lunes, 22 de diciembre de 2008

"JFK: Caso Abierto", ¿Por qué y cómo?

Oliver Stone repasa los hechos del 22 de noviembre de 1963 en una de las películas más sólidas de su filmografía.

El neoyorquino Oliver Stone siempre ha sido un director comprometido y polémico, buscando siempre la manera de expresarse y crear debate a través de sus películas, siendo un inconformista con el gobierno de su país y mostrándose a la vez como un patriota de corazón, entregado y crítico. Su crítica no es disimulada, se lanza abiertamente contra todo lo que (subjetivamente) le parezca incorrecto de su país y en ocasiones utiliza sus películas y documentales como herramienta de denuncia para alzar la voz en contra de sus gobernantes. Fruto de su experiencia en Vietnam como soldado ha realizado varios retratos de dicho conflicto como la imprescindible "Platoon" por la que ganó su primer Oscar a la mejor dirección (tiene tres estatuillas, una de ellas como guionista por "El Expreso de Medianoche"), "Nacido el Cuatro de Julio" que le valió el segundo Oscar en la misma categoría, y "El Cielo y la Tierra", además de estar preparando una cuarta película que contemple desde un nuevo punto de vista la guerra de Vietnam, "Pinkville", que protagonizará Bruce Willis y tratará la masacre de My Lai. El director ha mostrado durante toda su carrera su pluralidad atreviéndose con varios géneros y haciendo gala de un polifacético estilo con el que ha salido airoso en muchas películas; triunfó en los 80' con "Wall Street" y "Salvador", con "Alejandro Magno" aportó su granito de arena en el cine épico (con nulo éxito, por lo visto) e incluso en los 90' se atrevió con un biopic del famoso grupo musical en "The Doors" y con el mundo del deporte en "Un Domingo Cualquiera", también dejó a todos perplejo con la que es su obra más polémica, "Asesinos Natos", que personalmente no solo considero que es lo peor de su filmografía sino que es de lo peor que he visto nunca. A lo largo de su carrera se ha sumergido directamente en temas políticos con "Nixon" y recientemente ha vuelto con "W." dónde realiza su propio retrato del actual dirigente estadounidense, además de haber estado dedicándose a los documentales y haber dado su propio homenaje a los sucesos del 11/S con "World Trade Center", un proyecto con el que decidió no mojarse en temas políticos. Pero dónde sí que se mojó por completo fue en otra de sus obras más polémicas a la vez que brillantes, que le valió la consagración definitiva como director importante y comprometido, "JFK".

Con "JFK" Stone decidió dar su propia versión de los hechos acontecidos el trágico 22 de noviembre de 1963 cuando el 35º presidente de los EEUU John Fitzgerald Kennedy fue asesinado en Dallas presuntamente por un francotirador y cuya autoría del crimen fue atribuida únicamente a Lee Harvey Oswald, quien fue asesinado a su vez por Jack Ruby tan solo dos días más tarde cuando era trasladado a la prisión del condado, tiempo durante el cual aseguró que era inocente. Tres años después el fiscal de distrito de Nueva Orleans Jim Garrison, descontento con la versión dictaminada por la Comisión Warren (que intentó esclarecer los hechos del asesinato presidencial) y sus evidentes incoherencias (sobre todo acerca de "la bala mágica"), inició sus propias investigaciones para rebatir dicha conclusión y repasar las pruebas para hallar al auténtico culpable del crimen, proceso que duraría dos años. El caso fue uno de los más sonados de finales de los 60', y debido al misterio que envolvió el caso y su secretismo se ha convertido en una de las incógnitas más célebres de la cultura popular, ya que aún hoy en día sigue sin estar claro del todo.

En "JFK" Stone realiza un trabajo impecable en todos los aspectos técnicos y artísticos y consigue algo tan difícil como que una película que dura casi 200 minutos (el montaje del director, que es el que yo he visto) no decaiga ni un solo momento, mantenga el ritmo y la intensidad durante todo su metraje y contenga escenas para el recuerdo que identificarían el film y que se han ganado un lugar en las escenas más memorables del cine. La película se podría encuadrar dentro del género del thriller político, también en el del cine de conspiraciones (o cine conspiranoico incluso) y hasta en el cine judicial y policiaco, porque durante el transcurso de la película va deambulando de un género a otro teniendo que considerar incluso el de (semi)documental ya que por momentos parece que se esté tratando realmente de reconstruir los sucesos de la forma más verídica posible, intercalando imágenes reales con ficticias donde incluso podemos ver fragmentos reales de la autopsia de Kennedy y demás grabaciones y fotografías. Durante la película se estudia cada etapa de la investigación del fiscal Garrison, desde que comienzan sus sospechas acerca de las irregularidades de la conclusión de la Comisión Warren y se inician sus primeras pesquisas hasta que llega a juicio y expone sus conclusiones, destacando su brillante, sentido y memorable alegato final que dura casi 10 minutos de película. Por cierto, toda la reconstrucción del asesinato y la conspiración en los apabullantes y soberbios 45 minutos finales de película, que son los que cubren el juicio final, son de una calidad insuperable, recalcando sobre todas las cosas la capacidad de narración y montaje de dicha escena en concreto, aunque si de algo puede presumir la película durante sus 3 horas y 15 minutos de duración es del espléndido trabajo de montaje de Joe Hutshing (colaborador usual de Stone) y Pietro Scalia (habitual de Ridley Scott), que fue justamente premiado con un Oscar.

