domingo, 31 de agosto de 2008

"I'm Not There", Bob Dylan elevado a la sexta.

Un original y arriesgado biopic sobre la legendaria figura de la música contada desde seis puntos de vista distintos.

Bob Dylan no es solo una de las figuras más influyentes de la historia de la música, sino que es una de las personas más importantes del s.XX. Con su música como instrumento utilizó un mensaje antimilitarista y activista durante la década de los sesenta que despertó en la juventud contemporánea sentimientos que hasta entonces no habían aflorado, además de utilizar la música popular para expresar inquietudes sociales y políticas. Aquello —que era algo completamente nuevo— le comportó una fama y una influencia que se verían reflejados en la cultura de la época y que alzarían la figura de Dylan como icono. Cuarenta años después de abrir la Caja de Pandora llega un extraño y peculiar biopic sobre el músico, una biografía nada convencional lejos de otras como "Ray" o "En la Cuerda Floja" que exploran los personajes de Ray Charles y Johnny Cash respectivamente y que siguen una estructura establecida para relatar la vida y obra de los cantantes. En "I'm Not There" no hay ningún actor que interprete a Bob Dylan, a la vez que los seis actores protagonistas lo interpretan. Me explico: la película está estructurada de forma que hay seis actores que personifican cada etapa de la vida de Dylan sin ser el mismo Dylan, intercalándose continuamente e incluso en algunos casos interrelacionándose. El joven actor afroamericano Marcus Carl Franklin es Woody Guthrie, la representación de la búsqueda de la fama y la ingenua ilusión de Dylan; Ben Whishaw es Arthur Rimbaud, la parte rebelde del músico, el narrador de la historia; Christian Bale es Jack Rollins, el icono popular en el que se convirtió Dylan y donde se representa el cambio de su filosofía musical, el punto de inflexión donde finalizó su etapa de protesta para convertirse al cristianismo; Heath Ledger es Robbie Clark que simboliza la relación de la vida familiar con la de icono popular, la incompatibilidad de estos dos factores en la vida de Bob Dylan; Cate Blanchett es Jude Quinn, representa el cambio de un Dylan en pleno apogeo que da un giro a su música tras ser influenciado por el Rock británico, su desvinculación con el folk del que antes era bandera, la etapa en la que quiere desligarse del símbolo en el que ha sido convertido; y Richard Gere es Billy el Niño, la versión decadente del mito que sirve como punto de partida para el resto de historias. Cada etapa tiene su estilo cinematográfico para representar la época, la filosofía del músico, el momento de su carrera, etc. desde el uso del blanco y negro en algunos segmentos hasta la técnica del falso documental para otros, incluyendo constantes números musicales en forma de actuaciones por parte de algunos de los protagonistas.

Como se puede comprobar el reparto es una absoluta maravilla, algunos de los mejores actores de los últimos años se prestan para darle forma al espíritu de Bob Dylan. Además se cuenta con grandes secundarias como Julianne Moore y Charlotte Gainsbourg que lleva a cabo una soberbia interpretación de Claire, la mujer de Robbie Clark. Precisamente el plato fuerte de este film es el de las interpretaciones, pues aunque el conjunto brilla con una luz propia y es todo un recital y la dirección es bastante magistral, el resultado es muy caótico, abstracto, excesivamente simbólico y finalmente aburrido. Este es un film de extremos, por un lado tenemos las soberbias interpretaciones, una dirección poética, una fotografía y montaje apabullantes, una música —por supuesto— fabulosa, una propuesta atrevida y novedosa y una historia jugosa, pero por otro tenemos para empezar que la historia pese a ser jugosa no ha sido exprimida como debería, que el conjunto resulta de un simbolismo tan extremo que si no conoces a la perfección la vida y obra de Bob Dylan te será imposible de descifrar, y en general la película se hace larga y aburrida y en muchos puntos de una inconexión frustrante. Ojo, que a mí las películas abstractas y que se dejan incluso a la libre interpretación me gustan, siempre que se pueda sacar una conclusión —aunque sea propia o surrealista— y disfrute con ella de esa forma, pero en el caso de "I'm Not There" noté que andaba perdido, como que había parte de lo que me estaban contando que se supone que debería conocer y no era así. Como si quisieran dejar claro que si desconoces la historia de Dylan esta película no es para ti. Yo, que no sé nada del músico, no solo no he sabido identificar cada etapa de su vida sino que tampoco he entendido el significado de cada una de ellas. Es una película demasiado abstracta y simbólica, extremadamente poética con todas las cosas buenas y malas que comporta, con todo el juego que ello permite darle a una obra y con todos los contras que trae consigo, como es la frustración y el aburrimiento. Llega un punto en el que te desvinculas de la cinta; me gustan las películas como "Pi. Fe en el Caos" o "La Fuente de la Vida" que parecen darle más importancia a la forma que al contenido, cuando en realidad tienen más fondo que otras pero debe escarbarse demasiado para dar con él, pero en el caso de éstas dos películas es por su abstracción más que por su simbolismo, recurso del que abusa negativamente "I'm Not There". Los que no conozcáis la obra de Bob Dylan debéis ir con cuidado pues es posible que la película pueda pareceros un peñazo; los que seáis seguidores del cantante puede que tengáis otra percepción de ella que yo no he experimentado. En todo caso creo que está falta de intensidad, aunque queda bien reflejada la complejidad y profundidad del personaje.

