pixar ha sido inquebrantable. Este prolífico ritmo no merma la calidad de las cintas del estudio, todo lo contrario, parece que con cada nuevo proyecto que afrontan la calidad sube un peldaño en algún aspecto, y tampoco cesa la originalidad, bandera de Pixar. Solamente cuentan con una secuela en su haber, "Toy Story 2" (lo cual provocó desacuerdos entre Disney y Pixar), y curiosamente la próxima película del estudio será "Toy Story 3" para el año que viene, la única secuela en preparación junto a "Cars 2", prevista para 2011. Es raro que Pixar se permita hacer secuelas sus películas, pero la presión (e influencia) de Disney es grande y Pixar ha acabado cediendo, no de muy buena gana. De todos modos es innegable que la tónica general de Pixar es la de la originalidad, haya secuelas o no, y "Up" vuelve a ser una vez más un clarísimo ejemplo de ello.

La sinopsis de "Up" sorprende mucho, no solo es increíblemente genuina (no hay ninguna película que ni se le parezca en argumento, que yo sepa) sino que es tan estrambótica como curiosa; a priori: un septuagenario decide lanzarse a la aventura atando miles de globos con helio a su casa para transportarla por el cielo hasta las exóticas tierras de Sudamérica y rendir homenaje a su difunta esposa. Y punto (a grandes rasgos, claro). Y solo con eso los chicos de Pixar se marcan una de las aventuras más bonitas, profundas y maravillosas que recuerdo haber visto. Desde buen comienzo uno se hace a la idea de que no solo será comedia lo que veremos, con un prólogo-express completamente sobrecogedor conocemos a grandes rasgos los antecedentes del protagonista, el entrañable y cascarrabias Carl Fredricksen, un protagonista que rompiendo con los esquemas del cine de Hollywood no es ni joven ni guapo, es un cansado y malhumorado abuelo de 78 años que vive en una pequeña casa cuyo derrumbamiento es cuestión de tiempo; ya rompemos con el primer tópico del cine en general. Luego tenemos el dato de que "Up" es la segunda película de Pixar protagonizada exclusivamente por seres humanos (la primera sería "Los Increíbles", a pesar de que sean superhéroes), y aunque en "Monstruos S.A.", "Toy Story", "Ratatouille" o "WALL•E" los humanos tuvieran un papel importante no eran los verdaderos protagonistas de la cinta. Es decir, no diré que no tenemos a animales parlanchines (lo de los perros es uno de los puntazos más épicos que recuerdo haber visto en una película) pero desde luego no es otra película más con animalitos como protagonistas como parodiaba aquel mítico tráiler de la película de "Los Simpson".

La última vez los chicos de Pixar se pasaron a la Sci-Fi (y al género post-apocalíptico también) con "WALL•E", esta vez vuelven a rendir tributo a los géneros de aventura y fantasía, aunque hay géneros que siempre están presentes en las películas del estudio: la comedia, el drama y la aventura (con algo de acción) nunca faltan, y son como el colchón o los cimientos para el resto de géneros añadidos, en este caso la fantasía, aunque "Up" no es 100% fantástica sino que tiene elementos fantásticos sobre un universo aparentemente real (estamos hablando de una casa que vuela con globos, vale, pero en general casi todo es bastante verosímil). No solo son originales en cuanto a planteamientos y argumentos sino que también son brillantes a la hora de cambiar de tercio.

