sábado, 28 de noviembre de 2009

"Paranormal Activity", el fenómeno de terror del año que no lo es tanto...

Otra discípula de "El Proyecto de la Bruja de Blair". Campaña publicitaria vs. producto final.

Creo que fue Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de la Alemania Nazi, quien dijo que cuando repites muchas veces algo, sea verdad o mentira, acaba convirtiéndose en una verdad consensuada. La industria del cine está tomando en cierta forma esta filosofía, porque está comprobado que lo que importa es llevar la gente a las salas a toda costa, y muchas veces parece estar aguardando a que aparezca alguna cinta modesta de presupuesto reducido que dé la campanada con una gran recaudación en taquilla. Pero este éxito no suele ir acompañado de la casualidad, casi siempre hay una intensa y repetitiva campaña de marketing que aplicando el principio antes mencionado se encarga de publicitar la película como la obra más lo-que-sea (ponga aquí: terrorífica, divertida, espeluznante, sorprendente y todo tipo de emociones intensas variadas) del año. Sea verdad o mentira. Si una película se hizo famosa por este tipo de tácticas es sin duda la siempre mencionada "El Proyecto de la Bruja de Blair", una película que se implicó de veras con la campaña publicitaria de su película intentando causar polémica y generando debate, utilizando internet como herramienta para esparcir el bulo de que la película era un documento real, ya que estaba grabado con una cámara doméstica y los sucesos que se ven en la cinta son el presumible material grabado por un grupo de excursionistas desaparecidos en el bosque. Verdad o no (evidentemente, no), se generó polémica y la gente habló de la película (ya se sabe, hablen bien o mal, lo importante es que hablen), y finalmente el público acudió al cine en masa. Resultado: casi $250M de recaudación para una película que había costado apenas 60.000 dólares. Imaginaos la cara que se les debió quedar a los productores norteamericanos. Una película ridículamente barata que había hecho una recaudación brutal, enseguida este tipo de películas se convirtieron en un precioso tesoro que hallar.

Aunque es de las más famosas —sino la más— que responde a este tipo de fenómenos, "El Proyecto de la Bruja de Blair" no fue la primera película de este tipo en aparecer. Casi 20 años antes la italiana "Holocausto Caníbal" tuvo gran repercusión por su cariz realista, una historia parecida a la de las brujas rodada a modo de falso documental y con caníbales como villanos de la función. También es famosa "Alien Abduction: Incident in Lake County", un año anterior a "El Proyecto de la Bruja de Blair", que filmaba en tiempo real una supuesta abducción alienígena doméstica. La fórmula de todas ellas es sencilla: se rueda una película de género fantástico con un presupuesto ínfimo (el realismo es la tónica así que de efectos especiales y artificios hay pocos) y se vende como una cinta realmente intensa y realista, prestando sobre todo atención a la campaña publicitaria. Y ya está, todo hecho, la película recibirá unos buenos ingresos y más teniendo en cuenta su reducido presupuesto. Pero el tema es, ¿y cualitativamente qué clase de producto nos están vendiendo? Ahí está el quid de la cuestión.

En el último par de años hemos tenido un auge del "sub-género" con películas como la española "[REC]", la vuelta a los zombies de George A. Romero con "El Diario de los Muertos" y "Monstruoso" ("Cloverfield"), la mayoría películas de terror o fantásticas con diferentes resultados; quizá esta última, sin duda la más mediocre, es la única que no se centra exclusivamente en el género del terror. Pero queda clara una cosa, su recaudación es proporcional a la promoción que han recibido, siendo la de Romero la película que menos propaganda y taquilla hizo y "Monstruoso" todo lo contrario. "Paranormal Activity", lleva desde 2007 recabando todo tipo de opiniones por festivales y generando una conveniente controversia, pero sobre todo ha sabido aplicar el modelo de "El Proyecto de la Bruja de Blair" y se ha autoproclamado la película más terrorífica de los últimos tiempos, lo cual, sea cierto o no, le ha valido para ser una de las películas más taquilleras del año con 65 millones de dólares y por lo tanto la más rentable considerando sus 15.000 dólares de presupuesto. Es curioso que la cinta haya estado dos años cogiendo polvo en una estantería, tan solo viendo la luz en un par de festivales para luego tener un primer estreno limitado en EEUU el 25 de Septiembre y luego un segundo el 16 de Octubre, siendo estrenada a nivel mundial durante todo este último tercio del año. En noviembre llega a España, y el hype (bombo) no puede ser mayor.

"Paranormal Activity" ha destacado por dos cosas antes de su estreno: un cartel que la proclama como una de las experiencias más terroríficas de la historia, y un tráiler que muestra las tremendas reacciones del público en el cine mientras ve la película, tal y como hizo "[•REC]". Así que preliminarmente los méritos propios de la película son escasos. La historia se centra en Katie y Micah, una joven pareja de California que decide grabar los sucesos paranormales que tienen lugar en su casa en San Diego, donde parece habitar un ser extraño. Todo empeora cuando deciden hacer algo para solucionar el problema sobrenatural. Toda la película en sí es una proyección del material de grabación que durante más de 20 días Micah ha rodado con su cámara doméstica, así que el tono de "Paranormal Activity" es eminentemente realista. Hay que reconocer que el problema de "seguir grabando" (un concepto clave en este tipo de películas) esta vez ha estado muy bien llevado y justificado, no como en "Monstruoso", por ejemplo. Quizá esta película es donde más justificado está el continuar filmando de todas las que he visto de este tipo. A lo sumo hay 3 personajes en la cinta, hay alguno más que aparece durante segundos que no llega ni a la categoría de secundario, pero principalmente solo Micah y Katie son los que protagonizan la película. El film peca de ser algo repetitivo pues el esquema que se repite constantemente se basa en mostrar las escenas de la pareja de día preguntándose qué hacer con el problema que tienen en la casa (y de paso dándonos información acerca de los antecedentes y el porqué no pueden abandonar la casa y ya está) y después escenas nocturnas de la habitación mientras duermen, escenas que son a la postre lo más estremecedor de la película. En ellas la tensión crece tremendamente, a veces por el hecho de no pasar nada, otras por un pequeño ruido o movimiento extraño, pero la mayoría se zanjan con efectos realmente terroríficos ayudados por la tensión del momento. A ver, no quiero engañar a nadie, abusa en exceso de demasiados tópicos como portazos, pisadas, objetos que se mueven, gritos, y en su mismo concepto no es nada original. Ese es su mayor hándicap, que no defecto, sino limitación. Quiero decir, la película es lo que es, y no hay más. Su concepto no engaña (su campaña publicitaria ya es otra cosa), no es que crea que es mala película, pero tampoco buena, desde luego.

Evidentemente hay ausencia total de música, pero de vez en cuando se reservan un sonido grave casi imperceptible que subliminalmente nos provoca sensación de tensión (principalmente en las mencionadas grabaciones nocturnas), lo que en su lugar normalmente haría una banda sonora. Es "ligeramente tramposa" en ese aspecto, puesto que se supone que es una grabación doméstica espontánea y sin editar. De todos modos se le perdona, no sé si una ausencia total de sonido ambiental hubiese funcionado más, pero desde luego ese tono grave parece un elemento clave para poner alerta al espectador. Eso sí, afortunadamente hay una ausencia casi total del manido y odiado efecto del susto a base de subidón de música o sonido y aparición repentina, así que como mínimo es algo a agradecer. Su concepto terrorífico reside, esencialmente, en mostrar una situación cotidiana de forma realista con elementos sobrenaturales. Como digo, la película es todo el rato lo mismo, pero va creciendo progresivamente. Igualmente es demasiado larga, de los 97 minutos que dura le sobran tranquilamente 20, y en ese aspecto adolece un poco de querer estirar lo que hubiera quedado bastante mejor en píldora pequeña. Oren Peli, director israelí que se estrena con esta cinta, ha querido que su película fuese más solida añadiendo detalles y dando cierta profundidad a la trama, pero quizá debería haber sabido dónde aplicar mejor la tijera para obviar partes redundantes. De hecho, por lo que sé, la versión que yo vi de la película es la original y tiene algunas escenas añadidas y eliminadas y un final que difiere del finalmente estrenado en este año. Por lo que he leído por ahí no es que cambie mucho la cinta, pero desde luego me quedo con el final visto en la versión original.

