lunes, 15 de septiembre de 2008

"Che: El Argentino", ¡Que viva la revolusión!

Un biopic sobrio, objetivo y de una elegancia suprema. Benicio Del Toro transpira cine como humo de puro.

No son pocas las veces que la figura de Ernesto 'Che' Guevara ha sido llevada al cine y la televisión, interpretado por actores tan variopintos como Gael García Bernal, Eduardo Noriega, Alfredo Vasco, Antonio Banderas, Omar Sharif y un largo etcétera hasta llegar este año el papel a manos de Benicio Del Toro que en colaboración con el director Steven Soderbergh ("El Buen Alemán", la trilogía "Ocean's Eleven", "Traffic") decidieron volver a relatar la historia del Che desde un punto de vista lo más objetivo posible en "Che", una ambiciosa superproducción correalizada entre EEUU, Francia y España y rodada en español. El montaje final de Soderbergh dio como resultado una película de más de cuatro horas de duración que le obligó a dividir la película en dos, la primera de ellas es la película de la que hablaré en este artículo "Che: El Argentino" que se centra en la revolución cubana desde el momento en que se conocen Fidel Castro y Ernesto Guevara hasta la caída de la dictadura de Fulgencio Batista, y la segunda película es "Guerrilla" que contemplará la etapa tras la victoria en Cuba donde el Che quiso llevar la revolución al resto de Sudamérica hasta su muerte en Bolivia. Antes de seguir tengo que dar un apunte importante: la ideología política del film se mantiene bastante disimulada y el objetivo de ésta, igual que el de mi opinión, no es poner de manifiesto las ideologías del autor sino mostrar lo más objetivamente posible los hechos que se desencadenaron en la revolución cubana de Fidel Castro. No entraré en debates políticos en esta crítica ni creo que la intención del film sea esa, "Che: El Argentino" es solamente cine, una experiencia cinematográfica con la que poder disfrutar con cada uno de sus elaborados apartados sin tener que pararse a buscar ninguna ideología que malogre el resultado de esta bella composición. La película es objetiva en ese aspecto, yo también.

El Che Guevara es un icono pop de nuestra era, el perfil de Jim Fitzpatrick a partir del retrato que Alberto Korda inmortalizó es uno de los símbolos más reproducidos de la actualidad, durante 40 años ha representado la libertad y la rebeldía e incluso es considerado un héroe por unos y un genocida por otros. La cuestión es que el Che es uno de los personajes más influyentes del s.XX y aún hoy su legado se mantiene intacto, sigue siendo un símbolo asociado a la lucha contra la opresión y pese a ello su historia no es tan conocida como su perfil. "Che: El Argentino" vale perfectamente como documental ya que implícitamente conocemos la historia del Che en su contienda cubana desde que comienza su implicación hasta que triunfa la revolución, no hace falta conocer la vida y obra del doctor para disfrutar del film, sin que haga falta un narrador vamos aprendiendo una lección de historia y disfrutando del cine de forma didacta. Steven Soderbergh y Benicio Del Toro quisieron dar su propia visión del mito, la definitiva, basándose en los propios escritos del Che, demostrar que la figura del revolucionario sigue estando viva y de moda y con ello han conseguido realizar una película formidable, de mucha calidad y con un gran respeto a la historia.

Es una película de ritmo lento, sin demasiados golpes de efecto y quizá peca de ser ligeramente poco llamativa, es decir no abusa de momentos álgidos que intenten dinamizar la película y al finalizar la cinta puede haber dado la sensación de cierta 'planicie' en la narración, como me pasó por ejemplo con "Pozos de Ambición", pero aún así es una gran película que pese a sus más de dos horas de metraje no se hace para nada larga —también igual que "Pozos de Ambición"— y que tiene muchísimas virtudes cinematográficas auspiciadas por el talento de Soderbergh que demuestra que de cine sabe un rato y que tiene un gusto exquisito. Los factores que avalan esta producción son la soberbia dirección, las interpretaciones y el impresionante reparto de secundarios de lujo que pueblan la cinta y en segundo término la excelente ambientación y la siempre complaciente música de Alberto Iglesias.

