martes, 20 de octubre de 2009

"Ágora", paganos, cristianos y judíos conviviendo... un polvorín.

Impecable puesta en escena para la mayor superproducción española de la historia.

Probablemente Alejandro Amenábar sea uno de los cineastas más célebres de nuestro cine, y desde hace varios años está siendo descubierto fuera de nuestras fronteras, especialmente en EEUU, donde se ha convertido en uno de los portavoces de nuestro cine, pisándole los talones a Pedro Almodóvar, creándose una fama a base de películas sólidas y dispares que abarcan un amplio abanico de géneros. Su primer largometraje fue "Tesis" en 1996, una formidable sorpresa que lo puso en el punto de mira de todo el país, un año más tarde volvió con "Abre los Ojos", una tremenda cinta de Sci-Fi/Fantasía que rebosaba originalidad y talento que incluso tuvo su remake americano protagonizado por Tom Cruise ("Vanilla Sky"), en 2001 rodó su primera película rodada íntegramente en inglés, "Los Otros", con una estupenda Nicole Kidman en una obra de terror y suspense que se ha convertido en referencia y que definitivamente hizo de Amenábar una figura internacional; una cinta opresiva y siniestra que se colmó de premios y hasta recibió una nominación a los Globos de Oro por la interpretación de Kidman. En 2004 llegó quizá su obra más galardonada, "Mar Adentro" (la única que aún no he visto), rodada de nuevo en español y con la cual Amenábar acabó formando parte del reducido círculo de directores españoles que han ganado un Oscar, esta vez a la Mejor Película Extranjera, una película en la que Javier Bardem destacó muchísimo y Belén Rueda dio la sorpresa, y que llegó a hacerse con 14 Premios Goya. Cinco años después (la mayor pausa que ha hecho entre películas) Amenábar vuelve a escribir y dirigir la que es su quinta película, "Ágora", de nuevo en inglés y contando con el mayor presupuesto del cine español en toda su historia, 50 millones de euros, para narrar la vida de Hipatia de Alejandría, filósofa, astrónoma y matemática egipcia, y el contexto de su historia, en pleno choque de culturas y religiones en el crisol de la Alejandría del Siglo V.

El cine de Amenábar atrae al público español, la sala de cine llena hasta los topes así lo confirma como también lo hace la espectacular recaudación en su estreno; actualmente es el mejor estreno en España del 2009 superando a "Ángeles y Demonios" y a exitosas obras nacionales de años anteriores como "El Orfanato" (2007) o "Alatriste" (2006). La promoción de "Ágora" ha sido por todo lo alto y no merece menos pues para impulsar nuestro cine se necesitan de este tipo de obras cinematográficas que no solo atraigan el interés del público sino que evidencien la intención de cambiar de estilo, de adaptarse a las demandas del público y de ratificar que en España somos capaces de salirnos de la tónica habitual. Como no quiero que esto se convierta en un discurso acerca del interés del público español respecto de nuestro cine me centraré en "Ágora" como obra cinematográfica; Amenábar se lanza al peplum con valentía y sobre todo con mucha seriedad. El cineasta no se ha vendido y su impecable estilo sigue patente, así como el tono de la película destila un profundo respeto por la historia y la figura de Hipatia sin ceder ante los artificios propios de este género en los últimos años. "Troya" y "300" son muy espectaculares y divertidas, pero ha hecho mucho "daño" al cine histórico y épico en general, ya que el público parece haberse mentalizado que una "película con romanos" debe mostrar una serie de dramatismo desmesurado y ser más una caricatura de la historia que un fiel reflejo (u honesto intento) de ella; atrás quedan obras como "Ben-Hur", "Espartaco" o "La Caída del Imperio Romano" cuya espectacularidad no estaba del todo reñida con el hecho de mantener su tono sobrio.

"Ágora" puede parecer pecar en un principio de ser una película algo "fría", que transmite poco, pero realmente su tono histórico le permite recrear el periodo en el que transcurre la película de una forma convincente e intachable, sacrificando momentos excesivamente llamativos o pasionales en pro de una realidad contenida pero no por ello poco espectacular. Me explico, "Ágora" recupera el estilo sobrio de las películas de la edad antigua que se centraban en explicar la vida de un personaje y con ella el contexto cultural de dicha época; en cierto modo "Ágora" me recordó a la excepcional "La Pasión de Cristo" —aunque sin las idas de olla de aquella— una película que, al igual que esta, prestaba especial atención a los detalles históricos sin dejar de lado la pasión, el sentimiento y la intensidad del relato, pero irremediablemente los efectos de éstos se ven sometidos a la fidelidad y veracidad de la historia y la frialdad que ello conlleva (aunque en el caso de la cinta de Mel Gibson estemos hablando de un personaje ficticio). No es que "Ágora" sea una película que desprenda frialdad —así, tal cual— sino que por exceso de otras parece que sea de esa manera, una película menos pasional de lo que cabría esperar.