Para ver "Paranormal Activity" propicié un acondicionamiento perfecto: de noche, solo en la habitación, todo silencioso y a oscuras. Viéndola en casa en teoría es más acojonante, porque los sonidos de la casa de los protagonistas pueden parecer los de tu casa propia y produce una sensación más tensa, y de hecho pasé miedo en la mayoría de escenas, lo reconozco; "Paranormal Activity" es mejor de lo que pensaba, pero tenía las expectativas muy bajas como para que me sorprendiera mucho más, y aunque pasara miedo eso no significa que me pareciera una buena película. Desde luego no es la película de horror definitiva, pero funciona para crear tensión. Eso sí, como "película" propiamente flojea mucho.

En definitiva, "Paranormal Activity", que ya tiene secuela programada (totalmente innecesaria, añado), es "mucho ruido y pocas nueces"; como la propuesta que es funciona, pero cinematográficamente es bastante poco original y bebe demasiado de todos los tópicos del cine de terror sobrenatural de la historia del cine, además de seguir las pautas un subgénero que comienza a estar trillado como es el del falso documental. Su intención es evidente, emular a "El Proyecto de la Bruja de Blair" tanto a nivel artístico como a nivel económico; de momento en este segundo aspecto está triunfando, y me entristece afirmar que como película también se asemeja a la cinta de 1999, ya que tiene una calidad bastante limitada. El hype no está justificado, como es —lamentablemente— habitual en este tipo de películas es algo que se ha hinchado convenientemente para atraer a las masas a las salas de cine a base de frases estimulantes y reacciones excesivas, algo que ha conseguido ampliamente vistas las recaudaciones. Estamos ante la era del marketing agresivo y "Paranormal Activity" es una más de la lista de películas cuya campaña publicitaria le precede. Analizándola como película individualmente no es que sea una película nefasta, pero está a años luz de ser una cinta realmente destacable.

Mi puntuación: 4/10.

lunes, 23 de noviembre de 2009

"2012", multidestrucción sin pretexto.

De nuevo R. Emmerich devastándolo todo... monotonía durante más de dos horas y media.

Invasión alienígena, cambio climático, profecía, contaminación... cualquier excusa es buena para reventar el mundo, y Roland Emmerich bien lo sabe. Si con algo se deleita el cineasta germano es con la destrucción de la raza humana o el planeta en cualquiera de sus vertientes, como por ejemplo en "Independence Day", con marcianos cabreados dando estopa a todas las naciones, "Godzilla", con el gigantesco reptil campando a sus anchas por NY, y "El Día de Mañana", sumergiendo el planeta en una era glacial extrema, siempre con la tendencia de ir a más. Todas estas películas tienen en común el mismo factor: seres humanos huyendo e intentando sobrevivir a la mayor catástrofe que hayan podido vivir jamás en el momento más crítico de la raza humana. En "2012" al director, guionista y productor se le ha ocurrido recrear el fin del mundo con la profecía maya como excusa, la cual vaticina el fin de los días para el 2012, año en el cual la corteza terrestre sufrirá un devastador efecto debido al calentamiento del núcleo del planeta por el efecto del incremento en las tormentas solares. Entre Michael Bay y Roland Emmerich ya deben de haber destruido cuarenta veces nuestro planeta y nuestra raza, deleitándose con la destrucción de ciudades —en concreto destrozando monumentos históricos, curioso— como aquel niño que disfruta rompiendo un castillo de arena o una maqueta, y en este caso la película no va mucho más allá, ya que si el calendario maya es una simple excusa, el hilo argumental lo es más descaradamente aún, pues el guión gira sobre los intentos de supervivencia de una familia desestructurada (toma tópico) y un par o tres de historias más entrelazadas y carentes de cualquier trascendencia real. Lo dicho: una mera excusa.

El primer pecado capital de "2012" es la repetición. Como he comentado, el director ya ha hecho unas cuantas películas acerca de la destrucción del planeta, y pocas novedades puede añadir ya a estas alturas. Sí, desde luego "2012" es realmente espectacular, un desfase de efectos y multidestrucción sin reparos que no se había visto con tanta intensidad hasta el momento y que supera sus masacres anteriores, pero se olvida de lo principal, que es diseñar un argumento con el cual el espectador pueda conectar. La película no aporta nada nuevo, de hecho se nutre de todos los tópicos habidos y por haber, sin ningún tipo de sonrojo, siendo el vivo ejemplo de lo previsible y lo injustificado, pues todo se reduce a escenas en las que los protagonistas o bien huyen o bien mueren, viendo como el suelo se hunde, el cielo estalla en llamas y el mar engulle la tierra. Constantemente. Porque la película, además de no aportar nada, comete el segundo error garrafal: ser tremendamente larga y tediosa, repitiéndose constantemente durante los casi 160 minutos que dura, los cuales se hacen realmente eternos.

Probablemente si la película hubiese durado solamente una hora y media el conjunto no habría acabado bajando en picado de la forma que finalmente lo hace, ya que con cada escena nueva que introducen lo único que ganan es tiempo, ya que las propias escenas son repeticiones de sí mismas. ¿Cuántos aviones esquivando rascacielos o montañas vemos? ¿Cuántos coches o furgonetas intentando no ser aplastados o enterrados bajo tierra? ¿Cuántos barcos tratando de salvarse de los tsunamis? Como mínimo hay un par o tres de cada una de estas escenas, lo cual al final le hace uno plantearse si el montador no podría haber suprimido unas cuantas secuencias y reducir considerablemente el tedioso metraje. Desde "Transformers: La Venganza de los Caídos" que no me revolvía tanto en la butaca esperando que se cumpliera el tiempo.

A Emmerich se le va completamente la mano en esta "2012" a la hora de destrozar el planeta, lo cual no veo mal pues si tienes que cargarte todo lo conocido por el ser humano debes hacerlo a lo grande, pero parece ser que a la hora de construir una historia humana (que al fin y al cabo estamos hablando de un tema tan interesante como la desaparición de nuestra raza) pone el piloto automático y decide no jugársela, introduciendo todos —y cuando digo todos quiero decir TODOS— los tópicos existentes en este tipo de cintas, como la pareja separada con hijos que se reencuentra, el marido estirado, la pareja de viejos inseparables, el presidente de los EEUU y su clásico discursito moralista, el científico ético, el loco conspiranoico, el hijo de perra sin escrúpulos, etc. Incluso llega un momento en el que comprobamos que las historias están metidas con calzador hasta tal punto que la importancia que se les acaba dando en la película es nula, como el dúo de abuelos del crucero y sus historias, el ruso mafioso, o la hija del presidente (cuyo intento por forzar una relación romántica con el científico resulta ultrajante). Además, siquiera hay lugar en la película para plantearse dilemas morales más allá de los evidentes, tan solo hay un ridículo intento de conversación al final que resulta hasta insultante por lo breve, superficial y manido. Emmerich y Harald Kloser deciden deliberadamente obviar, pese al extenso metraje, todo tipo de debate o polémica más allá de los clásicos clichés de la oposición de bondad/maldad de la raza humana, tocando superficialmente temas religiosos, leyendas y asuntos más científicos, yendo directamente al grano con las escenas de acción.

