domingo, 15 de febrero de 2009

"El Desafío: Frost contra Nixon". Dos hombres entran, uno sale.

Magnífica recreación del episodio que expuso a Richard Nixon al juicio popular que nunca tuvo.

El Escándalo Watergate fue uno de los casos de corrupción, abuso de poder y supresión del concepto de democracia más graves que se recuerdan en el siglo pasado en un país supuestamente libre. Yo, que soy de la generación de los 80 y no he nacido en EEUU, no conocía con profundidad los sucesos que llevaron a Richard Nixon a ser el primer y único presidente de los Estados Unidos de América en dimitir de su cargo, y gracias al cine a veces uno puede aprender una lección de historia y disfrutar de una buena sesión de cine al mismo tiempo. Me pasó recientemente con "Valkiria" y los hechos del complot del 20 de julio que intentaron acabar con Hitler, me pasó con "JFK: Caso Abierto" y el asesinato de Kennedy en el 63, también con "Mi Nombre es Harvey Milk" que me ayudó a descubrir la figura del político y activista gay, como muchas otras películas que sirven tanto de documento (con mayor o menor fidelidad) como de diversión/entretenimiento. "El Desafío: Frost Contra Nixon" (cuyo título original "Frost/Nixon" está exento de la inane palabra "desafío") es una película sencilla, que parte de un concepto simple como es la recreación de la entrevista que enfrentó cara a cara al un presentador showman venido a más y al presidente más polémico de la historia de los EEUU, pero que gracias precisamente a su sencillez de planteamiento y de aplicación resulta una de las mejores películas de lo que llevamos de año, un claro ejemplo de que para realizar una buena película no hace falta grandes despliegues de medios.

Cuidado, calidad tiene de sobra la película en todas sus áreas, comenzando por la dirección de Ron Howard, ganador del Oscar en 2002 por "Una Mente Maravillosa" como director y otro como productor. Este año repite las mismas nominaciones por segunda vez en su carrera, y no es para menos ya que su trabajo es una exquisitez, la dirección en espacios íntegramente interiores es un arte que tiende a infravalorarse y en esta película el director de "Cinderella Man" y "Apollo 13" pone especial cuidado en realizar una composición lo más perfecta posible, para dar a los espacios cerrados una dimensión más ágil y dinámica que no aburra ni sature al espectador. El que fuera director de obras tan míticas como "Willow" y "Splash" pone en práctica lo que otras veces le funcionó, un estilo propio muy hollywoodiense, muy de cine norteamericano, de cine de Oscar incluso, y se mueve en su área mejor que ningún otro director. De hecho, de los nominados al Oscar a la mejor dirección de este año es el único que ya tiene uno, aunque esta vez lo tendrá muy difícil ya que tendrá que superar a un exquisito Gus Vant Sant que realiza uno de los mejores trabajos de su carrera en "Mi Nombre es Harvey Milk" y también a Stephen Daldry, aunque sus dos mayores rivales serán el representante de la triunfante (en las nominaciones) "El Curioso Caso de Benjamin Button" David Fincher y finalmente el que tiene más probabilidades de besar el santo: Danny Boyle. Ron Howard tiene a su favor la experiencia y un gusto cinematográfico excelente, y en "El Desafío: Frost contra Nixon" se ve al mejor Howard de los últimos años; repito que el encanto de la película reside en su aparente simpleza, en su sencillez que a la vez le otorga humildad al film y de hecho no es mucho más compleja que lo que vende: de los 120 minutos del film la mitad de ellos están dedicados a la propia entrevista, y la otra mitad a la preparación de la misma, por lo que no hay lugar para desvaríos. Además tiene una baza muy importante, obra del talento del director y la mano en el montaje y el ritmo de Daniel P. Hanley y Mike Hill (habituales del director, que suele rodearse de su gente en cada film), y es que consiguen convertir esas dos horas de películas en un ensayo muy dinámico para nada lento o pesado, y si tenemos en cuenta las poca cosas que realmente pasan en el film resulta ser todo un mérito que merece ser aplaudido por el hecho de ser tan resuelto; realmente no soy capaz de destacar nada en concreto del montaje si no es esa forma de recrear un falso documental con opiniones y declaraciones de los implicados en un futuro tras la entrevista, pero a la hora de la verdad una vez acabado el film uno se da cuenta de la virtud que tiene el film en ese aspecto. De hecho el montaje es una de las 5 nominaciones que ha recibido el film, que además de director, película y montaje también está entre las nominadas a mejor actor principal y mejor guión adaptado.