Otro aspecto en el que "Up" en concreto es un ejemplo a seguir (intentaré centrarme ahora en "Up" y solo en "Up") es en su vertiente de comedia, pocas películas me han hecho reír como esta, y es que está llena de constantes puntazos humorísticos; la actitud de los perros es directamente épica, aunque hablen gracias a un dispositivo electrónico no dejan de ser simples "estúpidos" perros, Kevin es otro de los grandes logros de la cinta con algunos momentos de pura gloria como el primer encuentro entre el pájaro y Carl (cuando se pone a imitar al abuelo casi me descoyunto de la risa), también el repelente Russell al final acaba ofreciendo grandes dosis de humor, y por supuesto el gran Carl Fredricksen que sin quererlo es el personaje más gracioso de la cinta y el más entrañable. Con Carl conocemos la risa y el llanto, y es que como he explicado antes el prólogo es realmente conmovedor, una corta secuencia donde la figura de Carl queda reflejada a la perfección, solamente con ese pequeño tramo conocemos lo suficiente del personaje para entender su mal humor y su pasión y encariñarnos con él para el resto de la cinta. El guión está diseñado para que igualmente el pequeño explorador/cartero, Russell, nos resulte en primer lugar repelente y más tarde simpático, ya que su personaje, al igual que Carl, sufre una interesante (y tópica, admitámoslo) evolución. Estos son los dos protagonistas principales aunque se tendría que destacar también a la esposa de Carl, Ellie, que sin aparecer en la cinta —exceptuando el prólogo— resulta ser un personaje clave. También el villano de la función es digno de mención, Charles Muntz, el explorador desaparecido que por una vez es un villano con ambiciones menos insanas de lo que pueda parecer, aunque sus métodos son ciertamente malignos. Un personaje la mar de interesante, sobre todo porque es un villano con el que empatizar y sentir pena, aunque en ningún instante el mismo Muntz quiera provocar ese sentimiento sino que es su historia la que lo hace. El reparto canino es de lo más alegre, destacando al gran Dug y el trío de perros al servicio de Muntz, unos personajes muy frescos y divertidos. Cabe destacar el doblaje de la cinta al español, un trabajo de la máxima categoría como siempre; la voz de Carl Fredricksen (en versión original el prolífico Edward Asner) la pone el gran Luis Varela, extraordinario actor no solo expresivamente sino también vocalmente, una voz flexible, experimentada, que es capaz de despertar toda clase de sentimientos y dotar de personalidad al protagonista. La voz de Muntz (voz original del mítico Christopher Plummer) es del también famoso vocalmente Claudio Rodríguez (voz habitual de Charlton Heston) es una interpretación vocal excelente. El resto del reparto principal de voces lo cierran Juan Amador Pulido como Alfa, el Doberman (Bob Peterson en V.O.), Julián Mora como Russell (en la V.O. Jordan Nagai en su primer papel como doblador), Fernando Cabrera como Dug (también Bob Peterson en V.O.), Luis BajoBrian Griffin en "Padre de Familia"!) como Beta, el Rottweiler (Delroy Lindo en V.O.) y José Escobosa como Gamma, el Bulldog (Jerome Ranft en V.O.). Por supuesto tampoco falta en la versión original John Ratzenberger, actor que ha puesto su voz al servicio de todas y cada una de las películas de Pixar, en este caso para uno de los trabajadores de la construcción. Todos soberbios, la verdad. Hay veces que nos quejamos del doblaje español en algunas cintas y este es momento para reivindicarlo; sí que es verdad que la Versión Original debería ser la que se viera en el cine pero dadas las dificultades con el idioma debemos reconocer la enorme calidad del doblaje que se hace en España, "Up" es buena prueba de ello. ¡Y atención al 'cameo' de Matías Prats!

La animación de la cinta vuelve a ser una vez más suprema, el máximo nivel imaginado en el cine actual. "WALL•E" ya definió donde debería estar el listón en el género animado y "Up" sigue la estela de aquella, con unos personajes dibujados con trazos exagerados, mezclando formas redondeadas con rectilíneas, muy caricaturizados pero realísticos a la vez, y gozando de un paisajismo extraordinario. Como ejemplo de la atención que se ha prestado a los detalles se podría destacar cómo crece la barba de Carl mientras está en la selva, un detalle casi imperceptible pero presente. Además la fotografía es maravillosa (no sé si se puede considerar propiamente "fotografía"), con unos escenarios maravillosos que te dejan embobado, sobre todo los del paraje perdido de Las Cataratas Paraíso, un paisaje basado en el viaje que el director Peter Docter y otros miembros de Pixar hicieron a Venezuela años atrás y en el que tomaron fotografías y bocetos tras quedarse prendados del lugar. Técnicamente la película no tiene réplica, el nivel de perfeccionamiento de Pixar parece insuperable en cada nueva cinta y "Up" goza de unas animaciones supremas, sobre todo en algunos efectos en concreto como las texturas de la ropa y tejidos, es decir, los dobleces en los pantalones al andar, el pelo de los perros (diferente en cada una de las razas de perro que aparecen en la cinta), el cuero de la chaqueta de Muntz, el pelo de Carl, etc. y también hay escenas que son de lo mejorcito en cuanto a secuencias de acción en el año: todas las persecuciones de Kevin por parte de los perros son increíbles, en concreto la que hace acompañado de Carl y Russell, tanto técnicamente como artísticamente, están planeadas al milímetro y dan una sensación de frenesí espectacular; también la secuencia final en el dirigible es de vértigo, tanto la parte que transcurre en la misma nave Spirit of Adventur como el ataque con las avionetas (esos huesos de juguete/gatillos), una maravilla en todos los aspectos rodadas con mucho sentido del gusto y talento. Y no me puedo olvidar de otra de las secuencias estrella de la cinta, aquella en la que vemos por fin como la casa de Carl se eleva hacia los cielos impulsada por los globos de helio, un momento que pone la carne de gallina.