Ya que Roland Emmerich decide centrarse solamente en la acción apocalíptica pura y dura hay que reconocerle el más que correcto trabajo tras la cámara, aunque parezca irónico, pues su planificación de las secuencias de acción está realizada con pulso para que no perdamos detalle y disfrutemos plenamente del espectáculo pirotécnico. Lo malo es que todas las secuencias se resuelven de la misma forma: si hay un terremoto el suelo se romperá siempre un segundo antes de que el coche haya arrancado, si un edificio cae rozará la cola del avión una vez lo haya superado, si hay un acantilado el coche se quedará suspendido en el borde, y si el protagonista cae por él aparecerá su mano en el último momento, y cuya posterior huida no estará exenta del típico corre-que-te-pillo para escapar en la última fracción de segundo. Este tipo de detalles restan una cantidad de tensión tremenda a las escenas, pues estás viendo claramente (sobre todo después de ver un par de estas escenas) que los protagonistas principales no sufrirán ningún daño salvo sorpresa mayúscula y en el caso de que la película quisiera tener poco de mala leche, de lo cual, dicho sea de paso, está completamente carente. Sinceramente no se moja mucho en cuanto a crueldad.

Los efectos especiales son, de calle, lo mejor de la película. La espectacularidad está servida y se ha echado toda la carne al asador, ya que no faltan escenas grandiosas en su más amplio sentido, una puesta en escena total donde no se ha escatimado en explosiones, terremotos, destrucción, muertes y miseria. El movimiento de la corteza terrestre trae consecuencias terribles y todo el mundo entero sufre un cambio considerable, así que los pobres protagonistas se ven forzados a huir por tierra, mar y aire, por lo que todos los elementos tienen su porción en esta orgía de destrucción. En todos los ámbitos los efectos especiales cumplen con solvencia, los efectos marinos son increíbles, los terremotos en la costa oeste de los EEUU es brutal, así como las inundaciones de las montañas tibetanas, e incluso los efectos en interiores al final de la cinta (los cuales me recordaron completamente a "Titanic" y "Poseidón") están muy bien hechos. Solamente en algunos momentos muy puntuales la fluidez en los movimientos de personas y vehículos pierde algo de credibilidad, pero el 90% de las veces los efectos visuales y sonoros son de una intensidad brutal y una calidad excepcional. A destacar los efectos de sonido cuando los terremotos asolan California, casi que puedes sentir en el pecho como se hunde el suelo. Emmerich hace un excelente trabajo con los efectos especiales, eso debe reconocerse.

El problema de "2012" es que bebe demasiado de otros clásicos o películas recientes en los que el mundo se va al garete o hay una terrible catástrofe, como "Titanic", "Poseidón", "Cuando los Mundos Chocan", "La Guerra de los Mundos", "Ultimátum a la Tierra", "El Día de Mañana", "Independence Day", etc. Uno no puede desquitarse de la sensación de haber visto lo mismo en múltiples ocasiones; realmente "2012" no aporta nada nuevo, y ese es el quid de la cuestión, porque al no ver nada original acaba aburriendo soberanamente. Eso sumado a lo excesivamente larga que es acaba por hacer que el espectador pida la hora. No hay duda que la película triunfará en taquilla como lo ha hecho "Transformers: La Venganza de los Caídos", ya que ambas son de un corte parecido y "2012" ha recuperado su inversión de $200M en tan solo 3 días, pero al igual que en la cinta de Michael Bay la taquilla estará reñida con la calidad pues es una película de consumo rápido y olvido aún más veloz de una calidad más bien reducida. No es que no fuera consciente de que iba a ver una película palomitera, de hecho mis expectativas estaban bastante bajas y no pensaba demandarle mucho a la película, pero esperaba que la historia se sustentase un poco mejor o que tuviera una carga emotiva algo mayor, elemento en el que falla estrepitosamente a pesar de los múltiples e insistentes intentos que caen en saco roto. Que la película esté centrada en destruir la Tierra no impide que al espectador se le respete como tal. Lo único realmente destacable de "2012" es el primer teaser-tráiler que sacaron, un pedazo de homenaje al tráiler de "El Resplandor" (con la misma música, incluso), que ponía los vellos de punta. La indiferencia que me ha producido la película solo puede compararse con el bochorno de algunas escenas, aunque debe reconocerse la espectacularidad general de la película. «Estábamos advertidos», reza el eslogan de la película... y qué razón tenía, pues no es que no se viera venir precisamente.

Mi puntuación: 3/10.

martes, 17 de noviembre de 2009

"Moon", soledad compartida.

He visto cosas en la cara oculta de la Luna que vosotros no podríais creer...

De sorpresas en el área del cine de Ciencia Ficción este 2009 no podemos quejarnos. Quien siga diciendo que de este género "ya no se hacen buenas películas" debería ir más al cine y comprobar que con películas como "Distrito 9" o "Moon" el género sigue creciendo y ofreciendo maravillas del séptimo arte que seguramente pasarán a la historia del cine con todos los honores. En el caso de "Moon" la sorpresa ha sido mayúscula, una película que prácticamente ha pasado desapercibida en los circuitos comerciales (ha tenido una distribución deplorable) pero que desde su primer tráiler y cartel ya apuntaba maneras... y no ha decepcionado lo más mínimo. Duncan Jones, conocido en principio por ser el hijo del músico (y actor) David Bowie —y que seguro en breve logrará hacerse conocer por méritos propios si sigue esta línea—, se estrena como director de una propuesta que bebe indiscutiblemente de tres grandes clásicos de la Sci-Fi como son "Blade Runner", "Solaris" y "2001: Una Odisea del Espacio" y que consigue crear una mezcla de una calidad insuperable, que aunque no es 100% original ni rompe esquemas sí que consigue llevarse al espectador a su terreno y sobrecogerle con una historia tremenda y absorbente.

No se puede hablar de "Moon" con profundidad sin dar detalles de su trama, por eso he decidido no hablar sobre su argumento más allá de su sinopsis: en un futuro cercano los problemas energéticos de la Tierra se han visto solventados en buena parte gracias al combustible limpio Helio-3, extraído por la compañía Lunar Industries Ltd. a partir de la energía solar acumulada en cara oculta de la Luna. Para esas tareas de extracción es necesario un único operario que vive en la base minera lunar con un contrato de tres años, durante los cuales vive aislado del planeta con la excepción de los mensajes que cada cierto tiempo recibe de la empresa y de su familia. A Sam Bell le quedan solo dos semanas para acabar el contrato y volver a la Tierra, los tres años de aislamiento han hecho mella en él y desea con ansia volver con su familia, pero de pronto comenzará a darse cuenta que cosas extrañas pasan a su alrededor, lo que le hará a dudar de su propio estado mental. Y hasta aquí puedo contar. Lo interesante de "Moon" es ir descubriendo progresivamente de que va, dejarte llevar y formar parte del juego en el que nos sumerge por completo el perfecto y ligeramente previsible —aunque sinceramente eso no resulta un inconveniente— guión de Nathan Parker, basado en la idea del mismo Duncan Jones. Un guión, por cierto, que es capaz de generar tensión, suspense, un poquito de acción y unos golpes de efecto brutales, todo pensado al milímetro y perfectamente resuelto para que al final de la cinta no quede ningún punto por resolver más allá de las diversas cuestiones morales que plantea, así que también es una cinta que hace pensar y no lo da todo mascado, confiando en la inteligencia del espectador pero sin pretender que sea Stephen Hawking.