Porque de todas las virtudes que tiene el film hay dos que deben ser públicamente reconocidas y acentuadas, y precisamente los dos Oscars que ganó la película en la ceremonia de 1992 (de las 8 nominaciones que recibió) fueron por dichos aspectos: el montaje y la fotografía. El trabajo de los editores es extraordinario y se nota su habilidad sobre todo en las escenas que intercalan fotografías y vídeos reales con los rodados para la película, haciendo cuadrar todo de una forma asombrosa y creando una sensación en la que el espectador asimila la cinta de forma que se adentra por completo en el film, llegando a pensar por momentos que es más un documental que una película de ficción, aunque realmente... ¿quién sabe? La utilización de los flashbacks y dentro de estos otros flashbacks le da una gran complejidad a la película, lo cual es una muestra de la obra de artesanía que se hizo con esta cinta. La cuestión es que el trabajo de Hutshing y Scalia es impecable, prodigioso, y en parte también gracias a la combinación con la fotografía de Robert Richardson, también habitual de Stone, que utiliza un recurso que es característico del cine norteamericano de la década de los 90, el de la utilización de luces y reflejos saturados (como si de un sueño se tratase) que le dieron a las películas de la época un sello característico (por ejemplo en "Sospechosos Habituales" es un efecto muy evidente) y que permite distinguirlas a simple vista; una especie de halo de luminosidad que en su día debió ser como el juego de sombras saturadas y granulosas que se utiliza hoy en día.

El aspecto técnico de "JFK" no tiene réplica, además del portentoso montaje y la deliciosa fotografía cabe destacar la partitura realizada por el afamado maestro John Williams, famoso por ser uno de los compositores de bandas sonoras más prolíficos y famosos del panorama cinematográfico desde hace más de 40 años. La melodía de Williams está diseñada para acentuar el suspense de las escenas y crear un ambiente tenso y dramático, con tonos suaves y discretos durante la mayoría del film y con gran protagonismo en las escenas de la reconstrucción de los hechos pasados. La música fue otro de los apartados por los que el film recibió una nominación a los Oscar (que acabó ganando "La Bella y la Bestia"), y es que la intensa y melodramática armonía de John Williams consiguió un conjunto equilibrado, moderado y de una carga afectiva muy lograda que acompañaba perfectamente al ambiente sórdido de algunas escenas. La dirección artística es uno de esos aspectos que puede pasar desapercibido pero que tiene un colosal y excelente trabajo oculto, ya que la ambientación de la década de los 60' está muy conseguida gracias a los escenarios, vestuario y todo tipo de atrezo que ayuda a volver al pasado para resolver el caso de John F. Kennedy. Una labor muy bien realizada, minuciosa y con mucho tesón, que sin duda ayuda muchísimo a la asimilación de los hechos por parte del espectador. El guión de Oliver Stone y Zachary Sklar recibió también una nominación al Oscar al mejor guión adaptado, ya que se basó en los libros "On the Trail of the Assassins" del propio Jim Garrison y "Crossfire: The Plot That Killed Kennedy" de Jim Marrs. El extenso y complejo guión fue elaborado de forma que cada vez que se volviesen a revisar los hechos sucedidos aquel 22 de noviembre se volviese a tener un punto de vista diferente, más completo, como si cada nuevo tramo de película hubiese añadido información que luego se debiera confirmar con el material de archivo sobre el asesinato. El trabajo de investigación de Stone y Sklar fue titánico, y tuvieron la responsabilidad de crear un personaje que se convertiría en el protagonista de la escena más brillante y recordada de la película, el Sr. X, interpretado magníficamente por Donald Sutherland y cuyo resultado es el de una concentración de varias personas reales que sirvieron a Jim Garrison para obtener tan interesante información. El mérito del guión es doble, por un lado el crear un documento tan sólido que aunque sea verdad o mentira no se le puede negar su firmeza, y por otro el que hayan sido capaces de hacer que el film tenga un ritmo excelente durante las 3 horas y 20 minutos que dura, una duración poco habitual y desde luego muy atrevida, sobre todo teniendo en cuenta lo difícil que es hacer que el espectador esté atento con todo su interés a la pantalla. Además el hecho de que trate un tema tan conocido por todos no es ninguna ventaja ya que se ha demostrado con otras películas como "Bobby" de Emilio Estevez (hijo de Martin Sheen), que narra el asesinato del hermano del presidente, Robert F. Kennedy, que no es ninguna garantía de éxito si el producto no tiene la calidad suficiente.