El director de esta cinta es Pete Docter (en IMDB aparece como co-director Bob Peterson, guionista de esta "Up", "Ratatouille" y "Buscando a Nemo" y voz de Alpha y Dug), director de la suprema "Monstruos S.A." y el corto que la acompañaba, que ocho años después ha sido el encargado de volver a dirigir otro ambicioso proyecto tras varios años de preparación. Además de animar algunos de los cortos más famosos de la factoría Docter fue una de las cabezas pensantes que parieron las historias de "Toy Story", "Toy Story 2", "Monstruos S.A." y "WALL•E" junto a los otros cerebros de Pixar como John Lasseter, Andrew Stanton, Joe Ranft, etc. Lo bueno que tiene Pixar es que son como una familia, todos están involucrados de una forma u otra en las distintas películas del estudio, ya sea escribiendo el guión o dando la idea original, doblando voces, animando, dirigiendo o cualquier otra cosa, en Pixar no se destacan a los directores sino a la propia Compañía y eso dice mucho del buen hacer de esta polifacética gente y de la filosofía antes comentada. En este caso concreto Peter Docter no solo dirige "Up" sino que también realiza su primer guión para un largometraje de la compañía, siendo además uno de los promotores de la idea principal junto a Bob Peterson, el otro guionista y cabeza pensante de la cinta. El actor y guionista Thomas McCarthy ("The Wire", "Michael Clayton") es otro de los cerebros que plantaron la semilla para el guión de la cinta, un guión lleno de ternura, divertido, tremendamente emotivo... una cinta que no solo distrae y divierte sino que promulga una serie de valores que aunque estén algo ajados no se hacen nada artificiosos ni forzados, y visto con perspectiva incluso son un bien para la sociedad teniendo en cuenta el público infantil que acudirá a las salas (no quiero yo tampoco pecar de catastrofista con el mensaje del cine actual). Lo bueno que tiene es que lo que motiva al personaje es diferente a otras películas de Pixar, no busca mantener su status quo como Woody en "Toy Story", ni rescatar a alguien querido como Marlin en "Buscando a Nemo", tampoco romper las normas en pos del bien como Sully en "Monstruos S.A.", ni proteger a los suyos como Flik en "Bichos", ni siquiera demostrar su valía como Mr. Increíble en "Los Increíbles" o conocer el amor como WALL•E, lo que quiere Carl Fredricksen, igual que Remy en "Ratatouille", es cumplir un sueño, pero esta vez el sueño no le pertenece solo a él sino que también es el de su amada y difunta esposa, un sueño que en vida nunca pudieron realizar por culpa de los avatares de la vida pero que ahora, de la forma más bonita imaginable, quiere cumplir rindiéndole tributo y eterno amor. "Up" no solo va de cumplir los sueños, también trata sobre el profundo y auténtico amor.

El aspecto visual es inapelable, pero donde destaca la película tremendamente también es en el apartado sonoro. Los efectos de sonido en el cine son de una calidad extraordinaria, nada estridentes y muy poderosos a la vez, dan una potencia extra a las secuencias de acción y desde luego complementan perfectamente el excelente diseño gráfico, su diseño sonoro es extraordinario. La BSO merece mención aparte, Michael Giacchino realiza una de las mejores Bandas Sonoras Originales del año (año en el que hemos tenido extraordinarias BSO como las de "Slumdog Millionaire", "El Curioso Caso de Benjamin Button" o "Ponyo en el Acantilado"), musicaliza con pistas cortas pero intensas, muy fáciles de recordar y que seguramente tararearemos a la salida de la sala, algo que dice mucho acerca de la calidad y lo contagiosa de la BSO. La música está omnipresente, afortunadamente, durante todo el metraje y Michael Giacchino vuelve a hacer gala una vez más de su camaleónico estilo; el compositor es autor de bandas sonoras como las de "Misión Imposible III", "Ratatouille", "Speed Racer", la reciente "Star Trek" y series como "Fringe" y "Perdidos", casi siempre de la mano de JJ Abrams, y siempre mostrando una capacidad de adaptación sorprendente. Si en "Ratatouille" las melodías tenían fundamentalmente un estilo afrancesado, muy europeo, en este caso acompaña la película con una melódica partitura, una música flotante que invita a sostenerse en los cielos y que no baja, se mantiene suave y delicada, excepto en los momentos de tensión donde saca toda la potencia de su orquestra para crear tensión y la necesaria sensación de frenesí. La BSO tiene un tema principal al que recurre constantemente y eso le da carácter y personalidad, y es esa la razón por la que la partitura de Giacchino acaba haciéndose tan familiar y agradable. A destacar las pistas "Memories can wigh you down", "Carl goes up" y por supuesto los fabulosos créditos finales, de nuevo maravillosos y fundamentales para saber cómo continúa la historia tras el final de la cinta.