Todos los elementos en "Moon" destilan cariño, talento y calidad. La película, aunque no lo parezca, es una propuesta sencilla, humilde, de apenas $5M de presupuesto, lo cual hoy en día no es mucho precisamente, y más teniendo en cuenta las aspiraciones de la película y el tremendo trabajo en el diseño de producción y dirección artística. Los escenarios y diseño de la nave y base lunar así como diseño de los trajes espaciales recuerdan a muchas películas que sentaron precedentes como "Alien. El Octavo Pasajero" y "2001: Una Odisea del Espacio", como es evidente pues estas cintas cambiaron la historia del cine, o a más recientes como "Sunshine" y "Horizonte Final" que bebieron de las mismas, y aún sí no se hace para nada repetitiva sino todo lo contrario, muy moderna, creíble, lujosa y a la vez casera y destartalada, ya que como es normal Sam lleva viviendo 3 años en ella y la tiene ordenada hasta cierto punto. No solo el vestuario y decorados es una genialidad, sino que los escenarios externos y los efectos especiales son de una calidad notable, más que excelente, y aunque no lleguen al nivel de otras vistas este año como "Distrito 9", por ejemplo, tienen un mérito extra visto el presupuesto y los medios disponibles. Eso sí, los efectos "caseros" o "manuales" son otro de los elementos que predominan y dan valor añadido a la película, pues prácticamente no abusa nada de CGI, algo a tener en cuenta hoy en día visto el panorama cinematográfico de Sci-Fi.

Duncan Jones ha sorprendido con esta ópera prima de Sci-Fi, una perla dirigida con pulso y tino, gozando de una fotografía de Gary Shaw excepcional, muy nítida y con pocos contrastes, diseñada a base de una gran saturación de blancos, y una BSO absolutamente magistral obra de Clint Mansell que de nuevo se alza como uno de los compositores más en forma del panorama cinematográfico; el habitual de Darren Aronofsky, autor de las partituras de "Pi, Fe en el Caos", "Réquiem por un Sueño", "El Luchador" y "La Fuente de la Vida" —ésta última posiblemente una de las mejores BSO que he tenido el placer de degustar en mi vida— adopta para "Moon" una dinámica claramente contemplativa, de melodías suaves y con la conciencia de ser un complemento a las duras escenas y largos silencios que vivimos en la película, pero igualmente siempre presente. La de "Moon" no alcanza quizá el sublime nivel de la cinta protagonizada por Hugh Jackman y Rachel Weisz, pero es definitivamente una de las BSO más potentes del año, con tonos y melodías que se graban a fuego en la mente (el tema final "We're Going Home" es sin lugar a dudas la pista estrella de la BSO) y que permanecen aún días después de haber visto la película.

Entre todas las virtudes de "Moon" hay una que destaca especialmente, y es la extraordinaria interpretación de Sam Rockwell, que solito carga con el peso de la película enteramente. Una de las cosas que atrajo mi atención hacia "Moon" fue precisamente ver que Rockwell era el protagonista, pues desde que lo vi en la curiosísima "Confesiones de una Mente Peligrosa" de George Clooney se ha convertido en uno de mis intérpretes favoritos. Del mismo modo que comenté en la reseña de la soberbia miniserie "John Adams" con respecto a Paul Giamatti, Sam Rockwell se ratifica definitivamente en "Moon" como uno de los mejores intérpretes de su generación, un actor con una solvencia brutal, ya sea como el malnacido desagradable de "La Milla Verde", el excéntrico espía/presentador de "Confesiones de una Mente Peligrosa", el forajido de la imprescindible "El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford" o el estafador empedernido de "Los Impostores", destacando en papeles tanto secundarios como protagonistas, experimentando no solo cambios radicales de registro sino también a nivel físico. Nadie descubrirá por primera vez en "Moon" que Rockwell es verdaderamente un actor sobresaliente, pero de forma definitiva materializa su talento en la que probablemente sea la interpretación más jugosa y fabulosa de toda su carrera. El papel no podía ser más suculento para un actor con dotes, pues ofrece un abanico de posibilidades y situaciones que lo convierten en el papel que todo actor querría para sí. Como he dicho no quiero contar detalles de la trama, pero es sorprendente la forma que el actor tiene de dotar de personalidades distintas a su personaje y la forma de hacerlo evolucionar a todos los efectos (¡uf! lo complicado que se me hace no hablar más de la cuenta), superándose a cada momento sin estridencias y consiguiendo emocionar en múltiples ocasiones a lo largo de los poco más de 90 minutos de cinta. Rockwell se hizo merecidamente con el premio al Mejor Actor en la última edición del festival de Sitges (es el tercer premio que se lleva el actor en el certamen, tras sus roles en "El Hijo del Mal" e "Inocencia Rebelde") y su interpretación está siendo desde luego muy reconocida. Yo desde aquí lo reivindico: ¡Oscar para Sam Rockwell, ya!

La película tiene en su reparto otro nombre bien conocido, el ganador de dos Oscars Kevin Spacey, poniendo voz a una suerte de HAL9000 de "2001: Una Odisea del Espacio" llamada GERTY, tan entrañable como curiosa, pues esta Inteligencia Artificial no solo expresa sus emociones vía emoticonos (¡sí, como el Messenger!) sino que se convierte en un personaje fundamental para Sam y para la película. La interpretación vocal de Spacey como GERTY es más que correcta, y además el "personaje" es protagonista de varios "no-giros" de lo más inesperados en la película, siendo sus reacciones ante las acciones de Sam Bell del todo inesperadas, homenajeando a su vez a HAL9000 de una forma que no sospecharíamos, poco habitual. Dentro de la previsibilidad del film éste está lleno de sorpresones. "Moon" no se llevó solamente el galardón a la Mejor Interpretación Masculina en Sitges, también se alzó con los mayores premios como el de la Mejor Película, Mejor Guión y Mejor Diseño de Producción, lo que la define claramente como una propuesta casi independiente que a pesar de no haber corrido por los circuitos más comerciales es claramente una de las películas más interesantes del año, y personalmente, posiblemente la mejor película de 2009.

"Moon" es una película suprema en todos los ámbitos, como película de género es una joya y gana en los pequeños detalles que van tomando sentido conforme avanza la cinta. Diminutos gestos o situaciones que no acabamos de comprender al inicio de la cinta se van destapando progresivamente, y durante la primera media hora todo se centra en la presentación del entorno y el personaje para luego despegar en una ascensión sin fin que toca una gran cantidad de palos, desde el thriller psicológico hasta el suspense, sumiendo al espectador en la total ignorancia del mismo modo que lo está el protagonista, sin entender nada con claridad hasta que todo se va viendo claro rápidamente. La trama en sí es muy inteligente y no excesivamente original, pero aún así la forma que tiene de transcurrir la convierte en una película muy sorprendente ya que se reserva escenas de gran sentimiento y sobre todo de una gran carga emocional que consiguen cautivar. En concreto hacia el final de la cinta hay una serie de escenas que son tan potentes a todos los efectos (técnicamente, emocionalmente, a nivel artístico y de intensidad) que no te queda más remedio que aplaudir rabiosamente ante tal dosis de genialidad. "Moon" es una película que he esperado con ansia, desde el primer tráiler me enamoró su aura y finalmente no me ha decepcionado lo más mínimo. Sus influencias son claras y no las esconde, dándose el lujo incluso de homenajear a las míticas cintas de Sci-Fi mencionadas, y finalmente el conglomerado ha dado como resultado una de las películas de Ciencia Ficción más atractivas de los últimos años junto a la también reciente "Distrito 9", y siendo para mí, como he comentado, simple y llanamente la mejor película del año por todas las sublimes virtudes que rebosa. Una joya imprescindible.