Una de las cosas que más sorprende de la película es lo poco española que parece. Quiero decir, la película es española, o así está considerada, pero los actores, gran parte del equipo técnico y los escenarios son claramente extranjeros, en concreto de un corte de cine norteamericano, y la misma dirección de Amenábar tiene un tono muy yankee, aunque no por ello significa que haya cambiado de estilo ya que en "Los Otros" demostró que se le da muy bien adaptarse a ese tipo de cine. A pesar de haber estado rodada en Malta la película ni siquiera transpira un tono europeo, y es curiosa la forma en que se ha rodado la cinta desprendiéndose de todo ese halo nacional típico de nuestras películas; no es algo malo, es simplemente llamativo. El reparto de "Ágora" es extraordinario, y no solo el reparto sino también los extras, algo que puede parecer algo nimio o un factor secundario pero que realmente es clave para introducirse en la película (al final de "El Perfume" me remito, donde lamentablemente los extras no estaban del todo a la altura), ya que a la hora de la verdad los extras, o ciudadanos de Alejandría, son los que te ayudan a olvidarte que estás viendo una película de la edad antigua y te facilitan la inmersión en la cinta.

El mérito no es solo del bien escogido casting de extras (luego iré al casting principal) sino también del elaborado trabajo de vestuario y maquillaje que personifica la suciedad y a la vez elegancia del pueblo de la ciudad, así como la diferencia de clases y culturas. Es interesante destacar el buen hacer de los directores artísticos y responsables de los aspectos de ambientación que han logrado que podamos distinguir con facilidad el grupo o cultura al que pertenece cada persona que vemos por pantalla, ya sean judíos, cristianos, parabolanos (¡menudos!), paganos o esclavos. En general el trabajo de ambientación es de lo más exquisito del año; Alejandría es una ciudad con personalidad y carisma, un crisol de culturas y religiones donde la influencia de éstas queda patente, sobre todo la pagana, con sus estatuas y su arquitectura presentes en toda la ciudad. No solo se hace agradable sino que resulta ciertamente espectacular la forma de ambientar la ciudad, en este aspecto y sin dudarlo la película es de diez, una maravilla visual que se ve complementada por el excepcional trabajo de Amenábar tras la cámara, una realización que goza de una serie de planos, secuencias y travelling brutales, destacando los planos espaciales y sobre todo aquel que hace un zoom hasta la misma ágora de Alejandría, una secuencia aparentemente sencilla y absolutamente fascinante. En general el cineasta lleva a cabo una dirección delicada con zooms suaves en espacios cerrados y grandes travelling y planos cenitales en los espacios abiertos de la ciudad, aprovechando las posibilidades que le da el escenario y luciéndose al fin y al cabo en un trabajo que personalmente considero de lo más destacado del año; Amenábar ha vuelto a demostrar por qué es un realizador tan preciado en nuestra tierra.

El reparto principal es quizá el mayor reclamo que tendrá la cinta en su estreno en el extranjero. La ganadora del Oscar por "El Jardinero Fiel", Rachel Weisz (aunque yo se lo habría dado más bien por "La Fuente de la Vida"), se luce en la piel de Hipatia, la pensadora, matemática y amante de la astronomía que influye enormemente en la sociedad del Siglo V y que revolucionó muchas de las áreas en las que estuvo involucrada. Esta Hipatia es una mujer madura, bella, extremadamente inteligente y avanzada a su tiempo en muchos años, con una total indiferencia por la religión y un profundo amor por la ciencia y la filosofía, además de ser una valiente mujer (y atención: mujer) en una época difícil para cualquier librepensador. Hipatia es una referencia para sus alumnos e incluso para su venerado padre, un excepcional Michael Lonsdale interpretando al ya ajado Theon. Weisz realiza una interpretación extraordinaria y no solo destaca su belleza sino su enorme talento, una viva muestra de que esta actriz tiene muchas facultades y la cual me sigue dando la sensación que aún tiene mucho que decir. Quizá uno de los actores que más destaca es Max Minghella interpretando a uno de los personajes más interesantes de la película, Davo, el esclavo de Hipatia devoto de la misma, inteligente, atrapado en su cuerpo de esclavo, apasionado y con ganas de expresarse. Este esclavo bien podría haber protagonizado una película él solo, y el joven Minghella hace una exhibición en un papel que le ofrece un amplio abanico de sentimientos con los que lucirse. Quizá el actor que más logra destacar por eso es el líder de los parabolanos, o por lo menos el que se alza como la voz cantante de éstos, Amonio, interpretado por Ashraf Barhom (papelón en "La Sombra del Reino") de una forma pletórica, convenientemente sobreactuado y radical, y quizá la más viva expresión no solo del cristianismo sino de la radicalidad de las religiones, que al fin y al cabo es uno de los elementos principales (sino el que más) que destaca en la película. Entre el amplio reparto principal destacan finalmente con un extraordinario trabajo el guatemalteco Oscar Isaac como el eminente Orestes, y en un papel más solemne Sami Samir como el implacable Cirilio, un personaje realmente escalofriante desde que aparece en pantalla por primera vez.

