jueves, 30 de julio de 2009

"John Adams", unite or die.

Hoy, lección magistral: cómo nacieron los actuales Estados Unidos de América.

Casi podría decirse que el recurso narrativo televisivo de la miniserie es un género en sí mismo, su formato permite contar historias que sería imposible condensar en una película o en varias y que quizá implicaría demasiado esfuerzo para el espectador si se mostrara en forma de serie con más de 12 episodios. Las miniseries tienen una ventaja frente a las series convencionales, y es que tienen un final definido y un número de episodios estipulado, lo que hace posible que no se alarguen indefinidamente hasta perder la fuerza y que sea más llevadero comenzar con una. Además es bastante usual que las temáticas que traten sean acerca de episodios históricos, reproducciones de hechos verídicos recientes o antiguos, biopics, representaciones de guerras reales, etc. y como se ha podido ver en los últimos años en España son formatos con gran éxito y seguidos con interés por el público; prueba de ello es, al margen de su calidad, el elevado share que tuvieron las miniseries emitidas en los últimos meses acerca de la historia política española como "23-F: El Día más Difícil del Rey", "23-F: Historia de una Traición", "20-N: Los Últimos Días de Franco" (originalidad al poder con los títulos), también con respecto a ETA o episodios de delincuencia en nuestro país como "Futuro: 48 Horas", "Una Bala para el Rey", "Soy el Solitario" y "Padre Coraje" o hasta biopics como "Marisol". En el resto del mundo las miniseries también tienen muy buena acogida y en este formato se han dado buenísimas piezas cinematográficas-televisivas de la talla de la obra maestra "Hermanos de Sangre" (que por cierto prepara para este año 'segunda parte' con "The Pacific") y otras famosas como "Das Boot", "Orgullo y Prejuicio", "Yo, Claudio", etc. El año pasado hubo algunas piezas destacables dentro del género de la miniserie, como por ejemplo "Generation Kill", "Cranford" y sobre todo "John Adams".

"John Adams" es una miniserie de 7 episodios de una duración individual comprendida entre una hora y hora y media, con una duración total de casi 500 minutos en total, más de 8 horas, emitida en EEUU en abril de 2008 y producida por HBO, creadora de "Hermanos de Sangre". De hecho está producida por Tom Hanks (productor de "Hermanos de Sangre" y la inminente "The Pacific"), David Coatsworth, Kirk Ellis (que también es el guionista) y Gary Goetzman (también productor de "The Pacific"), por lo que ya los fundamentos son sólidos y las expectativas jugosas. Dirigida por Tom Hooper (cuyo anterior trabajo fue el aclamado telefilm "Longford", ganador de varios premios BAFTA y Globos de Oro) y con guión de Kirk Ellis basado en la novela biográfica ganadora del pulitzer de David McCullough, la miniserie explora la vida de John Adams, el que fuera el segundo presidente de los Estados Unidos de América y uno de los principales padres fundadores de la nación americana en su independencia del imperio británico. La miniserie, que ha ganado más premios Emmy (trece) que cualquier otra miniserie hasta la fecha, cuatro Globos de Oro y dos premios de la Screen Actors Guild Awards entre otros, no solo es un biopic de John Adams en el que conocemos detalles de su carácter, personalidad, obra y pasión, sino que el mismo John Adams es un simple vehículo para que podamos asistir a la creación del gobierno de los EEUU; podría haber sido cualquier otro de los "padre fundadores" de la nación norteamericana el objeto de la miniserie pero aunque John Adams sea total protagonista de la misma es al fin y al cabo el instrumento narrativo que se utiliza para hacerlo más original, interesante y fácil de entender. Quizá seguirlo desde todos los puntos de vista de los implicados en aquel hecho histórico hubiese sido mucho más difuso y confuso. Al mismo tiempo que en la miniserie se manifiestan los problemas personales y familiares de Adams también vemos la evolución política y social del país que hoy en día domina el mundo, a la vez que es muy entretenida y artísticamente un delirio también es muy instructiva (reconozco que desconocía bastante la historia de la Declaración de Independencia estadounidense) y didáctica, entendiendo que tienen que haber varias inexactitudes históricas concretas debido a términos de adaptación o en pro del dramatismo de la obra.