No hay duda acerca del papel de Benicio Del Toro ("Sin City", "21 Gramos", "Sospechosos Habituales"), el galardón conseguido en el prestigioso Festival de Cannes al mejor actor es completamente merecido pues su interpretación es una de las mejores de lo que llevamos de año. Es evidente que Del Toro es uno de los actores más talentosos de Hollywood, lo cual ha ido demostrando a lo largo de su carrera con grandes interpretaciones y gozando de un amplio registro, incluso el año que viene hará de hombre lobo en "The Wolf Man" lo que demuestra su capacidad camaleónica y la absoluta implicación en sus papeles, sean del tipo que sean. Para representar al revolucionario el actor portorriqueño leyó sus memorias "Pasajes de la Guerra Revolucionaria" (en las que se basa el guión de la película) ya que desconocía la historia del personaje en un principio y se metió de lleno en la piel del Che hasta físicamente; su aspecto físico es sorprendentemente parecido al del Che. En el film Del Toro haba español, su lengua materna, imitando el acento argentino de su personaje, mostrándose una persona tranquila, conciliadora, pensativa, de fuertes creencias, con una voluntad férrea e indoblegable, un espíritu revolucionario que creía en el pueblo, en la educación, la disciplina y la indulgencia al mismo tiempo que en la firmeza. Un líder que pronto se convirtió en símbolo y que nunca dejó de creer en sus posibilidades. Además consigue algo harto complicado como es adoptar la personalidad de alguien con tanta presencia y carácter como es el Che; su expresión calma rezuma sobriedad, inteligencia y dotes de mando. Una presencia completamente imponente. El actor incluso visitó centros de enfermedades respiratorias para poder imitar con veracidad la tos y reacciones de un asmático y poder reproducir los ataques de asma de forma creíble y realista. En las escenas de los monólogos en diciembre de 1964 en la asamblea de las Naciones Unidas de Nueva York se demuestra el potencial de Del Toro al completo, su forma de gesticular, de expresarse, de dar el mítico discurso derrochan talento. Él es quién dio comienzo a este proyecto y el que se cargó la película a sus espaldas. Él es el Che a todos los efectos.

Además de la soberbia recreación del Che por parte de Del Toro —de la que comienzan a sonar ecos de Oscar— hay otra interpretación que en mi opinión debería estar tan valorada como la del actor portorriqueño, y es la de Demián Bichir ("Sin Noticias de Dios", "Sexo, Pudor y Lágrimas") que ha demostrado un portentoso talento personificando a Fidel Castro. La actuación de Bichir es tan solo inferior a la de Del Toro en tiempo en pantalla y si no fuera por eso estaríamos hablando de otra de las interpretaciones sonadas del año. El actor mejicano ejecuta un retrato del revolucionario cubano de una forma fiel, que no resulta molesta por su exceso de imitación sino que es claramente identificable e incluso por momentos parece que estemos viendo al mismo Fidel Castro, igual que pasa con el Che de Del Toro. A pesar de no ser cubano imita a la perfección el acento y la pausa al hablar de Castro, sus ademanes, su personalidad, su porte, su presencia e incluso es capaz de alcanzar su carisma. Para mí es el gran descubrimiento de la película, aunque es un actor que lleva haciendo cine más de 20 años. Sus pocas apariciones forman parte de los mejores momentos de la cinta, donde se ve la complicidad que tenían el Che y Fidel, ese respeto mutuo que se tenían y las grandes dotes de liderazgo de ambos, sobre todo el segundo.

No solo Benicio Del Toro y Demián Bichir brillan en esta película aunque sean los que más lo hacen, el reparto de secundarios es de lo más impresionante visto en el año; actores de habla hispana y países latinos en la mayoría de casos del más alto caché de la talla del venezolano Santiago Cabrera (Isaac Méndez en la serie "Heroes") que está increíble en la recreación del amigo del Che, Camilo Cienfuegos, el revolucionario, el Comandante del Pueblo —como le apodaban en Cuba— una persona vivaz, locuaz y uno de los estandartes de la revolución. Verlo hablar en español es sorprendente, y más sorprendente fue saber que es el hombre que se esconde tras la espesa barba ya que me costó mucho reconocerlo. También está Rodrigo Santoro (Paulo en "Perdidos" y Xerxes en "300") que interpreta al hermano de Fidel, Raúl Castro. Otro que sorprende ver hablar en español ya que es brasileño y es un actor que se está poniendo de moda. No tiene mucho protagonismo pero en sus escasos momentos le da tiempo de lucirse. Aparecen incluso actores españoles como Elvira Mínguez ("Cobardes") y Unax Ugalde ("El Amor en los Tiempos del Cólera", "Los Fantasmas de Goya", "Alatriste") que apuntaba maneras en el pasado y ahora en un corto y simple papel se gana las simpatías del público. La guinda de secundarios la pone la colombiana Catalina Sandino Moreno (la que recibió una nominación al Oscar por su primer papel en "María, Llena Eres de Gracia") interpretando a Aleida, la militante del Partido Comunista Cubano que tiene un acercamiento al Che, con un papel corto pero necesario, y por otro lado Jorge Perugorría, el famoso actor cubano de "Fresa y Chocolate" que tiene un papel mucho más secundario que el resto pero que su simple presencia aunque sea como extra (prácticamente) da muestra de la calidad en las interpretaciones de "Che: El Argentino". Podemos ver también al venezolano Édgar Ramírez ("El Ultimátum de Bourne", "Domino"), un nombre cada vez más conocido en Hollywood y un sinfín de actores y actrices sudamericanos que cumplen su cometido perfectamente. Además cabe destacar que la película está realizada íntegramente en español, exceptuando los segmentos de las entrevistas que recibió el Che en New York.