Por primera vez en su filmografía Amenábar no compone la BSO de su película, siendo esta vez el ganador del Oscar por "Expiación" Dario Marianelli quien pone la música en esta cinta. La BSO del italiano peca de ser algo típica, muy adecuada pero demasiado habitual para este tipo de cintas donde no dejamos de tener la sensación de haber escuchado ese mismo acompañamiento sonoro en muchas otras cintas similares. Además está lejos del brillante trabajo que hizo en "Expiación" (merecidísimo galardón), pero no sería justo tildar de mediocre siquiera la BSO de "Ágora", ya que tiene un nivel excelente e incluso al final alcanza cotas que logran emocionar acompañando muy bien la intensidad de las escenas. La fotografía del español Xavi Giménez ("Transsiberian", "Los Sin Nombre") es otro de los factores excepcionales de "Ágora", con unos tonos claros y luminosos algo saturados y cobrizos, aprovechando la luz natural de los escenarios que les da un tono muy histórico o realista; en interiores la cosa mejora e incluso hay escenas a la luz de las estrellas que gozan de una iluminación algo artificiosa pero espectral a su vez.

El guión del propio Alejandro Amenábar, co-escrito con Mateo Gil (colaborador habitual del cineasta), profundiza en detalles que giran en torno a Hipatia, sus sentimientos, su pasión por la ciencia y la humanidad, su prodigiosa mente que iba más allá de donde los demás llegaban, que estaba obcecada en desentrañar los misterios del universo y su creación, pero también hace una jugada inteligente trazando historias secundarias, tratadas como tales, que complementan perspicazmente la historia principal y hacen el relato más ameno. La de Davo, así como la de Orestes, son historias que profundizan en aspectos más terrenales que los de Hipatia y su obstinación con la astrología, es decir que tratan temas como la libertad, el poder, la pasión, la ambición, el odio, la incomprensión, el amor... un abanico que cualquier película épica debería ofrecer para triunfar, aunque en este caso no se llevan el mayor protagonismo por lo que la historia principal acaba girando fundamentalmente sobre la intolerancia y el fanatismo religioso, que es quizá el mensaje más claro de "Ágora". Turbas de cristianos acorralando a paganos y quemando a judíos, venganzas, ataques públicos, linchamientos y posturas irracionales, además de ceguera proporcionada por el tumulto y la fe extrema, así como el uso de la religión por parte de los que ambicionan el poder a modo de elemento subyugador, donde aquel que se oponía a los "razonamientos" oportunos (genialmente mostrados en conversaciones como la del parabolense rebatiendo porqué la Tierra es plana) era tachado de enemigo del pueblo, brujo, hereje y cosas similares, elementos que hemos seguido viendo durante la historia de la humanidad hasta el día de hoy. Una película que deja claro que las religiones han llevado a la humanidad a las peores guerras, y donde no solo la religión cristiana queda en mal lugar (porque esto debe quedar claro, la película hace hincapié en la radicalidad inherente de TODAS las religiones), sino que deja claro que todo razonamiento basado en "seres todopoderosos que nos gobiernan" siempre va acompañado de intolerancia, sectarismo y fanatismo.

"Ágora" es una buena película, quizá no tan definitiva como podía preverse, aunque bien es cierto que el tráiler ya vaticinaba algo semejante a lo que finalmente hemos podido ver. A su favor tiene una ambientación y dirección artística brutal y una dirección magistral por parte de Alejandro Amenábar, en contra que es algo fría y le falta cierta alma, además de no acabar de salirse de los tópicos del género. Hay una cierta sensación de "esto ya lo he visto antes", aunque de todos modos se agradece que no tirara hacia derroteros más vacíos y artificiosos como los de las películas comentadas cuya espectacularidad prima por encima de la fidelidad histórica del relato o las ganas de transmitir un mensaje. Ojo, que no digo que "Troya", "300" y sucedáneos estén mal (de hecho esta última me parece una de las mejores películas de los últimos años), pero de vez en cuando es necesaria una película que enfoque desde un punto de vista más serio un periodo tan sumamente interesante como es la historia antigua desde la perspectiva del género del peplum. Es una categoría de cine que debería ser representada por películas realizadas con escrupulosidad y respeto, y en este caso "Ágora" cumple el requisito, así que estemos de enhorabuena porque el cine español se atreva con superproducciones de este tipo y lo haga tan bien. Quizá a la próxima oportunidad el cine patrio logre acabar de convencer del todo a los más reacios, y cree la película de historia antigua definitiva. De momento la cosa está bastante bien encaminada.