Otro punto interesante de la película es el asombroso reparto, lleno de estrellas del más alto nivel que realizan un trabajo impecable. Protagoniza un estupendo Kevin Costner en estado de gracia como el fiscal de distrito de Nueva Orleans Jim Garrison. Costner está espléndio, comedido y muy correcto y para su papel se preparó durante varios meses entrevistándose con implicados en el caso y profundizando en el personaje; fue la primera opción de Stone tras el éxito de "Bailando con Lobos" ya que daría a la película el impulso definitivo cara a los estudios. Como curiosidad, el auténtico Jim Garrison tiene un cameo en la película, precisamente e irónicamente como Earl Warren. Tommy Lee Jones fue el único actor del casting que recibió una nominación al mejor actor de reparto por su rol de Clay Shaw, el ligeramente afeminado y poderoso acusado del caso de Garrison, un papel también moderado pero con intensidad sobre todo en algunas escenas en concreto, como aquella en la que se entrevista con Garrison una tarde de domingo. El reparto no tiene parangón y está lleno de figuras como Kevin Bacon en un corto y magnífico papel como Willie O'Keefe, un excelente Gary Oldman como Lee Harvey Oswald, Jack Lemmon, Sissy Spacek como la esposa de Garrison, Michael Rooker, Jay O. Sanders, Joe Pesci que realiza un gran papel como Dave Ferrie, John Candy, Walter Matthau, el espléndido Donald Sutherland y un larguísimo etcétera, hasta Vincent D'Onofrio tiene un pequeño papel poco después de ser conocido como el recluta patoso en "La Chaqueta Metálica". Tal baile de nombres y sucesos pueden despistar al espectador si no está atento con todos sus sentidos puestos en cada nombre y apellido, y de hecho a mí me costó hacerme con los personajes hasta que no se me hizo la oreja a ellos; puede ser caótico ver esta película en el cine sin poder echar la vista atrás para repasar ciertos nombres, como por ejemplo me ha pasado alguna vez con películas como "El Buen Pastor" o "Syriana".

La película tiene una evolución extraordinaria, a lo largo de la película el caso se va tornando más sórdido y oscuro, y los ánimos se van apagando poco a poco; me fijé que cuando comienzan a investigar el caso en la fiscalía se bromea y se toma de una forma optimista, pero al final hay tensión, miedo incluso traiciones y una sensación de estar yendo por un camino errático. Todo ello fruto de un excelente guión, que da pie a algunas escenas que como he comentado han pasado a formar parte de las mejores escenas del cine, como el comentado juicio y alegato final, cuando Jim Garrison va a la televisión y se queda con el presentador que venía dispuesto a desprestigiarle públicamente, dándole la vuelta a la tortilla, o la escena en la que X (Donald Sutherland) explica su versión al personaje de Kevin Costner; es muy gráfica la cara y cuerpo que se le queda a éste cuando acaba su explicación. Esa escena en concreto tiene un montaje sublime.

"JFK" es un conjunto de factores realizados con la máxima meticulosidad y calidad; el punto medio entre falso (o no) documental, thriller policial, cine de espías, drama político y de conspiraciones hacen de ésta una película completa y compleja, un punto de vista alternativo del trágico atentado del presidente de los EEUU y de sus consecuencias, pero que también habla de la valentía, el coraje y la importancia de creer en algo y luchar por ello. La trama acerca de la conspiración es uno de las reconstrucciones más creíbles y bien realizadas que he visto en una película de ficción, amén de estar elaborado de forma que el espectador ajeno a tal magnicidio por época o por geografía no tenga dificultades en comprender y situar todas las conclusiones y datos resueltos en el film. Oliver Stone tiene varias películas dignas de mención, películas que lo han alzado en el podio de directores imprescindibles en el cine mundial, como "Platoon", "Nacido el Cuatro de Julio" o "Wall Street", y "JFK" es sin duda una de las mejores películas que el realizador neoyorquino ha dado en su filmografía. Los 2 Oscars ganados por dicho film, y las otras 6 nominaciones que incluyen mejor director y película avalan esta obra que fue atacada por la crítica debido a su polémica naturaleza, pero que a pesar de ello logró un resultado de taquilla aceptable, más de $200M que quintuplicaron sus $40M de presupuesto. "JFK" intenta plantear respuestas al asesinato de John F. Kennedy y ratificar la postura inconformista de Oliver Stone, una figura polémica que mientras siga haciendo cine dejará clara su postura respecto al gobierno y buscará las respuestas y responsabilidades de quien tenga el mando. Una película imprescindible, una obra de orfebrería.

«Cuanto mayores son las mentiras, si están bien disfrazadas, más las cree el pueblo.»

Mi puntuación: 10/10.

1 comentarios:

counter strike online dijo...

Old school movies are great and I have big collection but I had to replace it because VHS got outdated

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