"John Adams" es una historia épica que comprende más de 50 años de la vida del abogado y político (y granjero) desde 1770 hasta su muerte en 1826 poco tiempo después de que su hijo John Quincy Adams alcanzara la presidencia de los EEUU. En todo ese tiempo es interesante ver los inicios de los EEUU democráticos, aquellos que aún no estaba tan corrompidos como hoy lo está por el poder, con la lustrosidad y pureza de quien comienza una revolución social, elemental e intelectual. Vemos esa evolución natural del ser humano hacia la ambición, como el presidente estaba sujeto a unas grandes presiones no solo políticas sino por parte también de la opinión pública y el arte de la política en sí y sus entresijos durante el s.XVIII y el s.XIX.

El corte de la miniserie es eminentemente clásico, intentando respetar los cánones del cine de época que llevan años definidos y tomando en algunos casos buena cuenta de lo hecho por Stanley Kubrick en 1975 con "Barry Lyndon", sobre todo en las incursiones europeas de "John Adams" durante el segundo cuarto de miniserie y en general en el corte sonoro, lumínico y musical de toda ella. El cambio de registro es importante cuando Adams está en Francia, Inglaterra y otros países europeos, de los sobrios y monocromos despachos americanos se pasa a los coloridos, suntuosos y pomposos palacios parisinos y londinenses, representados con una exquisitez máxima, una dirección artística de 10. La diferencia de cultura y ostentación entre Europa y América es abismal en el s.XVIII y queda bien reflejado en la miniserie; la sociedad burguesa francesa está espléndidamente bien reflejada. La serie está llena de pequeños y gloriosos detalles en esos parajes, como la escena en la que por primera vez asisten al alzamiento de un globo aerostático tripulado o el increíble momentazo en el que Adams visita al Rey Jorge de Inglaterra, una escena de las más memorables de la miniserie. Este tipo de detalles que casi pasan desapercibidos pero que denotan una calidad, unas ganas y un esfuerzo infinitos son los que enriquecen a "John Adams" y hacen que vaya más allá de ser una simple miniserie, expresan maestría, mimo y talento no solo gracias a la suprema dirección artística, cuidada hasta el milímetro y disfrutando de una diversidad pasmosa, sino todos los aspectos técnicos y artísticos como el extraordinario vestuario, la trascendental BSO de corte clásico y el espectacular reparto lleno de estrellas de cine y televisión. Escenas como el corto periplo naval dan pruebas de la esmerada producción de cada episodio de la miniserie, que sin ser "Master and Commander" ni "Piratas del Caribe" resulta espectacular y brillante, con pequeños detalles como la escena en la que le amputan a uno la pierna con una sierra o el intercambio de balas de cañón. El presupuesto de la miniserie debe haber sido estratosférico para recrear con tanta fidelidad y calidad cada escenario y representar cada complicada escena incluso bélica, por cortas o escasas que sean.

La BSO obra de Robert Lane y Joseph Vitarelli es, como he dicho, muy clásica y también épica. La partitura fue realizada por ambos compositores de forma independiente, uno en Inglaterra y otro en EEUU, con pistas militares, románticas, barrocas, y melodías con violines y pianos muy acentuadas que alzan los momentos críticos al nivel épico deseado; en ocasiones dichas pistas hacían que la composición visual, sonora y emotiva fuese tan alta como para poner la carne de gallina —y varias veces he dicho que eso es algo que yo aprecio mucho porque significa que realmente llega a emocionarme— como por ejemplo aquella escena en la que empluman al hombre del Rey en el puerto. El tema principal en concreto me parece una canción majestuosa, cuando se escucha en los créditos iniciales y finales consigue llenar la pantalla y es de esas melodías que permanecen en la memoria, que luego se tararean al acabar de ver el episodio; un gran mérito. También en ocasiones la BSO me ha recordado a "Barry Lyndon" de nuevo, por usar temas míticos en la película de Kubrick como "Piano Trio In E-Flat" de Schubert, canción estupendamente bien utilizada.