Mi puntuación: 10/10.

jueves, 12 de noviembre de 2009

"Ip Man", la leyenda del Wing Chun.

Excelente biopic con dosis de ficción del conocido maestro de Bruce Lee.

Ip Man (Yip Man en chino) es ampliamente conocido por ser un gran maestro y pionero en el arte marcial del Wing Chun (también conocido como Wing Tsun), una espectacular y feroz técnica basada en la anticipación intuitiva y en la velocidad y contundencia a corta distancia. Entre los discípulos que tuvo Ip Man destaca uno que se convirtió en una estrella de fama mundial, Bruce Lee, y es quizá por ello una figura conocida y respetada en occidente. En 2008 Wilson Yip ("Flash Point", "Dragon Tiger Gate") decidió llevar a cabo por primera vez una película semibiográfica (tiene algo de biopic y grandes dosis de ficción) basada en la vida del maestro durante los años 30' en Foshan, su ciudad natal y cuna de artes marciales, la cual fue sometida por el Ejército Imperial Japonés durante la Segunda Guerra Chino-Japonesa (1937-1945). "Ip Man" se centra no solo a las increíbles técnicas de combate y habilidades del mítico luchador, sino también en su apacible vida y en el posterior horror y sufrimiento provocado por la represión de Japón sobre el pueblo chino durante la cruenta invasión.

"Ip Man" es una película que podría encuadrarse a la vez en varios géneros aunque el principal sea, por supuesto, el de las artes marciales; se adentra en el drama de forma explícita, tanto por lo ocurrido con su familia como lo sufrido durante la guerra, también resulta ser una película épica por el corte heroico (y hasta legendario) de su protagonista e incluso está presente implícitamente el género bélico, aunque más por el contexto que por la acción. Al fin y al cabo, como digo, es una película de peleas y palos, pero está muy bien contextualizada de forma que narrativamente la acción está más o menos sustentada sobre una historia sólida y creíble que no limita la película a ser una simple unión de espectaculares peleas sin más argumento. El film tiene un ritmo excelente, durante los 105 minutos que dura no dejan de sucederse las peleas, bastante variadas y sobre todo muy espectaculares, siendo éstas la mayor baza de la cinta —como debe de ser— y los momentos cumbres de ésta.

Ganadora del Premio Orient Express (a la mejor película asiática) en la 42ª Edición del Festival de Sitges (2009), la película goza de una calidad en el apartado técnico sobresaliente, destacando una impresionante fotografía obra de Sing-Pui O con tonos muy ocres en el primer tercio y grisáceos y pálidos en los dos últimos, y una BSO de toques muy orientales de la mano Kenji Kawai, llena de efectos de sonido —percusión, sobre todo— que acrecientan la sensación de tensión en los momentos de lucha y dotan de dramatismo a las crudas secuencias de desolación en Foshan. Los efectos de sonido son otro de aquellos aspectos que hacen grandes a las películas de artes marciales y este caso no es diferente, teniendo unos contundentes FX sonoros que ayudan a la espectacularidad de la acción sobradamente. Mención especial merece el logrado trabajo de ambientación de la década de los 30', una dirección artística que ayuda al espectador a meterse de lleno en la historia y comprender la catástrofe sufrida por China.

Las coreografías de "Ip Man" son deliciosas, quizá se peca de abusar algo de cables y efectos artificiales que por momentos no cuadran mucho con el tono más o menos realista de las peleas, pero se perdona el no abusar de ellos demasiado. De las muchas peleas que hay en la película podría destacarse sobre todo la de los diez karatekas, una de las escenas de pelea más espectaculares e increíbles que recuerdo haber visto, para verla y reverla las veces que haga falta, alucinante. En general están rodadas con gran pulso, imprimiendo un ritmo excelente a base de intercalar cámara lenta y normal, con una dirección más que correcta por parte de Wilson Yip que hace que no perdamos detalle de ningún puñetazo ni patada, favoreciendo que nos regocijemos en cada contundente golpe de la eficaz técnica del Wing Chun, un arte marcial ejecutado con genialidad por un extraordinario Donnie Yen que a sus 45 años hace temer más sus golpes que a un tiro de escopeta. Yen, que ya trabajó anteriormente con el director, se luce enormemente en la piel de Ip Man y consigue comerse la pantalla, transpirando seriedad, tranquilidad y respecto, en un personaje que destila carisma, humildad y potencia, un personaje al cual no querrías verse remangar en una lucha contra él. Cada momento en el que Ip Man pelea el nivel de la película aumenta, y exceptuando uno de los combates en el resto siempre mantiene la calma lo que le hace un rival aún más temible. Donnie Yen también convence cuando el personaje no pelea, logrando reflejar una figura respetable, amada, apacible, con responsabilidades familiares y con gran sentido de la justicia, un héroe diseñado para enamorar al espectador.

El resto de secundarios están bien, aunque noté cierto artificio en los doblajes de la película (en la cinta se hablan tres idiomas: cantonés, mandarín y japonés), y a la hora de luchar los hay que se defienden muy bien como Siu-Wong Fan en la piel del campesino y delincuente Jin Shan Zhao, Chen Zhi Hui como el Maestro Liao y hasta Yu Xing como 'Wu Chi' Lin. A destacar la aparición de Louis Fan Siu-Wong, actor protagonista de la mítica "Historia de Ricky". También el general nipón Miura está excelentemente interpretado por Hiroyuki Ikeuchi, aunque no resulta ser un contrincante suficientemente malo como para alzarse como un villano realmente temible, y es que en ningún momento se da en la película la sensación de que nadie pueda hacerle sombra al poderoso Ip Man. Eso sí, en la pelea final es cuando se distingue mejor la mezcla de estilos enfrentados, el japonés y el chino.

La película, realizada en Hong Kong, también tiene tiempo de presentar una severa crítica acerca del abuso nipón durante su invasión a China en el periodo de la IIGM; algunas de las atrocidades que cometieron se muestran claramente y queda patente el odio al pueblo chino por parte de los japoneses, un ejemplo claro es el de los combates en el gimnasio para diversión del General Miura, que tiene a los chinos por seres inferiores con los que divertirse. También se evidencia la pobreza a la que el pueblo chino se vio sometido debido a la llegada del Ejército Imperial Japonés, ya que el mismo Ip Man vivía como un Rey y más tarde se vio obligado a vivir como un pordiosero en un cochambroso cuarto con su familia, pasando hambre y sufriendo las penas de la guerra. Los chinos, que viven como esclavos, aprenden a sobrevivir con lo que tienen e Ip Man actúa también como líder espiritual, como se puede comprobar con el hilo narrativo de la industria de algodón, guiando al pueblo Foshan y alzándose como un héroe, una leyenda viva que se forja su propia fama no solo por sus dotes en las artes marciales sino por su filosofía e ímpetu. Aunque a veces "Ip Man" peca de querer desviarse demasiado hacia el drama sensiblero funciona bastante bien como película dramática light, sin alcanzar cotas realmente sobrecogedoras ni de lejos. Quizá un poco más de sentido del humor hubiese ayudado a la película a ser más entretenida. Además, la película puede dividirse en dos partes claramente identificables, el primer tercio donde se muestra la majestuosidad de la figura de Ip Man y la tradición luchadora del pueblo de Foshan, y los dos tercios restantes donde se puede comprobar el horror al que está sometido China durante la invasión japonesa. En ambas partes la cinta funciona perfectamente, y aunque se nota que la segunda parte es la que más importancia narrativa tiene la verdad es que el más simpático es el primero de sus segmentos.