Peter Morgan adapta su propia obra de teatro (como hizo John Patrick Shanley en "La Duda" pero cediendo la dirección) y firma el guión que evidentemente también tiene un carácter muy teatral por el uso de escenarios interiores y espacios cerrados donde transcurre la película. En los últimos años el guionista ha realizado los guiones de la simplemente correcta "Las Hermanas Bolena", de la aclamada "The Queen (La Reina)" y del biopic de Idi Amin por el que Forest Whitaker ganó el Oscar hace dos años con "El Último Rey de Escocia". Como se puede comprobar no es un novato en esto de los dramas políticos (sean de la época que sean), y con este film recibe su segunda nominación al Oscar como guionista (dos años antes probó suerte con "The Queen (La Reina)"), un escrito muy bien compenetrado con la dirección y el montaje como he comentado por su perfecto sentido del tempo, con pequeños detalles que lo hacen grande como referencias discretas a conceptos de la época como la homofobia y el racismo que nos sitúan en el tiempo y ayudan a la ambientación, y también tiene otras cualidades algo atípicas en este tipo de película pero que aquí encajan tan bien que le dan un aire fresco y amable, como los constantes toques de humor que más de una ocasión consiguen esbozar una sonrisa auténtica al espectador («¿¡Estás de coña!? No pienso darle la mano...» o «¿Ha fornicado esta noche?») y al mismo tiempo es capaz de hacer que su carne se ponga de gallina con un diálogo descarnado y sincero a la cámara, aunque eso es también mérito de los actores, sobre todo de Frank Langella, que ha recibido su merecida nominación al Oscar por representar a Richard Nixon.

Frank Langella, ("Buenas Noches y Buena Suerte", "Superman Returns") no es un actor excesivamente conocido por el gran público aunque lleve muchos años en el mundo del cine y la TV, y con esta película recibe su primera nominación al Oscar que se ha ganado a pulso realizando la interpretación del ex-presidente de los EEUU, que no es tanto imitación como representación aunque logre un tono de voz grave y profundo que se asimila muchísimo al del auténtico Nixon. De todos modos en la versión doblada al español no se puede apreciar el trabajo del actor, y de paso me gustaría comentar que el doblaje de la película no me ha acabado de convencer, y lo dice un defensor acérrimo del doblaje que se realiza en España, uno de los mejores del mundo sin duda. El trabajo de Langella destaca sobre el del resto, y eso que el nivel de interpretaciones está por las nubes; parecía que realizaría un trabajo discreto pero da la sorpresa y se come la pantalla en todas sus apariciones, demostrando una grandísima presencia y talento en especial en dos escenas, la del semi-monólogo en la conversación telefónica con el manos libres, una de las mejores escenas del film, y la del final de la entrevista donde secuestra la cámara y se convierte en el único elemento que existe en la película. Son dos momentos en los que la figura de Richard Nixon/Frank Langella brilla con total resplandor.

Precisamente acerca del final debo decir que los 15 minutos finales de la película son una auténtica maravilla, un desenlace absolutamente glorioso para el film, aunque el final de los finales, es decir los 5 últimos minutos, creo que estropea un poco el excelente cierre. Me quedo con esos 10 minutos que finalizan con la entrevista en los que los silencios se hacen largos y tensos y la química entre los dos actores Frank Langella y Martin Sheen aumenta hasta su máximo exponente. Yo no pude evitar quedarme boquiabierto (no conocía exactamente el desenlace de la entrevista). Esa es otra de las grandes virtudes del film, crear una tensión y un suspense extraordinarios con una historia política y periodística como esta, el debate es intensísimo y se vive cada fase del mismo con gran pasión, las derrotas consecutivas de Frost hasta el final son tan solo la perfecta preparación para el subidón del culmen, otro detalle más de guión supremo. En ese debate hay calidad y talento, también la historia es emocionante, ambos contendientes se lo juegan todo, Frost su carrera política e incluso su modo de vida, mientras que Nixon se quiere dar una oportunidad para lavarse la cara frente a la opinión pública, contando con el riesgo que podría ser (y fue) todo lo contrario. Solo un vencedor podía salir de esa entrevista («¡Dos hombres entran, uno sale!», como en la mítica "Mad Max: Más Allá de la Cúpula del Trueno") y los dos juegan todas sus cartas, solo hay que ver el séquito qe ambos llevan, y también estudian cada detalle con el que debilitar a su oponente, como las pequeñas conversaciones justo antes de ponerse a rodar. Nixon es un perro viejo que se mueve con el pez en el agua en casos de presión, además de ser sumamente hábil en sus respuestas, y Frost tampoco se queda atrás pero tiene la baza de ser un periodista infravalorado, lo que finalmente le da la ventaja. Hay mucha tensión psicológica en el cara a cara. No se limitan a imitar la entrevista (que se puede encontrar por internet, a la real me refiero) sino a recrearla con algo de precisión y libertad al mismo tiempo, incluyendo los fragmentos que nunca pudieron ver los espectadores de aquella emisión. La recreación del debate/entrevista me parece una total muestra de elegancia e ingenio, y sobre todo de sencillez.