Una vez más la comparo a "Barry Lyndon" (que considero una obra de referencia para esta clase de películas) para destacar la exquisitez en la dirección artística, también del supremo vestuario que abarca un amplio espectro de trajes no solo por las clases y tipos (militares, de la burguesía, monarquía, diferentes pueblos, etc.) sino por la variedad temporal de los mismos, ya que prácticamente 50 años de cultura europea y americana quedan reflejados en la miniserie. Los escenarios son una prueba de esfuerzo titánico, desde el palacio de Versalles y sus jardines, una maravilla visual, hasta los más humildes despachos de Boston, todo cuidado al detalle. A nivel de dirección se realiza un trabajo excelente, la mayoría de los encuadres, que buscan un punto medio entre cine y TV mezclando primerísimos planos con cuadros contemplativos de un gusto exquisito, son estáticos exceptuando aquellos en los que la multitud se agolpa o se requiere dinamismo donde la cámara se torna convulsa. Solo hay una cosa que no me acabó de convencer, y atención porque me atrevería a decir que es el único elemento que no me gustó de toda la miniserie —y el cual soy consciente que es algo bastante personal—, y es que el director Tom Hooper y el director de fotografía Tak Fujimoto abusan de un recurso que particularmente rechazo, el de los planos "torcidos", algo quizá demasiado de TV y que a mí no me acaba de convencer. Si hubiera utilizado siempre planos "rectos" me hubiera gustado más ese aspecto y hubiera sido más serio; creo que los planos torcidos dan un ligero tono de irrealidad, algo que no le sienta nada bien a un biopic histórico como "John Adams" donde una versión realista es el atavío perfecto para mostrar la representación de los hechos históricos. Eso sí, a pesar de ser una producción para TV se aprovecha de forma brillante el ancho de la pantalla como en el formato de cine, lo que le da un tono mucho más cinematográfico para compensarlo.

Es interesante ver como cada uno de los 7 episodios de la miniserie está centrado en una fase de la vida de John Adams y Norteamérica, en el primero, "Join or Die", vemos como Adams se involucra en la política y deja atrás la abogacía, en el segundo, "Independence", se explora la necesidad de que los EEUU se independicen de Gran Bretaña, en el tercero, "Don't Tread on Me", vemos el periplo europeo de Adams como embajador norteamericano, en el cuarto, "Reunion", vemos las complicaciones en las negociaciones de Adams en el extranjero, su vuelta y la jura del cargo de George Washington como primer presidente de los EEUU, en el quinto, "Unite or Die", vemos la frustración de Adams como vicepresidente y su posterior nombramiento como segundo presidente de los EEUU, en el sexto, "Unnecessary War", vemos los esfuerzos de Adams como presidente para evitar la guerra con Francia y cómo tuvo que lidiar con las escisiones políticas, y el séptimo y último, "Peacefield", es un episodio a modo de despedida, un homenaje de 60 minutos del personaje y sus allegados que acaba siendo un broche de oro a la épica miniserie, un último episodio muy emotivo e intenso donde además se acaba de explorar a la perfección la relación entre John Adams y Thomas Jefferson, un punto muy interesante en la historia de la Independencia de los EEUU en el que se hace especial hincapié y que es una de las relaciones mejor definidas en la miniserie.