Merece especial atención el corto con el que Pixar acompaña esta vez al largometraje, titulado "Parcialmente Nublado" y de seis minutos de duración. Personalmente creo que es uno de los mejores, sino el mejor, de los cortos de Pixar, y eso que los he visto todos; de corte mucho más intenso que la mayoría "Parcialmente Nublado" contiene un poco drama, un poco de comedia y un poco de emoción, todo lo que un corto debe tener, todo un ejemplo de síntesis en un cortometraje. La historia es sencilla y muy original, una pequeña nube quiere hacer lo mismo que sus habilidosas hermanas y crear pequeños bebés de las diversas criaturas de la Tierra para dársela a la cigüeña para que ésta se la lleve a sus padres. El problema es que los bebés que crea son de feroces y peligrosos animales que lastiman constantemente a la pobre cigüeña. Peter Sohn (animador y dibujante de varias cintas de Pixar) dirige esta corta perla en la que se condensa tolerancia, llanto, risas, ira y ternura, una pequeña píldora de fantasía que prepara el terreno para lo que vendrá y le deja a uno con los sentimientos a flor de piel y boquiabierto, algo que sumado al tremendo inicio de la película le hace rendirse a los creadores.

No voy a decir que "Up" supera a "WALL•E" pero desde luego logra un nivel similar y de 10, un nivel supremo que solo pocos son capaces de alcanzar, como Pixar y Ghibli, y es que "Up" tiene todo lo que debe de tener una buena película, ofrece todo lo que debe ofrecer el buen cine: diversión, fascinación, capacidad de ahondar en los sentimientos del espectador y hacer aflorar sentimientos, etc. Es una película emotiva y tierna, muy divertida y maravillosa a nivel técnico. Y parece ser que la crítica se ha volcado con la cinta reconociéndole esas mismas virtudes, tras abrir el último Festival de Cannes —el primer film animado en la historia del festival que lo hacía— y recabar excelentes críticas la cinta ha sido alabada allí por donde ha pasado consiguiendo figurar (a día de hoy) en el ranking #25 del TOP-250 IMDB y logrando la cifra de $340M a nivel mundial en taquilla, colocándola entre las 12 películas que más dinero han recaudado en el mundo y la segunda película que más dinero ha logrado en EEUU, tras "Transformers: La Venganza de los Caídos".

Personalmente considero a "Up" una de las mejores películas del 2009 junto a "Ponyo en el Acantilado" y "Watchmen", de lo mejor del año sin duda. Una película sin un solo defecto plausible y serio, que te transporta a un universo de fantasía, una particular visión del mundo realizada por gente con talento y con cariño a su profesión, cine animado para adultos y niños que puede recibir varias lecturas diferentes para cada tipo de público. Con "Up" Pixar ha tocado el cielo, literalmente, una vez más y para no variar nos ha dejado con un excelente sabor de boca, privilegio solo reservado a las grandes películas de la historia del cine, y es que es precisamente lo que estos chicos están haciendo: historia. Pixar sigue siendo el haz de luz que brilla al fondo del oscuro túnel de escasez de ideas general en el que está sumido Hollywood, una "meca del cine" que le ha cogido el gusto a repetir fórmulas, copiar y re-hacer y no se esfuerza en inventar nuevos conceptos. Pixar ha demostrado valentía en cada paso que ha dado, ha demostrado que no todo es negocio en el cine de EEUU y que si las cosas se hacen bien, con originalidad y mimo, respetando al espectador, cuidándolo, el público responderá. Hay luz al final del túnel, y esa luz se llama Pixar; quizá su mascota no sea una lámpara por casualidad...

«¡Ardilla!»

Mi puntuación: 10/10.

lunes, 20 de julio de 2009

"Harry Potter y el Misterio del Príncipe", las cosas se ponen más serias en Hogwarts...

La saga del joven mago sigue evolucionando; sexta entrega casi de transición para acercarse a un final que está cada vez más cerca.