"Ip Man" es una película "de palos" más que decente, un espectáculo entretenido que no decepciona y reivindica una de las figuras más importantes de las artes marciales chinas, un maestro invencible cuyo estilo marcó época. Gracias al éxito de la película (varios premios en todo tipo de festivales, sobre todo en nacional de Hong Kong y una buena taquilla) se ha asegurado una secuela, "Ip Man 2: Legend of the Grandmaster" ("Yip Man 2: Chung si Chuen Kei"), donde seguramente volvamos a ver a Donnie Yen lucirse en la pie del gran maestro, y así lo espero porque ver repartir a este hombre le hace a uno levantarse del sillón para aplaudir, porque si algo tiene "Ip Man" es una tremenda espectacularidad en las coreografías, bien sustentadas por un contexto que hacen a la película algo más que una simple sucesión de golpes, algo a agradecer. No aporta nada nuevo, pero siempre es divertido ver como hay películas que no solo se centran en los palos sin más dilación; "Ip Man" es una película disfrutable en un amplio espectro de posibilidades, ya sea cinematográficamente por su calidad técnica, o simplemente a nivel de distracción para ver una buena sesión de palmadas en la cara. Porque si algo hace Ip Man en esta película, es partir caras.

Mi puntuación: 7/10.

viernes, 6 de noviembre de 2009

"Ciudadano Kane", tras el enigma de Rosebud.

Uno de los grandes clásicos de la historia del cine. CINE escrito con mayúsculas.

«Si no hubiera sido tan rico, quizá hubiese sido un buen hombre». Esta frase sale de los mismos labios de Charles Foster Kane a mitad de película, y es que "Ciudadano Kane" es, además de un hito del cine, el inteligente retrato de las limitaciones que presentan los excesos, una reivindicación de lo realmente esencial para el hombre, y en última instancia, lo frágil, cruel y simple de la naturaleza humana. Ahora que se cumplen casi 70 años desde aquel mítico «Rosebud» la historia ha hecho justicia con lo que en su día castigó ya que "Ciudadano Kane", irónicamente, fue uno de los fracasos económicos más destacados de los años 40' (a duras penas recuperó la inversión), una película que hoy en día está considerada obra maestra absoluta del cine y que no solo pertenece a la élite cinematográfica de películas globalmente reconocidas sino que es de una las pocas cintas que ha recibido el privilegio de ser nombrada "mejor película de la historia del cine" de forma más o menos consensuada por diversos colectivos, algo a lo que solo selectos filmes como "Cinema Paradiso", "El Padrino", "Los Siete Samuráis" o "Casablanca" han tenido acceso. Tras ver esta película no voy a ser yo quien lleve la contraria a la masa y me voy a sumar a ella considerándola y reconociéndola como una gran obra maestra, estatus que merecidamente se ha ganado por sus múltiples y supremas características.

La primera película dirigida (y escrita, y protagonizada, y producida) plenamente por Orson Welles fue un proyecto atrevido, innovador y rompedor a todos los efectos desde el primer plano, cuyos méritos no solo fueron formales sino también narrativos, de un poderío visual asombroso y de un tono sorprendentemente moderno. Debo reconocer que no conozco mucho acerca del contexto cinematográfico de la cinta —las décadas de los años 30' y 40' fundamentalmente—, pero lo que sí sé es que Orson Welles consiguió con "Ciudadano Kane" algo parecido a lo que logró Akira Kurosawa años más tarde con "Los Siete Samuráis", Stanley Kubrick con "2001: Una Odisea del Espacio", Alfred Hitchcock con "Psicosis" o por citar una obra anterior Sergei Eisenstein con "El Acorazado Potemkin", es decir, romper con los esquemas establecidos en la época, lograr una revolución cinematográfica y establecer un punto de inflexión en la historia del cine que serviría por siempre como referencia para posteriores autores. Desde el mismo comienzo "Ciudadano Kane" rompe con el esquema clásico al comenzar con una imagen correspondiente al final de la cinta, o mejor dicho a un suceso que no corresponde cronológicamente con lo que posteriormente veremos en la cinta. La película, luego, nos presenta el personaje y historia de Charles Foster Kane a grandes rasgos, como aquel que al iniciar una presentación enuncia los temas que va a tratar, para luego ir descabezando minuciosamente cada uno de los aspectos del personaje progresivamente mediante flashbacks, una idea totalmente moderna, profundizando en el protagonista y entendiendo finalmente muchas cosas de él y su entorno.

Thompson, periodista con sed de historias sensacionalistas, recibe el encargo de investigar el origen de la última palabra que Kane dijo en vida, «Rosebud», con motivo de entender qué es lo que definió a la personalidad durante toda su vida y cuán importante tuvo que ser el misterio encerrado en esa palabra como para que fuese la última que dijese. A partir de ese leitmotiv conocemos por medio de entrevistas cada aspecto de la vida de Kane, mediante de los relatos de su ex-esposa, el diario del tutor legal de Kane, la historia de su mánager, su mejor amigo y finalmente su mayordomo se aclara cada aspecto de su existencia, todo lo que le motivó en su opulenta vida y los desastres a los que fue arrastrado por su modo de vida controvertido y caprichoso. Todo este montaje a base de flashbacks/recuerdos resulta ser un recurso magistral para dar a conocer la vida de Charles Foster Kane de forma no lineal, consiguiendo una especie de puzle en forma de biopic ficticio que parece que no lo fue tanto ya que el magnate de la prensa William Randolph Hearst fue una fuente de inspiración para el guión de Welles y Herman J. Mankiewicz (hermano mayor de Joseph J. Mankiewicz) dados los paralelismos entre la vida del personaje ficticio y Hearst, por mucho que lo negaran posteriormente. De hecho el mismo Hearst hizo lo posible para boicotear la cinta, lo cual dice mucho de lo representado que pudiera verse el multimillonario, y lo cual afectó severamente la carrera del realizador con la productora RKO.

Es imposible no darse cuenta de lo influyente que ha sido "Ciudadano Kane" en la historia del cine en todos los aspectos, una vez vista no puedo evitar encontrar similitudes aquí y allá con diversas películas, como la interesantísima "Vals con Bashir" y su forma de reconstruir los hechos mediante entrevistas y flashbacks, o directamente en la misma esencia del cine actual en cantidad de recursos técnicos derivados de la obra de Welles. Su película innovó tremendamente al conglomerar diversos efectos cinematográficos y recrearse con movimientos de cámara imposibles y extraordinarios, zooms prodigiosos y travelling ingeniosos; personalmente creo que "Ciudadano Kane" tiene una de las mejores direcciones de la historia del cine, de un corte clásico y moderno a la vez, y estableció unas pautas que influenciarían tremendamente a una cantidad ingente de cintas posteriores. Parece mentira que estemos hablando de 1941 (en plena IIGM) ya que hay movimientos de cámara y planos-secuencia realmente bien planteados, una serie de imágenes poderosísimas ayudadas de una gran escenografía, unos decorados extraordinarios que significaron varios adelantos a la época como el mostrar el techo de un escenario (algo inédito que subconscientemente afectaba a la narración de la cinta) o el extravagante palacio de Xanadu que parece beber bastante del cine expresionista alemán.