Esta película me ha resultado una extraña decepción. La crítica la había alabado y por la simple originalidad del relato me había llamado la atención, pero mientras la estaba viendo mi moral se venía abajo, no podía luchar contra ella, no entendía nada, no estaba saboreándola. Es una decepción parcial, por un lado por todas las cosas buenas que tiene, por otro por que en conjunto me parecía una película que no estaba dirigida a mí y por ello me cabrea el no estar preparado para disfrutarla. Aún así creo que si una película con tantas cualidades como esta no ha conseguido gustarme es que no ha sabido aglomerar los elementos de forma correcta.

"I'm Not There" tiene uno de los mejores repartos de los últimos años, aunque no coincidan los actores en la gran mayoría de escenas han conseguido protagonizar su sexta parte del film con maestría, unos con más brillo y otros con menos, pero entre todos los nombres destaca uno: Cate Blanchett ("El Aviador", "Diario de un Escándalo"). ¿Una mujer interpretando a Bob Dylan? Sí, y de forma absolutamente prodigiosa y soberbia. Sin duda alguna una de las mejores interpretaciones del año, Blanchett consigue ser el personaje que más se acerca en parentesco, historia y argumento a Bob Dylan. Jude Quinn, su personaje, representa el cambio de Dylan al Rock, dejando de lado el folk y a sus seguidores para experimentar con un sonido mucho más estridente y revolucionario, expresando la inconformidad con su idolatrada e idealizada figura y la necesidad de seguir expresándose mediante una música diferente y despegarse de la que ya no es necesaria según su criterio. De hecho en su segmento se reproducen episodios que ocurrieron en la realidad, incluido el grito de «¡Judas!» de un espectador indignado en un concierto (si os fijáis el personaje mismo se llama Jude), su amistad con Los Beatles, etc. Blanchett se convierte en Dylan, imita sus gestos, su forma de fumar, cambia su voz, camina como un hombre, expresa su desaire con cada movimiento o palabra que articula; desde que la vemos por primera vez sabemos que no está interpretando, ella es Bob Dylan, ella es el personaje que se ha creado y cada gesto que reproduzca será propio. Por esta interpretación Cate Blanchett ha ganado muchos premios e incluso estuvo nominada al Oscar a la Mejor Actriz Secundaria (¿¡secundaria!?) que le arrebató Tilda Swinton por su papel en "Michael Clayton", que ahora que he visto "I'm Not There" puedo decir que no fue nada merecido en comparación al papel de Jude Quinn por parte de Blanchett. Además, la australiana se llevó el Globo de Oro y hasta ocho premios más por su alucinante actuación, que pudo eclipsar el resto de interpretaciones que también son del más alto nivel. Si no fuera por el poco tiempo que sale en pantalla el segundo en discordia podría ser Ben Whishaw ("El Perfume. La Historia de un Asesino"), que mediante Arthur Rimbaud representa la ironía y subversión de Dylan, el poeta, en su intención de permanecer apartado de las ideas políticas. Su fluidez a la hora de recrear la figura de Dylan le sitúa como otro de los más parecidos no solo físicamente sino en su comportamiento y dejadez; una interpretación poderosa que derrocha talento y que pese a aparecer pocos minutos es capaz de demostrar la valía del actor. Lamentablemente el simbolismo de este segmento queda lejos de mi comprensión, así que supongo que puede representar el inconformismo del cantante y quizá la consciencia acerca de los hechos que él mismo ha realizado; algo de madurez es posible.