Desde que "Harry Potter y La Piedra Filosofal" irrumpiera en el año 2001 en la escena cinematográfica el cine fantástico no ha vuelto a ser el mismo. La escritora J.K. Rowling ya había hecho famosa su saga literaria cuando Warner Bros. llamó a su puerta para adaptar las dos primeras novelas, y el boom de Harry Potter acabó de crecer de forma desmesurada. Aquella primera película dirigida por Chris Columbus logró romper la taquilla y estuvo cerca de alcanzar los $1000M de recaudación colocándose como la película más taquillera del año (por encima de "El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo") y aún hoy en día sigue siendo la película más taquillera de la saga y la más rentable (tuvo "solo" $100M de presupuesto). No solo fue un bombazo en taquilla sino que la fiebre harrypotteriana creció y se extendió como la pólvora, y la calidad con la que se elaboró la cinta impuso las bases (junto a la trilogía de "El Señor de los Anillos") de lo que el cine de fantasía y aventuras sería en la década actual. Un año después llegó también de la mano de Columbus "Harry Potter y La Cámara Secreta" que también obtuvo en taquilla cifras estratosféricas (unos $100M menos que la anterior) aunque no pudo superar aquel año a "El Señor de los Anillos: Las Dos Torres". Hasta hace poco para mí era la más flojita de la saga pero la revisioné meses atrás y supe ver detalles que no vi en su día por lo que ahora la veo una película mucho más completa que antes. Dos años después de esta, en 2004, llegó la que para mí y muchos es la mejor de la saga, la que comenzó a introducir el tono oscuro que progresivamente se ha ido adueñando de la saga y ha ido dejando de lado el tono infantil, "Harry Potter y El Prisionero de Azkaban", cuya taquilla fue paradójicamente la más baja de la saga (casi $800M y por debajo de "Shrek 2"), dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón. Su tono serio supuso un cambio acorde a la madurez de su público y sus personajes, y la forma progresiva en que se hizo (y aún hace) resulta uno de los mayores aciertos de la saga.

En 2005, un año después, "Harry Potter y El Cáliz de Fuego" volvió a ser la película más taquillera del año superando incluso a la entrega de "Star Wars. Episodio III: La Venganza de los Sith". Mike Newell, el otro director junto a Cuarón que solo ha dirigido una entrega en la saga, logró mantener la saga en el candelero pese a los cambios en la dirección, consiguiendo que su film se acercara a los $900M de recaudación. La quinta entrega llegó en 2007, "Harry Potter y La Orden del Fénix", la cual fue para un servidor la primera que pudo ver en el cine por lo que guardo un especial recuerdo de ella y la que logró mejores resultados en taquilla desde "Harry Potter y La Piedra Filosofal" (unos $940M) aunque no pudiera superar a "Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo" en aquel año. Fue también la primera de las películas que David Yates dirigió, y es que el realizador británico fue el elegido para dirigir cada una de las últimas películas de una de las sagas que mayores beneficios ha dado en taquilla tras la saga de James Bond, y que revolucionó el género fantástico devolviendo la ilusión por la magia y los cuentos infantiles de calidad.

Han vuelto a pasar dos años para que podamos ver la sexta entrega de la saga, "Harry Potter y el Misterio del Príncipe", la que supone la última película del tercer cuarto de la serie y que deja muchas tramas encaminadas hacia el irremediable final que veremos en la adaptación de la novela que cierra la serie, "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte", la cual podremos ver dividida en dos películas para abarcar la profundidad de la novela (y hacer más taquilla, claro). Dicho esto comienzan los destripes, así que cuidado los que no la hayáis visto aún pues su misma sinopsis encierra spoilers. En esta sexta película Harry debe prepararse para el enfrentamiento final entre él y Lord Voldemort. La vuelta del que no debe ser nombrado es dominio público tras su último encuentro con Potter y todo el mundo es consciente de que el joven mago es el elegido para derrotar al Señor Oscuro. Hogwarts se convierte en el lugar más seguro en el que estar tras el miedo infundido por los continuos asedios de los mortífagos que incluso llevan a cabo ataques sobre el mundo no mágico, secuestrando a magos y sembrando el pánico, mientras a Draco se le asigna una misteriosa misión que tiene como objeto aventajar a Voldemort en la inminente batalla y de paso vengar el honor de su padre, encarcelado tras los últimos acontecimientos en el Departamento de Misterios. Mientras Dumbledore prepara a Harry para su combate definitivo le aconseja mantener vigilado al nuevo profesor, Horace Slughorn, el cual cree que tiene pistas clave para saber cómo derrotar a Voldemort. Que el miedo y la oscuridad que se cierna sobre el mundo mágico no impide que Harry, Ron y Hermione comiencen a notar los efectos de la adolescencia y a sentirse atraídos por otros compañeros, y es que los romances pronto comenzarán a florecer entre tanta oscuridad.