La fotografía fue otro de los grandes méritos de la cinta, abusando de los claroscuros y saturaciones y jugando con las sombras con ingenio, y sobre todo buscando alterar la profundidad de campo, lo que daba a la película una mayor sensación de espacio y un cambio sustancial con respecto a lo que se llevaba haciendo durante años en Hollywood. La libertad creativa absoluta de Orson Welles quedó patente en la forma de rodar y llevar a cabo este particular drama, buscando puntos de vista y recursos que distorsionaran la historia para que la realidad no pudiese ser discernida con absoluta claridad por el espectador. Este juego de manos le valió a Welles la etiqueta de "tipo raro" (en aquella época, claro) y eso junto a la campaña de William Randolph Hearst le valieron a la película el fracaso en taquilla que décadas más tarde fue apropiadamente redimido. Eso sí, las nominaciones a los Oscar fueron generosas (tuvo nueve, incluyendo Mejor Película y Mejor Actor Principal) aunque acabó ganando solamente una, la de Mejor Guión Original para Mankiewicz y Welles, el que fuera el único Oscar de su carrera. A destacar también el trabajo de Bernard Herrmann, el compositor de la BSO y habitual posteriormente de Hitchcock y algunas de Scorsese, una música muy clásica y adecuada con una aparición bastante prominente.

El número de maravillas técnicas de la películas es extraordinario, los cambios de escenas (algunos supremos como aquel que pasa de la fotografía de los editores del Chronicle a la realidad en un fundido... ¡recordemos que estamos en 1941!), los travelling inmensos, el uso de los reflejos (como al inicio con la enfermera reflejada en la bola de nieve rota), etc. pero también destaca entre muchos otros aspectos el excelente elenco de actores, casi todos amateurs, entre los que se encuentra el mismo Orson Welles cuya faceta como actor fue mucho más prolífica (apareció en más de 100 películas) y casi tan reconocida como la de director. De hecho por su representación de Charles Foster Kane recibió su única nominación al Oscar como actor con "Ciudadano Kane" (también como director), y es que Welles se come la pantalla con una interpretación estupenda, hasta en esa faceta está soberbio, representando las distintas fases de la vida del magnate de la prensa que no puedo alcanzar la auténtica felicidad nunca, excepto en lo referente al misterio de Rosebud, y es que al fin y al cabo la película habla de la soledad, de la tristeza de sentirse verdaderamente solo, y sobre todo de lo importante de las personas y no las cosas. Hay un diálogo que creo que resume la condena de Kane en la cinta a la perfección, cuando hablando con Susan comenta: «— Conozco a poca gente. — Y yo a demasiada. Supongo que ambos estamos solos.», una verdad como un templo y el sino del ciudadano Kane.

Ante todo "Ciudadano Kane" es un dramón, una historia cruel y dura de un personaje cuya fama, poder y dinero no le trajeron más que infortunios y éstos están estupendamente representados por el protagonista sobre todo en el cuarto final de película donde se palpa la tristeza y desolación del personaje. La película crece y crece conforme avanzan sus dos horas de metraje, es un film del que se han escuchado tantas alabanzas que uno ya se propone verlo con un sentido crítico exacerbado y con unas expectativas altísimas, pero es que finalmente "Ciudadano Kane" te enamora, te atrapa y sobre todo fascina, porque formalmente es un hito en la historia del cine pero también lo es la historia que cuenta, un argumento acerca del ser humano y su condición, algo sobado a estas alturas pero que responde a la eterna pregunta: el dinero y el poder no dan la felicidad.

Finalmente "Ciudadano Kane" se ha convertido por méritos propios en una de las películas más influyentes, y por lo tanto importantes, de la historia del cine, no solo por su imprescindible aportación al mundo del cine sino por su influjo en la cultura popular y su gran fama. Reconocida por diversos medios, revistas, webs y críticos como la mejor película de la historia (o como mínimo en el TOP-10) la película ha servido de inspiración para muchos de los grandes directores del mundo así como ha sido considerada siempre una referencia y modelo a seguir en cuanto a consistencia argumental y formal como parámetros indispensables e indivisibles de una obra maestra. Porque ante todo "Ciudadano Kane" representa el significado máximo de la expresión "obra maestra", también "clásico del cine" y "obra de culto", porque la cinta es sin duda una de aquellas películas incapaces de dejar impasible a nadie, o como mínimo es imposible no reconocer en ella la enorme influencia e importancia que ha tenido para la historia del cine. En 1941 hubo un punto de inflexión en el cine por partida doble: se estrenó "Ciudadano Kane", y surgió Orson Welles. Precioso año.

Mi puntuación: 10/10.

PD: ¡Este es mi post número 150!

domingo, 1 de noviembre de 2009

"Tango y Cash", sociedad (i)limitada.

Stallone y Russell en la alianza perfecta. ¡Una película de colegas capital!

El cine de acción ochentero-noventero es uno de aquellos géneros que está acotado por definición no solo por sus características narrativas sino también por haber surgido en un plano temporal concreto, en este caso principalmente en la segunda mitad de la década de los 80' y primera de los 90'. Aquel cine honesto, irreverente y plagado de alegres y agradables tópicos fue muriendo hace tiempo (aunque aún queden titanes de la época que luchen por sobrevivir) y dejó tras de sí un legado irrepetible que ha marcado a una generación. Este incomprendido género tiene la mala fortuna de no ser del todo aceptado o debidamente apreciado por generaciones demasiado mayores o demasiado menores, pero lo que es innegable es su capacidad de entretener y su completa sinceridad, humildad y ausencia de pretensiones. Una característica imprescindible del cine de acción de los ochenta-noventa es la cantidad de tópicos que han llenado todos los guiones de dichas películas y que se han ido repitiendo incesantemente para deleite de los aficionados a este gamberro género. Uno de los tópicos más explotados y que han generado cantidad de películas por sí mismo es el de la pareja de detectives (normalmente) de carácteres completamente opuestos, normalmente uno de carácter correcto y otro rebelde o uno cordial y el otro violento, etc., la cuestión es que sus personalidades sean completamente antónimas. Argumentos con este elemento a modo de eje central hay muchos, como el de las sagas de "Arma Letal", "Superdetective en Hollywood" y "Dos Policías Rebeldes" y otras películas como "Danko: Calor Rojo", "El Último Boy Scout" (incluso ha sido recientemente pariodiado en la genial e imprescindible "Hot Fuzz", llamada "Arma Fatal" en España) y una de las cintas más representativas y carismáticas del subgénero de las 'buddy movies': "Tango y Cash".

Raymond Tango es un teniente de policía de Los Angeles de buenos modales, elegante pero duro e implacable, y sus expeditivos modales están acabando agresivamente con el imperio de la droga del capo local Yves Perret. En otro distrito de L.A. al otro lado de la ciudad el también teniente de policía Gabriel Cash, un indisciplinado e insolente agente de violentas tácticas y peores modales, hace lo propio desvencijando un alijo de drogas tras otro del narcotraficante más importante de la ciudad. Molesto por la eficacia de los dos mejores policías de L.A. Perret se decide a poner fin a su mayor amenaza urdiendo un plan para desprestigiarlos y acabar con ellos, lo que obligará a los dos agentes a asociarse forzosamente para evitar su propia caída. A grandes rasgos el argumento es así de sencillo pero el encanto reside en ver cómo ambos policías van viéndose obligados a colaborar mutuamente y dejar de lado sus respectivas soberbias y diferencias estrechando lazos y preparando la tremenda venganza contra todo aquel que se puso en su contra.