Antes de realizar "El Caballero Oscuro" Heath Ledger ("Brokeback Mountain") interpretó aquí a Robbie Clark, un actor que interpreta al músico Jack Rollins (que es otra de las personalidades de Dylan en el film) en una película decepcionante y que se muestra misógino, adúltero y con una incapacidad para tener una familia típica de las estrellas de cine y música. Ledger elabora en mi opinión la que es la segunda mejor interpretación del film, su forma de fumar, de hablar, igual que Blanchett expresa ese desaire que se dan las estrellas aunque en este caso relacionado con la pareja. Quizá es el segmento más dramático o intenso del film, la relación con su esposa Claire interpretada por Charlotte Gainsbourg en la que es la mejor actuación femenina de la cinta (teniendo en cuenta que Blanchett hace de hombre, claro), que representa la mujer de Bob Dylan Sara, y su intención de conciliarse con las mujeres pese a su incorregible forma de ser. Su segmento también está relacionado con la aventura en el cine de Dylan en "Pat Garrett y Billy The Kid", su pequeño papel y la realización de la banda sonora de ésta. El tercero en ofrecer una actuación suprema es Christian Bale ("American Psycho", "El Maquinista"), coincidiendo por primera vez con Heath Ledger antes de "El Caballero Oscuro", en su papel de Jack Rollins, el Dylan de principios de carrera y el de finales de los 70 cuando se convierte al cristianismo. Este segmento del film está rodado en forma de falso documental, comentando la repentina caída del icono folk de Rollins con la colaboración de Alice que se basa en la activista real Joan Baez y es interpretada por Julianne Moore. Bale se muestra perdido, desorientado y disgustado con su posición de ídolo e instrumento, hasta que decide dar un cambio a su vida que le complazca sólo a él. La interpretación del portentoso Bale resulta absolutamente prodigiosa, realiza varios números musicales y muestra de forma clara su desdén en lo que se ha convertido, incómodo y hastiado de su posición.

Richard Gere ("Pretty Woman", "Chicago") realiza quizá la interpretación más discreta de las seis. Su papel es el de Billy el Niño (supongo que el nombre le viene por la película en la que apareció) y el segmento me resulta el más críptico y abstracto por lo que las conclusiones que pueda haber sacado de este tramo son tan confusas como su mismo planteamiento. Gere realiza una correctísima interpretación del Dylan viejo que huye de su pasado, hasta que su pasado le encuentra y vuelve a atraparle. Como digo no sé muy bien el significado de todo su segmento, supongo que una frase ayuda a entender que lo quiera o no él seguirá siendo el símbolo del pueblo: «¡¿Cree que habla por la gente, Señor?! Sólo porque es una persona educada.». En mi opinión Richard Gere está en un momento álgido en su carrera, nunca ha sido un actor que me gustara especialmente pero en sus últimas películas ha derrochado un talento asombroso, desde su papel del abogado Billy Flint en "Chicago" hasta sus dos magníficas interpretaciones en "La Sombra del Cazador" y en la mediocre "El Caso Welles", dónde el actor es lo único que vale la pena. En "I'm Not There" vuelve a derrochar talento, aunque terriblemente eclipsado por el resto de reparto y por su corto papel. El último de los roles de la vida de Dylan está interpretado por Marcus Carl Franklin como Woody Guthrie, que representa la ilusión del cantante que quiere convertirse en la más grande de las estrellas. Para ello viaja y conoce mundo para tener algo que contar, hasta que se da cuenta de que si quiere ser la voz del pueblo lo que tiene que hacer es cantar sobre su tiempo. Franklin, joven actor de tan solo 14 años lleva a cabo una muy buena interpretación, quizá algo exagerada y adulta en algunos tramos pero precisamente representa el espíritu adulto de Dylan. Como detalle, el nombre de Woody Guthrie es el de un famoso cantante que veneraba Dylan y que realmente llevaba escrito en su guitarra: «Esta máquina mata fascistas».

Además de las soberbias interpretaciones el film cuenta con una dirección magnífica y camaleónica. El director Todd Hayes ("Lejos del Cielo", "Velvet Goldmine") da viva muestra de su polifacética dirección, además de coescribir el guión. Por lo tanto debo hacerle una reverencia por lo primero y quitársela por lo segundo. Hayes derrocha estilo en cada secuencia, buscando el encuadre perfecto y más imaginativo y con una clase excepcional. Incluso el cambio de estilo en algunos tramos, incluyendo el del documental, hacen de ésta una genialidad en ocasiones. El mismo uso de los colores, saturados para algunas escenas, blanco y negro para los segmentos de Jude Quinn o Arthur Rimbaud, y las bellas composiciones hacen de la fotografía el gran baluarte de la película junto a los actores. Me extraña que no se considerase para los Oscar la fotografía de Edward Lachman, rezuma exquisitez por los cuatro costados. El montaje de Jay Rabinowitz es otro de los fuertes del film que de forma muy sobresaliente es capaz de intercalar las seis historias continuamente, dándoles una especie de continuidad-relación que crea un vínculo entre las diferentes facetas del músico e incluso en alguna ocasión las relaciona directamente. Un montaje complejo y resolutivo; aunque en ocasiones la historia no quede clara el montaje es impecable.