"Harry Potter y el Misterio del Príncipe" es según palabras de la propia autora de la novela (sic) el primer tomo del final de la historia, y por lo tanto la menos independiente de las obras hasta el momento, y eso es quizá la pieza clave para interpretar esta sexta película; siendo "Harry Potter y el Misterio del Príncipe" una especie de principio del fin o de precedente de "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte" queda coja en cuanto se analiza individualmente pues al contrario que las otras cinco películas no cuenta con una línea argumental que se abra y cierre en la misma película, reservando el misterio y la intriga a sucesos puntuales y hasta intrascendentes como la identidad del Príncipe Mestizo que da título al film (vale, es Snape, ¿por qué?) o más importantes como la búsqueda de los horrocruxes. La película es muy larga, son dos horas y media de metraje que sorprendentemente se pasan volando —cuando me di cuenta que llevaba dos horas de cinta no me podía creer que hubieran pasado tan rápido—, pero no da la sensación de que pase nada realmente trascendental en ningún momento, lo cual es curioso. Es decir, se hace corta para lo larga que es, pero lo que sucede no aporta demasiado a ninguna trama principal.

Eso no es algo necesariamente malo, precisamente que no se haga larga significa que es muy distraída, y he de reconocer que hacía mucho tiempo que no gozaba tanto con una película fantástica en el cine desde "Stardust" o "Harry Potter y La Orden del Fénix" hace dos años. De hecho los efectos especiales son lo mejor que he visto en mucho tiempo, quizá desde "The Host" no he visto tal nivel de perfeccionamiento y esta sexta película de Harry Potter se recrea más y es mucho más espectacular en los efectos que la surcoreana del monstruo gigante. Escenas como la de los mortífagos atacando Londres con los efectos de humo disolviéndose en el aire, la forma de generar los recuerdos de Tom Riddle, el espectacular y cortísimo partido de Quidditch, la exhibición de poder ardiente de Dumbledore en la cueva, los teletransportes de Harry y Dumbledore, etc. son secuencias realmente espectaculares donde los efectos visuales brillan de una forma asombrosa. Las escenas de acción también están rodadas con ingenio y quizá por eso se hace tan llevadera la película, aunque no acabe de arrancar la verdadera acción hasta los últimos veinte minutos. El problema antes mencionado es que precisamente mucho metraje de los 150 minutos están invertidos en ahondar en las relaciones entre los tres protagonistas, aunque realmente no llegan a quedar bien definidos. Quiero decir que las evidentes tensiones sexuales (no sé si llamarlas así aún) entre Ron y Hermione y entre Ginny y Harry se plantean y se les da una gran importancia en la trama, pero no acaban de arrancar verdaderamente ni son estudiadas a fondo; de Ginny y Harry solo descubrimos que de repente Harry se siente interesado por ella (porque ella ya lo estaba en anteriores entregas) y que se olvida completamente de Cho Chang (cuyo romance en "Harry Potter y La Orden del Fénix" corrió ríos de tinta y ahora de pronto se esfuma), sin más dilación ni análisis, y de Hermione y Ron solo descubrimos que no son capaces de declararse sus verdaderas intenciones por miedo o vergüenza y que mientras tanto intentan probar con otras relaciones sin éxito, también sin más. Es decir, tenemos cuatro personajes que no saben muy bien como relacionarse entre sí y el resto que no son siquiera personajes secundarios exceptuando a Lavender Brown (la novia de Ron), Luna Lovegood o por supuesto Draco Malfoy. Neville Longbottom, los gemelos Weasley y el resto de alumnos, Hagrid, Minerva McGonagall e incluso Bellatrix Lestrange y Remus Lupin entre otros son personajes que pasan totalmente desapercibidos, tan solo se pasean por pantalla sin ninguna intervención realmente importante.