Desde el primer momento se puede ver que la sociedad de Tango y Cash va a dar muy buenos resultados, dos carácteres tan contrarios pero con el denominador común de la temeridad y la desmedida, y un villano malo malísimo al que machacar sin ningún ápice de remordimiento... la cosa no puede presentarse mejor. Y "Tango y Cash" ofrece justo lo que promete, con creces. En 1989 Sylvester Stallone ya estaba completamente asentado como estrella del cine de acción, en la cumbre y justo a mitad de su extraordinaria y desvergonzada carrera habiendo realizado películas como "Rocky" (y tres de sus secuelas), "Acorralado" (y dos de sus secuelas), "Cobra, el Brazo Fuerte de la Ley" y "Yo, el Halcón", y aún le quedarían por realizar más obras míticas como "Máximo Riesgo", "Demolition Man" y varias otras. Stallone aceptó el papel de Tango en la película que hubiera sido la oportunidad perfecta para que los dos actores del cine de acción más grandes de la historia hubiesen coincidido en la misma película, es decir Stallone y Schwarzenegger, quién por aquel entonces ya había protagonizado algunas de sus películas más famosas como "Terminator", "Conan el Bárbaro", "Depredador", "Comando" y "Danko: Calor Rojo" (otra 'buddy movie' de un año antes). No pudo ser, pero a cambio otro de los grandes fue la pareja de Stallone, Kurt Russell, protagonista de "Golpe en la Pequeña China", "La Cosa", "1997: Rescate en Nueva York" y más tarde de su secuela/remake "2003: Rescate en LA" y "Stargate" entre otras muchas, además de actor de culto entre los aficionados del cine de Serie B por razones más que evidentes. Russell, quien tiene el papel más agradecido de los dos protagonistas, se luce como Cash en un papel casi hecho a medida y que recuerda en parte al Jack Burton de "Golpe en la Pequeña China", y es por su parte por quien vemos la mayoría de escenas cómicas donde lía unos jaleos monumentales. Cash acaba ganándole la mano a Tango, o lo que es lo mismo, el personaje de Russell acaba pasando por encima del de Stallone, aunque los dos tienen sus momentos de lucimiento como en las extraordinarias presentaciones, primero de Tango con su parsimonia a la hora de capturar al camión cisterna y sus irónicos diálogos posteriores («— ¡Se cree que es Rambo! — Rambo es una nena.»), y luego la espectacular persecución de Cash en el parking donde no deja un solo coche o lámpara fluorescente entera («¡Bienvenido a América!»). En menos de diez minutos la película ha presentado a los protagonistas, el problema con el capo de la droga (es decir, el hilo argumental) y grandísimas dosis de acción. Sonoro aplauso para la introducción de la película.

El guión de Randy Feldman, quien solo había sido guionista de la desconocida "Hell Night" —y que poca cosa más hizo en su carrera—, no deja lugar a dudas de qué clase de película es. "Tango y Cash" ofrece un espectáculo de acción y bromas donde se explotan al máximo dos aspectos: la curiosa y antagónica relación de los dos protagonistas y la chulería de ambos, juntos y por separado. Frases lapidarias y chulescas, diálogos hilarantes («— No te metas en mi caso, llevo tres meses con él. — Eso demuestra la estúpido que eres, porque yo llevo con él media hora y estoy aquí liado contigo.») y momentos de pura gloria inundan la película, como aquel en que Cash decide hablar en el juicio tras la declaración de Tango, la escena en las duchas o la del terrado y la granada entre muchas otras. La historia transcurre de forma predecible y sin sorpresas, se ve venir todo desde el primer momento pero aún así resulta una película divertidísima que tiene un par de detalles los cuales que no dejo de encontrarles similitudes con "Watchmen" (anterior a la película) como es la trampa que les preparan y la que se lía en la cárcel con su llegada. Aún así todo transcurre como debe y el espectador se ve saciado con su dosis de acción y humor desenfrenado durante casi 100 minutos sin tregua.

Lo mejor que tiene "Tango y Cash" es que sabe explotar al 100% el tópico de la pareja opuesta, algo en lo que por ejemplo "Danko: Calor Rojo" no atinó del todo, ya que la de Schwarzenegger y Belushi era una alianza que funcionó pero no a pleno rendimiento. Aquí Kurt Russell y Sylvester Stallone tienen química y los dos tienen momentos en los que se van luciendo intercaladamente; es la perfecta película para ver con los colegas y asegura unas buenas risas y momentos de desfase total como el desmesurado final en que incluso se entra en terreno surrealista en la base del villano, con ese coche armado hasta los dientes destrozando todo a su paso en una secuencia que parece más digna del futuro visto en las películas de "Terminator" que de una película de los 80 en LA, y con ese glorioso diálogo de «— Perret tiene que estar ahí dentro. — ¡Por fuerza, es el único edifico que queda en pié!». Por cierto el villano de la función es todo un acierto, un convenientemente sobreactuado Jack Palance que sirve de perfecto enemigo para los dos policías y que tiene bajo sus órdenes a otros tantos hombres a modo de "enemigos finales" al más puro estilo de los videojuegos. Del reparto destacan también algunas caras conocidas como la guapísima Teri Hatcher en un papel diseñado para su puro lucimiento, y el imponente Brion James (el mítico Leon de "Blade Runner") como matón de primera. Aunque a nivel de carisma tampoco podemos obviar a Robert Z'Dar, un actor que por su físico podría haber sido un Marv ("Sin City") perfecto.

El estilo ochentero de la película es una de sus mayores bazas, la estética es completamente representativa y ha envejecido en su justa medida (es curioso darse cuenta de cómo han vuelto algunas cosas de la moda de hace 20 años), "Tango y Cash" transpira espíritu ochentero al máximo y se nota sobre todo en elementos como la música, obra de Harold Faltermeyer ("Top Gun") que incluye temas prestados tan míticos como el de Yazoo "Don't Go", con mucho sonido electrónico tan mítico del cine de los ochenta. Una BSO genial. El director fue el ruso Andrei Konchalovsky cuya película más destacable (además de esta) podría ser "El Tren del Infierno", y sorprende su origen ruso viendo algunas de las bromas que incluye en la película, pero fue sustituido más tarde por Albert Magnoli, desconocido director cuyo único mérito es la inefable "Purple Rain". La dirección —de uno o de otro— responde a los clásicos paradigmas del cine de acción ochentero-noventero por lo que no hay nada que replicar, la forma es lo de menos y en este caso no es diferente.

"Tango y Cash" es una de las películas de acción más extraordinarias del extinto género de las 'buddy movies' que durante los 80' y 90' reinaron en las carteleras, una suerte de alianza entre dos grandiosos actores de acción que funciona a la perfección dentro y fuera de la película; ambos actores hacen un trabajo extraordinario, se nota que tienen buena química y que disfrutan en sus papeles, y es que juntos y por separado desprenden un carisma único. No es una película excesivamente violenta pero tiene unas grandísimas dosis de acción, también de humor sobre todo gracias a las situaciones provocadas por los carácteres encontrados de Cash y Tango, y en general no decepciona lo más mínimo ofreciendo lo que se prevé de ella. "Tango y Cash" es un clásico del cine de acción ochentero, una bendición en forma de asociacón entre dos mitos vivientes del cine gamberro que tuvieron a bien regalarnos una película que derrocha carisma, violencia, carcajadas e irreverencia, y que sin duda forma parte de lo mejor de la selecta filmografía de ambos protagonistas.

Mi puntuación: 7/10.