"I'm Not There" ha recibido cantidad de premios en muchos festivales, muchos de ellos para Cate Blanchett como he dicho, y una recepción de la crítica excelente; ha estado incluida en muchas listas de las mejores películas de 2007 según los críticos estadounidenses e incluso Bob Dylan ha dado su visto bueno. Pero no creo que en general la opinión del público —por lo menos el público no-norteamericano— se parezca a la de la crítica. Aunque no se ha estrenado aún en España el año pasado en los EEUU lo hizo discretamente, para este año se prevé su estreno en nuestro país pero sus más de dos horas de duración y su simbólico formato me hacen dudar seriamente ya no solo de su aceptación sino de su proyección en las salas patrias. Realmente es un film poco/nada accesible, pese a tener una factura impecable una película de este calibre no puede permitirse estar dirigida a un grupo tan reducido de espectadores, su éxito podría haber sido mucho mayor si se hubiera pensado hacer de una forma ligeramente más convencional, menos críptica, para que el mensaje pudiera ser claramente descifrado.

Por un lado tenemos factores de la más alta calidad: una dirección lírica y muy bella, una fotografía exquisita, un montaje fabuloso, una idea original, una composición de música e imágenes brillante, una excelente música y abundantes números musicales y unas interpretaciones sublimes, destacando por encima de todas la de Cate Blanchett que me hacen imposible dar una nota de suspenso al film; pero por otro tenemos el exceso de simbolismo, el planteamiento exclusivo de la película que deja fuera de ella todo aquel que no haya seguido o no conozca la vida y obra de Bob Dylan, y la sensación de aburrimiento y agotamiento durante las más de dos horas de proyección hacen que no pueda darle el aprobado a una película que prometía mucho más de lo que me ha dado. Es una película que difícilmente veamos en España, pero que igualmente tiene unas carencias imperdonables a la par que unas cualidades excepcionales. Hay que verlo uno mismo para juzgar, no seré yo quien deje de recomendar que se vea una película por muy poco que me guste, y en este caso a mí me ha decepcionado, aunque quizá soy un bicho raro...

Mi puntuación: 4/10.

10 comentarios:

Jon Rivero dijo...

Pese a todo

debo verla...

Santi dijo...

No esperaba menos de ti compañero Jon. No sé, conociendo tus gustos creo que es posible que a ti te guste. Vidéala y me cuentas por aquí, que será interesante debatir sobre ella.

¡Un saludo!

DYLAND dijo...

A mi me gusto mucho la pelicula. Me parecio muy original y con muy buenas actuaciones, aunque mi favorita de Todd Haynes es Velvet Goldmine. Excelente Blog. Saludos.Nonsense

dardo dijo...

uuuuh!, me sumo a lo dicho por mister Johnny, tengo que verla.

como siempre,un gusto leer una crítica suya,señor showmonkey.

Santi dijo...

Muchas gracias DYLAND y dardo/Hello:X por leer Videa Bien... y por vuestras palabras. :)

"I'm Not There" es una película que se tiene que ver, es diferente a todo y como tal merece una oportunidad. Yo entiendo que haya podido gustar, como a DYLAND, pero algo me dice que conocías la historia de Bob Dyland y habrá sido más fácil de digerir (por lo leído en tu blog). Que es original y que tiene unas interpretaciones sublimes es indiscutible. El tema está en si además de ser original es capaz de convencer y atrapar al espectador. Y a mí no me atrapó prácticamente en ningún momento del metraje. Y eso no puede tolerarse.

Le daré un vistazo a "Velvet Goldmine", a ver que tal pinta...

Lauris dijo...

Has definido perfectamente todo lo que sentí al ver la película. Llevo 20 minutos asintiendo con la cabeza. Yo no hubiera podido expresarlo mejor. Felicidades!

Santi dijo...

Muchas gracias Lauris, la verdad es que "I'm Not There" es una película bastante irregular. Cuenta con grandes virtudes, pero también enormes defectos, lo que acaba desperdiciando el resultado final. Lástima.

¡Un saludo, y gracias por el comentario!

Anónimo dijo...

Se escribe Dylan, no Dyland
un beso
;)

cs 1.6 dijo...

Bob Dylan has done amazing job and I think he won't stop anytime soon

Unknown dijo...

donde la consigo !!! muero por esa película :/

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