Sentado cara a cara en el debate contra Frank Langella está Michael Sheen, reputado actor inglés sobre todo por interpretar a Tony Blair en "The Queen (La Reina)" y que también aparece en films como "El Reino de los Cielos" y "Timeline". La interpretación de Sheen como David Frost también es espectacular, eclipsada por su contrincante pero ni mucho menos desapercibida; suyo es el mayor protagonismo del film y a él le acompaña la narración, mostrando sus penurias para buscar patrocinadores y distribuidores y la venida abajo de su carrera a partir del arriesgado proyecto. Magnífico es el trabajo de Michael Sheen, que le da la réplica a Nixon, como también es excelente el trabajo de los pocos secundarios que aparecen en el film. Para empezar está Kevin Bacon como el jefe de personal de Nixon, Jack Brennan en un papel con poca participación pero gran importancia en un par de momentos, destacando como es evidente la conversación telefónica con Frost. Bacon cumple como siempre, y le acompañan en cuanto a cuota de tiempo en pantalla Sam Rockwell, un actor que me encanta desde que lo vi en "Confesiones de una Mente Peligrosa" y que realiza supremas actuaciones también en "La Milla Verde", "Los Impostores", "El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford" y que por lo visto también se sale en "Asfixia", también aparece en el film como productor de Frost el actor Matthew Macfadyen ("Orgullo y Prejuicio"), Oliver Platt ("Casanova") como investigador, Toby Jones ("La Niebla", "W." y por lo visto un magnífico Truman Capote en "Historia de un Crimen") como el maniático editor de Nixon, etc. todos con una cuota reducida de tiempo en pantalla pero con gran calidad en sus respectivos papeles. Una actriz que me encanta desde que la vi en "El Truco Final (El Prestigio)" y que ya comenté lo mucho que me gustó en "Vicky Cristina Barcelona" es Rebecca Hall, que en ambas películas se destapó como una interesante actriz revelación y que poco a poco va se va dejando ver en distintos filmes. Aquí interpreta a Caroline Cushing, un personaje que aporta muy poco a la historia y que quizá se ha introducido en el film por razones de fidelidad histórica (lo desconozco) o para cuadrar ciertas actitudes, pero realmente a la actriz no le da tiempo ni ocasión de lucirse con ninguna escena, si no es en su primera aparición en el avión.

El aspecto técnico es notable, como he comentado es un ejercicio de inspiración el hacer que una película tan estática y teatral tenga tanta calidad cinematográfica; la fotografía Salvatore Totino es de un gusto distinguido, en los encuadres sencillos y sobre todo en la excelente iluminación y juego de sombras, y más en concreto en las escenas de las entrevistas. La música también es obra de otro genio de la composición (musical, en este caso) Hans Zimmer, que ha realizado las bandas sonoras de "Batman Begins", "El Caballero Oscuro", las dos últimas películas de la saga de "Piratas del Caribe", "El Último Samurái", "Gladiator", "El Rey León" y un larguísimo etcétera, uno de los músicos más destacados del panorama hollywoodiense que confecciona una banda sonora muy adecuada para el film, sin demasiadas estridencias y de tono clásico, como el cine de Ron Howard, una perfecta asociación la de ambos artistas.

La película ha tenido muy buena recepción en el círculo de críticos, ha sido considerada una de las mejores películas del año pasado en EEUU y ha recibido muchas nominaciones a premios importantes incluyendo los Globos de Oro, los BAFTA y los Oscar, por supuesto, aunque no ha ganado ningún premio en dichos festivales. En cuanto a los premios a los que opta en los Oscar lo tiene difícil, el de mejor película no lo tiene a su alcance debido a las películas favoritas, "El Curioso Caso de Benjamin Button" y "Slumdog Millionaire", y trendrá rivalidad directa de éstas mismas películas en el resto de categorías, exceptuando la de mejor actor donde en teoría tiene pocas posibilidades contra Sean Penn y Mickey Rourke. El público la ha tenido en buena consideración a pesar de no haber recaudado lo suficiente, pero lo que está claro es que es una de las mejores películas que vamos a ver este año en España, una gran obra que con elementos simples es capaz de construir un film sólido. La película está basada en una idea sencilla, lo que da como resultado una película sencilla, como debe ser, igual que van directos al grano y a mitad de película ya van a la entrevista, también como debe ser. Todo ello crea un halo de sinceridad en la película que la beneficia enormemente y deja muy buen sabor de boca al finalizarla, te das cuenta de que has visto algo bien hecho e inteligente, que trata al espectador con respeto y a la vez le está dando una lección, de cine y de historia de paso, dando la merecida conclusión a la vida política de quién creía que podía controlar al gobierno sin saber que la gente busca justicia hasta el final; Nixon fue un presidente de los EEUU que jugó sucio y se le atrapó, y por lo tanto no se debió sentir clemencia hacia él ni en el momento en el que acabó siendo hundido por David Frost, aquel presentador apolítico que solo buscó la forma de dar el despegue final a su carrera. Una película imprescindible, un señor film político que se hace corto, y que rebosa elegancia y contundecia.