Como he comentado el reparto es espectacular, lleno de estrellas de gran calibre tanto de televisión como de cine. Protagonizando tenemos a un supremo Paul Giamatti, un actor que hasta el momento había demostrado tener una dotes interpretativas superlativas en cintas como "La Joven del Agua", "El Ilusionista", "Cinderella Man: El Hombre que No Se Dejó Tumbar" (por la que recibió una nominación al Oscar por su papel secundario), "American Splendor", "Entre Copas", etc. y que ahora definitivamente acaba encumbrándose como uno de los mejores intérpretes masculinos del panorama cinematográfico y televisivo. De hecho por este papel Giamatti ha ganado seis premios incluyendo los más importantes a los que puede optar por protagonizar una miniserie como el Emmy, Globo de Oro y Screen Actors Guild Awards. Tras este papel y desde ahora para mí Paul Giamatti es y será John Adams, y cualquiera que sea capaz de poner en duda la gran capacidad interpretativa de este hombre deberá ver esta miniserie para salir de dudas y apreciar su talento; Giamatti hace una exhibición de escándalo y aprovecha el enorme e infinito abanico de registros que le ofrece el papel del padre fundador donde no solo tiene que actuar como un hombre serio, inteligente y decidido sino como una persona exigente consigo mismo, algo soberbia en ocasiones, conciliadora, estricta con sus hijos y muy unido a su esposa, una interpretación que también requiere mostrar los avatares de la edad (al principio de la miniserie tiene teóricamente 35 años y al acabar 90) y que supone un esfuerzo extra, aunque también es un caramelo de papel con el que cualquier actor soñaría durante toda su carrera. Adams tuvo que sacrificar mucho por su país, por la libertad, por la imposición de la justicia; no pudo disfrutar de su familia, se sintió terriblemente frustrado como vicepresidente y sufrió una especie de exilio en el extranjero que le reprimió, y todo esto está expresado magníficamente por Giamatti. Otro de los detalles más logrados es la incomodidad de Adams entre la burguesía francesa, donde no solo se sentía un extraño sino que el modo de vida de los galos le resultaba chocante en comparación a la pragmática forma de vida norteamericana. Un precioso ejemplo se da en una de las conversaciones que mantiene Adams con uno de los miembros de la burguesía francesa:

«— ¿Ha asistido alguna vez a la ópera?
— [...] No, me temo que mi oficio me permite poco tiempo para el arte.
— No tiene tiempo. Tiene mucho trabajo.
— No, debo estudiar la política y la guerra, para que mis hijos tengan la libertad de estudiar matemáticas y filosofía. Mis hijos deben estudiar navegación, comercio y agricultura para que sus hijos tengan el derecho de estudiar pintura, poesía y música.»

Un pequeño fragmento de diálogo que refleja fielmente la personalidad diligente y firme de Adams, reproducida con una complejidad y perfeccionamiento espléndidos; el perfil del presidente de los EEUU es uno de los mejor definidos en la historia de los biopics. La relación con su esposa, Abigail, es sin duda el vínculo más intensamente e íntegramente encarnado de toda la miniserie, estando la interpretación de Laura Linney a la altura de las circunstancias y demostrando también que la actriz tiene un talento desbordante e indiscutible. Abigail Adams es un personaje clave en la miniserie, era necesaria al 100% para John, su más fiel consejera y amiga y quien le ofrece apoyo moral constantemente. Una frase es muy significativa al final del quinto episodio: «Levántate John. Levántate», le dice a su marido, y es que Abigail es la segunda piedra angular sobre la que gira "John Adams". El baile de nombres no cesa y Tom Wilkinson también tiene tiempo de lucirse como el conocido Benjamin Franklin, un personaje clave en la política exterior de los EEUU y con quien Adams tiene una curiosa relación. Wilkinson se está convirtiendo desde hace tiempo en uno de mis (eternos) actores secundarios favoritos, está demostrando que siempre sobresale en cualquier papel que realice como en "Michael Clayton", "El Sueño de Cassandra", "Valikira", "RocknRolla", "¡Olvídate de Mí!", "Batman Begins", etc. teniendo siempre la oportunidad de destacar por su tremendo carácter y presencia. Si alguien osa también dudar de Laura Linney o Tom Wilkinson esta es su miniserie, les hará replanteárselo ipso facto.