El énfasis en los personajes creo que es algo en lo que falla la película, cuyas anteriores entregas le han sacado más partido a este aspecto. Hasta ahora era usual que el profesor nuevo fuese el que más interés despierta (normalmente el de Defensa de las Artes Oscuras), y en este caso Horace Slughorn no tiene un protagonismo clave como ya tuvieran el profesor Quirrell, Gilderoy Lockhart, Remus Lupin, Alastor Moody y Dolores Umbridge en las anteriores entregas. Sí que Slughorn es el personaje clave para desvelar el misterio de los horrocruxes, pero realmente no llega a ser un personaje tan relevante ni memorable como los anteriores. El único que se salva, exceptuando a Dumbledore evidentemente, es Severus Snape, y tampoco estoy muy de acuerdo con el trato del personaje en el film. Me explico: creo que a los personajes, en esta película en general, les falta dualidad suficiente como para tener la capacidad de engañar al público, como pasó con Snape en la primera película. En "Harry Potter y La Piedra Filosofal" parecía que era evidente que Snape era el villano de la función pero al final resultó ser todo lo contrario. Aquí, sin haber leído yo nada de las novelas, me da que Snape no es malo pese a haber matado a Dumbledore... No puedo explicar por qué porque no tiene sentido, pero es la sensación que me dejó la película en todo momento desde que aparece Snape por primera vez junto a Colagusano haciendo el juramento con Bellatrix y Narcissa Malfoy, es que Snape está a favor de Dumbledore, de principio a fin, y eso no debería ser así. Deberían ser más categóricos para luego tener la facultad de sorprender, lo cual siempre es agradable en una trama tan compleja. Todo se basa en las expresiones de Snape, en las dudas y miradas... se palpa que no puede ser tan malo.

Y aquí llego a otro de los aspectos en los que me ha parecido que "Harry Potter y el Misterio del Príncipe" falla, en la muerte del mago más grande de todo el universo de Harry Potter, Albus Dumbledore. Su personaje toma gran importancia en este sexto film y al contrario que en la anterior película le presta toda la atención a Harry para educarlo y entrenarlo en su lucha final; Dumbledore comparte varias escenas con Harry destacando sobre todo aquella en la que tratan de conseguir el horrocrux en la cueva, quizá la mejor secuencia de la cinta donde se desplega un extraordinario espectáculo visual y sonoro, y su muerte al final de la cinta, una muerte que se muestra inevitablemente demasiado seca y sosa para tratarse de un personaje tan importante y clave como Dumbledore. El problema de la muerte de Dumbledore es que para empezar no está suficientemente justificada por lo que he comentado antes de la evidente dualidad de Snape, que por mucho que mate a Dumbledore no se puede evitar ver que había "buenas intenciones" tras ese asesinato, lo cual deja demasiado claro que se ha dejado en vilo una trama que se resolverá en la siguiente película, también que le falta un punto dramático importante en el que ni siquiera la música (apartado clave en este tipo de escenas) resulta lo suficientemente solemne para acentuar el dramatismo, y finalmente, como ya pasara en la anterior película con Sirius Black, muere prácticamente sin ningún tipo de aviso ni énfasis previo. Estoy seguro, de todos modos, que en la siguiente película se tendrá que comenzar por un homenaje como Dios manda al personaje.

Para acabar con el repaso a los personajes hay que destacar el papel de Draco Malfoy en esta cinta, donde por fin se revela como el conato de villano que siempre ha tratado de ser, aunque sus infantiles apariciones en las entregas anteriores le resten seriedad al personaje. Su aspecto soberbio y severo le sienta como anillo al dedo y aunque también presenta el mismo problema de dualidad que Snape su tormento lo hace un personaje interesante por fin, y además protagoniza otra de las mejores escenas de la cinta cuando Harry y él se intercambian hechizos en los lavabos. El Sectumsempra es un hechizo realmente espectacular y bastante truculento para la saga, pero igualmente es una secuencia espectacular. Otros personajes directamente no hacen acto de presencia; hay algunas ausencias imperdonables como la de Lord Voldemort, que sin contar con los sueños de Tom Riddle ni aparece. ¿Cómo puede ser que un personaje que en la última entrega tuviera tanta presencia aquí siquiera aparezca? Se echa de menos también a Alastor Moody y a la familia adoptiva de Harry, que siempre ha aparecido al inicio de las películas y por primera vez ni Vernon ni la familia Dursley hace acto de presencia. También resulta curioso que Cho Chang no aparezca siquiera ya que su relación fue uno de los hilos argumentales más destacables de anteriores películas.