El factor interpretativo es una baza imprescindible en esta película, pero la dirección y fotografía de Seteven Soderbergh —que ha realizado también bajo su pseudónimo habitual para esta tarea de Peter Andrews— es el toque de exquisitez añadido a la producción. Soderbergh vuelve a demostrar sus facultades por si con "El Buen Alemán" no habían quedado claras y ofrece un bonito álbum de imágenes de la selva cubana y sus habitantes desde encuadres imaginativos e innovadores. El uso del blanco y negro no es lo único que distingue la parte de 1964 del resto de la cinta, el granulado y el estilo narrativo emulan el documental y aproximan al espectador a lo que se ha visto hasta la fecha de aquella asamblea de las Naciones Unidas, una dirección de cámara al hombro que intenta colocar al espectador en el asiento reservado a la prensa para reconocer inmediatamente lo visto. También utiliza este mismo factor en las entrevistas, mostradas sin revelar el rostro de los interlocutores para emular una entrevista de radio. Como siempre en sus propuestas no comerciales Soderbergh se decanta por una estética poco convencional, de ritmo lento y planos contemplativos, de narración pausada acorde con el modo de vida de los revolucionarios y el tramo histórico que relata. El guión corre a cargo de Peter Buchman que hasta la fecha tan solo había realizado el de "Eragon" y "Parque Jurásico III" y que ahora ha escrito un guión sencillo, guiándose tan solo por los hechos, basándose en las memorias del Che y sin añadir ningún toque político o idealista extra, tan solo el de la opinión de Guevara acerca de la revolución armada como único medio para dar el poder y la libertad al pueblo.

Uno de los compositores de moda en el cine que ha recibido dos nominaciones al Oscar en los últimos 3 años, Alberto Iglesias ("Cometas en el Cielo", "El Jardinero Fiel", "Volver") es el encargado de poner fondo musical a "Che: El Argentino", una banda sonora de su estilo, no demasiado protagonista pero que resulta un colchón ideal para acomodar las sensaciones que despierta el film. Una música acorde con el tono lírico de la película que no destaca especialmente en ningún momento pero que constantemente está ahí acompañando al espectador.

Otro punto elaborado hasta el milímetro en el film es la excelente ambientación, la Cuba de los años 50 queda perfectamente relejada en la pantalla, tanto los escenarios salvajes de la selva tropical como los de las ciudades a las que asedian los revolucionarios en sus avanzadas. Se contempla con detalle el modo de vida de los miembros del Movimiento del 26 de Julio, y no perdemos el hilo de lo que sucede en ningún momento pese a la ausencia de narrador ya que queda claro todo gracias al perfecto montaje, atrezzo y maquillaje que nos ayuda a comprender el momento en el que se halla la acción.

Pese a haberse dividido en dos partes, "Che: El Argentino" es una película con entidad propia, y sin contar la aún no estrenada en España "Guerrilla" (que no tiene fecha de estreno aún) es una película magnífica. Queda ver ahora si esta segunda parte acaba de cuajar y poner la guinda definitiva a este brillante biopic que se estrenó enteramente (las dos películas en una) en Cannes y que recibió el beneplácito de la crítica. España ha sido la afortunada al ser el primer país donde hemos podido ver el estreno de esta primera película, una biografía realizada desde el respeto y la admiración de la figura del Che y la de los revolucionarios, un personaje que creía en sus ideas y que animó al pueblo a no conformarse, a alzar la voz. No es una película redonda, quizá en algunos momentos se puede hacer algo lenta y como he dicho anteriormente plana, pero esas carencias quedan solventadas por las excepcionales interpretaciones, sobre todo de Benicio Del Toro y Demián Bichir que merecerían sendas nominaciones al Oscar, y la magnífica dirección y fotografía de Soderbergh, unas vistas complacientes y preciosistas que convidan al espectador a disfrutar del espectáculo. Ahora solo queda que se estrene la segunda parte, "Guerrilla", que por supuesto espero con ganas.

Mi puntuación: 8/10.

2 comentarios:

Jon Rivero dijo...

Jejejejejje
gracias!

por cieto a mi lo que mas me gusto de la peli son los fragmentos en blanco y negro y demian bichir
y sobre todo el tono que le da soderbergh y arriesgando haciendola casi en su totalidad en español, que es como tienen que ser las historias de los ciudadanos del mundo, en su idioma natal, en el idioma que les toca

Anónimo dijo...

Me fio de ti Santi ;) A ver si le echo el guante este fin de semana y preparo una critica histórica para Clio. Aunque tiene la pinta de ser bastante idealizada.

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