Mi puntuación: 7/10.

Aprovecho para hacer una recomendación literaria que seguro interesará a mucha gente, pues recientemente ha salido a la venta el libro "Hipatia de Alejandría" de Guillermo Díaz que trata de esclarecer la verdad sobre una de las figuras más influyentes de su tiempo y su contexto histórico. No os lo podéis perder.

9 comentarios:

ajowin dijo...

Buen resumén (como siempre) de la peli de Amenabar y esa recomendación del libro de Bela muy acertado ¡Bravo!

Cuidate tio, nos leemos ;)

Santi dijo...

¡Gracias ajowin! Te agradezco los halagos, crack. Y del libro de "Hipatia de Alejandría" espero tener pronto una opinión tras leerlo, que tiene muy buena pinta.

Cuídate, fiera. Un abrazo.

Angel "Verbal" Kint dijo...

Esta es una de esas películas que lleva al cine a mucha gente que nunca va al cine, de ahí uno de los motivos de su éxito.
Lo mejor sin duda es la puesta en escena y la ambición de un Amenabar que siempre se busca retos mayores...a pesar de lo fallida que fue "Mar adentro"

Pablo Martinez dijo...

La veré ni bien pueda, esta la hermosa Rachel Weisz... :D

Aunque no solo por eso la voy a ver jeje

saludos!

PM

Luis Cifer dijo...

Pues habrá que verla, Amenabar por lo menos se arriesga y cambia de registro en cada peli, quizas sea demasiado pretencioso pero eso es mejor que repetirse hasta la saciedad como tantos otros directores.
Un saludo

Anónimo dijo...

Gracias Monkey, muchas gracias.

Bela.

Santi dijo...

Angel "Verbal" Kint afortunadamente "Ágora" es una de aquellas películas. Está teniendo una taquilla brutal, ahora mismo se ha situado la 6ª película más taquillera del año en España (¡en solo 2 semanas!) con casi $17M (más de 11 millones de €), así que se prevé que pueda llegar a los 20 millones de euros. Yo me alegro tremendamente de que la gente se movilice al cine a ver películas de este tipo, como pasara en años anteriores con "El Orfanato", por ejemplo, aunque solo sea por la curiosidad de por qué tanto revuelo.

No he visto "Mar Adentro", pero seguro que eres duro con ella :D . A mí Amenabar es un tío que siempre me acaba convenciendo, y desde luego uno de los nombres más destacados de nuestra cinematografía.

Pablo Martínez, aunque fuera solo por ver a la hermosa Rachel Weisz ya justificarías la entrada, porque de verdad que está increíble. Ya me contarás si la ves.

Luis Cifer, Amenabar juega bien sus cartas y se toma en serio el proyecto. Lo importante a la hora de ir a ver "Ágora" es ir mentalizado de que es una película sobria, sin aritificios ni excentricidades, es una película historia centrada en la veracidad (lo máximo que se pueda, claro). La película es pretenciosa, sí, pero creo que sobre todo en los apartados técnicos sale victoriosa de la arriesgada apuesta.

Bela, es lo mínimo que podía hacer ;) .

Un saludo a todos, y muchas gracias por los comentarios. ¡Los que aún no la habéis visto os aconsejo que no os la perdáis!

Angel "Verbal" Kint dijo...

NO es que sea duro con "Mar adentro", me parece facilona y sensiblera a la altura de muchas películas que críticos de nuestro país califican de esa manera y que sin embargo hablaron excelencias de la película de Amenabar...
No digo que sea mala, tampoco es eso, aunque si era algo fallida, porque no equilibraba...Eso si la mayoría de los actores estaban magnificos

Santi dijo...

Jajaja, cuando vea "Mar Adentro" (la cual tengo ganas de ver porque mala o buena es una de las películas españolas más famosas de los últimos años) ya te diré qué pienso, a ver si coincidimos o no. El cine español... mi gran asignatura pendiente.

¡Un saludo Angel!

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