La brillantez del reparto sigue con actores de la talla de David Morse en la piel del imponente George Washington. Morse es un actor que habitualmente suele brillar pese a su eterno rol secundario (otro como Wilkinson), como por ejemplo en "La Milla Verde", "12 Monos" o "Disturbia" e incluso tuvo un brillante papel en la serie "House", siempre solvente y formidable, y aquí lleva a cabo su curiosa personificación de Washington con gracia, destacando su seriedad y parsimonia. Intérpretes algo menos conocidos pero igualmente extraordinarios llenan la pantalla constantemente en un baile multitudinario de caras familiares y no tan familiares, actores y actrices de sobrado talento que cumplen cada uno con su pequeño o gran papel; un ejemplo de actor más o menos desconocido y gran capacidad es Stephen Dillane que interpreta a Thomas Jefferson, rival y amigo de John Adams cuya relación se explora con profundidad y hasta con sentimiento; como he comentado el último episodio es una muestra de respeto a la figura de John Adams y en concreto en la última parte de dicho episodio la relación Jefferson-Adams recibe un emotivo homenaje, representando en cierta manera lo que 50 años antes de su muerte significó la culminación del concepto de libertad según los norteamericanos. El actor esloveno Zeljko Ivanek, visto en multitud de series como por ejemplo "Heroes" y "24", también tiene una participación destacable como John Dickinson, delegado por Pennsylvania y Delaware y uno de los principales rivales de Adams en la Declaración de Independencia; Danny Huston, al que hemos podido ver recientemente en "X-Men Orígenes: Lobezno" y actor de gran experiencia en cine, demuestra su talante en los primeros episodios; Sarah Polley (protagonista del remake de Zack Snyder de "Amanecer de los Muertos") también destaca como la hija de John, Nabby Adams; el actor Rufus Sewell, protagonista de la memorable "Dark City" y el cual extrañamente no es una cara muy vista (en "El Ilusionista" tiene un papel destacable), también sobresale como Alexander Hamilton, uno de los principales personajes en el periplo de Adams como presidente, etc. Todo el extensísimo reparto de la miniserie es un acierto absoluto, y de hecho Paul Giamatti, Laura Linney y Tom Wilkinson en concreto se han forrado a premios por sus insuperables interpretaciones.

El arraigado sentimiento patriota de los Estados Unidos de América tiene un sentido y un porqué, y en esta miniserie podemos ver algunas de las bases de esa pasión, de cómo una nación fue construida con los cimientos de la libertad que unos pocos tuvieron el valor de pelear y promulgar en pos del futuro bienestar de sus hijos. No es que "John Adams" sea nacionalista, es que está contada de una forma que su épica realmente es capaz de conmover y remover el interior del espectador, que no solo disfrutará con el impresionante despliegue de medios y talento sino que obtendrá una obra que sea capaz de emocionarle y satisfacerle. Lo que la miniserie intenta expresar es un sentimiento universal, no es propaganda patriótica. Normalmente al final de la reseña de una película, serie o miniserie que creo que merece la pena suelo recomendar su visionado, pero en este caso en concreto ultra-recomiendo que "John Adams" sea visionada, es una joya que merece la oportunidad de ser degustada; se la recomiendo a todo el mundo aunque el tema que trata no suscite especial interés a priori (a mí personalmente el argumento no es que me llamara la atención especialmente) ya que la miniserie tiene todo lo que los amantes del cine de época, clásico, épico, dramático, histórico, político, incluso del romántico y bélico pueden pedir. Imprescindible. Ya mismo le colocaría la etiqueta de "Clásico instantáneo" porque para mí, a estas alturas, "John Adams" es una lección de historia y una lección de cine.