Mi puntuación: 8/10.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente comentario, como siempre.

De esta película me quedo con dos o tres cosillas. Primero, la impresión de que Nixon era un monstruo, en el peor sentido de la palabra. Los jueguecitos mentales, la manipulación de su entorno para sacar cualquier ventaja, la necesidad de aplastar al entrevistador para volver a la vida pública, sumado a las ideas sugeridas de que tenía una amante (sugerido muy sucintamente en la escena en la que presentan a la esposa) y de que tenía algún transtorno mental (aquello de no acordarse de cosas que había hecho, como la tremendísima escena de la llamada nocturna)... transmiten la imagen de que Nixon era un elemento de cuidado, como la historia se ha encargado en demostrar. Un hijoputa, vamos.

Segundo, la fenomenal actuación de todo el elenco, pero en este caso el actor que más "me llegó" fue Michael Sheen. En él se recoge el que yo creo que es el mensaje central de la película: no te rindas, no tires la toalla, ni siquiera cuando parece que todo está en tu contra. Sheen transmite perfectamente la tensión, el desasosiego y la desesperación -sin perder la compostura- que el papel y la película requerían. No hay ni un gramo de histrionismo en su actuación, ni en la de ninguno de los compañeros de reparto, por cierto.

Tercero: Oliver Platt. Este chico, siempre hace exactamente el mismo papel, o solo me lo parece a mi? En cualquier caso también se ajusta al papel, así que no hay nada que objetar (aquella frase de: "qué vamos a celabrar, que vamos a trabajar el resto de nuestras vidas en el Burger King?!" es de antología.

Le doy a la película un 9/10. Efectivamente, de lo mejor del año, y no me importa que estemos al principio de febrero.

Eso es todo. Y, como diría Davy Crockett: "No cejéis, muchachos, no cejéis!".

Anónimo dijo...

Me dejas los dientes muy largos; por aquí todavía no han estrenado ni esta, ni Slumdog Millionaire ni La Duda. Al parecer los cines de aquí tienen problemas con una distribuidora, pero no es nada justo y jode muchísimo que tengamos que perdernos peliculones porque les salga de las narices.

No esperaba mucho de esta película la primera vez que oí hablar de elñla, pero poco a poco mi interés ha ido subiendo como la espuma. A ver si llega la próxima semana, que le tengo muchas ganas (bueno, y a Slumdog también).

Santi dijo...

Dichosos los ojos queridísimo Asprogen, una alegría leerte aquí :)

Definitivamente Nixon es un mal bicho en este film, en todo momento queda claro, con pequeños detalles y con grandes, siempre señalando con el dedo, siempre haciéndose la mosquita muerta, siempre haciendo su famoso y cínico gesto de victoria.

La de frases antológicas que hay en este film, eso es cierto. Opinamos igual, que es de lo mejor que nos está dando el año (al loro con la de "Slumdog Millionaire", tienes que verla). He escuchado que en el film se explota un pelín exageradamente la vertiente 'playboy' de David Frost, ya que parece que en realidad sí que era un presentador con reputación y no un showman venido a más, pero igualmente el mensaje de "no cejéis" se mantiene. Tú suda tinta y aguanta, que al final recibirás tu recompensa.

Espilberg, la de "Slumdog Millionaire" la acabo de ver esta tarde y es una jodida maravilla, no le daría el 10 pero personalmente me ha gustado más que "El Curioso Caso de Benjamin Button", tiene más corazón, que ya es decir. Y te recomiendo que no te pierdas esta "Frost/Nixon", parece simplona pero esconde un gran talento debajo de su piel de cordero. Una gran obra.

Gracias a los dos por comentar ;) . ¡Sois cracks!

Anónimo dijo...

No soy yo muy fan de los biopics pero había odío hablar bien de la peli y leyendo su post creo que me animaré. Otro en la lista de pendientes por ver...

Santi dijo...

Anímate Alexander Glass porque merece la pena, "Frost/Nixon" es una película excelente, de momento para mí está entre lo mejor del año y lo mejor de todo es que es una película sencilla y directa. Dale una oportunidad ;)

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