En todas las entregas de la saga siempre ha habido un factor muy destacable y excepcional como es el reparto. El trío protagonista va ganando experiencia con los años y cada vez están más cómodos con los personajes que han hecho suyos; Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson tienen interiorizados sus personajes y uno no se puede imaginar la saga de otra forma que no sea con ellos como protagonistas, y a pesar del habitual nefasto doblaje en esta cinta no ha sido tan doloroso para los oídos escuchar a los protagonistas (con la excepción del actor de doblaje del pequeño Tom Riddle, que rompe completamente el clímax de la cinta en sus breves apariciones). Sin duda el doblaje de esta saga (más que nada de los niños, el resto está perfecto) es la gran asignatura pendiente en España. Michael Gambon como Dumbledore, Maggie Smith como McGonagall, Helena Bonham Carter como Bellatrix Lestrange, Tom Felton como Draco Malfoy, etc. están magníficos, pero habría que destacar sobre todo a dos actores por sus estupendas interpretaciones: Jim Broadbent como Horace Slughorn y Alan Rickman como Severus Snape. Este último ya es un clásico en la saga y un actor que por su presencia y actitud llena la pantalla cada vez que aparece, mientras que Broadbent demuestra su talento con la interpretación de ese hombre bondadoso pero obsesivo que encierra un misterio clave para la película. Los toques de humor de estos dos personajes son gloriosos, sobre todo el momento en el que Harry imita al profesor Slughorn u otras apariciones donde la simple presencia de Snape ya resulta divertida. De hecho "Harry Potter y el Misterio del Príncipe" me ha parecido una de las entregas más divertidas de la saga, reí a gusto y con ganas con detalles más o menos infantiles, como el disfraz de león de Luna o las peripecias de Ron con su novia o el elixir de amor que bebe por accidente por ejemplo, y a pesar de los pequeños fallos que le pueda encontrar al film me lo pasé en grande.

David Yates vuelve a hacer un trabajo excepcional y pese a su escasa experiencia en cine (no así en televisión) parece que le ha cogido el gusto a la saga y es capaz de realizar una serie de secuencias realmente espectaculares. Yates desprende clase en los planos y la fotografía de Bruno Delbonnel sorprende por la cantidad de registros y ambientes que utiliza e intercambia constantemente, destacando el tono azulado general y el gran partido que le saca a los interesantes recovecos del castillo de Hogwarts. La música sigue siendo un apartado destacable, obra de nuevo de Nicholas Hooper quien ya acompañó a David Yates en la anterior película y acabará firmando la BSO de las futuras entregas de la saga. Quizá es de las menos llamativas de la serie, pero como siempre el apartado musical destila calidad. Para el guión de esta sexta película han recuperado a Steve Kloves de nuevo, quien ha escrito todos los guiones de la saga excepto el de "Harry Potter y La Orden del Fénix", obra de Michael Goldenberg. Kloves ha sido rescatado para esta entrega en la que por lo visto hay varias concesiones al relato original de J.K. Rowling, teniendo quizá mayor importancia el cambio respecto al supuesto funeral de Dumbledore que debía ocurrir en esta cinta pero que se dejará para la que viene con toda seguridad. También el hecho de que la película preste más importancia a los romances que al misterio de los horrocruxes influye en el tipo de entrega que acaba siendo, algo más enfocada a trazar las relaciones entre personajes que a explorar la trama de Voldemort en sí. A nivel técnico, en general, la película no se le puede achacar ningún pero, los efectos de sonido son espectaculares, visualmente es una delicia y la dirección es realmente extraordinaria. Tan solo he echado de menos un clímax final más espectacular, ya que el de la anterior película, aunque algo precipitado, fue mucho más llamativo.

La sexta entrega de la saga mago más famoso y popular de este mundo y del mágico me ha resultado una película muy entretenida y eminentemente bien realizada, a pesar de haberme parecido una de las más flojas de la serie no se puede negar su calidad en todos los aspectos técnicos y artísticos aunque creo que el guión ha cometido un error bastante importante como es que la película esté demasiado enfocada para ser un preludio de la última entrega de la saga, que en el caso cinematográfico será doble. Se nota demasiado que se han estado guardando cosas para las siguientes entregas y eso deja a "Harry Potter y el Misterio del Príncipe" en una posición intermedia, un enlace entre las anteriores entregas y el fin de la saga, algo que no la beneficia individualmente. La frase promocional del cartel reza «Oscuros secretos serán revelados» cuando más bien debería decir «Oscuros secretos serán planteados». Lo bueno que tiene es que la saga sigue una evolución lógica; cada vez los problemas de los protagonistas son más serios y hay cosas que delegan importancia: aprobar asignaturas, ganar los partidos de Quidditch o el concurso entre familias ya no es el tema principal, ni secundario siquiera, ahora lo que importa es la batalla que definirá el futuro del mundo, el combate épico contra el Señor Oscuro. La saga ha dejado de ser para niños pequeños como las dos primeras entregas y se ha tornado, como ya se ha dicho muchas veces, más oscura, y eso es lo que le hacía falta a la saga. Incluso ahora hay lugar para la revolución hormonal. Solo nos queda esperar que la siguiente película "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte I" nos ofrezca lo que "Harry Potter y el Misterio del Príncipe" ha prometido y que acabe de arrancar siendo una película individualmente suprema, que es justo lo que le ha faltado a la reciente cinta.

Mi puntuación: 7/10.