«No, posteridad, nunca sabrás cuánto nos ha costado preservar tu libertad, espero que hagas buen uso de ella. Si no es así, me arrepentiré en el cielo por haber soportado la mitad de los sufrimientos por conservarla.»

Mi puntuación: 10/10.

4 comentarios:

Dr. Quatermass dijo...

Giamati es un actor enorme, eso que quede claro. Luego no voy a poder opinar demasiado porque el formato serie me da un poco de alergia, pero tal como la has expuesto dan ganas de someterse a ella. Por cierto, ¡que comentarios tan largos!, dicho esto sin tono peyorativo, si hay cosas que interesantes que decir ningún problema con la longitud.

Nos leemos.

Sam_Loomis dijo...

El elenco se ve bastante sólido, la verdad. Giamatti, Wilkinson, Linney, Huston etc. aunque no soy muy gustoso de las mini-series, aunque si he visto mi porción. Aún así, tu calificación perfecta que le das me inclina a echarle un vistazo a ésta.

¡Saludos!

Santi dijo...

Buenas Dr. Quatermass, aunque te dé palo el formato de miniserie tienes que darle una oportunidad a "John Adams", tómatelo como 7 minipelículas de poco más de una hora de duración, merece la pena sin duda. Piensa que no es tan largo como una serie, a los 7 episodios se acabó, para siempre. A mí se me hizo hasta corta fíjate lo que te digo. Por eso es tan buena, porque aún durando unas 8 horas en total, vistas espaciadamente en el tiempo, a uno al final le queda un regusto tan bueno... ¡Sométase Ud.! XD

Lo de los posts largos ya me doy cuenta ya, pero es que no me quiero dejar nada y me da rabia si luego dejo incompleto un artículo. Por eso actualizo cada 5 días más o menos, para que haya tiempo de leerlo tranquilamente ;P Sufro de verborrea, que le vamos a hacer XD . Gracias de todos modos por leerlos, sé que tiene un mérito terrible. Muchas gracias de corazón.

Al otro Doctor, Sam Loomis, te digo lo mismo, aunque las miniseries no te acaben de convencer esta merece una excepción. Es como "Hermanos de Sangre", por mucho que no te vaya el formato uno debe ceder ante la genialidad, como le digo al Dr. Quatermass. Giamatti es mega-crack, hace el papelón de su vida, algo que ya no creo que pueda volver a igualar porque está supremo, y el resto del reparto no es menos, sobre todo Laura Linney. Pero es que no hay ni un solo papel mediocre, todos bordan unas interpretaciones del máximo nivel que uno pueda imaginar.

Le doy un merecido 10/10 porque creo que esta miniserie es una de aquellas veces cada X años en las que en una supreproducción se encuentran el máximo talento, el máximo mimo y las máximas ganas, y el resultado no puede ser mejor. Es que ni teniendo reticencias hacia el formato de miniserie o (a priori) hacia el argumento o temática uno no puede dejar de apreciar su calidad. Una miniserie épica en todos los aspectos.

Gracias por el comentario a los dos, muchas gracias por leer este humilde rincón.

Javier Omar Santiago González dijo...

Excelente mini serie. Esta mini serie nos muestra la verdadera historia de la Independencia de los EEUU, a través de uno de los mejores presidentes que ese país ha tenido (un punto de vista muy personal). John Adamas debe ser emulado hoy día por los mandatarios del mundo ya que él busca el bien común y no el beneficio personal. Por la producción solo puedo decir que la palabra perfección se la tomaron muy seria y que el trabajo fue magnífico en todos los ámbitos, ya sea en Norte América como la recreación de las ciudades Europeas. El que no haya tenido la oportunidad de verla se está perdiendo una producción de calidad que no tiene valor alguno para la educación. Resta decir que mi puntuación, si es posible, pasaría los 10pts, ya que la enseñanza y el intelecto que presenta esta mini serie es algo magnifico. Tienen que verla no se arrepentirán. Si es posible cómprenla.

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